Partida Rol por web

Por un momento me perdí un poco con eso de los sacos, pero las palabras después de Tamumal me hicieron entender un poco la situación. Claro, todo lo que se puede entender una situación en la que aparece una galleta en bicicleta para salvar a alguien...

Eso le hacía pensar a una a ver si alguien se había merecido alguna vez convertirse en una, pero había dado tantas lecciones a mis esbirros a lo largo de mi vida inmortal que no podía recordar lo que les había hecho a todos.

- No, definitivamente no me acuerdo de ninguna galleta y eso que del que convertí en chupachús sí...

De todas maneras eso no era lo importante en aquel momento, así que miré a la patata que había dicho que no podía hacer cosas con un solo brazo.

- ¿ Entonces la galleta esa os ayudó o tuvisteis que soltar a los umbrianos? - Eso era lo verdaderamente importante.

Tamumal aportaba datos pero no culpables o no lo entendí así y la patata tendría que explicarse.

Por un momento la Señora Potato se temía lo peor pero la intervención del Dr. Tamumal Kelosepas no había sido tan trágica para ella.

Pues sí, mi Señora Oscura, la galleta nos ayudó. Yo utilicé el papel higiénico que traía para mojarlo un poco y hacer pasta para tapar los agujeros de los sacos y que los frikis no se salieran y tal era así que logramos acumular muchos sacos de frikis para usted, y todo mientras el gato jugaba con la mini galleta. El problema fue cuando el Dr. Tamumal Kelosepas decidió llevarse a la mini galleta y el gato se enfadó tanto que volvió a la realidad de lo que antes estaba haciendo y quiso volver a cargarse los sacos de frikis que llevábamos para usted, así que el Dr. Tamumal Kelosepas dijo..."¡Tengo un plan infalible!"

Las cosas había que reconocerlas de vez en cuando y eso de tapar los agujeros haciendo pegotes de papel higiénico había sido una gran idea, así como dejar al gato jugando con la galleta, la cual, me daba igual como hubiera quedado después de los mimos del animalito, pero... como alguno de los allí presentes volviera a ser tan escueto con sus explicaciones, las siguientes me las iba a dar sin un ojo o sin alguna otra parte de su cuerpo.

- " Pintxos morunos de ojos... " - Sonaba a menú tremendamente exquisito, aunque las patatas los tenían de plástico... pero bueno, eso era lo de menos.

Volví a mirar al doctor, quien parecía estar en un mano a mano con la otra lacaya, pero al final averiguaría cuál de los dos se inventaba las cosas para culpar al otro.

- Explícame ese plan infalible anda...

-¡Por supuesto, Alteza Oscura! -y me aclaré un poco la voz, pues tener de nuevo la atención de la sala me recordaba mis días como eminente ponente principal en los seminarios de verano de la facultad de medicina estética y horrorología caótica de suturas y vendajes-.. ejem, ejem.. Llegados a este punto, donde los gatos se enfurecen y las patatas pierden trozos, lo que no podíamos perder ya eran más frikis. Así que recurrí a otro de mis clientes satisfechos, el joven (aunque sobradamente preparado) Manolo el Marinero. Es un caso curioso, porque en realidad nunca hizo la comunión ni sabe nadar, pero le gustaba el traje de marinerito. Se lo puso un día y ya no se lo quiso quitar. Como cuando cumplió los 27 todo el mundo pensaba que aún tenía 11, recurrió a mi sapiencia para que le otorgase un aspecto más adulto.. y oiga, me quedó niquelado. Cutis fino y terso, y mirada sensual a más no poder..-me dí cuenta de que me estaba yendo por las ramas de nuevo, hablando de mis artes operativas-.. ejem.. pues como iba diciendo, Manolo el Marinero además de su aspecto arrebatador, tiene el don de que cuando come ensaladilla rusa de bote le otorga fuerza sobrehumana, y casualmente siempre llevo una latita encima.. Manolo se zampó la ensaladilla (con tenedor, como tiene que ser), y una vez que se hubo limpiado con la servilleta y reposado su media horita después de comer, pudo por fin coger al gato enfadado por el rabo, dar cuatro vueltas sobre sí mismo, y arrojarlo lejos de los frikis, como si fuese un martillo de deporte.. Fue espectacular. Estoy por recomendarlo como deporte olímpico.

