Diego se arrastra por el suelo intentando coger sus cuchillos y maldiciendo la resaca ajeno a lo que ocurre arriba. La criatura desciende del techo y ataca a JImena que logra parar el ataque por los pelos. Luego ,la úpiro, se cuelga del brazo de Telmo dejándole prácticamente seco, pero este reacciona y le arrea un fuerte mazazo en el brazo que hace que la criatura vuelva al techo. Entónces se tira a por Julian que no logra apartarse a tiempo y le sorbe demasiada sangre como para que siga en pie, además de romperle varias costillas con el impacto. LA criatura vuelve al techo y se rie al ver caer a Julian.
Uno menos, quedáis tres.
Motivo: parada Jimena
Tirada: 1d100
Dificultad: 95-
Resultado: 30 (Exito)
Motivo: loc ataque telmo
Tirada: 1d6
Dificultad: 95-
Resultado: 6 (Exito)
Motivo: loc ataque telmo
Tirada: 1d6
Resultado: 2
Motivo: daño ataque telmo
Tirada: 1d8
Resultado: 8
Motivo: mod daño ataque telmo
Tirada: 1d6
Resultado: 4
Motivo: loc ataque julian
Tirada: 1d6
Resultado: 5
Motivo: esquiva a Telmo
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 95 (Fracaso)
Motivo: secuelas Julian
Tirada: 1d10
Resultado: 6
TURNO 2
Úpiro 3 daño abdomen 2 por celeridad 4 brazo
Diego En el suelo cogiendo los cuchillos( Te levantas en melé y si actuas después de la úpiro no te atacaría)
Jimena para el ataque
Telmo 6 daños en el brazo derecho(Cuanto daño tenías de antes? POrque vas jodido ya)
Recordar que podéis usar suerte para parar o atacar;)
Julian 14 daño pecho
La úpiro se prepara para un nuevo ataque relamiendose la sangre de Telmo y Julian.
Motivo: ataque Jimena
Tirada: 1d100
Dificultad: 90-
Resultado: 51 (Exito)
Motivo: ataque Telmo
Tirada: 1d100
Dificultad: 90-
Resultado: 83 (Exito)
Motivo: ataque Diego
Tirada: 1d100
Dificultad: 90-
Resultado: 92 (Fracaso)
Motivo: parada Jimena
Tirada: 1d100
Dificultad: 90-
Resultado: 40 (Exito)
TURNO 3
Úpiro- 3 ataques 3 esquivas
Jimena- Parada completa
Diego
Julian- Fuera de combate, pierde 1 PV por turno
Telmo
¿Desde el suelo puedo hacer algo? ¿Es decir, hablar o rolear como me lamo las heridas? ¿O Julián está inconsciente?
No, quedas inconsciente y pierdes 1 de vida por asalto hasta que te estabilicen.
Ok, ya me veo alzándome en las tinieblas xDD
A ver si los compañeros tienen éxito. Cruzo los dedos.
Por cierto ¿Cómo quieres que contabilicemos los puntos de vida? No puse nada en mi ficha de pj, pero no se si quieres que lo vaya poniendo o si llevas la cuenta tu. Yo como prefieras.
Tenías 15 PV si no me equivoco. 14 de ahora y 3 que te hicieron los otros úpiros (creo que te hicieron 3, corrígeme si me equivoco). Estás en -2. El combate espero se acabe antes de que llegues a -15 que es cuando mueres.
Sí, sí, lo he revisado y es tal y como dices. Espero no morir, y si no.. más vale que me rematen pero bien xDDD
Diego ve pasar a aquel engendro, y la forma en la que ignora las leyes de la realidad hacen que el aguacil se quede arrebujado junto a sus cuchillos. Cuando ve caer al religioso, el temor agarra su corazón y la desesperación le hace reaccionar.
-¡Muere maldita!-
Motivo: Ataque 1
Tirada: 1d100
Dificultad: 80-
Resultado: 34 (Exito)
Motivo: Ataque 2
Tirada: 1d100
Dificultad: 80-
Resultado: 57 (Exito)
Motivo: Ataque 1 localización
Tirada: 1d10
Resultado: 2
Motivo: Ataque 2 localización
Tirada: 1d10
Resultado: 5
Motivo: Ataque 1 daño
Tirada: 1d6
Resultado: 4
Motivo: Ataque 1 daño bono
Tirada: 1d4
Resultado: 4
Motivo: Ataque 2 daño bono
Tirada: 1d4
Resultado: 4
Motivo: Ataque 2 daño
Tirada: 1d6
Resultado: 4
Obviamente actúo después de ella para evitar ataques.
