Partida Rol por web

El puso cara de estar parcialmente de acuerdo con lo que mina le decía sobre los llamados. Tomó entonces su teléfono y escribió.

Cita:

Se lo mostró a la chica, mientras notaba que ya no podía seguir vigilando al taxista porque ya no estaba a la vista.

_Vamos por el camino fácil. Nos daremos cuenta si usan el código al llamarnos y listo. Y Farringdon me parece tan bien como cualquier otro lugar, vamos allí. Y tus padres... ¿sabes si están vivos? Si eras cercana a ellos, quizás conozcan los nombres de tus compañeros más cercanos.

Mientras escribían el mensaje a sus compañeros, el dúo miró el mapa del maglev.

Básicamente había tres líneas. Una que circunvalaba la ciudad, otra que pasaba de norte a sur y otra de este a oeste. Algunas de las estaciones que habían sido emblemáticas en su momento lo seguían siendo.

Holborn estaba enclavado en la zona más comercial de la ciudad y aún se conservaba espacio para el Museo Británico, mientras que Farringdon era más un núcleo empresarial. Aún después de muchos años, la ciudad mantenía ahí un montón de sedes empresariales y municipales.

Mientras que al primero tardarían unos 10 minutos, el segundo sólo les llevaría apenas 5 minutos.

Se decidieron finalmente por el núcleo empresarial que estaba más cerca.

Consiguieron abrirse paso hasta uno de los vagones y luego sólo tuvieron que esperar de pie pues todos los asientos estaban ocupados.

Por el momento, no hubo contestación de sus compañeros...

Lo cierto es que, aunque le habías dicho a Tano que no recordabas muy bien, tampoco te habías esforzado mucho en conseguir recordar todo lo que te preguntaba.

Mientras te apretujaban en el maglev, te dabas cuenta que hacía mucho tiempo que ya no "sentías" la ciudad en aquel nivel. Bien era cierto que tu larga lista de contactos era gestionada por "Fisgón". Era tanta la dependencia con tu dichoso gurú que sólo te venían nombres, caras, pero sin una conexión clara.

Por ejemplo, podías recordar el nombre de la conductora que el canal había puesto a tu disposición para ir de tu casa al plató y viceversa ¿Stefana? Si... era una chica rumana muy maja, como tu maquillador antes de entrar en el plató ¿Darek?

Aquellas gentes vivían alrededor de los niveles que ellos estaban transitando, no como la directora del canal, ¿Eileen? ¿Liana? No se acordaba bien del apellido pero era... ¿Ackerman? Si, estaba segura de que podría ser así...

No obstante, no se sentía segura sin la ayuda de "Fisgón"... lo cual era un problema.

Ya una vez sobre el maglev, supuestamente estaban más a salvo pues nadie sabría dónde buscarlos. Y el Tano tuvo oportunidad de pensar mejor respecto del destino.

_Estoy pensando... ¿Holborn? Al ser un lugar más comercial y turístico imagino más lugares que puedan hospedarnos que en Farringdon. Elige tú, solo se me vino a la cabeza.


Y llevamos varios minutos sin pelear, así que intentemos que esto siga así.

-Mis padres murieron...-respondo, lejana, sin emociones, mientras no pierdo detalle de la gente, cercana o en la otra acera. O incluso en los coches. Me sentía un poco paranoica. Precavida. En alerta constante.

-Recuerdo...algún nombre...algún asistente. Quizás. 

Negué de nuevo. Mi gurú se encargaba de todo eso...sin él...Y ya no lo quería. Pero estábamos condenados a usar uno si queríamos movernos con soltura. -Holborn si quieres. Me da igual. Donde prefieras. Yo solo quiero escapar. No quiero recordar más. No quiero ser esa Minna. Nunca más. 

_Holborn entonces. ¿Qué le pasaba a esa Minna, que le tienes tanto resentimiento?

No te pareció que la respuesta de Minna fuera del todo sincera respecto a sus padres... es decir, parecía que era una verdad ¿a medias?

Quizá se llevara mal con ellos y para ella estaban muertos o algo, pero de alguna forma intuía que aquella corta respuesta escondía algo más.

Y agregó.

_¿Tus padres y los de la doc. son los mismos? Es decir, sé que son hermanas, pero no sé si por ambos padre.

-Que tengo sus recuerdos, sus memorias, su cuerpo. Todo. Soy ella. Y no lo soy. Y esa Minna anda por ahí. Y es auténticamente humana. Nosotros solo somos productos artificiales. ¿Cuántos Tommaso hay esparcidos por el mundo? -meneó la cabeza- No estoy resentida. Sencillamente hay cosas en su vida que no me gustan. En mi vida. En la suya.

Es angustiante. Y los demás no lo sienten. Quizás soy es más emocional.

-En realidad no somos hermanas. Mi padre se casó con su madre.  Hermanastras. En mi cabeza, en mi corazón, la siento como una hermana. -Su expresión fue de puro sarcasmo- Es gracioso. Solo es otro clon más. Desde cierto punto de vista, somos todos hermanos, ¿no? Hermanos de laboratorio.

_En realidad no sabes si la Minna que anda por ahí es auténticamente humana. Por ejemplo la Ilsa que anda por ahí no lo es. Y lo cierto es que no me considero más articial que cualquiera de los miles de personas que han nacido por inseminación artificial en los últimos... ¿Cincuenta? ¿Cien años? Medio siglo por lo menos. Y si hay cosas de esa vida que no te gustan pues supongo que puedes cambiarlas.

