Partida Rol por web

Tras huir del duro ataque sufrido en el cementerio, escapo por el bosque, escondiéndome entre matojos hasta llegar a la vicaría. He sufrido en mis propias carnes la ira de esta guerra pero no me voy a dejar matar tan fácilmente.

Saco de entre mis cosas todo lo necesario: la biblia, agua consagrada, un extraño amuleto de dudosa utilidad y, lo más importante, una contundente barra de hierro.

Armado de tal guisa, salgo de nuevo al exterior. Merodeando por la puerta abierta al inframundo hay dos personajes; reconozco perfectamente el perfil de uno de ellos: es ese tambalente cura borracho. Tómese como una ironía del destino, pero él va a ser mi primera víctima.

- Uno de los dos sobra en este pueblo amigo...

Me acerco sigilosamente por su espalda y le atizo un fuerte golpe. El jodido cura cabrón, con un fortuito movimiento producido por un traspiés, esquiva el ataque.

Creo que no se ha dado ni cuenta. Y quizás sea mejor así.

Uhhh...locooo...."veo la muuuusica..." Dice el cura, ya algo más tocado por el alcohol.

Aun con el libro de las Locas aventuras del padre Tuck bajo el transpirado brazo, el pobre cura se tambalea, mitad por la paliza recibida por el rufian de Michael, mitad por el cobarde empujon de su colega...Alonso.

¿Y eso que es...? Le pregunta a la nada.
La nada le responde..."- Soy batman, viejo ebrio"

Batman?...Batman no existe... le responde.

"- Me extraña...le dice la voz...se supone que eres un hombre de "fe"..."

Marcelo alza la vista. Una "vista" entre comillas, enmarcada en unos ojos rojos de pura ojera alcoholica.
CEMENTERIO...Reza un cartel.
Sin embargo, lo que llama la atencion de Marcelo, es una botella de ron.

Uhh! Que buena honda, tatita! Dice mirando al cielo. La botella, sin embargo, parece estar abierta y llena de orin, pero el cura no se da cuenta y bebe un par de tragos.
En eso, al sentir un sabor fiero en su boca, escupe todo y mira la botella en su mano derecha.
Pero que porquería! Murmura escupiendo orina del borracho anterior, -quizas de él mismo-, y frotando la botella.
Una humareda surge misteriosamente del pico, y se convierte en una extraña criatura.

¡QUE DESEAS!??? Le pregunta el murciélago conjurado por su delirio psicodelico...
Ehh...que deseo? Pues...una sierra, para abrir ésta reja del cementerio y robarme el licor de Manolo, el sepulturero...

UNA SIERRA? SOLO UNA SIERRA??? CONSEDIDO!!! JAJAJAJAJA!

El murcielago se aleja volando, y al rato regresa, sobrevolando el camposanto con una sierra entre sus garras...Un hombre cuelga de ésta.
El pobre sujeto, digo..."el pobre, sujeto a la sierra", pierde el agarre y cae, casualmente, sobre una fosa recien cavada. Bajo el influjo de la corrupta sierra del mal, se parte el cuello en la caida. Pobre Aronson...

Marcelo no se entera de nada, pero cuando el murcielago regresa a su lado y le cumple su deseo, usa la sierra para entrar al cementerio, luego se acerca a hurtadillas a la casilla del sepulturero, y se pega una linda borrachera con el afamado licor marca: "Rey Mida'...te cura un punto de vida"
Al amanecer, Marcelo sale a los tumbos, y al pasar junto a la fosa donde "duerme" Aronson le dice.
Uggg...no bebas mucho, pecador......creo que vomité y me salió un murcielago. HIC!

Cuando Aronson alzo la mirada de sus rezos en el Altar para saber por donde había llegado tal briza fría, se percato de que estaba siendo llevado por un enorme murciélago. Intento en vano golpearlo con su nueva y recientemente adquirida arma, pero la sierra unicamente cortaba el aire.

Y antes de que pudiera reaccionar observo como aquella enorme rata voladora se acercaba hacia el Cura borracho, hubiera querido poner el grito al cielo, pero antes de tener la mas mínima oportunidad, la alimaña lo dejo caer a una onda fosa desde las alturas y su cuello crujió de espantosa manera, quedando tendido en la tumba con el rostro de midas y el murciélago diciendo. -Nunca mas.

