Partida Rol por web

Empezaban a superarnos en número y huir no era una opción del todo válida. Con la herida que tenía Zoo no iba a llegar lejos y estaba claro que no pensábamos dejar un compañero atrás. Así que la única conclusión lógica era centrarnos en un enemigo y eliminarlo rápido para igualar el combate. Por lo que al esquivar el cuchillo del cara pálida, en vez de atacarle a el pego un salto para pasar por encima de la "enfermera" y ayudar a la Beta contra el siniestro payaso.

A trompicones la chica ayuda a su compañero a ir hacia las escaleras. Mira un momento la herida del chico con los ojos entornados y al resto peleando. Se plantea marcharse con él, pero es cierto que no tienen dónde escapar y que no los va a dejar atrás. Mira a Zoo.

-Tú. Aquí.

La forma Crinos no es adecuada para grandes discursos, pero vaya si lo es para gruñir órdenes. Tras mirar otra vez a su hermano herido y cerciorarse de que puede mantenerse él solo vuelve a ir hacia la reyerta. Cuanto antes terminen antes salen de ahí y consiguen cura para el corte de Zoo.

No-morir - gime Zoo quedándose donde le indica Elaine - ¡NO-MORIR!

El súbito asalto de Ewan toma por sorpresa al payaso blanquinegro, pero sus zarpas sólo consiguen arañar la superficie de su piel abriendo pequeños regueros de sangre negra.

¡Atrapa esto, perrito! - el fomor de la cara pálida lanza su cuchillo girando hacia la borrosa silueta del Ragabash

¡VEN, QUE TE ABRAZO! - tras retroceder un par de pasos el payaso lanza sus brazos hacia Ewan, estirándolos y rodeando al Ragabash con la intención de inmovilizarlo...

Apenas mira un momento a su compañero herido para asentir con la cabeza.

-Promesa.

Viendo las dificultades que parece tener la enfermera psicópata para recomponerse (y lo que le puede hacer a cualquier con la motosierra) avanza por la espalda del fomor y le clava los colmillos, dejando escapar un sonoro gruñido.

Los colmillos de Elaine consiguen perforar la gruesa piel de la fomor, quedándose en la boca con un sabor a medio camino entre la carne y la goma de neumático. El ataque de la Colmillo Plateado hace que se olvide de recoger la motosierra y en lugar de eso le lanza una brutal patada a la entrepierna...

Logra morder y casi le da una arcada, pero consigue soltar un gruñido de triunfo. Alegría que se corta cuando ve hacia dónde va la pierna de esa psicópata a una velocidad muy poco sana.

No sabe muy bien cómo pero logra esquivar semejante ataque barriobajero e inmundo.

-Tú...- Gruñe, el sabor de la fomori todavía en la parte de atrás de su boca. Con rapidez intenta agarrarla, la prioridad es que no vuelva a agarrar la motosierra.-...te tengo...

Ahogo un gruñido al escuchar los gemidos de Zoo en las escaleras. No es que pueda pedirle que luche en su estado, pero siendo cada vez menos... Ahora huir también parece complicado. Y en medio del combate no es una opción. En cuanto veo la silueta de Ewan moverse hacia el payaso, no tardo mucho en entenderlo y me lanzo sobre él... Aunque me pilla por sorpresa que se lance a atacarle a él en vez de a mí.

- SUEL-TA. - gruño, al tiempo que le lanzo un zarpazo, esperando que sea suficiente como para quitarle la presa de encima.

A pesar de que Ewan intenta agacharse la hoja del cuchillo pasa rozándole un brazo dejando una herida abrasadora. Los brazos del payaso empiezan a tensarse sobre el Ragabash hasta que Gina termina por arrancárselos a zarpazos. El monstruo retrocede soltando fuertes chorros de sangre por los muñones de sus brazos amputados...

Con un gran escozor en el brazo veo con impotencia como los brazos del payaso me van acertar cuando Gina los agarra con sus garras y colmillos arrancando ambos sin apenas esfuerzo. Viendo la oportunidad para poder acabar con uno de ellos y al fin girar las tornas de esta locura me abalanzo sobre el maldito payaso soltando toda la frustración acumulada hasta el momento.

Con los brazos destrozados el payaso psicópata ni siquiera puede intentar defenderse del furioso Garou. El primer zarpazo le destroza el cuello dejando la cabeza colgando de unos pocos tendones y restos de la columna vertebral, mientras que el segundo desparrama sus intestinos por el suelo liberando un espantoso hedor de sangre y heces entremezcladas.

La oscuridad empieza a agitarse y a ganar consistencia como si fuera una negra gelatina viviente.

Hora de pirarse - anuncia Cara Pálida - Este asalto es vuestro, chuchos - Echa a correr entre las calderas perdiéndose de vista en la espesa oscuridad. La enfermera del traje negro echa a correr hacia su motosierra...

Al parecer suena retirada para esos monstruos, pero no va a dejarla marchar sin un pequeño presente de despedida.

Con toda la rabia que le da lo que le hicieron a su manada y lo que le acaban de hacer a Zoo lanza dos rápidos garrazos a la espalda de la enfermera psicótica que está huyendo.

La enfermera detiene el brazo de Elaine con una fuerza que parece equipararse a la de la Garou...

Suelto un bufido de alegría al ver que el puto payaso cae de una vez hecho trizas. Casi fulminándolo con la mirada, observo cómo el cara pálida decide marcharse lo antes posible. Y aunque la sangre me hierve, y las ganas de arrancarle la cara a mordiscos no son pocas, decido dejarlo estar por el momento. El pasaje, Gina, recuerda el pasaje. 