Si, si. Eso es asi. 

Un pedazo de murlaco enorme. Pero tu plan hubiera molado si no hubieras perdido el tiempo con el motorista, que al verte con la moto de una galleta encima, se partio la caja del culo de ti. 

Y empezanste a retarle a los clasicos a ver quien la tiene mas grande, y perdimos casi una hora con aquella tonteria, en vez de coger a los frikis "ensacados" y marcharnos sin mas. 

Esa parte por favor no te la saltes. 

Dijo el la bigotuda patata mientras repiqueteaba con un pie en el suelo. 

Hubo un lapsus, alguna cosa, que me hizo mirar a la patatilla de plástico que había interrumpido la conversación y entrecerrar los ojos. No era lo que había dicho, quizás, el cómo lo había dicho, pero de todas formas pensaba darle un escarmiento, no se le fuera a olvidar quién mandaba en aquel salón del trono y en cualquier parte que quisiera.

Detrás suyo apareció un pequeño soplete y soltó una llamarada que quemó el culo " plastiquil " de la patata, por lo que Mr. Potato empezó a correr con el soplete detrás y así pasaron casi cinco minutos de Show de Benny Hill.

Para cuando el soplete desapareció Mr. Potato tenía algunas zonas de su cuerpo ya soldadas, por lo que no se iba a romper en cachillos si se caía.

- Tamumal. Explica eso que ha dicho la patata esta. - Ahora que me daba cuenta me había dejado un olor a plástico quemado que para qué decir nada...

-Bueno, es que a mí el mundo motero me pierde. La culpa es de mi padre, el viejo Temorirás Kelosepas, que me llevaba a los circuitos de carreras a hacer prácticas de enfermería con los que se estampaban en los entrenamientos.. Así salí yo de buen médico, que puedo hacer una sutura con los pies mientras juego a la play-8 (sí, no me miréis así, en mi país ya me la han fabricado en exclusiva).. Como decía, fue ver aquellas motos grandes, grandes, y pensé en mi padre. Y en esto pasa una rana, que me hizo pensar más aún en mi padre.. Igual fue por los brackets que llevaba.. El caso es que la bella rana me preguntó qué estábamos haciendo, y le conté el malvado plan de secuestrar frikis para que la Señora Oscura los torturase a placer. En esto, y sorprendentemente, la rana me reconoció por mi portada en la revista "Operating Today", cosa que me enorgulleció, todo hay que decirlo. No sabía de la capacidad de los batracios para leer revistas de cirugía, pero ahí estaba ella. Le firmé un autógrafo dedicado, y, a cambio, ella se ofreció a escupir con su saliva pegajosa a todos los frikis para así pegarlos entre sí y llevarlos rodando más fácilmente. Como mi Reina Oscura puede observar, conmigo todo son facilidades.

Ninguno de sus compañeros abrió la boca y eso que después de decir " conmigo todo son facilidades " se lo había puesto bastante fácil al resto de sus compañeros, pero debían de estar de acuerdo con aquella versión porque no se oyó ni una mosca.

- Y la rana esa... ¿ os ayudó entonces?

Estaba claro que mucho no hizo cuando se habían vuelto con las manos vacías pero yo quería saber dónde la habían liado tanto para tener que venirse a morir a mi salón del trono.

- Si al menos hubieran tenido la decencia de morirse cuando vieron que no cumplían lo que se les pedía...

Esperé a que el sicópata que se creía cirujano hablara, seguro que tenía más lindezas que contar.

-Hay que reconocer que tener a las bolsas de frikis pegadas con la saliva pegajosa de la rana de sonrisa colgate nos fue muy útil, porque con la ayuda de palos los podíamos traer rodando. Pero llevarlos así en pack era muy lento, y además se pegaban las hojitas del suelo en la bola. Nos paramos a pensar, pero era la hora del almuerzo y todos quisimos picar algo. Yo me llevaba mi tupper con ensalada lavada 9 veces, como tiene que ser, y cuando iba a pinchar uno de los tomates cherry con el tenedor, cobró vida, saltó al borde del recipiente y me dijo:

"¡Alto! ¿Qué vas a hacer, desgraciado? ¿Pincharme? ¡Soy el tomate más malvadoso del mundo mundial, y no lo permitiré!"

