Partida Rol por web

La mujer se quedó observando a Jabato, como si no entendiera demasiado bien el hecho de que después de haber escuchado cómo sus compañeros explicaran tantas cosas y aún así a más de uno le costara parte de su vida, se hubiera quedado tan a gusto diciendo aquellas palabras.

- ¿ Y? ¿ Te crees que te pregunto para que me respondas eso? ¿ Te has exprimido un montón la neurona verdad?

Aquello iba a terminar como bien acabó y jabato, esta vez sin sangre ni gritos de dolor por el medio desapareció, dejando allí donde estaba tan sólo una esquela en la que se podía poner la fecha de la muerte de jabato, un dibujo de él debajo y al final de la hoja un enorme R.I.P.

Jabato había fallecido por aquella breve respuesta a la mujer, quien ya estaba caliente y para pocas bromas.

Ahora tenía que buscar a otro al que torturar, porque sólo le quedaban tres objetivos, pero en el canijo verde y cabezón.

- Íbamos por eso de la mujer esa que os apareció... - Le dijo para que continuara.

Yooda se quedó pensando y la mujer esperó, claro, todo lo que podía esperar alguien que no tiene ninguna paciencia, así que cuando se cansó, simplemente hizo que unas extrañas llamas moradas lo envolvieran y cuando lo volvisteis a ver todos, se había quedado un poco pillado, con la babilla colgando y bastantes cardenales por el cuerpo, pues sus ropas se habían quedado bastante calcinadas debido a ello.

Además juraríais que había envejecido como muchísimos años.

Contenta con lo conseguido la mujer se paró a mirar a los otros tres de sus esclavos, sin tener demasiado claro cuál iba a ser el siguiente en tener la soga al cuello, pero acabó eligiendo a la rana.

- Como tenga que preguntar de nuevo por aquella mujer que os apareció os enterraré a los tres. - No lo decía en broma...

Contemplo con repugnancia la inutilidad para mi Señora del loco de Jabato, y cómo el súbdito verde pantano apestoso acaba coloreándose de morado. Temiendo ser el siguiente en cuanto la Señora me mira, trago saliva e hincho suavemente los mofletes sin realizar ruido alguno antes de hablar.

-Mi todopoderosa Señora, una vez conseguimos salir de esa detestable piscina de bolas que habían puesto como trampa, descendimos hacia lo profundo de la guarida de la Comunidad en un tobogán lleno de peligros con el objetivo de sabotearles las bases de datos para obligarles a salir de casa ya que no tendrían nada que hacer dentro. Sin embargo, en vez de entrar en una de esas salas llenas de aparatos electrónicos y esa clase de cosas destrozables, aparecimos en una salita adornada con estrellas, lunas y otras creaciones de papel maché, donde nos encontramos con esa mujer de azulgrana que mi compañero mencionó, pero al acercanos a ella resultó ser un extraño hombre con gafas de culo de vaso que nos amenazaba con un arma de fuego. No teniendo tiempo que perder, entre todos tratamos de trazar un plan para distraerle y tumbarle por la espalda, pero antes de eso se puso a hablar, y las palabras que dijo eran absurdas, pero las repetiré lo mejor posible para que entienda por qué tuvimos que perder tiempo dándole tal soberana paliza como le propinamos, eran: "Incautos, vuestra misión fracasará. El plan de vuestra ama fracasará. Todos sus esbirros fracasarán. Y luego vuestra ama fracasará, y eso propiciará su caida". Mi Señora, teneis que creerme cuando digo que es verdad que no dejamos más de él que pulpa machacada. Habrase visto, decir esa clase de cosas de vuestra Grandiosidad...

Me levanto como puedo después del justo castigo de la Señora oscura, está claro que no tenía culpa de nada, pero en su infinita sabiduría castiga aleatoriamente para hacer saber a todos que nadie está a salvo de su ira. Solo me queda aplaudir semejante intelecto superior. NO tengo manoooossss. Tras un suspiro de resignación y tras ver como Su Majestuosidad Pérfida reparte correctivos, no me queda sino comentar como sucedieron las cosas realmente, que ha olvidado relatar el posible traidor de Leopold.

