Partida Rol por web

Ecuaciones, diferenciales, quiero aprender más. No sé porqué pero me gusta estudiar.

- Lo dices por lo de las voces de los niños, ¿no? - Breil está a la derecha de James. - A ver, si quieres cuando acabe la clase podemos ir a investigar, pero ahora con la sargento no podemos movernos. - propone al grupo.

James está demasiado preocupado. Dentro de poco, estaremos de vuelta con nuestros padres y saldremos de este sitio para siempre.

Bueno, siempre es mejor que estar en nuestros cuartos sin hacer nada ¿no? Además, somos niños, si lo hacemos en plan "jugamos a detectives" no creo que nos regañen.

Además siempre he querido jugar a detectives, me encantan los de las series de dibujos que veía cuando estaba en casa.

La clase se iba poniendo más interesante por momentos.

Breil, escúchame... No solo son voces... ¡Alguien me ha tirado este avión de papel! - le dice enseñándole el avión que tiene en su regazo para que la profesora no lo vea - Tenemos que hablar. En el recreo.

James no tiene ningún avión de papel en su regazo.

Victor se queda mirando a James con cara de sorpresa.

¿Se te ha caido? Porque no tienes nada en tu regazo que se parezca a un avión de papel...

Vuelve a mirar por el suelo mientras la profesora no mira para ver si el avión está en algún sitio. Por lo demás se queda mirando al frente a expensas de que la profesora no note su cuchicheo.

¿?

James se queda sorprendido por la respuesta de Victor.

... de todas formas, tenemos que hablar en el recreo.

 No, no tienes nada en tu regazo.

Breil se queda flipado ante la situación extraña. Mira a James perplejo.

Pero, ¿qué dice James? Está pillado.

- Vale, vale, hablamos cuando acabe esto. - cuchichea a sus dos amigos, obviando valorar la afirmación de James. 

Terminan un par de clases mas y finalmente es la hora del recreo ... básicamente os dejan deambular por el patio o en la clase mientras Sara descansa un poco.

Vosotros decidís donde os reunís.

Breil se acerca a James y al "rubinho" en el descanso. De modo despreocupado, da un ojo alrededor de dónde se han reunido por si hay "moros en la costa".

- Esto parece una peli de espías, ¡jejeje! - bromea con sus colegas. - Oye, James, no sé qué te pasa hoy ni si pasa algo raro aquí, pero cómo te dijo Victor antes, no había ningún avión de papel. - es raro en Breil hablar tan serio, cuando es un niño que lo que principalmente quiere es jugar.

A ver, ó a James se le ha ido la olla definitivamente, ó los del reformatorio nos están envenenando con el aire ó con la comida, para que veamos cosas raras y no nos dejen salir. ¡No, no, no! ¡Quiero volver con mis papis!

La cara de Breil refleja un tono asustadizo, pero se queda a la expectativa ante lo que les tiene que explicar James.

¡Ei, chicos, aquí está ocurriendo algo raro! - dice James un poco alborotado - ¿O es que estás cosas solo me están ocurriendo a mí?

El tono de James es de preocupación. En realidad no sabe si lo que pasa es real o fruto de su imaginación, y con la visita del Sr. Benneck y sus comentarios, todo es peor.

A ver, primero fueron esas voces de niños que escuché por la mañana en los pasadizos. Luego el avión de papel que os prometo que llegué tocar. ¿No os ha pasado nada raro a vosotros hoy? Ese señor nos ha preguntado si habíamos notado algo extraño últimamente y estoy seguro de que con Sara no hablaban de los niños que ya se han marchado.

- Vale, pues investiguemos, ¿no? - lo suelta con naturalidad, sin calibrar los posibles peligros. - ¿Qué hacemos primero, vamos a los pasadizos dónde escuchaste las voces, ó vamos al despacho del "perillas"? - Breil está excitado pues ansía descubrir que se esconde detrás de los misterios de James.

Eso eso, movámonos. Sólo nos faltan dos niñas respondonas para que parezcamos "el club de los cinco" o algo así. Vamos a buscar a los chicos que oyó James.

Victor se mete en la conversación y se queda otra vez pensando en lo del avión de papel. Lo mío no ha sido tan grave y ni siquiera creo que fuera algo que merezca la pena reseñar. Creo que ha sido fruto del cansancio vespertino o una alucinación que algo fuera de lo normal.

¿Investigar? No se... - James se muestra dubitativo. Aún no tiene claro si lo que ha vivido era algo real o una alucinación - A ese señor yo no le había visto nunca antes... No creo que tenga aquí un despacho dónde hurgar... Y los pasadizos... si queréis podemos ir a echar un vistazo, pero...

El chico se queda callado un segundo, parece que la respuesta de Breil no era la que esperaba:

...pero lo que quiero saber primero es si estas cosas solo me ocurren a mí. ¿A vosotros no os ha pasado nada parecido hoy o algún otro día?

- Venga, James, no seas miedica - Breil tira de James, mientras sigue al rubio, que ha tomado la iniciativa por ellos. - Y no; lo único raro que me ha pasado esta semana es el sueño de hoy - contestando a la inquietud de James. - Eso sí, no veas lo real que parecía, hasta sentía frío.

Cuando me habeis echado el vaso de agua a la cara yo había visto a una persona muy vieja reflejandose en el espejo. Creía que era yo pero con mogollón de años más. Aunque no se puede decir que sea algo tan perturbador como los sueños de Breil o las voces que tú has oído.

Víctor se sincera con sus amigos y trata de quitar hierro al asunto.

Venga, si queremos que éste misterio se solucione tenemos que movernos. ¿En qué pasillo dijiste que escuchaste las voces?

¡¿Miedo?! - dice James molesto - ¡Yo no he dicho que tenga miedo! Yo solo quería saber si era el único al que le pasaban cosas raras... ¡Si queréis ir allí, por mí podemos ir ahora mismo!

Con estas, el chico se dispone a llevar a sus compañeros donde escuchó las voces.

¿De verdad parecía que fueras tú mismo de viejo? - le pregunta a Victor por el camino - Qué mal rollo, ¿no?

Sí tío, me veía con la edad del perillas éste que ha venido a vernos. Por eso me he quedado blanco. Pero ya ves qué tontería ¿no?

Víctor camina junto a sus compañeros de forma más relajada y tranquila. Ha aprendido a comunicarse algo mejor gracias a ellos. Sin su apoyo y su curiosidad puede que todavía estuviera mirando por la ventana del cuarto como solía hacer y suele cuando se siente solo y nostalgico.