Partida Rol por web

Big wheels keep on turning
Carry me home to see my kin
Singing songs about the Southland
I miss Alabamy once again
And I think its a sin, ye

El trayecto fue tranquilo durante toda la avenida, sin más contratiempo que intentar evitar detenerse a causa del tráfico. Tuvieron que subirse a la acera, o dar un toque a algún coche para que se apartara.

Kendrik estaba contento por la canción, y todos se relajaron un poco cuando llegaron a la altura de un residencial de casitas situadas en lo alto de una pequeña colina de tierra. Circulaban por una carretera de dos carriles, uno en cada sentido, separados por una mediana tipo isleta continua, decorada con palmeras. Vieron como en el Nyala parecía que estaban de cachondeo también, y eso se vió reflejado en la radio.

-Aquí 2-2-3, radio Bagdad. Martha se acaba de pegar un cuesco y hemos tenido que abrir las ventanillas porque olía a cloaca.

Escucharon risas de fondo, y la voz de ella reclamando.

-¡Eso es mentira, ha sido McGuire!

Kendrik sonrió desde la torreta, tranquilo. Pero entonces, Jonas se percató de que iban a pasar junto a un boquete al borde la carretera, tapado recientemente. Hizo una señal a Kacynski, y este anunció:

-Maggie, gira a la derecha y frena.

Había otro boquete más adelante, por iba a pasar el Nyala en cuestión de segundos. Maggie se estaba riendo, y tardó en reaccionar.

-¡Maggie, FRENA DE UNA PUTA VEZ! -exclamó Fendrew.

De manera instintiva, nerviosa, dió un volantazo y frenó de golpe, comprendiendo. Un segundo después, sonó una explosión a la altura del Nyala. Después, se produjo otra cerca de ellos, que levantó el humvee unos diez centímetros antes de que cayera de nuevo, oculto bajo una lluvia de polvo y escombros.

No habían pasado más de veinte segundos cuando Kendrik, que se había salvado de la metralla de puro milagro, veía arder al Nyala delante de ellos, y como por pura inercia se estrellaba contra una palmera. Luego, sonó un silbido inconfundible, y fue capaz de ver la traza de una granada autopropulsada disparándose desde el tejado de una de las casas. Se agachó, y el proyectil impactó cerca del maletero del humvee, sin dar en blanco, pero rociando al coche de metralla.

Comenzó a escucharse fuego de AK, que impactaba lejos, o rebotaba en la chapa del coche. Aquello era una emboscada en toda regla.

Fendrew se apresuró a coger sus armas y ver el estado del resto:

- Chicos, tenemos que buscar una cobertura, nos van a joder si no nos quitamos de aqui... ¿Algun herido?

¡ME CAGO EN PAPÁ NOEL!, aúlla Maggie al límite de sus pulmones, ¡TYRONE, AVISA AL MANDO, NECESITAMOS UN APACHE Y UN HUEY MEDEVAC!

Después, recuperada un tanto la compostura: Kendrik, las casas, riégalas con la Calibre .50, hay que eliminar al del RPG. ¿Alguien ve de dónde viene el fuego de los AK?, mientras conduce frenéticamente, intentando esquivar las balas, en busca de una cobertura, pero sin alejarse mucho del lugar donde se ha estrellado el Nyala.

-¡JODER!- Kendrik se agacha, y de milagro esquiva las balas. Chocado por la explosión del Nyala y por la emboscada, vacila por unos segundos. Pero enseguida se incorpora, amartilla la calibre 50 y empieza a disparar a casas y tejados, de forma indiscriminada, sin saber exactamente a qué o a quien dispara. 

-¡¡HIJOS DE PUTA!!- Grita, aunque apenas se le oye, pues su voz se pierde entre el atronador sonido de la ametralladora. 

Solo me faltaba tener que aguantar la puta música sureña y los canturreos de Maggie y Kendrik. Seguramente a ese cabrito le encantaría pasar una velada conmigo, unos maderos cruzados, unas cuerdas y una lata de gasolina. De todos modos si el dulce hogar en Alabama calmaba un poco los ánimos, bienvenido. Al ritmo ñoño de la musiquita, recorremos la ruta alternativa que hacía 40 minutos no había ocasionado problemas. Incluso en el Nyala parecía que el talante se había relajado y se permitían bromerar por radio.

Escuché a James gritar en la parte de atrás que nos detuviéramos y de repente un fogonazo seguido del sonido de una explosión convirtió el Nyala en una bola de fuego. Instintivamente me hundí en el asiento del Humvee, como si eso pudiera salvar mi culo si nos acertaban de lleno. El vehículo botó y empezó a sonar como una puta bolsa de palomitas en el horno. Metralla y disparos. Acabábamos de caer en una jodida emboscada. Se veía venir.

"-¡¡¡¡Me cago en la puta que los parió!!!!- espeto tras la primera andanada de explosiones - ¡¡ No pares!! ¡¡¡No pares!!! - le grito a Maggie mientras puedo sentir el pepinazo de un RPG o algo parecido  en la trasera del Humvee - ¡Si nos cazan aquí nos acribillarán! ¡Sácanos de aquí!"

Escucho a Maggie gritarme mientras una lluvia de balas de AK impactan en el blindaje del vehículo. Me revuelvo en el asiento y cojo la radio.

"-¡¡Aquí 2-2-4!!! ¡Emboscada! ¡Emboscada!.... ¡2-2-3 ha caído! Repito.... ¡2-2-3 ha caído!. Necesitamos cobertura aérea y un MEDEVAC. Corto!!"