Acciones
Ataque 1. Éxito. Brazo derecho. 4 de daño ya reducido a la mitad.
Ataque 2. Éxito. Pecho. 8 de daño.
12 en total.
Aquella bestia era rápida como una exhalación. Se movía del techo para caer sobre ellos y regresar al techo después. Claro, allí arriba no podían alcanzarla.
Primero fué a por Jimena y después a por Telmo. El sacerdote rezaba por ellos y sintió alivio cuando el Tabernero logro deshacerse del demonio, aunque por los pelos. ¿Acaso nunca se detendría aquella maldita? Y entonces cayó sobre él, cogiéndole cansado y por sorpresa, agarrándo fuertemente su cuerpo con brazos y piernas e hincando sus ponzoñosos colmillos en las carnes de Julián. El propio impacto al caer ella sobre el sacerdote le hizo perder pié y dar de bruces contra el suelo, boca arriba y luchando inútilmente por liberarse del abrazo mortal. Casi cómico podría resultar verle mover brazos y piernas a la desesperada, levantándosele el faldón de su sotana y quedándole las pantorrillas peludas al aire.
Después, el mundo se desvanecía y todo se ralentizaba, sus movimiento iban perdiendo fuerza hasta que, finalmente, se detuvieron. La úpiro regresó al techo con su boca llena de sangre y Julián quedó en el suelo, blanco y frío, en una postura incómoda y poco decorosa para un hombre de Dios. La oscuridad lo envolvió y la consciencia lo abandonó.
Ahhghggg!!! Maldita - digo al recibir la dentellada en el brazo. Apunto estoy de perder el conocimiento pues apenas me queda un hilo de vida.
Hago de tripas corazon y me concentro en golpear al ser inmundo con la maza lo mas fuerte que pueda
Motivo: Resx4
Tirada: 1d100
Dificultad: 80-
Resultado: 31 (Exito)
Motivo: Ataque maza
Tirada: 1d100
Dificultad: 80-
Resultado: 83 (Fracaso)
Motivo: parada maza
Tirada: 1d100
Dificultad: 80-
Resultado: 78 (Exito)
Me quedaban 7 puntos de vida asi que al recibir 6 me quedo en uno y debo tirar por RESx4 para ver si me desmayo y .......la paso. Aguanto de milagro de pie.
Debo recordarte que como me han caido 12 puntos del tiron en el brazo (aunque solo pasen 6) debes tirar por secuela por si me ocurriese algo aun peor
Ataque (fallido) y parada (con exito) con suerte, me gasto uno de suerte
La criatura logra esquivar los ataques de Diego y se lanza desde el techo a por vosotros una vez más. DE nuevo sobrevuela vuestras cabezas y se lanza de uno en uno a por vosotros. Esta vez la véis flaquear, aunque las heridas recibidas no parecen afectarle, el hechizo la está agotando poco a poco.
¡Morid, perros!
Motivo: esquiva a Diego
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 32 (Exito)
Motivo: ataque a Diego
Tirada: 1d100
Dificultad: 90-
Resultado: 10 (Exito)
Motivo: ataque Telmo
Tirada: 1d100
Dificultad: 90-
Resultado: 44 (Exito)
Motivo: ataque Jimena
Tirada: 1d100
Dificultad: 90-
Resultado: 16 (Exito)
Motivo: parada Jimena Jimena
Tirada: 1d100
Dificultad: 95-
Resultado: 59 (Exito)
TURNO 4
Üpiro 3 daño abdomen 3 por celeridad 4 brazo
Aquella criatura finalmente lo alcanza, y el pavor empieza a llegar a borbotones a la supersticiosa cabeza del alguacil.
Desesperado, salta sobre aquel demonio justo cuando pasa junto a él, intentando abrazarla y llevarla al suelo con su peso.
-¡Aaaaaaahh!-
Motivo: Inmovilizar
Tirada: 1d100
Dificultad: 75-
Resultado: 19 (Exito)
Acción: Inmovilizar.
Buena tirada: 19 sobre 75. 56 de diferencia.
La úpiro se lanza y coge a Diego por el pecho, pero este logra atraparla e inmovilizarla lanzándola contra el suelo. La mujer o criatura se revuelve en el suelo, patalea, intenta morder a Diego, pero este lolgra retenerla esperando que Telmo le de el golpe de gracia.
