Partida Rol por web

Ronald escuchó atentamente el testimonio del hermano del difunto. Este miraba al suelo, como con mirada totalmente perdida, mientras pensaba y trataba de imaginar la situación. Al finalizar todo, se acercó a los demás, algo desconfiado de como lo verían para trabajar con él, pero con aire superado de confianza.

Bien, desde ya sabríamos decir que la policía no lleva razón al decir que fue un crimen. Si dejaron cosas como esa alianza y el anillo de rubí, o bien se trata del ladrón más estúpido del mundo, o claramente el asunto viene por otro lado. 

Si vaciaron la cartera, o querían algo que había allí, o solo quisieron aparentar que fuese un asalto.

En cuanto al hermano, dijo que se iba a reunir con una mujer... o al menos eso sospecha. Podríamos revisar la tienda de sombreros, ya que compró un sombrero allí hace poco. Quizás lo compró la mujer, o sepan el nombre para quien era. Sería interesante para interrogarla. ¿Les parece bien? ¿Que sugieren?

Observe las pistas y trate recordar las palabras del cliente. Descartaba posibilidades mientras procesaba la conversación del detective y el cliente. Mi grupo se mantuvo callado, solo el Sr West propuso algo la opción mas acertada _Estoy de acuerdo, Sr West _Dije pensativa_ Sin embargo, creo que debemos extender la investigación hacia otras posibilidades_ Seguí con cautela, no soy tan hábil para engatusar hombres como la Srita. Adler_ También hay que entrevistar a la viuda y Phillip Marlowe el sucesor, los beneficiados en esta muerte_ La nota me intrigaba que significaban esas iniciales? ¿Quien o que es Spaniard?.
_Podemos separarnos y hacer las averiguaciones_Propuse_Reunirnos para cruzar la información y resolver el caso mas rapido_

  Sin moverme de mi sitio, mientras continuaba toqueteando el mago de mi bastón, respondí a comentario de la señorita Crowley, con tono respetuoso, pero firme:

 - ¿Separarnos para ir más rápido?. Estoy de acuerdo de repartir recursos para abarcar más terreno, pero no hay que dejar que la prisa nos haga pasar por alto pistas valiosas, señorita Crowley. Recuerde que la liebre no ganó la carrera, si no la tortuga...

Es una taberna. Este detalle lo tendrías de estar jugando en vivo, así que no creo que te de ventaja sobre el resto de jugadores.

Un saludo.

Ok, igualmente mi personaje simplemente repasa mentalmente las pistas.
Por un momento, pense que me hablabas de la ambientación de la escena.

Tras pensar durante un rato las palabras de sus compañeros, Julius se decide a hablar.

Coincido con West, los supuestos ladrones fueron bastante peculiares en las cosas que cogieron. Da más bien la impresión de que sabían exactamente qué buscaban, o al menos sabían dónde encontrarlo. De lo contrario habrían dejado el contenido la cartera e ido a por cosas más fáciles y rápidas de examinar y coger, y más fáciles de vender. ¿De qué le sirve a un ladrón medio un montón de documentos que probablemente ni le interesen ni entendería bien?

En algún punto tendremos que interrogar a los implicados, eso seguro. Pero deberíamos ir amados con algo que no sepan. Es decir, sin duda esperarán que la policía, o quizá incluso el propio Holmes, vayan a interrogarles. Tendrán su coartada preparada, y esta sin duda cubrirá cualquier parte de la historia que conozcamos. Sin tener datos ni haber investigado nada previamente, aun cuando sospechemos que ocultan algo o mienten, no tendremos ningún hilo del que tirar.

A mi al menos hay cosas que me intrigan. Como el tal "Capitán Egan" con el que se habría encontrado de no haber muerto cuando lo hizo. Las anotaciones parecen sugerir que se conocen y tratan habitualmente. No se me ocurren muchas otras razones para querer ver a alguien por la noche... o si se me ocurren, sugieren cosas no muy rectas. Siendo así, me parece extraño que su hermano no solo no le conozca, sino que diga que jamás, ni de pasada, oyó hablar de él.

También me intriga qué clase de reunión mantiene alguien a las 22 horas, con alguien o algo llamado "Spaniard". Parece un mote o un código, y la única razón por la que alguien utiliza éstos o se encuentra en plena noche con alguien es para ocultar lo que no quiere que se sepa. Creo que si averiguamos algo acerca de estas actividades menos conocidas del fallecido, quizás eso nos permita ver fallas en el relato de sus actividades más conocidas, que sin duda todos los implicados conocerán. 

El Spaniard es una taberna, de estar jugando sabrías ese detalle.

Edito porque visto puede dar lugar a malentendidos, de estar jugando en mesa sabrías ese detalle, era lo que quería decir.

Espero que no hayas tomado el post por algo ofensivo. Saludos.
 