El Tano se encogió de hombros. Realmente no le daba mucha importancia al tema. No se sentía menos persona de lo que se sentía antes, por lo menos en los recuerdos que tenía. Sentía, respiraba, tenía un cerebro y un corazón que latía, y esperaba mantenerlo latiendo bastante tiempo más. Y no veía nada mal tener un nuevo comienzo. No sería la primera vez, su otra vida había estado llena de ellos.

Pues considerando la vida que han llevado ustedes cuatro, eso último suena demasiado a incesto. Pero mejor no digo nada al respecto.

_A Gonzalo lo he visto como a un hermano, y no hemos compartido padres, ni padrastros, ni nada por el estilo. Supongo que al final, uno puede elegir a su familia de algún modo.

El Tano suponía que hasta ahí había llegado su cuota de empatía. La chica necesitaba más a un psicólogo, a un sacerdote, o a alguien así, más que a alguien como él.

-La elección siempre es posible. Toca a uno mismo decidir el camino. Quizá no importa tanto si eliges bien que el propio hecho de decidir.

No tenía más que añadir a los comentarios de Tano, no al menos en esta conversación y ahora. Se recolocó la capucha y continuó caminando deprisa a su lado. 

Mientras mantenían su conversación de forma discreta en el vagón del maglev, les llegó un muy breve mensaje de parte de Ilsa que rezaba.

Ocupados.

 Era un mensaje muy breve... claramente hecho a la carrera. ¿En qué andarían metidos sus compañeros?

La estación de Farringdon quedó atrás y el vehículo público se encaminó hacia su destino, Holborn. Apenas tardarían unos minutos en llegar a su destino...

"Ocupados"

Bien. Igual que nosotros. 

No me quité la capucha durante el corto viaje. Observando, disimuladamente, al resto de pasajeros. Sus movimientos, sus gestos, tomando notas mentales de conversaciones ajenas, empapándome de problemas, tribulaciones y alegrías externas. Sin hablar apenas con Tano, no en un lugar público.

Supuse que era parte de mi impronta, de mis rasgos genéticos, de mi curiosidad innata. De mi vigilancia constante.

Hasta que llegamos a Holborn. Esperamos mientras la mayoría de la gente sale de los vagones del tren, para luego adentrarnos en la marea humana. Hormiguitas sin ningún sentido, que van de aquí para allá mareadas por la vida.

Y ahora qué.

-Y ahora qué, quizás es buena idea mezclarnos con toda esta gente.

Finalmente habían llegado a destino. El Tano no temía por nada de lo que pudiera ocurrir allí. Nadie los buscaba en Hollborn. ¿Por qué lo harían? Y mucho menos a dos.

Wilhelmina proponía mezclarse con toda esa gente. Eso no le parecía mal al Tano, pero sí poco específico. Al fin y al cabo tenían un motivo para estar allí.

_Me parece bien. Tú que eres buena investigando, ¿qué tal si buscas en el teléfono o preguntas por alojamientos por la zona? Si no quieres, puedo hacerlo yo....

En realidad al Tano le daba igual quién lo hiciera, pero suponía que a la periodista se le darían mejor ese tipo de averiguaciones. Y si además le sacaba provecho, quizás dejara de renegar tanto por su pasado.

La mayoria de la gente parecía inmersa en sus cosas. Quien no parecía hablar con su móvil mediante algún dispositivo externo, parecía con la mirada perdida, quizá por estar hablando con alguien con su gurú o leyendo algún libro mediante realidad aumentada o alguna película o serie en streaming... o simplemente escuchando música.

Pocos eran los que hablaban entre ellos... e incluso alguno parecía leer en una antigua kindle. En general el vagón no tenía mucho ruido y además, el propio maglev parecía tener un hilo musical neutro que intentaba tranquilizar a sus clientes.

Bajaron en Holborn acompañados de la mayoría de las personas que viajaban en los vagones y se dirigieron a la salida de la estación. Una vez allí, la gente empezó a distribuirse. Bien subía a los niveles superiores o bajaba.

Holborn era uno de los pocos lugares en los que los niveles inferiores gozaban de cierta calidad de vida. El caro sistema anticontaminación que liberaba de la nube tóxica las orillas del Támesis en su parte más famosa, también llegaba hasta las inmediaciones del Museo Británico, haciendo que fuera uno de los típicos recorridos turísticos de la ciudad*. Eso hacía que mucha gente se hubiera establecido en los niveles inferiores sin peligro.

De vez en cuando se cruzaban con alguna pareja de policias municipales... y es que era una zona que el ayuntamiento cuidaba. Atrás quedaban todas las penurias y miserias de lugares con el SevenSis.

Si querían encontrar alojamiento o comprar algo, había muchas opciones, aunque no serían tan baratas como las zonas de donde provenían.

Llegaron finalmente a Holborn. Recién al llegar allí, el Tano recordó que ni siquiera los niveles más inferiores eran allí demasiado económicos. De hecho era un paraíso al lado del SevenSis, aunque al menos a esos niveles no alcanzaba a los lujos de cuando acompañaba a un político prestigioso. Y lo cierto era que él no necesitaba nada. Ya había vivido en un cuarto sucio, solo rodeado de cigarrillos y botellas de alcohol.

_¿Crees que debamos buscar otro sitio? A menos que consigamos nuevos credicoins, no podremos sostenernos aquí por mucho tiempo, ni siquiera en los niveles inferiores. Recién lo recuerdo. Quizás debimos ir a Farringdon. Lo siento.