Madre mía, cada vez somos menos.

Observaba desde el cementerio como los ataques iban de un lado para otro. Aronson era el mayor objetivo de sus golpes, y luego siguieron con Marcelo (que se lo buscaba), Michael, Padre Alonso y mas. Incluso yo estaba herida, pero no de ataques directos.

Veia como muñecas poseidas, cuervos, murcielagos y demas aparecian y ayudaban en los ataques. Aterrorizada por lo que mis ojos observaban, corri hasta la puerta del inframundo. Eso era mejor que estar en un cementerio sola. Pero alli no era la unica. Me cruce con Padre Alonso, y el miedo cundio en mi. Vi a una gigantesca sombra alzarse, con una barra de metal en su mano, que se acercaba a mi. Cada vez mas. Me iba a golpear. En un intento de protegerme de aquel sueño, le di un pequeño empujon para apartarlo de mi. Con tan mala suerte que cayo al suelo, muerto. No pude aguantar un grito al ver como su roja sangre corria por la negra tierra.

Y mis ojos se fijaron en eso. Un amuleto colgaba del cuello inerte del cura. Me agache junto a el, y alargue mi mano, lentamente, como si temiera que volviera a levantarse y me reprendiera por lo que habia hecho. Y que me matara él a mi. Con manos temblorosas pase la cuerda por su cabeza, y me colgue el amuleto a mi cuello, y lo oculte bajo mi ropa. Tal vez asi nadie lo notaria.

"Pero he matado. He matado a alguien inocente" me reprendia a mi misma. Entonces lo entendi todo. Yo habia sido inocente hasta aquel momento. Ahora todos vendrian a por mi, porque no hay nada malo en acabar con una persona mala, como yo. Marcelo era como yo. Un borracho que apenas sabia lo que estaba ocurriendo de lo que pasaba era como yo.

Aghhh... -gimo al golpearme la cabeza con una piedra tras el empujón de Daniela y sentir como mi vida se escapa con cada respiración. Me aferro a la biblia y rezo rápidamente una oración. ¡Negras sombras! -mis pensamientos se entremezclan con el rezo- Os pudriréis en el infierno...

Gustavo hace aparición de pronto en la cabaña del Ermitaño y me mira fijamente, para luego embestir contra mi. Aunque logré apartarme de la trayectoria del golpe, cai al suelo, magullandome el rostro y las piernas

-¿Que carajo te crees que haces, Sucio Calvo?

Algo dolorido tras la paliza que le diera Michael recientemente, el parroco se dirige a la iglesia.
Nada mas entrar y persignarse, los poderes divinos parecen caer como un hálito sacro y el dolor en la cabeza asi como las heridas recibidas se disipan milagrosamente.

Gracias, Dios mio. Murmura y un nuevo hipo causado por la ebriaguez lo hace saltar. HIC!...

El parroco, entra y se dirige al confesionario, dispuesto a brindad ayuda y equilibrio a las almas necesitadas...
En eso, alguien entra y Marcelo corre la ventanilla...

- Perdoname Padre, porque he peca....-No llega a terminar, pues el cura lo interrumpe y sale del confesionario hecho una furia-
- ¡TUUU!! MALDITO RUFIAN! TE CONOZCO! YO TE CONOZCO! TE VOY A ROMPER LA CARA BASTARDO DE MIER #$%&#$&$%"#.
El hombre santo, no está en sus cabales, y blazfema en la casa del Señor a causa de su borrachera.
Esgrimiendo la "Sagrada Sierra del paraizo", tambien conocida como "Sierra del mal", intenta golpear al confesor, pero el pedo que tiene le hace ver doble, y solo logra atravezar a uno de los dos "Michael" presentes...
TE VOYYY A DARRR UNAAA.A....!!! Grita molesto.
¡FUERA! FUERA DE MI IGLESIA! Exclama enfurecido, expulsandolo del lugar.
LE VOY A DECIR AL PAPA QUE TE EXCOMULGUEEEE!!!

Me tambaleo de forma torpe debido a las heridas recibidas hasta llegar a un antigo altar. Toco su superficie con mi mano mientras recuerdo la cara de la sucia alimaña que me ha golpeado en múltiples ocasiones Leopold, maldita rata, yo no quería dañar a nadie.