Motivo: zafarse
Tirada: 1d100
Dificultad: 75-
Resultado: 94 (Fracaso)
Motivo: loc daño Diego
Tirada: 1d6
Resultado: 5
Motivo: daño Diego
Tirada: 1d8
Resultado: 5
Motivo: chupar daño Diego
Tirada: 1d6
Resultado: 1
Si Telmo logra parar el ataque de la úpiro podría atacarla sin que pueda esquivar.Además de tener un +25 por posición elevada y 1D5 de localización de daño.
Con el ultimo hilo de vida que me queda agarro la maza con fuerza y la descargo sobre el demonio agarrado por Diego
Motivo: Parada con suerte
Tirada: 1d100
Dificultad: 85-
Resultado: 39 (Exito)
Motivo: ataque con suerte
Tirada: 1d100
Dificultad: 85-
Resultado: 13 (Exito)
Motivo: localizacion ataque
Tirada: 1d10
Resultado: 9
Motivo: Daño ataque
Tirada: 2d6
Resultado: 11
Vamos alla!! Gasto suerte tanto en la parada como en el ataque. Exito los dos y gasto 2 de suerte. 11 puntos de vida en localizacion 5 (9/2) que es abdomen si no me equivoco
Telmo golpea con todas las fuerzas que le quedan a la úpiro en el pecho. EL golpe es tan potente que Diego es capaz de sentirlo a través de la criatura que estalla internamente explotando por dentro y dejandoos a todos cubiertos de sangre. Después, como los otros úpiros se convierte en una neblina verde que se desvanece poco a poco.
Jimena está a punto de desfallecer, como todos vosotros. Todos tenéis mordeduras, pero parece que al morir la última criatura ha salido humo de estas y se han cerrado las mordeduras. Pero las secuelas internas aún duraran durante semanas. Pero estáis vivos y eso es más que suficiente.
Jimena usando las pocas fuerzas que le quedan estabiliza al padre Julian, que tose un poco de sangre pero se incorpora un poco, aunque está débil para andar ha sobrevivido, salvado por las artes de Jimena.
Antes de iros registráis el prostíbulo, en una de las habitaciones yace el cuerpo inerte de Juan, vuestro vecino. Está blanco y las mordeduras en él no han desaparecido. En la sala de la dueña encontráis otro cuerpo de hombre, con la cabeza arrancada de los hombros y un cofrecito con suficiente dinero para vivir una temporada si os lo repartís entre todos. Doblas de oro, unas 50.
No sóis capaces de cargar con Juan de vuelta al pueblo, y no tenéis ninguna certeza de que no se convierta en úpiro. Por otro lado este antro de pecado y comedero de criaturas sobrenaturales merece ser destruido. De modo que salís del local y le prendéis fuego. Justo empieza a amanecer mientras observáis como arde el prostíbulo.
Poco a poco regresáis a Sibiriana, cruzandoos con el marqués, sus hombres y el carruaje que a buen seguro irá la ama. EL marqués ni siquiera os mira, pero su semblante está lleno de desprecio hacia vosotros. Poco le importa a él que hayáis salvado Sibiriana, Un Castillo y a muchos viajeros indefensos que a buen seguro sirvieron de comida a esas criaturas. Pero poco importa, vosotros sabéis lo que habéis logrado. No solo eso, si no que habéis librado a Sibiriana de un matrimonio que no podía traer nada bueno y a la larga habría traido más disgustos que alegrías.
Llegáis al pueblo, hay movimiento en las casas. Empieza el funeral de la Poncia y la gente sale a llevarla al cementerio. No es que le tuvieran especial afecto, pero es una de vosotros y es lo que se debe hacer.
De la taberna sale María con el niño en la espalda, corre hacía Telmo y lo va a abrazar, pero lo ve tan maltrecho que se para en seco y se echa a llorar sobre el pecho de este. Ramona mira a Julian desde lejos, luego mira al cielo y sonríe, pero no se acerca a él. Hay que guardar las formas. Nadie hay para recibir a Jimena y Diego, pero saben lo que han hecho y es mucho, es algo que todos vosotros llevaréis en vuestros corazones por mucho tiempo.
FIN
Telmo se abraza con Maria y su pequeño. Pensó que no volvería a verlos pero debía arriegar su vida para librar a Sibiriana de esa plaga del averno. Era lo único que podía hacer para darle a su mujer y a su retoño un mejor futuro.
Ahora tocaba colgar de nuevo la maza, recuperarse y volver a su vida cotidiana entre la parroquía habitual de su taberna
En la procesión al cementerio, Diego ve como María sale a recibir entre lágrimas a Telmo, y no puede evitar sentir una punzada de envidia y nostalgia cuando la familia se funde en un abrazo. Cabizbajo, el alguacil desea un trago, pero ahora mismo la taberna está cerrada, y es hora de guardar luto, aunque sea por la Poncia.
