Partida Rol por web

Siempre nos quedará Paris

1 En guerra - Justine Girard

Cargando editor
29/11/2012, 13:40
Master

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedd...

Era tu primer viaje realmente largo, y además, sola, aunque tenías ganas de viajar a la capital no podías evitar sentirte sobrecogida, lo que siempre era bueno era ver de nuevo a tus padres, en la carta que te decían que fueras con ellos, te decían que te habían encontrado un sitio en el que trabajar, aunque tampoco te dieron más detalles.

Estamos en los primeros días de Mayo de 1940, Francia está en guerra, pero todo el mundo parece haberlo olvidado, no hay muertes, no hay ataques, nadie da el primer paso.

Llevas ya unas horas en el tren, por la ventanilla, el paisaje agreste deja paso a las primeras edificaciones, y tras una curva por fin lo ves, París, con su inconfundible torre, la has visto por un momento, pero pronto el tren toma su dirección quedando al frente por lo que la pierdes de vista.

Pronto llegarás a la estación, en un papel tienes la dirección y una única maleta que bajar, el traqueteo del tren comienza a ralentizarse, la gente se prepara para bajar.

Notas de juego

Fuente portada: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Maginot_line_1.jpg

Cargando editor
30/11/2012, 20:24
Justine Girard

Me sentía muy confusa. Alegre, porque papá y mamá estarían al término de mi viaje, feliz porque iba al fin a París, pero... mi abuelo.. mi pueblo.. lo desconocido.. Eran cosas que lastraban mi buen ánimo.

Una súbita sacudida final del tren me saca de mi ensoñación. Ya llegamos.

Me levanto de mi incómodo asiento de madera, y recojo mi maleta para bajarla. Es antigua, de mi abuela. Pero cupo en ella todo cuanto tenía que meter: algo de ropa, algo de comida, y algunos libros especiales.

En cuanto bajé del tren, la estación me impresionó. Una mole gigantesca envolvía a cientos de personas que se movían en desorden, buscando uno de las decenas de trenes que partían o llegaban a la vez.

Era demasiado abrumador.

Decidí apartarme un poco de todo el tumulto, mientras me ubicaba en esta nueva ciudad. Saqué el papelito con la dirección que tan cuidadosamente había copiado de la última carta de mis padres. No sabía si estaba cerca o lejos.

"París era una ciudad infinita", había escrito mamá una vez. Espero ser capaz de encontrarla..

Se me ocurre preguntar por la dirección a alguno de los pasajeros o personal de la estación, pero todos parecen tener prisa por llegar a algún sitio, y temo detenerles, y que se enfaden conmigo. Se me olvida que ahora estoy en una gran ciudad.. ¡la capital del país, nada menos! Me siento minúscula cada vez que lo pienso.

Tal vez en el exterior la gente vaya más despacio y pueda preguntarle a alguien..

Me decido a salir de la estación, y comenzar realmente mi nueva vida en París.

Cargando editor
02/12/2012, 20:15
Master

La vieja maleta te resulta un poco pesada, pero no hay otro remedio que tratar de llevarla lo mejor que puedes, una vez abajo del tren cada uno se dirige en una dirección, sin saber muy bien a donde ir te diriges a la salida principal.

Allí.. para tu desgracia el ambiente no es mucho más tranquilo, en frente de ti ves más coches de los que has visto nunca, y muchos de ellos nuevos, el aire no tiene nada que ver con el que estás acostumbrado, aquí el clima es más seco y hay algo que reseca tu garganta, acabas de descubrir lo que es la contaminación.

Te quedas casi en la puerta buscando a alguien a quien preguntar cuando es alguien el que se acerca a ti, es un chico joven, bueno, más o menos de tu edad, rubio con camisa y unos tirantes que sujetan sus pantalones – Buenos días señorita ¿Le acerco a algún sitio? – Tiende su mano tratando de tomar tu maleta, a pocos metros hay un coche negro con la puerta trasera abierta.

Cargando editor
03/12/2012, 10:02
Justine Girard

Sorpredida, miro al chico. No esperaba que alguien fuese tan amable porque sí, y eso me puso sobreaviso. Recibí muchos consejos sobre el tipo de personas que podría encontrarme en una gran ciudad.

-Eeemmm.. Gracias, es usted muy amable, pero.. Yo sólo estoy buscando esta dirección -le tendí el papel para que pudiese leerla, a la vez que sujetaba con un poco más de fuerza mi maleta-. ¿Está lejos de aquí? No se preocupe, conque me diga por dónde he de ir, ya llegaré yo. Acabo de llegar, y tengo tiempo de sobra. Así comezaré a conocer la ciudad.

