Partida Rol por web

         - ¡Por fin! -    Susurra Leonorilda mientras que hace un segundo intento para abrir la puerta de la celda con el pasador antes de salir para buscar en el piso cualquier cosa que pueda improvisar para disfrazarse mientras que le dice al gobernador:

        - Regresaré por usted cuando tenga como abrir su puerta y cuando ve como podamos escapar juntos de aquí, así que no haga mucho ruido para llamar la atención de los otros piratas

Me giro hacia los marineros y señalo a la mitad más o menos. Vosotros, volved a cubierta y ayudad en el abordaje. Los demás cargad los cañones con metralla: cualquier cosa vale, desde clavos hasta trozos de botellas o incluso astillas. Primero se mete la pólvora, luego la metralla y listo; es el mejor modo de barrer cubiertas. Yo voy a ir arriba pero no voy a salir del barco, en cuanto haya algún cañón listo que Jim me avise y yo me encargo de dispararlo.

Tras decir eso, sujeto mi hacha con la mano izquierda y con la derecha saco una pistola para dirigirme hacia la cubierta.

Sorpresivamente el barco Eisseno en un intento desesperado por deshacerse del inminente abordaje dispara una carga de cañones a bocajarro de la segunda cubierta haciendo que varios hombres caigan heridos o muertos mientras un pequeño incendio comienza en la cubierta de armas del Walrus.

Una terrible explosión en la cubierta de arriba hace estremecerse al gobernador quien se aferra a los barrotes de su celda, ante el escape de su compañera de jaula.

-¡N-No me puedes dejar aquí!... ¿si muero quien te pagará por mi rescate?...-

La terrible explosión hace volar por los aires a varios marineros incluyendo al pequeño Jim el cuál cae desmadejado con algunas heridas de astillas quedando inerte a un costado de uno de los cañones del Walrus.

Jhamal cae hacia atrás por la explosión aunque sale ileso, aturdido se sacude la cabeza mientras que acomoda sus pensamientos se ha dado cuenta que algo no ha salido para nada bien con el pequeño Jim.

-¡Eeeh!... ¡JIM!...- el marinero corre hasta donde se encuentra el cuerpo del pequeño y al ver el estado trata de reanimarlo sin tener suerte. -¿¡Jim!? ¡vamos pequeño! ¡Dime algo!... ¡Jim!... ¡JIMMY!...-

La terrible explosión hace virar al Walrus de manera brusca y el impacto hace caer a varios hombres a mar abierto mientras que de la segunda cubierta comienza a salir humo intenso peligrando el polvorín lo cuál implicaría una terrible explosión que partiría en dos al Walrus.

Mierda es lo único que puedo decir al darme cuenta de mi error. Creí que había acabado con todos los cañones, y no me di cuenta de la segunda cubierta. ¡Maldita sea, cargad los cañones de inmediato! grito a los marineros que quedan uniéndome a ellos para intentar cargar la primera fila de cañones antes de que el barco Eiseno tenga oportunidad de cargar los suyos.

Por un momento miro a Jhamal, con una suplica en mis ojos dirigida hacia Jim, pero si no acabamos con estos ataques todos moriremos. Luego me ocuparé de comprobar cómo está el pequeño, pero ahora no puedo hacer nada que no sea intentar mantenernos con vida. Así que, aunque varias lágrimas ruedan por mis mejillas, trabajo junto a los marineros para cargar cuanto antes los cañones y volar por los aires a los artilleros que todavía queden.

           - Tranquilo por favor gobernador!    No dejare que muera si me es posible! -      Responde Leonorilda mientras que continua buscando con que disfrazarse como otro de los piratas hombres del barco antes de asomarse por las escaleras para reconocer una via de escape antes de regresar a liberar al gobernador

-No esperaba menos de tí y aunque liquidaste a mi esposa ahora tú serás mi única salvación... si me logras sacar de aquí te convertirás en mi guardaespaldas personal, ta pagaré muy bien si logras cumplir tu palabra...- El gobernador se apresura a ayudar a Leonorilda Bolucci en todo lo que está a su alcance para salir de aquella cárcel.

