Partida Rol por web

Aunque en principio piensa en potenciar su golpe para acabar rápido con la primera hormiga, dado su escaso éxito anterior prefiere asegurar....pero otra vez sin acierto.

Opik bloqueó el movimiento de la hormiga pero fue incapaz de acertar a la vez en ella con su hacha.

Erik aprovecha la distracción de sus compañeros para clavar su estoque en la hormiga.

La hormiga obrera chilla ante el aguijonazo del pícaro, y se vuelve para morderle de nuevo, dejando al compañero a las puertas de la inconsciencia a causa de las heridas.

La otra hormiga, sin duda la más peligrosa de las dos, se lanza a la carga bajando y subiendo por las laderas de los montículos como si nada... Y el paladín se topa con su mordisco, que desvía hábilmente con su espada.

Pero la cosa se complica más si cabe, pues otra hormiga sale de otro agujero...

Karash utiliza el empuje de la nueva hormiga para realizar un corte oblicuo pero la espada choca con el caparazón quitinoso.

Opik horó a su dios curación para su compañeros y la respuesta fue fortificante cuando las heridas de Erik y Karash comenzaron a cerrarse.

Tinúviel vio que sus compañeros rodeaban a la hormiga gigante "pequeña" (o al menos pequeña en relación a la grande que había sido siguiente en salir), y no tenía un tiro claro sin herirlos, así que, de forma valiente, avanzó hacia un lado y disparó a la grande, su flecha impactó en plena cabeza negra, sobresaliendo como una tercera antena.

Espero que no tengan un hormiguero entero...

Viendo que sus compañeros se centran en la hormiga nueva, Erik decide rematar a la ya herida, pero se encuentra demasiado débil para que su ataque sea efectivo.

Los compañeros se afanan, pero no atinan lo suficiente... Sólo el mago está certero en esta ocasión, causando graves heridas a la hormiga, que se revuelve enfurecida...

Pero el ímpetu hace que ni las mandíbulas ni el peligroso aguijón puedan traspasar la coraza del paladín, que se defiende con uñas y dientes. Igualmente, Erik esta vez esquiva sin problemas el mordisco de la otra hormiga, que intenta retorceder un poco...

La última hormiga en aparecer procede a intentar ayudar a sus compañeras, y se lanza contra el mago, que no la ve venir y a pesar de que la magia le protege, no es suficiente. Las mandíbulas se clavan sin que el mago pueda evitarlo...

Y además otra surge del montículo más cercano...

- ¡Arrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrgh! - grita furioso perforando por fín la protección de su enemigo.

Tinuviel apretó los dientes, la herida era seria pero no amenzaba su vida, con decisión dio un paso atrás y dio unos pases mágicos con su arco, para lanzar su conjuro favorito... ¡Grasa! 

Una enorme cantidad del líquido apareció debajo de las hormigas haciendo que resbalaran y se hundieran en los montones de arena, ya no tan estables como antes, sus patitas no se podían sujetar...

La araña soldado cae fulminada por el flechazo primero, y el sajazo del paladín después. Mientras tanto, las otra dos caen al suelo tras abrirse de patas a causa del líquido resbaladizo que tienen bajo ellas...

Opik avanzó hasta el borde del charco de grasa y trató de golpear a la hormiga pero la preocupación por no caer él fue causa de que fallara.

Erik viendo como avanzan sus compañeros despacha a la primera araña clavando su rapier en su ojo.

Parece que las cosas se ponen fáciles para el grupo, con dos hormigas muertas y las otras dos despatarradas en el suelo.

Ambas hormigas se arrastran por el suelo y se ponen en pie, mientras otra compañera más sale de otro agujero...

Tinúviel disparó a la más cercana de las hormigas, agradeciendo que se pusieran de pie, era mucho más difícil disparar a las que estaban tumbadas. 

Su arco volvió a cantar y su tiro fue certero. 

—¿No se acabarán estas horrendas sabandijas?

- Pues vayamos entonces a por ellas, le contesta mientras lo pone en práctica y seccionando varias patas de una.

Opik falló el ataque mientras la hormiga se removía frente a él pero sus compañeros no dejaron que escapara, por lo que rodeó el charco de grasa para evitar que la otra hormiga encontrara una posición ventajosa.

Erik aprovecha la ventaja que le otorga Opik para meter su rapier entre las mandíbulas de la segunda hormiga, aunque cuando observa que sigue moviéndose no puede evitar mirarla con horror.