Esperaba que no se ofendiese por rechazar su ofrecimiento, muy amable, pero lo de entrar en u coche con un desconocido.. Una señorita de ciudad no lo haría, tampoco.

Cargando editor
05/12/2012, 19:01
Hombre joven

Tu instinto y los consejos de tus familiares te pusieron en guardia, con o sin motivo no lo sabías, el chico frunció levemente el ceño y miró el papel – Si, bueno, está un poco lejos, cerca de la plaza de la bastilla ¿Seguro que rechaza mi oferta de llevarla? Bueno... Pues buena suerte entonces...

El chico que no te había servido de demasiada ayuda dejó de hacerte caso y siguió mirando en dirección a la puerta de entrada, al poco preguntó si llevaba a una señora mayor y esta negó con la cabeza.

Y ahí estabas, delante de la puerta de la estación, el chico te había dicho la zona pero seguías sin saber llegar, quizás preguntando de tanto en tanto o cualquier cosa que se te ocurriese, tenías a todo París a tu disposición.

Cargando editor
10/12/2012, 10:11
Justine Girard

Me quedé un poco confusa, sin saber si había hecho lo correcto, pero no duró mucho. Tenía que llegar a mi destino, y no había lugar para lamentos. El chico había sido amable, pero posiblemente cobrase por el paseo en coche, y a mí no me sobraba el dinero.

Mejor pasar página.

Cogí mi maleta y comencé a andar, buscando señales por la calle que indicasen la plaza que me había nombrado el chico, pero.. muy lejos estaría, porque no encontré ninguna. Me paré delante de una pastelería, y, viendo los productos en el escaparate, recordé el hambre que tenía.

Entraré, compraré un croissant, y le preguntaré al pastelero cómo llegar a la plaza de la Bastilla..

Cargando editor
13/12/2012, 21:31
Master

Tampoco te entretuviste demasiado en comprobar si tus sospechas habían sido infundadas o no, preferiste pasar página, y no fue difícil pues el regreso con tus padres era un acontecimiento realmente importante.

Lo que no podías evitar era que los ojos se te fueran de vez en cuando a la torre, aquel monumento enorme e icono de la ciudad.

La maleta pesaba y tuviste que hacer varios altos para descansar, pero tras seguir las indicaciones de la pastelera y comerte con rapidez del croissant por fin llegaste a tu destino.

Era una casa baja, de dos pisos, tus padres tenían la primera planta y otras personas vivían en la planta baja, allí un timbre, tu familia sabía que llegabas hoy, pero no mandaste ningún telégrafo y tus padres no tienen teléfono por lo que no saben la hora exacta de tu llegada.

¿Se encontrarán en casa? Dudabas que pudieras seguir arrastrando la maleta muchos metros más, tenías los brazos ya casi sin fuerzas.

Cargando editor
15/12/2012, 10:17
Justine Girard

Cuando ví el nombre correcto de la calle en la placa no pude evitar dar un suspiro de alivio. Me había costado mucho dar con ella, a pesar de las indicaciones que me habían dado, y además la maleta parecía estar hecha de plomo, a pesar de que no contenía apenas nada.

Me acerqué a la casa, y observé las ventanas del piso que mis padres tenían. Con todo el tranjín, no había avisado de a qué hora llegaría..

¿Habrá alguien dentro? No puedo saberlo con seguridad, tendré que llamar a la puerta. Si no están, esperaré. Qué remedio.

Ya me veía a mí misma sentada sobre la maleta, esperando largas horas a que regresasen mis padres. Miré otra vez la torre Eiffel con nostalgia.. ¡Lo que daría por poder ir allí! Pero lo primero era lo primero: encontrarme con mis padres, y dejar por fin la maleta plomada quieta en un lugar.

Me dirigí entonces a la puerta, con decisión, y llamé.

Cargando editor
17/12/2012, 17:34
Madeleine Girard

Desde afuera no viste mucho movimiento, esperabas no tener que pasarte unas horas con la maleta en la calle cuando la puerta se abrió.

De inmediato reconociste a tu madre que te abrazó brevemente - ¡Justine! ¡Cuánto me alegro! Pasa, pasa, no te quedes en la puerta…

Te ayudó a cargar con la maleta y espero a que entrarais dentro para cerrar – Debes de estar agotada, ¿Te apetece comer algo o prefieres ponerte cómoda? – Tus padres vivían una casa humilde, bastante humilde, pero tenía lo necesario.

Cargando editor
21/12/2012, 20:35
Justine Girard

Cuando la puerta retumbó con el cracterístico sonido de que está siendo abierta, mi corazón se aceleró.. ¿quién abriría? Era..