Sin problema, dire. Eso era lo que entendí, ya que al fin y al cabo aquí en rol lo que se dice "Jugar" no lo hemos hecho todavía :P

Editaría el post para aclarar, pero poe algún motivo no me deja.

Sin problemas, en cuanto decidáis donde ir nos ponemos en marcha.

Después de releer el post, pensé que quedaba algo seco y podía lugar a malentendidos, me alegra que no haya sido así.

Mire con cansancio al capitán, no me moleste en contestar por que el abogado se puso a hablar. _Está bien, yo puedo hablar con la viuda_ Propuse para empezar la investigación. Agarre mi maletín con fuerza. De pronto recordé algo saque de uno de los bolsillos del abrigo, la tarjeta de mi padre _Por alguna emergencia, es poco probable que no esté pero nunca se sabe_ Dije dándole la tarjeta al Sr. Griggs-Whitdown_La idea de las armas no es mala, pero podría traer más problemas y predisponer de mala manera a los sospechosos, es mi opinión_ Poco importa lo que una mujer piensa, al menos no tenia que contener mi voz.

Encaminas tus pasos a la dirección del difunto Courtney Allen, en un barrio elegante habitado por gente acomodada. Llegas a la puerta de su casa y tras ser recibida por el mayordomo con cierta indiferencia, te hace pasar a una sala en la que esperas la llegada de Beatrice.

La puerta se abre y una mujer en torno a treinta años, en la que se nota el efecto del cansancio de los últimos días y acontecimientos se dirige a ti, intentando marcar cierta distancia.

- Buenos días, soy Beatrice Allen, mi mayordomo me ha dicho que quiere hacerme unas preguntas sobre mi marido, voy a atenderla ya que mi cuñado Richard me lo ha advertido, le rogaría que fuera breve, ¿Sra o Sta Crowley?.

A pesar de la frialdad y cortesía, la tristeza marca el semblante y se puede afirmar que no ha dormido ni comido en condiciones últimamente.

Llegue a la casa con uno de los mejores vestidos que tenia, pero como sospechaba no era suficiente para la elegante casa de los Allen. Salude de una manera correcta y espere a la viuda. Mientras esperaba mi mente hacia conjeturas que actitud tendría la mujer, sabría de una supuesta amante.
La viuda me saludo con frialdad, note su cansancio y tristeza_Buenos días, mi mas sentido pésame_Dije con cortesía, mientras me sentaba en un sillón cercano_ Seré lo mas breve posible, es Señorita_ Aclare. Después de las presentaciones.
_Podría contarme la rutina de su esposo un día antes de su muerte_Dije sacando una pequeña libreta_Y su rutina también_ Seguí mire su rostro quería que hablara algo que el hermano de la victima pudo haber olvidado.

- Señorita Crowley, mi marido salía de casa cada mañana, en ocasiones yo estaba en la cama cuando regresaba. Por lo que me contaba, se dedicaba a sus negocios, sé que en esos negocios había otras mujeres. Unas lágrimas brotan en sus ojos, su cara denota lastima, no hay un atisbo de rencor hacia su difunto esposo. - No solíamos hablar de sus ocupaciones, tampoco hablábamos mucho de otros asuntos, siento no poder ser de más ayuda, quizás puedan informarle sus socios, así como su secretario.

En ese momento, el mayordomo acude con una bandeja, una leve seña de Beatrice Allen y la bandeja es depositada en la cercana mesa auxiliar, el mayordomo se retira con el mismo silencio que llegó.

- Lamento si le he parecido mala anfitriona señorita Crowley, me case muy joven y enamorada, pero no tarde en descubrir que mi marido... me era infiel, no disfrutaba de vida social ya que era la comidilla del resto de arpías, algunas más engañadas que yo. Así que me refugié en el cuidado de mis rosas y llevar la casa de la mejor manera posible.

Se levanta dirigiéndose a la mesa, para servir el té, - ¿Quiere acompañarme, el bizcocho lo hago yo misma?.

Ronald estaba acostumbrado a que sus ideas con cierta educación fuesen ignoradas o evitadas de ser la respuesta correcta a la solución del caso. O mejor dicho de ser sus ideas las que encauzaran hacia la pista más rápida. Pero por otra parte los hombres y mujeres que habían sido llamados a la reunión tendrían más posibilidades de encontrar la solución y de atinar en los pasos a seguir antes que él. Pues era un ladrón un oportunista de las calles y sabiendo que su aportación al grupo no estaba en visitar tiendas sino en preguntar en los bajos fondos sobre lo sucedido por si sabían algo al respecto... Redirigió su idea por otros caminos más a fines a la profesión que ejercía por ejemplo la de visitar a los capos. Pero antes tendría que ir bien informado ya que nadie quería perder el tiempo con un ladrón. Así que debía de atar cabos antes de dar los primeros pasos hacia las personas que le ayudarían a completar la información que le faltaba.  

