Partida Rol por web

            - !Si señor!  ¡Sin ser médico haré lo que pueda! -      Sorprendido José se acerca junto con otro camarada silencioso, quien le ayuda a taponear la sangre del chico con ua tela que desprende de su ropa con mas calma y seriedad

-Gracias camarada... ¿Cuál es tu nombre?.- Le dice Jhamal mientras sigue sosteniendo en brazos al pequeño herido.

Al darme cuenta de que el tipo que baja parece ayudar con el pequeño, retomo mi camino y subo a cubierta. Creo que los piratas necesitarán ayuda, y estoy más que dispuesta a ayudarles.

               - ¡Me llamo José Diaz camarada!   ¿Cuál es el tuyo y el de esa preciosa va a la cubierta? -     Responde el marinero mientras que mira el trasero de la marinera al retirarse con cierto descaro como es común entre muchos piratas

El niño vuelve en sí ante los cuidados de José Díaz Pimienta. ¿E-eh..? ¿Que ha sucedido?...- se trata de incorporar pero Jhamal lo detiene suavemente mientras desde arriba se escucha una encarnizada batalla entre choques metálicos de espadas, gritos de coraje y terror, además de el estruendo de disparos de pistolas.

-¡AL ABORDAJEEEE MIS CAMARADAS! ¡ESTA PRESA A VENIDO A NOSOTROS CON ORO EN SU PANZA!.-

Desde la cubierta del Walrus arengo a la tripulación espada en mano para luego sujetarme de una soga con nudos para balancearme hacia la cubierta de la guardia Eissena.

Con una habilidad asombrosa adquirida por años de abordaje pirata me descuelgo fácilmente a la cubierta enemiga, al aterrizar escucho a un oficial dirigirse hacia una mujer pelirroja. Nadie amenaza a mi amada.

Le apunto con mi espada. -Será mejor que pongas atención a tu sable, Eisseno y me dirijas a tu capitán para evitar más derramamiento de sangre...- Le invito a entrar en cordura antes de tener que atravesarlo con mi espada.

En la cubierta principal del Walrus la tripulación se enardece ante la breve arenga del capitán Flint y al abordar el barco de la guardia Eissena el vitoreo de los piratas no se hace esperar, mientras que ya embravecidos comienzan a lanzar más ganchos con sogas y explosivos para dañar aún más al barco enemigo.

Apenas llegué a escuchar el final del breve discurso del capitán, pero es suficiente para que yo también me anime. Sujetando el hacha a mi espalda para poner agarrar uno de los cabos saltar al barco de la guardia eissena, no puedo evitar un cierto nerviosismo.

En realidad pocas veces he estado sobre cubierta y menos aún he participado en un abordaje, así que no puedo evitar un cierto nerviosismo. Pero confiaré en mi fuerza, así que me lanzo al abordaje con un grito.

Llego sin problema al otro barco y, de inmediato, saco las dos pistolas que tenía guardadas.

        - ¡Tranquilo muchacho!     ¡No te muevas mucho para que no te desangres más!   ¿Por favor amigo trae me pronto de la bodega unas vendas y un poco de alcohol para limpiar la herida de este valiente marinero! -    Dice José Diaz Pimienta a Jim Wawkins  y al otro marinero que le acompaña mientras que de reojo mira a Jhamal y a la guapa Annie Bonnie mientras que sube a la cubierta

En medio del lío camino por la cubierta buscando a mi amado y lo que encuentro es un oficial apuntando con su espada hacia mi. Divertida por ello alzo una ceja mientras lo miro a los ojos con ese aire desafiante, momento en el que estoy a punto de responder y es mi amado quien aparece en escena. 

—No querrás que te rebane la cabeza, hazle caso al Capitán y todos en paz. 

Es lo único que digo mientras me regalo un guiño de ojos a mi amado. Jamás le he tenido miedo a estas cosas. 

Una malévola sonrisa aparece en el rostro del oficial mientras que saluda con la hoja de su espada  al frente de su rostro, para luego bajar su espada en posición de guardia desafiando a la pelirroja e ignorando por completo al capitán Flint.

El contramaestre se prepara para el combate.

Altamar, Eissen 1669

Una enorme explosión cimbra a toda la galera Eissena matando a varios tripulantes y piratas que se encontraban abordando el barco de la guardia del gobernador.

La nave guardia envuelta en llamas comienza a hundirse debido al terrible daño que la explosión del polvorín ha causado.

                    - Necesitamos que te quedes quieto y descansando en la parte central del barco para que te puedas recuperar chico y que no te acerques demasiado a la orilla por cualquier disparo mientras que tratamos de subir a cubierta para ayudar con la refriega.    ¿Esta bien?    ¡entiendes mis Indicaciones amigo? -      Dice José Díaz Pimienta mientras que termina de limpiar y cubrir su herida en el lugar mas segur posible en dicho piso del barco antes de hacerle un seña a su acompañante mudo para que le siguiera a la cubierta

Una tremenda explosión sacude toda la nave enemiga en el momento que he llegado hasta ella, haciendo que me tambalee y caiga de culo, algo atontada por el sonido y el humo.

Miro alrededor, la nave se está hundiendo demasiado rápido. Busco otros piratas a los que ayudar a regresar a nuestro propio barco, no hay mucho más que podamos hacer aquí.