Echo mano del M-16 y miro por las ventanas, buscando el origen del RPG.

"-¡¡¡Kendrik!!! ¡¡¡Abre fuego!!!- le grito - ¡¡Llena de plomo a esos hijos puta!!! ¡Cobertura!! Fuego de cobertura!!"

El hummer ha perdido definitivamente una rueda. La deja atrás al cabo de instante, y podéis escuchar el rallante sonido de la chapa de los bajos rozando con el pavimento. A pesar de ello, Maggie consigue conducir bien, rumbo a una casa que hace esquina en la curva, y que por su hechura parece una tienda o supermercado. Os ocultará de la visual del enemigo.

Mientras, Kendrik dispara contra el tejado agresor, reventando parte del ladrillo. De lejos llega el sonido de unas imprecaciones en árabe, mezclado con el fuego de fusilería.

Y entonces, antes de que pierdan la visual con el enemigo, Tyrone localiza a grosso modo a todos los tiradores. Están repartidos entre una de las casas y una calleja que discurre arrancando desde la base del barranco, y que se prolonga en el espacio formado entre los dos bloques de pisos más cercanos. En total, serán unos cuatro o cinco terroristas disparando.

El hummer llega entonces hasta el aparcamiento del centro comercial, que ya queda claro que lo es. Una mujeres árabes con chador os miran asustadas, medio sentadas en el suelo, levantando las manos mientras intentan recular para meterse en la tienda. Una columna de humo es visible tras la estructura del supermercado, es el Nyala que sigue ardiendo bajo el sol de Bagdad.

-Aquí Papá Noel a 2-2-4. Lluvia de acero envía un MALP para localizar objetivos. ETA: 10 minutos. He desviado un convoy del primer pelotón. Es un Cougar y un LAV-25 que iban hacia la avenida en dirección contraria. ETA: 2 minutos. El mando aéreo informa que el MEDEVAC se hará esperar, tenéis que asegurar el perímetro primero para que no sea una LZ caliente. Cambio.

Tyrone: tú mandas, dice Maggie. ¿Vamos para allá a pie o con el Hummer?

Con él avanzaremos como un pato cojo, pero la calibre .50 es un plus. A pie perderemos potencia de fuego pero ganaremos maniobrabilidad.

Maldigo mis huesos al escuchar los tiempos de demora para que lleguen los refuerzos. Si en el Nyala queda alguien entero, sacarlos no será fácil con esa puta tormenta de disparos y RPGs. Lo ideal sería poder cubrirles apostando nuestros traseros en el blindaje del Humvee, pero el cacharro ha perdido una rueda y si lo exponemos, acabarán volándonos a todos por los aires...

"-Ni hablar de volver ahí con el Humvee.... esos cabrones nos meterán un cohete por la ventanilla - añado refiriéndome a los insurrectos que acaban de jodernos - Orienta el vehículo para que el blindaje nos cubra y Kendrik pueda disparar hacia allí - le digo a Maggie señalando ahcia los edificios en los que he identificado el fuego enemigo - Los demás usaremos el Humvee como cobertura y abriremos fuego para cazar o, en su defecto, disuadir a esos cabritos hasta que lleguen los refuerzos..."

Me aseguro de que el M16 esté a punto, con una bala en la recámara y destapo la mira.

"-Maggie, usa el rifle de francotirador para localizar y neutralizar al capullo del RPG. Si nos alcanza, nos pondrá en órbita..."

Me giro hacia Kendrik y le grito: "En cuanto el Humvee quede orientado y tengas línea de fuego, acribilla a esos hijos de puta..."

Kendrik se gira, sin bajar del Humvee, escuchando a Jackson. Debía reconocer que, pese a ser un negro de mierda, el cabrón sabía mandar y dar órdenes. Al menos eso si. El sureño asintió, y se preparo para abrir fuego con la calibre 50 y convertir a esos putos moros de mierda en puré. Centrado ahora en las filas de casas de donde venían los disparos, se aseguró de que la ametralladora estaba entera y miró a Jackson, y luego a Maggie. 

-Solo llevadme delante de esos moros de mierda, y yo les enviaré al infierno.- Dice, y en su cara se dibuja una expresión, mezcla de locura, felicidad y sadismo. 

Wilco, dice Maggie por toda respuesta.

Con mucho cuidado, maniobra el pesado vehículo para encarar su lado derecho a la avenida y lo hace avanzar sólo lo suficiente para que Kendrik tenga línea de tiro hacia las casas. Luego echa el freno, agarra el rifle de francotirador y sale por la puerta del conductor, tirándose al suelo y desplegando el bípode.

Se arrastra por el suelo cubierta por el Humvee hasta poder asomar sólo el cañón del rifle, y busca en las casas, a través de la mira, al tirador del RPG, mientras murmura: asoma el hocico, pedazo de cabrón, que te lo voy a poner mirando a Kansas.

Jonas se dispuso a cubrir a Maggie y dijo

- Tyrone, puedo cubrir a Maggie con mi fusil, y asi evitamos incidentes... ¿Procedo?

Luego miró a Maggie:

- ¿Y ese repentino ímpetu de poner a los talibanes mirando a Kansas? - Dijo riendo.

Nada más ver a esos moros de mierda en el tejado, disparando y gritando improperios en su mierda de idioma. -¿A Kansas?- Aprieta el gatillo, y dispara. -¡¡MEJOR A LA MECCA, HIJOS DE PUTA!!- Las ráfagas de balas salen de calibre 50, haciendo un estruendo que ya poco se diferencia de las AK-47 de sus enemigos y de sus M-16.