-¡Mamá! -me arrojé a sus brazos. Había sido un viaje muy largo y tan agotador.. Pero sin duda merecía la pena.

Cogió mi maleta y entramos. Miré brevemente a mi alrededor, todo era muy acogedor. Se notaba el toque de mi madre en los detalles, aunque ellos realmente residían en el piso de arriba, por lo que me habían explicado por carta. Pero esas flores frescas en los jarrones, ese olor a recién fregado, esos tapetes de crochet que tato le gusta hacer y que adornan los muebles.. Sí, eran cosa de mi madre. Y no me dí cuenta de cuánto echaba de menos esos detalles hasta ahora.

Volví a abrazarla, y cerré los ojos.. Su perfume, afrutado. Dios, no podía creerme que ya estaba con ella.

-Mamá.. Cómo te echaba de menos.. -dije, antes de separarme de ella-.. He comido un croissant no hace mucho, no tengo hambre. Y ya tendré tiempo de descansar. Cuéntame, por favor.. ¿dónde está papá? ¿Podré verlo pronto? Tengo ganas de abrazarlo..

Cargando editor
23/12/2012, 09:57
Madeleine Girard

Tu madre te acogió complacida entre sus brazos – Mi pequeña Justine… - Y es que claro, pare ella siempre serías una niña.

Había una pequeña escalera con una puerta nada más entrar que daba a los que vivían abajo y la de tus padres en el piso superior, los muebles eran escasos pero todo estaba limpio como una patena, tu madre se ganaba la vida limpiando casas de la gente con mayor poder adquisitivo y siendo así ¿Cómo no se le iba a dar bien lo de limpiar?

- Tu padre está trabajando, vendrá un poco antes de la hora de la cena – Tu padre trabajaba en un pequeño taller en el que hacían piezas para bicicletas, o eso tenías entendido, lo que estaba claro es que vuestra economía familiar era ajustada.

- Ven, te enseñaré tu habitación – prosiguió con tu maleta hasta entrar en ella y dejarla allí. Un catre, una pequeña mesita y un armario tampoco muy grande, no era nuevo, seguramente tu padre lo habría arreglado y tu madre limpiado – Hoy me pedí el día libre así que podemos charlar o dar una vuelta y te enseño la zona.

Cargando editor
23/12/2012, 16:53
Justine Girard

-Es estupenda -dije, al ver mi futura habitación-. Y además os tengo cerca.. No puedo pedir más.

Mamá dejó la maleta en el suelo, y yo la aparté hacia un rincón. Deshacerla sería fácil, y ya lo haría por la noche. Ahora estaba en París.. ¡por fín! ¡Tantas y tantas cosas que ver! Apenas podía aguardar a salir a la calle y comenzar mi vida como parisina.

-Vayamos a dar una vuelta, mamá, por favor. Tú sabes cuánto anhelaba venir aquí, llévame a algún sitio hermoso, ¡quiero verlo todo! La torre Eiffel, Monmatre, Notre Damme..

Me refrené un poco en mi entusiasmo, temerosa de haberme excedido. Pero es que me embargaba la emoción..

Cargando editor
26/12/2012, 10:30
Madeleine Girard

Hasta contagiaste a tu madre con tu felicidad - Está bien, pero una vuelta rápida y ya - Fue a cambiarse y pronto estuvo de regreso en tu habitación para salir juntas.

Te enseñó la parte céntrica y quedaste maravillada con los encantos de la ciudad y la cantidad de gente que había en todas partes, no, definitivamente todo el mundo parecía haber olvidado que se estaba en guerra, quizás en la escasez de muchachos jóvenes que estaban en la línea Maginot como te comentó tu madre, pero el ambiente era más que normal.

No os pudisteis entretener mucho pues quería estar para cuando llegase tu padre y así lo hicisteis, estabas ya de regreso en tu nuevo hogar y tenías el tiempo justo para asearte un poco antes de la llegada de tu padre, que sería a las ocho pasadas de la tarde.

Cargando editor
26/12/2012, 11:57
Justine Girard

Ya de vuelta en casa, mis ánimos se habían apaciguado. El paseo me sentó bien, tantas horas en aquel tren me habían embotado, y pasear por aquellas calles tanto tiempo anheladas fue ideal, no sólo para conocer algo de mi nuevo barrio, sino para desentumecerme.

Me gustó pasear con mamá del brazo, aunque me dió la sensación de que yo no iba demasiado arreglada, según lo que ví por las calles. Las chicas lucían hermosos vestidos de colores, y peinados muy coquetos. En el pueblo todo es muy distinto, no se yo si sabría llevar algo así. Era casi una mujercita, pero jamás había usado tacones, todavía..