De repente mi mano se ilumina y en ella aparece una brújula, la brújula que ese violento tenía. Con la luz provocada por la llegada de la brújula veo una figura acechándome y le lanzo un golpe rápido aunque no demasiado fuerte ya que no quiero provocar daño a nadie.

Veo como una jovencita cae con la nariz rota y mi propia consciencia comienza a romperse de forma sistemática -¡Yo solo quería ayudar!¡Malditos seais todos! -grito mientras mis heridas comienzan a curarse con rapidez.

Gustavo está ante mi, amenazante, iracundo, buscando acabar con mi vida y, como acto reflejo, me lanzo a un lado, saliendo disparada por la ventana a gran velocidad

-¡¡¡Esta me las pagaras, Calvo!!!- Grito mientras caigo en una gran masa boscosa. Los arboles frenan la caida y me lanzan de un lado a otro hasta que, finalmente, aterrizo en el suelo.

-El bosque sobrenatural...- Comento para mi misma, he oido que hay multitud de seres extraños por aquí, y eso se confirma cuando veo a dos pequeñas hadas sentadas en un hongo. -Hola Hadas

-Hola compañera guerrera ¿Tu tambien participas en la guerra de los humanos? me fascina esa guerra- Dijo un hada, de piel clara y pelos rojos, muy sonriente

-Emmmmm... si, se puede decir que si, un calvo me atacó en aquella iglesia- Comenté señalando la iglesia, en cullo interior aun se dislumbraba la calva de Gustavo por los cristales destrozados en la caida -Tuve que huir, al lanzarme por la ventana caí aquí.

-¿Podemos ayudarte en algo?- Rió el hada de los pelos rojos.

-Hermana ¿No te has dado cuenta de que solo quiere que ataquemos al calvo- Cortó el otro hada, de piel oscura y pelo aún mas oscuro, que habia permanecido como muda, pero que ahora habia demostrado lo contrario

-¿Es eso cierto?- Gruñó el pequeño hada de rojos cabellos

-Emmmmm... si, creo que si

-¿Que dices Edass?- Le preguntó a su hermana oscura

-Hagámoslo- Dijo su hermana y tomaron una cerbatana cada una de sus espaldas.

A continuación rebolotearon hasta un seto y cogieron unos frutos, los cuales pelaron con las manos hasta quedarse únicamente con la semilla y la metieron en la cerbatana.

-Estas semillas son urticantes y escuecen mucho, por no hablar del dolor que ocasionan. Si le damos al calvo sacaremos bastante de probecho- Comentó Eddas, y acto seguido contó hasta tres con la mano para luego las dos disparar los pequeños proyectiles hasta la calva de Gustavo, que se dislumbraba en la cristalera.

Yo ya tenía un arco fabricado con palos y lianas y, cuando las hadas cesaron en su ataque, cogí unos palos y les puse esas semillas como puntas de flecha y comencé a disparar. Había afilado las flechas, y dos semillas, urticantes y dolorosas impactaron en el brazo del Calvo, que se retorcía de dolor

-Buen ataque guerrera- Afirmó Eddas. -¿Qué te parece a ti, Eratz?

-Muy buen ataque- Corroboró -¿Te quedas a comer mango?

-No puedo amigas- Les dije -Si me quedo mucho rato vendran y el bosque puede peligrar, lo protegeré con mi vida de esta guerra fria.

-Como quieras- Se cruzó de brazos Eratz -Que tengas suerte en la batalla, y ven a visitarnos si sobrevives

-No dudes que lo haré- Le respondí mientras me subia a un arbol, para tener un control total de la situación

Allí, escondida en el arbol, veo como mis nuevas amigas Eratz y Edass se ponen a devorar esos frutos los cuales han usado como proyectiles. Teniendo cuidado de no morder la semilla. Mientras hacen eso, me recuesto y miro a Gustavo, el cual se arranca las flechas de el brazo. Aún no parecen haberle hecho efecto los proyectiles... de pronto suelta un enorme grito y se recuesta contra la ventana, rascandose a mas no poder.

Perfecto, los huecos en los brazos y los bollos en la calva han causado efecto y ahora el calvo no puede soportar el picor descontrolable. Lo puedo ver todo, ya que el bosque está al lado de la iglesia. Gustavo no puede soportar tal picor, dificilmente controlable.