Se puso a correr por el borde del tupper circular, porque era un tomate cherry y para él saltar al suelo hubiese sido un suicidio. Verlo correr me dió la idea de que podíamos despegar a los frikis y ponerlos a hacer footing hasta el castillo, a ritmo del Pollito Pío, para que ya fuesen sufriendo por el camino. Y eso hicimos.

Había cosas que eran imposibles, eso estaba más que claro, pero cuando oí eso de hacer que los frikis hicieran footing supe que aquel doctor, sicópata, enterrador o lo que fuera me estaba tomando el pelo.

Todo el mundo sabe que los frikis no corren. Como mucho, puedes hacerlo el primer mes que van al gimnasio, porque al segundo mes se les olvida que estaban apuntados, así que como todo el mundo sabía, los frikis no hacían ejercicio.

- Asi que esas tenemos ¿ NO?

Tamumal iba a recibir un poco de su medicina, pues del suelo apareció una sierra como esas que cortan los troncos en los aserraderos de las películas y el " cirujano " se cayó al suelo así sin querer, empujado por una fuerza mayor, con lo que " claramente sin querer " se le cortó una mano hasta la altura del codo. Eso sí, luego tuve que quemar o me iba a dejar todo de un empanado, lleno de sangre...

Habiéndome quedado bastante satisfecha con el escarmiento al doctor, miré al jipi ese o lo que fuera que llevaba mucho tiempo ahí parado como un palo y que estaba en silencio.

- ¿ Frikis pegados, frikis haciendo footing... dónde estaban los frikis?

La voz de la señora oscura me sacó del trance herbario y agité las manos para intentar hacer desaparecer el humo que me rodeaba cual niebla y que así al menos se me viese la cara y presentarme de forma decente ante la señorísima señora oscura.

- Oh, su sheñora. Lo del footing como que no era cierto. Como los frikish estaban pegados había que idear algo para volverlos a soltar ya que si tirábamos la ropa se desprendía y como es bien sabido no hay nada másh horrible que un friki en cueros.

- Entoncesh entre calada y calada a esta ilustre mente se le ocurrió remojarlos en agua para que así el mejunje se disolviera y solucionar así la cueshtión.

- ¿Pero que ocurrió? Los llevamos rodando y pegaditos hasta el lago, y allí apareció un tipo raro que dijo que era el guardían del lago. El tipo afirmó que si no le dábamosh el número de las cuentas bancarias que un tal Bárcenas tenía en Suiza, que no nos dejaba acceder al lago. Y claro, ni conozco al tipo ni mucho menos sus cuentas

Ms Potato puso cara de asombro pues no podía ser que Bosco Verde se saliera con la suya en tales calumnias.

Ya... ¿Y porqué no le cuentas que lo que pasó en verdad fue que el tipo raro ese te invitó a unas copas y unas amigas con un alien amigo suyo en su casa? - Ms Potato estaba toda indignada con sus enclenques brazos de plástico apoyados en su cintura.

Mi Señora Oscura, Bosco Verde dijo que se hacía cargo de todos los frikis al legar al lago pero tras encontrarse con el guardian del lago se le pusieron los ojos como platos del entusiasmo ante tal ofrecimiento, seguro que lo que querían era que él de paso les invitara a fumar hierva de esa y se despistó con ellos dejando que los frikis siguieran rodando solos y cayeran al lago precipitadamente.

El guardián ese del lago del que había hablado el " fumao " sin duda era un poco " sobrao ", sobretodo por lo que pedía, pero bueno, a toda persona se le podía convencer de alguna manera y estaba segura de que lo habrían intentado.

Claro, cuando " patata-woman " dijo aquello de que se había ido de tragos o a fumar, o lo que quiera que hubiera hecho, tuve las dudas de si había sido por intentar pasar por aquel lago o para divertirse un rato.

- Espero que eso sólo fuera una treta, aunque ahora bien, si a parte del por qué de irte de juega con el " enmohao " ese, me dices para qué necesitabais cruzar un lago...

