Partida Rol por web

¿Estás bien? - preguntó Opik preocupado al ver la escalera desmoronarse.

Al escuchar las maldiciones de Erik y comprobar que no pasaba de un susto y algo de mala leche por lo ocurrido, decidio indicar. Ya que estáis ahí, podéis comprobar esa puerta que queda...

Tinuviel odiaba el sitio, estaba tratando de vejarlos y matarlos desde que entraron. Estaba hasta los mismísimos...

Debimos hacerle caso a Tinuviel desde el principio

Pero por lo menos le habían tocado compañeros inteligentes y hábiles, nunca se lo diría, claro, pero no pensaba descargar con ellos.

-Yo en esa puerta no podré ayudaros. Hay que trepar y ni veo... Igual sería mejor entrar por la primera escalera que cayó.

Tinuviel encendió un cetro solar. -Vamos a ver. Para abrir esa puerta, haría falta un gigante o alguien que se subiera encima de alguien. Y además es una trampa perfecta porque en cuanto suba uno le pueden atacar y matar mientras el resto no hacemos nada. Por tanto propongo que pongamos el tablón de ahí atrás en forma de rampa para poder subir mejor.

- ¿Alguien tiene un garfio para afianzar la cuerda? En caso negativo tenemos que entrar por la puerta.

-Pues por la puerta, pero con el tablón.

Erik asiente a las sugerencia de los demás con rapidez. No es sorprendente, la única vez que toma una decisión por su cuenta y acaba con el culo en el barro.

Sin decir nada empieza a colocar el tablón.

El enano comenzó de nuevo a murmurar una oración a su dios en idioma enano, momento en el que otra oleada de magia curativa inundó la estancia, sanando a sus compañeros.

Al momento, comenzó a ayudar a colocar el tablón, pues él ya estaba cubierto de mierda.

Mientras Erik examina la puerta, Karash comienza a avanzar por la tabla muy despacio y apoyando su espada en la pared para guardar el equilibrio....cualquiera diría que no se ha pringado todavía de barro y lo evita como un elfo cualquiera.

La puerta no tiene nada. Está hecha trizas, apenas aguanta en pie. Karash la abre y se encuentra de nuevo con una sala sin suelo, otro foso séptico con una tuberia en la pared, como en la primera sala. La pared oeste está dominada por una enorme chimenea de ladrillo que todavía está en su sitio, por encima del foso. Una escalera une el fondo del foso con el interior de la chimenea.

También aquí el techo se ha venido abajo y queda al descubierto el ático. Con el techo también han desaparecido casi todas las vigas, dejando grandes espacios vacíos. Gracias a la luz se puede ver que la chimenea ha sido agujereada y, alrededor, se han colocado tablas para hacer una especie de suelo.

Pero antes de darse cuenta, Karash recibe dos flechazos, que se clavan en una brazo y una pierna. Dos goblins se encuentra en las vigas, con pequeños arcos en las manos.

Natalya se encuentra en la plataforma.

¿Qué queréis, eh? ¿Queréis robarme? ¿Queréis matarme? Pues no lo conseguiréis. ¡Iros ya de aquí!

Inmediatamente, otro andanada de flechas y otra más se clava en el paladin.

Karash baja la espada y levanta la mano izquierda mientras se acerca despacio lo que puede: Espera, ¿eres Natalya? Somos de la Sociedad, nos envía Sheila Heidmarch para ayudarte y llevarte con ella....para esto antes de que alguien resulte herido - se mira los flechazos - de manera irreversible

Opik decidió contribuir a las palabras de Karash.

Koriah está terriblemente preocupada - dijo levantando las manos en señal de paz - y llevamos varios días removiendo Magnimar para encontrarla...

Erik duda, saca una daga, y juega con ella en la mano, lanzándola al aire y volviendo a recogerla mientras dice:

- Si tu eres Natalya venimos a ayudarte, no hacerte daño

Natalya mueve las dos manos, haciendo un ademán que podría parecer... ¿seductor?

¿Estás seguro de que no quieres marcharte? Si os váis ahora, olvidaré que habéis estado aqui...

Erik nota como algo le embota la mente, pero parpadea y se quita lo que fuese que le hubiese provocado eso.

Tinuviel decidió que ya era hora de mancharse los pies y saltó al barro, avanzando entre la mierda hasta situarse detrás de sus compañeros. Desde ahí podía mirar hacia arriba y ver a la mujer y a sus esbirros goblins.

-Muchacha, venimos en son de paz... ¿Por qué no bajas a recibirnos?