-Mi Amada Sobriedad, mi compañero alado, a omitido, entiendo por despiste o por algo peor, como sucedieron las cosas realmente llegados a ese punto- golpeo con mi no-puño en mi otra no-palma abierta- En cuanto llegamos al cubil de ese ser señora-vidente, de todos es sabido la afición enfermiza de Leopold por el papel maché, y no dudó ni por un instante abandonarlo todo por ponerse a comer todo lo que había en la sala, estrellas, soles, conejitos, velas… comió sin control tanto, que le provocó una enorme vomitona. Viendo eso, Yooda- le señalo con el no-pulgar- le empezó a perseguir con las manos curativas, que reconozco dan un poco de miedo, pero esta rata alada se asustó y empezó a correr de él y Yooda detrás. Fue vuestro mas leal súbdito- en ese momento doy un salto potente con doble tirabuzón y al caer digo- YO, quien tuvo que machacar al gafotas por decir estupideces.

Me aparto unos metros y de debajo de unas cosas que traje saco las gafas rotas y mordisqueadas.

-Aquí tengo la prueba- digo mostrándoselas- las guardé para su deleite, mi Estimada Maldad. Mientras sus dos más que incompetenetes subditos corrían en círculos activaron alguna trampa y caímos hacia abajo, pero Leopold le podrá seguir contando…

La verdad era que la escena de una rana comiendo estrellitas seguramente la hubiera podido hacer gracia en un sinfín de ocasiones, pero no en la que precisamente tenían que llegar a cumplir una misión que no incluía el que se pudieran parar con esas tonterías.

- Leopold... ¿ desde cuando comes papel? - Tuvo que preguntarlo pues se la hizo más que curioso, pero en seguida volvió a lo que os cernía. - Entiendo que el hombre murió como ya le ha pasado a alguno de vuestros compañeros y os pasará a vosotros si seguís así. ¿ Qué hicisteis tras matar al tipo en cuestión? No me respondas que comerte tus vómitos o algo así porque no volverás a vomitar en la vida... quizás sí en la muerte.

Se cruzó de brazos, dando golpecitos en el suelo con el pie.

Trago saliva, sin importarme el que para muchos sea venenosa pues no lo es para mí, mientras Totó habla. No es que lo que diga sea especialmente importante, sino que sigo notando la mirada que me ha lanzado mi Señora y mis ancas están temblando de miedo solo por un recuerdo que ya ha pasado. Cuando termina de hablar, me encaro hacia Ella otra vez tratando de conseguir tono de voz, que por suerte llega antes de gastar toda su grandiosa paciencia, o ya estaría frito o a la plancha.

-Oh, todopoderosa Señora, no es que quisiese causar algún mal al omitir los detalles exactos de cómo sucedió la pelea, pero ya que os interesan trataré de resumirlos para que veais que mis actos eran necesarios. Cuando llegamos a la habitación y el travesti lanzó esas acusaciones contra voz mis compañeros se lanzaron al combate directo sin razonar, así que tuve que hacer de cabeza pensante para no perder más el tiempo y poder cumplir la misión que nos habíais encomendado, por lo que pude descubrir que el poder del loco ese era leer el futuro y aprovecharse del papel para hacer su magia. Por supuesto, pude descubrir todo eso gracias a los conocimientos que Vos me disteis en una de esas exiguas pero muy productivas veces en las que hablamos. -Me paro un momento, rememorando tan grato encuentro solo por el hecho de que la Señora estaba ahí y yo no estaba en peligro. Pero solo un momento, que sí que lo estoy ahora mismo. -Con eso en mente, y viendo que toda la habitación estaba empapelada por todas partes, actué como bien pude utilizando mi corrosiva e inflamable saliva. El lado positivo es que conseguí rebajar el poder del mago de tal manera que hasta mis compañeros pudiesen con él, aunque no tengo claro que sucediese exactamente como Totó lo contó pues estaba ocupado deshaciéndome de toda la magia del lugar. El lado negativo es que no encontré una cerilla ni nada para prender fuego, y al final tuve que tragarme la gran bola de papel haciendo que me sintiese indispuesto por un corto periodo de tiempo, que parece fue determinante para que mis inútiles compañeros no supiesen continuar hasta que se abrió el suelo bajo nosotros y acabamos aún más alejados de donde queríamos ir. -Llega la parte más dura, y me adelanto un paso para inclinarme frente a mi Señora, sabiendo que las próximas palabras que diga pueden causarme mucho dolor. -Sé que no merezco el perdón de la Señora puesto que fallé una sola vez, pero más de ninguna es suficiente como para que me castigueis, así pues solo puedo pedir vuestra indulgencia.