Se rasca como un loco, lo cual proboque que las hinchazones vallan cada vez a mas

-Si no tiene cuidado se va a matar... perfecto, ese inutil era un peligro, sabe quien soy.... y quiere matarme.

Algo me sorprende de pronto, un chillido atronador suena tras Gustavo, que se gira asustado mientras se rasca el brazo, retrocediendo hacia la pared.

Un murcielago, mala idea, encuanto el calvo retrocedió unos pasos la rata voladora se abalanzó sobre el, el cual no pudo hacer mucho mas que mover los brazos, ya que el picor le impedia hacer algo mas util.

El animal llegó sin problemas al cuello de Gustavo y lanzó una fuerte dentellada a su yugular.

-Raaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaagh- Tronó el murcielago, tenía sangre en la boca y se la llevó volando a alguien a quien juraría haber identificado como Leopold Red

-Red... rojo, como la sangre. Oí que había un vampiro, y el hecho de que un pequeño murcielago le lleve sangre a Leopold no le quita sospechas... Tendré que investigar

Continuando con su paseo, Leopold se para al ver unas enormes puertas.

"Puertas del Inframundo"

-Nunca me habia fijado en esto... Y mira que son grandes... ¿Que es eso?

Una roca se menea levemente, parece haber atrapado algun animal bajo la misma. Con cuidado la aparta y bajo ella aparece un imponente muercielago que bate sus alas con poderio y remonta el vuelo. Leo da un salto del susto.

-¡Coño!

Agarra un pedrusco y se lo lanza al mamífero pero con tal mala suerte que la piedra no da en su blanco si no que impacta contra la cabeza de alguien que andaba por la zona.

-Ups... Lo siento...

Al rato el murcielago vuelve, a pesar del nuevo susto inicial, el animal deja caer una especie de fruto de tono rojizo que empuja con el hocico como ofrenda, quizas por haberle salvado.

-Muy bien. Lo probare, lo que no mata engorda dicen..

Se lo come de un bocado, el fruto tiene un sabor un tanto amargo. La criatura lanza un chillido agudo y se eleva de nuevo perdiendose en la noche.

La calidad no es cara - piensa gustavo mientras recibes hostias a diestro y siniestro intentando apartarse de todo el jaleo pero es inútil pues parece que hay un par de personas que tienen muy claro quien es y que no van dejarle seguir vivo.

Eh, dejarme en paz de una vez, leches.

Un hada aparece frente a Gustavo de pronto tras haber pedido que lo dejen en paz, maldiciendo, es un hada oscura que mira al Calvo con ironia

-Eh tu, si no quieres que te ataquen no ataques. Me manda Laura, y dice que si no quieres recibir otro dilubio de semillas urticantes, te andes con ojo

Y acto seguido, y sin dejar siquiera que el calvo responda, el hada emprende el vuelo y se aleja por la ventana dejando una estela de polvo mágico y aterriza en un arbol, junto a Eratz y Laura

-Ya esta, ese calvo sabe que va a morir- Afirmó Edass

-Me alegro.- Le comentó Laura -Acabaré con el nada mas salga de esta floresta

En las puertas del inframundo siento un intenso dolor cuando llego. Vaya, pero si es porque me han agredido. Un murciélago borracho, seguramente.

-Eh, amigo- le dice a Leopold- domestica a tus bichos, que te pueden herir sin querer. 

Cojo la piedra que me ha caído y miro a Leopold, no pensaba hacerle daño a nadie esta vez, pero es que van provocando.

Al encontrarse con marcelo en la iglesia gustavo no pensaba agredirle pero al notar la mancha húmeda y goteante que tiene en la espalda, cortesía de laura, y que marcelo aún viste de bonito sin que nadie le haya ni siquiera manchado la ropa pues... gustavo le lanza su mechero más por envidia por su aspecto pulcro y limpio que no con la intención de hacerle daño.

http://www.youtube.com/watch?v=1N5n9zbgY_s

Cuando Michael le golpea con el machete, el padre Marcelo se vuelve hecho una furia.
QUE HACES LOCOOOO! LOCOOOO! ME QUERES MATAR!
¡Con eso no se juega animal!

El hombre santo, comienza a alzar la sierra del mal, y cuando ve que Michael va a escaparse, se la arroja a los pies, dejandolo mutilado y en el suelo.