         - Si quiere que ambos tengamos esperanzas remotas de sobrevivir hara lo que le indique y a pesar del enojo que seguramente siente por mi, seguira mis indicaciones y no hablara conmigo excepto que yo misma se lo pida, ya que por el momento sere muda y usted habrara por ambos, asi que necesitamos que trate de actuar como un mal hablado, misogino y y valeroso pirata que vs a colaborar con los otros para que ambos reparemos desperdectos del barco mientras que yo te asistire como un marinero mudo! -    Susurra la marinera mientras que sin recato alguno se desnuda mostraando sin pudor al gobernador su atletico y bien formado cuerpo mientras que se viste de tal manera que nadie de la tripulacion pueda sospechar de primer instancia que es ella y le arroja al gobernador un conjunto completo de ropa antes de preparar slgunas cosas para que su el fuego llegaba hasta ellos mas adelante se encendiera el interior de ambas celdas con su ropa adentro y solo entonces dudo por un momento si liberaba o no al gobernador, pero tomando en cuenta la culpa que ahora comenzaba a asaltarla el asesinato de su mujer ... le libero con sigilo antes de que terminara por completo de ropa y entre las cosas busco una caja con herramientas que ella sabia habia de repuesto en el inventario para que ambos pudieran desempelar su papel y rezo al destino para que les ayudara con su improvisado plan

Sí claro te asigno otro personaje para que lo personifiques.

Altamar, Eissen 1669

La batalla en la cubierta del barco escolta del Gobernador Hergütt se torna implacable y sangrienta los hombres del Walrus comandados por el capitán Flint se avalanzan sobre la guardia Eissena sin piedad, mientras que los dos barcos destilan gruesas columnas de humo negro en señal de los estragos causados por ambas líneas de cañones.

La batalla se comienza a tornar demasiado sangrienta ya que la guardia del gobernador tiene órdenes de no tomar prisioneros y han requerido además del regreso del Gobernador, la cabeza del capitán Flint.

El contramaestre de la guardia Eissena se abre paso entre la batalla cuerpo a cuerpo con un para de mandobles de su sable, por aras del destino se cruza con una mujer de cabellos rojizos.

-¿Pero que está haciendo una damisela como usted con esta panda de rufianes?... ¿Acaso también es una cautiva de estos asesinos inmisericordes?...- El Contramaestre duda un poco en levantar sus sable apuntando a Marie Reed.

Al ver que Anne regresa a la artillería, Jhamal se incorpora rápidamente después de inspeccionar a Jim.

-Anne en estos momento eres más necesaria arriba, yo me quedaré con el niño, el capitán y la tripulación a abordado el barco de la guardia si se realiza otro ataque con los cañones podríamos ponerlos en peligro también.- Explica con tono de preocupación el joven marinero.

Pero al mismo tiempo digo a Jhamal, no deja de ser arriesgado dejar esos cañones funcionales. Miro al pequeño Jimmy y chasqueo la lengua.

Maldita sea, Jhamal, cuídale y que no le pase nada. Me voy a ayudar a estos hombres. Cojo mi hacha de batalla y una de mis pistolas y me voy hacia la cubierta, dispuesta a abrir fuego en cuanto me sea posible.

Sé que a pesar del tamaño de mi hacha no se me da demasiado bien el combate cuerpo a cuerpo, así que mejor si me quedo disparando.

            - ¿En que les podemos ayudarles nuestros queridos camaradas? -   Dice uno de un par de piratas que vienen de la bodega a los marineros que ocupan los cañones con suma energía, seguridad y ánimo de colaborar, pero la duda de donde o cómo hacerlo

¡POR ACÁ! AYUDADME A MÍ CON ESTE PEQUEÑO QUE SE ME ESTÁ MURIENDO!!!, Grita el marinero mientras sostiene en brazos al pequeño Jim con la cabeza empapada en sangre.