La mujer había podido escuchar tonterías inverosímiles desde que habías comenzado a disculparos por no haber podido cumplir con la misión, pero que un mago, o el lanzador que conjuros que le correspondiera, canalizara sus poderes a través del papel, era tan absurdo como decir que el hielo se congela por ponerse al sol...

La reacción de la oscura jefa no se hizo esperar y la pequeña rana pudo sentir un pequeño cosquilleo antes de que acabara pegado a una pared que había aparecido a sus espaldas, sin que pudiera moverse lo más mínimo, para que después unos enormes alfileres atravesaran sus alitas y sus patas, como si fuera una mariposa en manos de un coleccionista.

- Vuelve a tratar de tomarme el pelo y te disecaré...!! - No había posibilidad a réplica alguna.

Tras el castigo que le había impuesto, el esbirro verde, ahora abuelo-esbirro verde, no había abierto la boca y ya iba siendo hora de que dijera algo productivo o sino no lo necesitaría para nada... porque para tener un esbirro mudo os hubiera cortado la lengua a todos desde un principio.

- ¿ Qué hicisteis cuando matasteis al tipo...? Vamos, que no tengo toda la eternidad para escuchar tonterías, tengo cosas más importantes que hacer, como rascarme la nariz...

Oh, mi maligna señora que rezuma maldad... Tras acabar con esa criatura inmunda que creía conocer el futuro descubrimos una pista interesante entre sus ropas que guió nuestros pasos hacía una granja de un tal pepito. El santo y seña nos sorprendió por su gran complejidad pues al acercarnos al lugar gritamos.

- ¡Hola don pepito!
- ¡Hola don josé!
- ¿Paso usted por mi casa?
- Por su casa yo pase.
- Adiós don pepito.
- Adiós don josé.

El caso es que tras pasar el estricto control de seguridad pudimos infiltrarnos en su base de datos localizando al fin la ubicación de la dichosa comunidad umbría, mi dama...

Una vez consciente después del golpe, que solo sé que ha venido de mi Señora porque nadie más podría golpearme así, me acerco con paso precavido hasta ella para escuchar el comienzo de la historia de Yooda.

-Mi Señora, todopoderosa y de gran sabiduría, solo puedo decir la verdad de lo sucedido. Y la verdad es que si nuestro compañero conocía la compleja contraseña necesaria para entrar en esa casa era porque estaba conchabado con la Comunidad y nos llevaba a una trampa para perder el tiempo. Y eso se hizo más patente cuando descubrimos que la voz al otro lado era el tal Chemo ese que está al mando de la Comunidad y le había prometido un puesto de corneja, o un pájaro parecido, todo con tal de comprar su colaboración para que no cumpliésemos la misión. Si quereis pruebas, solo escuchad las palabras que mi compañero ha dicho, según él hicimos todo eso incluso pasando por un control de seguridad donde a mis compañeros les quitaron las armas, a mí no porque uso mis garras y mi aliento, para luego perder el tiempo buscando cómo llegar a la Comunidad... ¡cuando ya estábamos dentro todo el rato! Y seguro que ahora Yooda lo negará, pero Totó puede corroborar que lo que digo es cierto. -Iba a decir mis compañeros, pero solo mirar a los restos de Jabato me revuelve el estómago, por lo que vuelvo a mi mutismo para que la Señora reflexione mientras trato de evitar que mis heridas empeoren.

Parecía que sus esbirros se despellejaban cada vez que podían y lo encontraba divertido en cierta manera, pero pensar en que alguno la había podido traicionar en algún momento, no es que fuera algo que la gustara, ni que fuera a tolerar.

Volvió de nuevo su vista a Yooda y colocó sus manos con los puños cerrados sobre sus caderas, a modo de " te la estás volviendo a ganar así que haber qué dices ".

- ¿ Es cierto eso de que estabas compinchado con el líder de esa Comunidad? A ver si habéis tardado en llegar mil año para poder entrar por la puerta y decir " hola soy yo ". - Prefería imaginar que lo tenía engañado a que la hubiera traicionado a ella, claro. De todas formas, quería una explicación ya o ya.

Yooda escucho la enésima interrupción con la misma cantinela totalmente carente de originalidad con la misma acusación de siempre.

¿Que formaba parte de la comunidad? Claro, sino no habríamos podido conseguir las claves de acceso ya que dicha comunidad se mueve como el viento por lo que un día esta en las frías aguas norteñas gallegas como al día siguiente se ubica en las frías montañas de Bilbo o se deja caer por las cálidas tierras de la costa valenciana. Antiguamente forme parte de la alianza rebelde antes de que usted en su infinita misericordia me rescatará hasta convertirme en lo que soy ahora.