Entonces, Marcelo da un salto, un salto brutal, elevandose unos seis metros por los aires, y cae sobre el malherido Micheal riendo a carcajadas!

¡JAJAJAJA! OTRA MEJILLA? OTRA MEJILLA?? TU ME ENTREGARAS TU MEJILLA! JAJAJAJ!
Dicho y hecho, al parroco comienzan a crecerle unos largos colmillos, y dando una cabeceada a toda velocidad, le arranca la mejilla de un mordisco.
Saboreando la sangre, el sacerdote comienza a beber y a saciar su apetito.

Ahhhh....siiii....

Ahora, ésto explicaba porque el vampiro habia obedecido sus ordenes hace unos minutos...era tan evidente!

El sacerdote, se levanta ahora, con el rostro empapado en sangre, y grita.

A MI, FUERZAS DE LA OSCURIDAD!!! ACABEMOS CON TODOS!

Al ver a Allie (JULIO) corriendo a toda velocidad, hace una seña y una vandada de murciélagos se lanza a la cacería.

Me desplacé tras Gustavo y lancé un fuerte ataque contra el. No obstante, la toga que llevaba le protegió de recibir el golpe mortal, el cual fué propinado por Leopold. Vi como Michael Pinkerton tambien moria bajo el ataque de Marcelo, que se identificaba como el vampiro.

-Parece que estabas equibocada con ese tal Leopold- Oí una voz tras mi, y al girarme vi a Eratz y Edass.

-¿Qué carajo hacéis aquí?- Les chisté a las hadas

-Ayudarte Laura, es muy peligrosa esta guerra, y si es necesario moriremos contigo.- Respondió Eratz -Ademas, traemos semillas urticantes

-Está bien... si eso quereis... venid conmigo- Les dije, dejandolas pasar a mi riñonera, en la cual se metieron sin dudarlo

Entoces oí que ese sucio vampiro lanzaba a su plaga de vampiros a por Julio. Julio era un neutral y ademas era mi amigo. Si ese vampiro quería muertes que matara al cazador que faltaba. por ello planeé algo junto a Eratz y Edass.

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Un murcielago vampiro empezaba ya a alcanzar a Julio, que corría ladera abajo cagando leches ante la manada de ratas voladoras que se le venía encima. El murcielago que mas cerca estaba y que se habia adelantado unos 3 metros al grupo rozaba ya el cuello del neutral, dispuesto a matarlo.

Cuando de pronto... ZAS. Una semilla impactó en el diminuto cuerpo del murcielago, quien cayó al suelo rodando justo antes de que su cuerpo se hinchase como un globo y este saliera volando y chillando

Una nueva semilla voló por el aire e impactó en el centro de la manada, haciendo que esta se dispersase. Julio parecía salvado, pero un nuevo murcielago se lanzó en picado contra el civil.

Lo siguiente que recuerda Julio es salir disparado contra el suelo, esquivando así al murcielago. Y, al mirar, recuerda ver a Laura cortar al murcielago por la mitad.

Un nuevo murcielago se lanzó contra Laura, pero Eratz, rápida de reflejos salió de la riñonera y clavó una afilada hoja (Literalmente, de pino) en la tripa del animal.

Así durante un rato, los murcielagos atacaban individualmente mientras los otros intentaban encontrarse a si mismos para reagruparse de nuevo. Pero todos los ataques eran parados por Laura o Eratz.

Finalmente, la riñonera se abrió, Saliendo Edass al exterior, portando una caldera. Todos los murcielagos se habían reagrupado ya, aunque solo quedaban unos 50. Edass lanzó la caldera en dirección a los murcielagos, que se dispersados de nuevo antes de caer al suelo y llenarse de ronchas al entrar en contacto con el líquido marrón de la caldera.

Viendo que ahora tenía el paso libre y a Marcelo le faltaba un rato para llegar me lancé corriendo a por Julio.

-¡¡¡¡Julio!!! Corre antes de que ese vampiro condenado nos alcance- Grité lanzandome a un lado y dejando entrar en la riñonera a las hadas.