Lo que sí no dejo pasar es a la enfermera de la motosierra, al ver que detiene el brazo de Elaine. Pues esta sí que no se escapa... Con un gruñido, salto por su lado aprovechando que está distraída y lanzo un garrazo contra su cara, brazo y todo lo que pueda pillar de por medio.

Me había quedado satisfecho ante la explosión de sangre y vísceras que había generado. En ese momento el dichoso cara pálida había desaparecido escondiéndose entre la oscuridad. Lo cual solo dejaba a la enfermera a la vista y al parecer mis dos hermanas habían pensado más o menos lo mismo.

- No la matéis, viva podríamos sacarle algo.- digo dándome cuenta en un momento de lucidez que nos estábamos quedando sin pistas que seguir. Por lo que cuando me uno a ellas en vez de matarla intento agarrarla para que no se pueda mover.

Con los ojos inyectados en sangre y moviéndose tan rápido como una brisa la enfermera se pone tras Elaine para evitar el golpe de Gina y se suelta de Ewan de un empujón. Sin embargo su mirada no es de triunfo sino de terror. Sabe que por sí sola no aguantará mucho contra los tres Garou y no ve forma de escapar.

La oscuridad forma una miríada de zarcillos que en menos de un segundo se enrollan obscenamente por todo el cuerpo de la fomor como una versión real de una película de anime para adultos con tentáculos. Arrastrándola con una fuerza irresistible, parte de la maraña levanta en peso a la enfermera mientras el resto hacen reventar las bombillas del techo.

Durante unos instantes, todo es oscuridad.

Un rayo de luz ilumina las escaleras y Zoo suelta un gruñido.

Yo que tú me calmaría - dice la voz tensa de la agente del F.B.I. - Las balas no son de plata pero te pueden joder bien. Además, aquí mi compañera tiene una klaive y sabe usarla. Vamos, retrocede. No queremos haceros daño.

Renqueando, el lupus se refugia junto a Gina, Ewan y Elaine. Poco después aparecen dos mujeres en la escalera: la agente del F.B.I., que lleva una linterna en una mano y una pistola en la otra, y otra mujer con una klaive en la mano. Entre los glifos que decoran la hoja de plata se encuentra el de los Señores de la Sombra.

Joder, están todos vivos - dice la agente tras hacer una pasada con la linterna. El haz de luz se detiene sobre el cadáver del payaso - Y mira Yngvild: se han cargado a uno.

Lo que revela la luz es el cuerpo despedazado de un adolescente de aspecto gótico con una nariz picuda sujeta a la cara con una goma elástica.

¿Os encontráis bien? - pregunta la agente bajando la pistola - ¿Necesitáis ayuda?

La Señora de la Sombra se mantiene a la expectativa con el rostro inexpresivo y la klaive bien sujeta en la mano...

Al final había sido hasta bueno que la enfermera se soltase, pues lo que acababa de hacer esa oscuridad me dejaba claro que solo me habría arrastrado con ella. Sea como sea no hay tiempo para descansar pues las luces se encienden y la jodida agente de policía aparece con arma en mano y sin muestra alguna de delirio ante la visión de 4 Garous. Además su frase deja claro lo que sabe lo que somos y su compañía también es bastante aclaratoria.

Avanzo sin miedo y vuelvo a mi forma homínida para hacerme entender mejor, sin embargo la transformación hace que la herida de mi hombro escueza más por lo que llevo la mano a ella mientras por un momento un gesto de molestia asoma mi rostro.

- Mi compañero ha recibido una buena cuchillada de plata.- quizás eso le enseñaría a no cargar el solo en la oscuridad a la mínima provocación.- Los demás algo magullados pero nada que no podamos aguantar.-le contesto a la policia antes de girarme a la - Por cierto mi nombre es Ewan Campbell. Y ahora que ya me he presentado, ¿tendrías el puñetero placer de explicarme por qué cojones si hay Garous ya investigando esto no se aviso al Túmulo en su momento? Han muerto de los nuestros por no saber en que se estaban metiendo.- normalmente era más calmado pero acabábamos de sobrevivir de milagro acompañando a la antigua manada de Elaine y el hecho de que ahora una puñetera señora de las sombras lo suficientemente capaz como para tener un jodido klaive sabía de esto era demasiado.

No somos una manada Garou - responde la mujer. De su chaqueta saca una placa que le muestra a Ewan iluminándola brevemente con la linterna - Eileen McEnzie, F.B.I. - Guarda la placa y muestra un pequeño colgante de hueso con los glifos de Pariente y Señores de la sombra grabado - Pariente de los Señores de la Sombra. Ella es Yngvild Gerenko, de los Señores de la Sombra. Tiene una dispensa especial de su tribu para trabajar conmigo. Yngvild, tendremos que llamar a un equipo de limpieza y para que arreglen este estropicio.

Más tarde - responde la Garou

Como quieras - bufa la mujer - Al menos ¿Puedes hacer algo con sus heridas?

No hará falta - la pequeña Eshia aparece en medio de la manada irradiando una cálida luz nacarada. Al momento tanto Ewan como Zoo empiezan a encontrarse mejor. La herida del rostro de Ewan se cierra sin dejar rastro mientras que la de Zoo no llega a cerrarse del todo pero al menos deja de sangrar.

¿Cómo-haces-eso-ahora? - comenta el lupus

Pregúntale a Bianca - responde Eshia - Yo todavía no lo entiendo y eso que es mi cuerpo.

Es ante la presencia del tótem que la Señora de la sombra se decide a devolver la klaive a la funda de su muslo y sacar un móvil.

Llevará un rato, pero dentro de poco será como si no hubierais estado aquí. Coged la nariz de plástico, la motosierra y el cuchillo de plata. Serán necesarios para que entendáis lo que está pasando ¿Venís con nosotras o tenéis que informar en el túmulo?...