Salir de Malima fue tan fácil como lo había sido entrar, con la luna como único testigo. Amanecía cuando echasteis la vista atrás para despediros de la pequeña villa. No le habíais dado mas importancia durante los últimos días. Un par de carros con troncos no os habían llamado demasiado la atención, quizás alguien construyera un nuevo granero, pero la madera que habían estado trayendo permanecía apilada desordenadamente alrededor de Malima.
Unas horas mas tarde, los orcos se habían despejado de su habitual resaca y se les podía ver revolotear desde lal ejania, entre los troncos. Les acompañaban unos cuantos humanos. Juntos empezaban a cortar los bastos troncos y a montar un improvisado aserradero aunque mas bien parecía que solo los humanos trabajasen.
A medio día, desde la ultima colina desde la que se veía Malima pudisteis contemplar como levantaban los primeros metros de una muralla. Más extraño aun que la propia muralla, era que no parecía diseñada para evitar que los extraños entrasen, sino mas bien para evitar que la gente de la villa saliese...
Ahí os va un post de relleno mientras acaban en el otro lado :_D
Parados en la última loma desde la que se podía divisar el poblado antes de dejarlo abandonado tras una miríada de raquíticos fresnos, mientras Tabik revisaba agachado en su hatillo que no se hubiesen dejado nada: las pocas provisiones, el material de lectura y escritura de Adam y demás equipo ligero, el dornita respiraba el aire fresco que rompía contra su curtida tez mientras mascaba algo de carne seca en salazón y observaba el triste batiburillo de casas.
- Tabik, compañero, te digo que esto es muy raro, mis huesos me lo dicen...Esa muralla de estacas, no habíamos visto nada de esto hasta ahora, esos apestosos no trabajan nunca así... Debemos avisar de este movimiento a Roland y sonretodo a Adam.
Se me ha ido la pinza con la duración de la escena del otro grupo =/ No os tengo olvidados, es que no se me ponen de acuerdo x_D
No te preocupes, a mí me está viniendo muy bien.
No problemo compañero