Y así me escondí tras el abrigo de una cueva, esperando que Julio entrase

Muchos de sus compañeros caian al suelo, muertos. Ella tambien habia ayudado con algunas muertes, pero ya no volveria a pasar. Ya nunca más. Se levanto, con una furia en sus ojos que antes no habia mostrado. Ahora podria mostrar su verdadero yo. Ya no quedaba nada de la inocencia ni del miedo que la antigua Daniela demostraba. Ahora solo habia rabia y determinacion, con lo que tal vez conseguiria el exito.

-¡Yo soy Allie! ¡Bob! ¡Ataca a ese desgraciado!-grita señalando a Marcelo. Ese maldito ya no volveria a escaparse de sus garras. Como poseida por el diablo, corrio hacia él. Sabia como acabar con los de su especie.

-¡El sol volvera a salir y la oscuridad acabara exterminada!.-dictaba mientras se acercaba hacia la bestia que se habia hecho pasar por un cura borracho. Con toda su rabia se lanzo hacia él, pero este tuvo la suerte de que pudo esquivarla en su ataque.

-¡Acabare contigo y con todos tus compañeros!-seguia gritando, cegada por el odio.

Me oculto, pero veo que Julio no sigue mi mismo camino y me asomo, mirando con el rabillo del ojo. Era Daniela, una cazadora. Lo intuí desde el principio. Pero nunca me atreví a atacarla... Rapidamente desenfundo mi espada y, viendo que no se ha percatado de mi presencia comienzo a correr como una energúmena hacia ella.

-¡¡¡Por el reino de las sombras!!!

Pero de pronto... tropiezo con una piedra y me desequilibro de manera brutal. Así que mientras pierdo el equilibro a Daniela le da tiempo a esquivar mi ataque y hacerme impactar contra una pared rocosa. Presto clavo mi espada en la piedra, pues noto que no hay suelo por debajo mia. Miro atónita. Hay un agujero en la puerta al inframundo y parece llevar a algún edificio.

No se de que se trata, por lo que no parezco querer entrar. Pero el mango de mi espada se suelta de esta y solo puedo agarrarme a la hoja, antes de que esta se despeñe de la piedra. Así, comienzo mi caida libre contra el edificio.

Y... cuando parece que estoy a punto de morir, sonrio. Mis ojos, habitualmente verdes se tornan de un color rojizo oscuro y mis dientes se afilan a mas no poder. Mis hombros comienzan a deformarse, obteniendo una textura líquida, como hecha de plastilina. Y pronto se forman unas alas en mis hombros, que rápidamente se transforman en alas de verdad.

Y las utilizo para frenar la caida. Una vez abajo escucho un fuerte ruido. Al mirar arriba me percato de que la roca se ha despeñado, dejando a Marcelo cara a cara con esa cazadora.

-¿Eres una sombra?- Escuché decir, era Eratz

-Claro que es una sombra, se le notó desde el principio- Respondió Edass vilmente

-Si... ya sabemos que soy una sombra. Pero ahora vosotros soy tambien sombras ¡Así que ayudadme!- Les ordené con crueldad

-¿Estás loca? No voy a ayudar a una sucia sombra- Gruñió Edass

-Entoces vete- Dije, agarrandola entre mis manos y dejandola ir

-Nos volveremos a ver, Laura y Eratz. Y os mataré con mis propias manos

-Que si, que muy bien, pero vete antes de que me arrepienta- Le dije

El hada se fué corriendo y se escabulló entre la roca, donde cabía con dificultad.

-Eh Laura, mira esto- Dijo Eratz, y, al mirarla, vi a lo que se refería, había un lago donde se veía reflejado lo que pasaba en la puerta del inframundo -Y mira esto tambien- Junto al lago había una muesca en la que bien podía entrar mi espada. Sin dudarlo un momento la clavé allí, y un sonido embolbente sonó en la iglesia

-¿Ahora que?- Pregunté

-Prueba a hacer palanca- Me sugerió, y así lo hice antes de oir de nuevo el ruido, esta vez claramente : Era un ruido de tormenta. Me asomé al lago y vi que una tormenta se acercaba poco a poco a todos los que allí se encontraban -Creo que ya se lo que hace esta palanca- Dije, justo antes de que aquella tormenta mandada por el dios "in person" descargase sus fuertes rayos sobre todo el lugar, impactando de lleno en mis aliados y enemigos, tostandolos.

También intentó darme a mi. No obstante, la roca parecía protegerme de los rayos. Ya saben lo que dicen : La arena no es conductora de la electricidad