- Voy a leer los periódicos antes de dar mi primer paso, pues necesito más información de lo que se cuece en esta ciudad antes de hablar con las personas que me pueden proporcionar más información. Con vuestro permiso estaré revisando los periódicos por si tenéis que localizarme. 

La idea en cuestión era esta vez mejor pues no inmiscuía a nadie, y le daba la posibilidad de seguir en la casa a disposición de los demás pero en la tarea de recopilar toda la información que pudiera serle de ayuda en el futuro. 

Su cabeza se inclinó para que no le vieran la vergüenza que estaba pasando por tener que cambiar de planes y para que no diera la sensación de ser un muchacho simplón y sin ideas que aportar. - Pues Ronald ante personas de prestigio también quería quedar bien por si en un futuro le ayudaban o él les podía servir de ayuda como había hecho con la policía llegando a un acuerdo mutuo.

El periódico que estuve ojeando en el despacho estaba lleno de información demasiado elevada para mis conocimientos. Sin embargo intenté desentrañar algo importante en toda esa algarabía de letras pero mi intención fracasó ya que no logré encontrar nada que estuviera relacionado con el caso. Si existía algún tipo de relación ésta estaba por encima de mis conocimientos ya que desconocía cómo funcionaba la clase alta y los entresijos de sus actividades.

Dejé los periódicos donde los encontré y volví otra vez a la estancia donde estaban reunidos los demás investigadores de mi grupo. Mi gorro lo llevaba en la mano derecha pues me parecía una grosería llevarlo puesto en una casa ajena y con personajes tan ilustres. Una vez que me adentré en la estancia con una mueca hacia los presentes dije:

- Nada no hay información que pueda estar relacionada con el caso o que me haya dado cuenta. Pero sé por donde empezar iré a preguntarle a H.R. Murray el conocido criminólogo que investiga todos los casos. Ya que mis contactos son bastante suspicaces y al menos necesitaré saber el arma que se utilizó. No puedo preguntar por ahí sin saber el arma en cuestión del asesino. Pues iré hacia allí…

Mis ojos no miraban a nadie fijamente era una mirada hacia los cuerpos sin llegar al rostro de mis compañeros. Cuando dije de irme me di la vuelta y esperé un momento por si alguien tenía algo que decirme o aconsejarme si no marcharía hacia el informador elegido. 

- Bien pensado Ronald, el profesor Murray puede darte alguna pista siempre, pero es bastante reservado con desconocidos, si me lo permites iré contigo para facilitarte el contacto. Wiggins, el viejo compinche de los bajos fondos, parece dispuesto a echarte una mano en un ambiente que puede ser bastante hostil con alguien poco habituado a moverse en él.

Miré a Wiggins con los ojos bien abiertos debido a la sorpresa de tener al joven pilluelo ayudándome. Para mi Wiggins era como un ídolo ya que se había abierto paso desde lo más bajo hasta llegar a ser uno de los investigadores de Sherlock Holmes y eso no era poco. Debido a que el detective tenía una inteligencia extraordinaria y por tanto aquellos que trabajaban para él debían de estar a su altura.

El joven pilluelo había estado a la altura de las circunstancias haciéndose un hueco entre los mejores buscadores del detective. Una sonrisa salió de mi faz sin poder reprimirla que acompañaba a mi sorpresa. Tener un aliado dentro del círculo de Holmes era más de lo que había soñado. Además aprendería muchas cosas del pilluelo para poder saber más de cómo interpretar las deducciones que se nos presentaban, y de qué manera codearme con los habitantes de los bajos fondos.

• Estoy sin palabras Wiggins espero aprender de ti todo aquello que me falta, ¡vayamos pues! Ya me has dejado con la intriga.

​

Al salir de la casa de Holmes me puse de nuevo la gorra, pues no me gustaba que me identificaran para bien o para mal. Y sobre todo ahora que estaba tras un caso tan importante para mí estableciendo como secundario todo lo demás. Ya que la sensación de adrenalina que sentía en este momento me era de lo más placentera, y tener esta sensación no era lo habitual por lo cual me centré en la investigación que se nos planteaba. Sintiendo otra vez en mí aquella ilusión perdida y que ahora empezaba nuevamente a cobrar vigor.

Me eché el cuello alto de la gabardina para que con la gorra me ocultase el rostro… las manos las metí en el bolsillo trasmitiendo una sensación de frío más que de pasar inadvertido. - Estas cosas de poca monta había que cuidarlas pues la pasma siempre se fijaba en la forma que vestían los viandantes para atrapar a los soplones. Pues aunque éramos los informadores ocultos de la poli siempre esperábamos ocultarnos de ellos para no tenerlos cada dos por tres encima nuestra.