No quería llamarles estúpidos, o al menos, tan estúpidos como para haberse perdido tantas clases de geografía como para saber que los lagos, aunque sean muy grandes, se podían rodear por tierra, aunque al final veía que el lago terminaba siendo el Océano Índico a este paso...

Tragué saliva ante el ataque de la señora patata que se estaba mejor calladita como casi todo el rato, que hablando - Oh su excelentíshima, no se crea tales cosas, sobretodo así  contadas a mediash y emponzoñadas

- Si, a ver, había que idear algo para entretener al guardián del lago. Y fue entoncesh cuando vi a mi colega de las dos bocas con dientes, cuando me invitó se me ocurrió en una inspiradísima treta, invitar al guardiancete eshe, para que se emborrachara y así cuando estuviese confiado escapar de él.

- Total, ya tenía al tipo contentillo cuando de pronto me pilló una cagalera… Esto… pensaba que shería por mezclar cosas de la bebida y las hierbash. Entré el baño con prisas para poder reanudar la misión cuanto antes y allí dentro mismo del despacho del señor Roca, me encontré a un bicho enorme. Me dio un susto de muerte.

- Al salir del baño me encontré al Señor Patata deshcojonándose. Lo sacudí un par de veces hasta que confesó que me había echado no se que polvosh en la bebida “para ir suelto”, ya me entiende su señoría

Toda esa historia en boca de un yonki como aquel no tenía mucho sentido, así que uno se podía hacer una idea del sentido que habría tenido aquella historia en otra boca. Puede que la culpa no hubiera sido suya, pero vamos, había que enseñarle algún modal y que no podía irse por ahí con cualquiera, que luego, lo envenenaban o le echaban unos kilos de laxante en la bebida como le había pasado.

- DESDE LUEGO! YA SÓLO FALTA QUE A PARTE DE "JIPI " Y AMANTE DE LAS FLORES ME DIGAS QUE ERES VEGETARIANO, HOMBRE!

Como bien se podía notar por mi despectivo comentario no me gustaban demasiado los vegetarianos, donde estuviera un chuletón casi crudo, que hiciera resbalar la sangre por mi barbilla que se quitara cualquier otra cosa.

Bosco empezó a alucinar cuando a su alrededor, en la misma sala del trono, comenzaron a crecer setas y plantas de maría, hasta una altura de dos metros y unos cogollitos perfectos. Lo que no se esperaba era que cuanto estiró la mano para coger un poco con idea de ponerlo a secar, pues estaban al punto, las plantas y los monguis gigantes se fueran a poner a moderle.

Para cuando todo aquello desapareció Bosco parecía un colador con tanto agujero.

Así, pues, Mr. Potato tampoco se iba a salvar de dar la cara por lo que en seguida me quedé mirándole.

- ¿ Le echaste algo al... a ese... en la bebida? ¿ Qué fue exactamente lo útiles de todo aquello? - No sabía si habido tal cosa pero...

Mr Potato estaba muy serio cuando la señora Oscura puso de nuevo la mirada ante sí.

Sin duda sí que obre en contra de mi compañero, y lo volvería a hacer. Pero lo único que hacía era conseguir sacarlo a él, y hacer que nos devolvieran a todos los sacos de frikis de aquella casa de locos, putas y demás morralla, que en nada ayudaban a cumplir con nuestros cometidos.

Tras, sacarlo de allí, y organizándome con el resto de mis compañeros, robamos una lancha para cruzar el lago, dejando atrás a todos los juerguistas. Desde allí, solo había una dirección que tomar mi señora. Camino al Castillo se su malignidad.

Tomo aire, para continuar.

Todo fue bien, estábamos ya a menos de un kilometro del castillo. Cuando recordé, que hace tiempo, había ordenado poner una serie de objetos mágicos para librarse de los desperdicios.

Las basuras mágicas. Y Si mi memoria no fallaba había una cerca de donde estábamos.

Sugerí, que si a nosotros nos servía para tirar la basura en el castillo, y que apareciera fuera de los ojos y olfatos de mi grandiosa señora, mandando todo  lejos, el camino mágico debía de funcionar a la inversa. Así que gaste un poco de tiempo en encontrar la papelera en cuestión.