La contraseña era antigua pero aún funcionaba. Di gracias a los dioses nuevos y viejos por permitirnos pasar aunque note una perturbación en la fuerza pues mi antiguo maestro y ahora archienemigo se encontraba allí dentro. El todopoderoso chemiurgo, maestro del consumo de cerveza y experto consumidor de centollos y otros seres pulpaceos - yooda escupe en el suelo al mencionar el nombre de su nemesis.
Mi presencia ponía en peligro la misión así que me separé del grupo para enfrentarme a mi antiguo maestro dispuesto a sacrificarme por mi amada señora pero no fue necesario ya que un bug llamado "Hodrum" se activo a última hora gracias al buen hacer de nuestro compañero y vecino totó aquí presente - dice yooda señalando a su compañero. Sin embargo, mientras ese lugar se venía abajo precipitadamente pudimos ver con absoluta claridad como el traidor de Leopold le entregaba una memoria USB a mi antiguo maestro con su voz inconfundible y silibina:
- Mi amo, salva comunidad umbría de sus enemigos con esta copia de seguridad que te entrego y crea una nueva comunidad más grande y fuerte para unirlos a todos... ¡En las tinieblas!
Seguidamente el chemiurgo huyo con la copia de seguridad para montar una nueva comunidad más poderosa, con menos bugs y muchas más mejoras en otra ubicación diferente y desconocida.
¡Estuvimos muy cerca de conseguir nuestro objetivo!

Por unos momentos la mujer creyó que Yooda la había traicionado, pero ahora, iba a ser que el verdadero traidor era la cosa verde y enana que acaba de clavar en aquella pared cual mariposa a punto de palmarla.

- ¿ Qué Leopold hizo qué?

Sus ojos centellearon de rabia cuando volvió a mirar al otro esbirro, a aquel que acababa de culpar a Yooda de todo y que ahora resultaba que iba a ser él quien la había traicionado.

También cabía la posibilidad de que simplemente los unos se estuvieran echando la culpa a los otros por no haber cumplido la misión, quizás, porque todos habían metido la pata hasta el fondo, pero iba a llegar hasta el final.. si su enfado no pasaba a más, que era bastante poco probable.

Leopold no dijo absolutamente nada, como si ya tuviera bastante con estar decorando aquella pared de una forma tan sumamente incómoda.

Vuestra ama como siempre esperó lo justo por si le daba por croar en el último momento, pero al no ser así una manera de alfileres de medio metro apareció delante de él y durante unos segundos, se movieron como si fuera un pequeño enjambre de insectos, pero no tardaron en comenzar a clavarse en el cuerpo del pequeño ser, a quien dejó de verse tras su grito de dolor, quedando una montaña de alfileres tan grande y tan junta ni la sangre se veía salir de su cuerpecito.

Ya sólo le quedaban dos esbirros a los que torturar, pues se acababa de cargar al segundo de ellos y eso, la hizo sentir cierto alivio, pues desde que habían entrado había tenido demasiados instintos homicidas a los que había ignorado casi por completo.

- En vista de que Leopold se ha autoproclamado culpable de traición... supongo que vosotros dos aún intentaríais cumplir con lo que os había ordenado ¿ no? Totó...

Aplaudo con ganas como nuestra Oscura Sapiencia ha logrado ver tras el velo de confusión y descubrir al culpable de nuestro más que inoportuno retraso. Cuantos traidores... Debía contar las cosas tal como sucedieron, sólo de esa manera el leal totó podrá ser nombrado como el más fiel de los subditos y comprarse unas manos nuevas... lejos de ensoñaciones, contesto a mi Todo Poderosa tras un salto hacia atras con tirabuzón invertido cayendo en una pierna.

- Mi Ilustrisíma Clarividencia, las cosas ocurrieron como cuenta en su mayoría el supuesto amigo Yooda, en el momento que la comunidad Umbria escapó a un nuevo emplazamiento no nos quedó otra, y usando las contraseñas que ya sabía yooda, no es mi incumbencia saber como las sabía- cojo aire- que disfrazarnos de niños boyscout que repartíamos galletosmomias para el día de halloween, de esa manera nos pudimos enterar que fundaban umbria 2.0- hago el signo de 2 con mis no-manos- los acompaños hasta esa nueva localización mientras les ibamos dando galletas para disimular, no quiero presumir pero yo vendí más y tengo la medallita de "campeón galletil" y mientras estabamos de camino ya iba forjando un plan perfecto para hacer que salieran esa noche, pero no me dejaron apremiarlos porque me dijeron que había que ser educados, puaj.