Por eso me calé un poco mi gorra al pasar delante de unos muchachos, queriendo pasar desapercibida. Aunque realmente.. dudo que se fijasen en mí. Seguro que estaban más preocupados por la guerra. Tenía razón mamá, realmente se veían pocos muchachos. Estaban defendiéndonos de un posible ataque alemán, eso decían.. Ojalá no se produjese.

Abrí mi maleta, y saqué mi vestido azul. Tras asearme, me lo puse, e intenté arreglarme el pelo, para no parecer una pueblerina, y semejarme algo a las chicas de París.

Qué sorpresa se llevaría papá.

Cargando editor
28/12/2012, 11:17
Madeleine Girard

Pues si, en todo el repertorio de ropa no tenías nada como el que habías visto a esas chicas, pero no tenías dinero para un vestido que por otro lado a saber cuanto costaban, tu solución de emergencia fue tratar de pasar desapercibida y seguro que hiciste bien.

Luego, ya en casa, mientras acababas de arreglarte escuchaste la puerta de casa, tras unos segundos… - ¡Justine, ya está aquí tu padre! – Al final el resultado de cómo te estabas arreglando no estaba mal, aunque con lo del vestido no podías hacer milagros, eran todos sencillos y gastados, pero bueno, poco más se le podía hacer.

Cargando editor
28/12/2012, 13:20
Justine Girard

-¡Papá! -susurré, y corrí a encontrarme con él.

Bajé las escaleras lo más deprisa posible, y me arrojé en sus brazos. ¡Mi padre, al fin! Estaba loca de alegría. Solo la ausencia del abuelo empañaba mi felicidad, pero él lo había decidido así, prefirió quedarse. Alguien tenía que cuidar de todo aquello.

Le abracé con fuerza, y me separé para mirarlo. Hacía meses que no nos veíamos, pero no lo noté muy distinto.. Tal vez algo más apagado..

-Papá.. Me alegra tanto verte.. ¿Cómo estás, qué tal todo? -no podía evitar sonreir mientras le hablaba.

Cargando editor
30/12/2012, 10:49
Jules Girard

El cansancio en su rostro era evidente, pero la sonrisa brotó en él al verte bajar por las escaleras - ¡Mi pequeña Justine! Ya toda una mujercita…

Él también te abrazó – Bien, un poco cansado de hacer tantas horas extra, pero ya mejor, no te frotes mucho contra mi que necesito una ducha para despegarme de toda la grasa y demás – Como ya sabías tu padre trabajaba en una fábrica de bicicletas, haciendo piezas y engranajes.

- ¿Y tú? ¿Cómo te ha ido el viaje hasta París? – Comenzó a desabotonarse la camisa, abajo tenía la camiseta interior pero iba ya adelantando para ducharse y no cenar demasiado tarde, la verdad es que te fijaste en sus dedos y estaban llenos de cayos y pequeños cortes, a parte de oscuros, la grasa día tras día no sale con facilidad.

Notas de juego

Basado en hechos reales lo de la grasa, los dedos y tal ^^

Cargando editor
07/01/2013, 21:33
Justine Girard

Le abracé de nuevo, y cerré los ojos al hacerlo.. Papá por fin. Ya estábamos todos.

-Bien -dije, contestando a su pregunta sobre mi viaje-. Fue un poco pesado el viaje en tren, pero se me hizo corto, pensando en vosotros y lo que vería aquí.. Estoy deseando comenzar mi nueva vida de parisina.. ¿os parece que mañana empiece a buscar trabajo? ¿Ya sabéis de alguno?

Estaba ansiosa, expectante. Deseaba ser útil.. y deseaba sentirme mayor, tener responsabilidades. Demostraría lo mucho que valía, y me faltaban horas para comenzar a hacerlo.

Cargando editor
08/01/2013, 19:11
Jules Girard

- Ajá... Bueno pues por hoy ya descansa y sí. A través de un proveedor me enteré de una oferta de trabajo, están buscando peones en la fábrica de Renault, y me permití concertarte una entrevista para mañana, no es un trabajo del otro mundo, pero quien sabe, eres joven y podrías ir alcanzando puestos de mayor responsabilidad ¿Te parece?

Notas de juego

Post 1 de 2

Cargando editor
08/01/2013, 19:13
Madeleine Girard

Tu madre se asomó por la puerta – La cena está casi lista, Jules pasa por la ducha no voy a permitir que te sientes a la mesa así de sucio.

Papá la miró sonriente negando con la cabeza, iría a la ducha de forma inminente pero antes esperaría una respuesta a tu pregunta.

Notas de juego

Post 2 de 2