Niega con la cabeza pensando en la ignorancia de las gentes de Sibiriana, pues acaban de ser rescatados de un gran mal que no serían capaces ni de creer, pero no puede culparlos, pues ni el mismo lo hubiera creído hace tan solo un día.
Para animarse, se cobija en el gozo que le produce la marcha del Marqués, y piensa momentáneamente en su Señor, postrado en la cama, y si ya habrá despertado de su malsano sueño… Quién sabe. Al pensar en la pócima que encontraron en las estancias del Don Pedro, Diego busca con la mirada a Jimena, y la ve sola. Aquella pobre muchacha tampoco tiene con quién compartir su miedo, su pena ni su gloria… Aunque quizás tampoco necesite a alguien.
Pero Diego si, Diego necesita a alguien que le comprenda en aquel momento, y se acerca a Jimena hasta alcanzarla para ponerse a su lado para caminar junto a ella. No dice nada, no hace falta pues ya está todo dicho. Y sin palabras, solo con un fugaz cruce de miradas, Diego se siente en paz y gozoso, olvidando la bebida y el desdén que la gente de Sibiriana seguirá fingiendo que le tienen.
Jimena sonríe con la luces del alba. La luz siempre vuelve para disipar la noche, pero al igual que la luz da esperanza también crea las sombras. El pueblo ha sobrevivido a una gran catástrofe y puede que la mayoría de sus vecinos nunca llegue a saber lo cerca que estuvo de perecer a causa de un gran mal. Mejor así, piensa la curandera, la ignorancia es la felicidad de la gente llana.
No puede evitar una punzada de envida al ver la familia unidad de Telmo. Como mujer, en su interior, se remueven las ansias de engendrar una nueva vida y el tiempo corre inexorablemente destruyendo las esperanzas y oportunidades. En ese momento de reflexión, su mirada se cruza con la de Diego y Jimena no puede evitar sonreír. Sin decir palabras, hay momentos en las que estas sobras, la curandera camina en silencio junto a Diego.
Julián se había sumido en las sombras, en una oscuridad absoluta, perdida la consciencia y escurriéndose su vida a través de las heridas sufridas en el último ataque de aquella monstruosidad. Muy cerca de la muerte estuvo, y también de la no-vida, sin embargo de pronto pudo escuchar, a lo lejos, una voz dulce y apremiante que demandaba cosas para que los otros dos le ayudasen a realizar su milagro. Los pequeños y redondos ojos del sacerdote se abrieron lentamente y recuperó con fuerza la fe que creía perdida con la sangre que aquella mujer le había succionado. ¿Qué mayor prueba de lo divino que ver a un ángel? Pues la debilidad le impedía enfocar bien las cosas y todo estaba envuelto en una extraña neblina, sin embargo aquella melena dorada y los rasgos angelicales no dejaban dudas de la naturaleza de aquel ser.
Sonrió Julián a Jimena, en una mueca estúpida y devota, quiso hacer el símbolo de la cruz con su mano derecha, pero a penas tenía fuerzas y volvió a desmayarse.
Cuando recuperó al fin la consciencia sus pies rozaban ligeramente la tierra del camino. Cargábanle Telmo y Diego, los brazos del hombre de fe pasados por los hombros del tabernero y el alguacil. El Sol se alzaba anunciando un nuevo día y al mirar las caras de sus compañeros comprendió que regresaban a casa, exaustos pero victoriosos. Su corazón se llenó de una gran paz, y al cruzarse con el Marqués pudo sentir la victoria absoluta. Ahora Jimena podría atender al barón como era debido, ya le encontrarían una buena esposa, pero antes Julián debería hablar con el noble para apaciguar su roto corazón.
Llegaron al pueblo, y ante la posibilidad de que la Ramona le viese llevado pidió a sus compañeros que le dejasen probar a sostenerse solo, con la ayuda de su maltrecho bastón. Las piernas le temblaban, pero el orgullo le hizo mantenerse en pié. La sonrisa de la viuda devolvió el calor a su pecho y su corazón ¿Cómo iba a ser pecado amar?
En los días que se sucedieron hizo bondad, obedeciendo a pies juntillas las indicaciones de la curandera. Habían vencido a los demonios, los vivos y los muertos, pero los infiernos no descansan y debía reponerse y prepararse, al menos para la misa del domingo.