Yo no estaba muy conforme con la lentitud de los acontecimientos, pero los aqui presentes, y difuntos, estaban de acuerdo y para mí que comían más que buscaban información pues no entiendo como ellos no consiguieron ninguna medalla, claro síntoma de desidia y poca voluntad de hacer sus oscuras ordenes- hago un reverencia y me como una pelusa del suelo ya que estoy ahí-.

Psseee... toto, colega, ¿Le has dado de nuevo a la farlopa? Joder, tío, que ya no coordinas nada bien y se te va la pinza cosa mala. Bicho, las galletas esas que cuentas que vendiste tú más que nadie porque eres el que más mola era en realidad el gran Ramtut. Esa momia es el mejor suministrador de cosas de reventa en todo el reino así que acudimos a él para conseguir unas cuantas entradas para colarnos en comunidad umbría. Claro que el buen totó se excedió en el consumo de estramonio junto a Athelas, la hoja de reyes, y se pillo un colocon brutal. Normal que cuando nos estábamos colando dentro de comunidad umbría, OTRA VEZ MÁS, dijera que veníamos a eliminarnos de parte de la señora oscura y nos echaran a patadas huyendo de nuevo. Si es que el bicho no se enteraba de nada con la mierda que llevaba encima...

Vuestra ama no tenía demasiado claro aquello de las galletas, vamos, que le veía unas lagunas bastante considerables al tema, pero Yooda no desaprovechó la oportunidad y en seguida la situó pues no es que la momia fuera precisamente una galleta, sino que Totó resultaba estar tan colocado que seguro que el bajón que sentía le hacía ganas de zamparse todas las galletas que encontraba.

Una cosa era que no fuera posible que se pudiera a comer... pero entrar en Umbría gritando que iban de mi parte era como para convertirlos en momias, pero vaciando sus cerebros en vida.

- A ti no te han dicho nunca que no se realizan mis misiones colocado ¿ verdad? ¿ La momia era una enorme galleta, vendía entradas o qué coño estaba pasando?

Por el tonillo que estaba usando la señora no es que pareciera que fuera a tardar demasiado en volver a aplicar otro de sus ejemplares castigos, aunque claro, a ninguno de los dos os interesaba que os tocara a vosotros.

Me quedo parapléjico ante la sarta de contradicciones que Yodda suelta por la boca y como trasgiversa todo a su antojo. Trás unos momentos de estupor y viendo que nuestra Maravivulosa (maravillosa+favulosa) Ama dirige su inmisericorde mirada hacia mí, doy 7 vueltas rodantes pasando cerca de Yooda, casi me dan ganas de morderlo, para ponerme en el sitio que me corresponde y con ojos sinceros decir las cosas como ocurrieron. Según mi punto de vista.

- Mi Esplendorosa Reina, vuestro más leal y trabajador subdito os relatá como ocurrieron las cosas, ya que algunos aspectos de la narración de mi contradictorio ex-amigo y a todas luces el más traidor de todos- sólo quedamos él y yo, y yo, no soy- lo que no ha dicho ha sido que las hierbas "aromáticas" que me tome, me las dio Yooda con esa manita que tiene- me relamo de pensar en comérmela- me dijo que se las había vendido una momia que vendíra de todo, que me daría fuerzas para cumplir sus órdenes. Que lejos estaba yo de pensar que era una treta para reirse de mí. Él me empujó hacia la comunidad diciendo que los espantaría con mis fuertes brazos y yo le crei, ya que pensaba que nuestro objetivo era común.

Hago una pausa en mi exaustivo relato y me coloco las no-manos detrás de la espalda.

-Salté rugiendo y moviendo mis brazos para hacer cumplir su misión, pero todos se rieron, entre ellos ya estaba Yooda riendo y señalandóme mientras una persona humana femenina le hacia un masaje en los pies- le señalo- esa criatura verde-... er como yo... -y canija-... err... - y con esos brazos malévolos- eso sí- les dio el aviso que ibamos a entrar y nos echaron, teniendo que huir. No recuerdo que Yooda huyera con nosotros...