Partida Rol por web

Camináis con prisas siguiendo las indicaciones de Yargos que parece saber por donde se mueve. Al poco de cruzar varias calles podéis ver un imponente edificio con unas puertas dobles.

Podéis ver que las puertas están abiertas un poco. Y que delante de la puerta hay dos bultos que parecen cuerpos.

Por el camino he explicado al viejo que nos han enviado a su encuentro para escoltarle a un lugar seguro, casi no lo conseguimos.

Ya que has leído el libro, con qué tenían pensado envenenar las reservas de comida y cuál era el siguiente paso?-le pregunto mientras corremos a los graneros.

A medida que nos acercamos, hago una seña al resto y le pongo la mano delante de la boca de Yardos para que no hable.

Shhh...Nakús es tu momento para hacer algo, mira que son esos dos bultos y dinos que son. No te arriesgues, si se mueven, vuelve-le quito la mano de la boca a Yardos, o le dará algo, creo que ya ha entendido que no debe hablar.

El anciano erudito responde a tus preguntas diciéndote de que lo harán con algún veneno especial para la ocasión, pero claro el libro fue escrito hace 800 años. En el libro se decía que los silenciosos no muertos accecedrían al recinto y envenenarían las reservas de grano para que la ciudad no puedira soportar un asedio si se daba el caso. El siguiente paso puede ser cualquiera, hay varios hasta que se de la señal del ataque final, La Tormenta Silenciosa, flashes azules y naranjas en el cielo nocturno, pero dependerá de la prisa y de lo quede en pie de hace 800 años, ya que habrá cosas que no puedan llevarse a cabo. No podemos saber que piensa la cabeza de ese rufián de poca monta que seguramente es Nessian.

Nakús desenvainó su Wakizasi cuidadosamente y se deslizó por las sombras, para tratar de averiguar que demonios eran esos dos bultos que Lirianne había señalado...

Nakús avanza por "las sombras" pero parece que no lo está haciendo demsiado bien. Avanza por zonas de luz y finalmente tropieza y se le cae el wakizashi que va a parar junto a los cuerpos causando algo de ruido.

Parece que los cuerpos siguen quietos y estirados en el suelo.

Khyron, en cuanto llegan a los almacenes de granos, deja al bárbaro recostado contra un arbol y le da una de sus pociones de curación, haciéndole recuperar la consciencia. Una vez despierto, le pone al tanto de lo ocurrido. Shh...estamos en los almacenes de granos, tratando de evitar que unos muertos vivientes envenenen los suministros de comida! Entonces, se acerca a inspeccionar a los 2 cuerpos...

Revisas los cuerpos y efectivamente son de los guardias del almacén. No llevan nada encima.

Tienen heridas de armas cortantes, parecen grandes armas, de dos manos, pero poco efectivas en su corte.

El bárbaro vuelve a la consciencia tras beber la poción que le suministra el explorador. Pero se encuentra muy débil aún, no parece estar muy listo para nada, parece un  muerto en vida.

Viendo el escándalo que ha armado el "sigiloso" ninja, me acerco rápidamente a las puertas y miro por el hueco a ver que hay dentro.

Nakús maldició su mala suerte... Joder... que patoso.. está claro que hoy no es mi día.... hay que joderse...

Intentando no llamar demasiado la atención y sin pensar en el ridículo que había hecho delante de sus compañeros, recogió su wakizasi y procedió a revisar los dos cuerpos...

Lo poco que puedes ver en la oscuridad parece una antesala con 4 puertas dobles, una de ella entornada.

Estás totalmente seguro de que no llevan nada de interés.

Si, si pensaba que eso había quedado claro. Han muerto por heridas de armas.

Nakús vuelve con sus compañeros, algo abochornado por su "entrada triunfal" pero omite decir nada, no es el momento ni la ocasión...

Hay dos hombre muertos, asesinados... sin duda debemos intentar contar con el factor sorpresa... Lo que sea que haya dentro será peligroso... Habrá que intentar acabar con unos cuantos antes de que nos detecten.

Khyron, deja de perder el tiempo, y corre al interior de los almacenes, dispuesto a llegar a tiempo para evitar el envenenamiento.

En cuanto entras te das cuenta de que está en oscuridad y no ves nada.