Partida Rol por web

Nick era siempre agradable, esa gente que tiene alto carisma y lo sabe manejar. Dick tenía todo el ego que a veces interfería con su propia forma de caerte, pero él no actuaba como el mejor, parecía como si simplemente respirara desde otro punto que los seres normales.

"Actúa normal, actúa normal..."

Inconscientemente pasé la mano por la herida que estaba cubierta por mis ropas negras y me produjo algo de dolor. 

"Bien..."

-Sí, claro.

Y entré en la clase para buscar mi asiento. No esperé hablar con la chica, no es que me cayera mal, realmente no. Estaba en un día realmente oscuro, y cualquier cosa me activaba deseos totalmente locos. Sabía que estaba mal, que yo estaba mal y que la solución a mis problemas no eran mis acciones, pero ahora tenía solo eso.

"Bien... uffffffffffffff God solo quiero dormir. Pero pon atención Erica, pon atención a la clase."

Separarían al grupo, los "no culpables", se retirarían de a sala, mientras que los  "culpables" tendrían que quedarse, Alma observó seriamente  a Veera, ella y sólo ella había hablado y la había metido en ese lio, diciendo que se habia peleado con Alexia, claro que le gustaría golpear a ese esqueleto, pero de ahí a hacerlo, había mucho trecho, pero...¿por qué hizo eso? ¿por qué  las metió a ambas en una pelea que no habían comenzado ni participado?. Se cruzó de brazos, y busco sentarse, ahora mirando a esa mujer que los amenazaba con la expulsión, lo que heló el corazón de Alma que desde antes sostenía su cabeza entre sus manos, le dolía demasiado, por eso no se vería mayor reacción en ella cuando hablaron de la expulsión, sin embargo el castigo sería distinto,  tendrían que pintar una sala para los AA,  y la directora hablaba que había sido miembro, no le extrañaba que un ser como ella hubiera sido una alcohólica.

Se guardó las protestas, porque igual no le pareció un tan mal casitigo, sólo mala la compañía era mala y lo decía por Alexia, pero por o demás, estaría Lian, aunque él con Dick, en una habitación.. terminarían de nuevo peleando. Resopló, y pensó en su padre, quería ya ver su cara de disgusto, la castigaría seguramente, sí, un  castigo para reivindicar su calidad de padre, como desearía que fuese él que hubiera muerto y no sus mamá.

Esperó que los dejaran irse, ya estaba con demasiadas ganas de vomitar, y apenas la dejaran iría a la enfermería, al parecer no fue buena idea tomarse sus medicamento aún con el alcohol dando vueltas en su cuerpo, lo malo es que no estaría Jenna para acompañarla.

La verdad es que el castigo tampoco estaba tan mal, podía ser hasta entretenido, ya se le ocurriría algo para animarlo. Estuve apunto de hacerle algún comentario al zumbado, pero probablemente habría empeorado todo y Andy ya parecía suficientemente nervioso.

-En fin, nada como conseguir mano de obra gratuita para el instituto.- Dije divertido, acto seguido guiñé a Alex.-  Pero ya lo haremos nosotros entretenido.

No sabía que opinarían los otros, pero a mi me parecía que el curso empezaba perfectamente, aunque daría lo que fuera en aquel momento por algo de vodka, o una cerveza, si, una cerveza sería perfecto.
Fuera como fuese, al final no había sido para tanto, mis compañeros se preocupaban demasiado.

Esta mujer me pone bastante de los nervios... Nooo, claro que no, por Dios, ¿quién podría querer ser expulsado? Me destrozaría la vida, claro, claro. Mejor ser esclavos o mano de obra barata... no, esclavos, porque ser mano de obra barata implicaría algún pago, aunque fuese nímio. "Lo sabía". Sabía que esta mujer era una borracha y, por mucho que diga que es ex-miembro, seguro que sigue teniendo cervezas ocultas aquí y allá. ¡Borracha!

- Espera, espera... ¿un fin de semana, a las 8 de la mañana? -repito incrédulo, después de que mi cerebro asimilase que tendré que madrugar también el sábado e incluso puede que el domingo. Bufo, irritado. Ahí ya me ha jodido, la muy zorra. La miro con odio. - ¿Podemos volver a lo de sanción o expulsión?

Observo con cara de circunstancias la marcha de los alumnos inocentes, quedando en el despacho solo con los otros alumnos y la directora, a la que por cierto, no le vendría nada mal que le lavasen la boca con jabón. En un principio piensa en una sanción o expulsión, cosa que no me gustaría demasiado... Finalmente cambia de opinión y decide convertirnos en mano de obra gratuita, teniendo que pintar un aula un sábado a las ocho de la mañana. Sonrío aliviado.

- De acuerdo entonces, el sábado a las ocho. - Digo, ignorando los comentarios de mis compañeros. - ¿Podemos volver a clase? No me gustaría perderme psicología...

Mete las manos en los bolsillos del pantalón y bufa, arrebatada de la compañía de sus amigos y que serán expuestos al escario y al castigo de aquella profesora que era un ogro.
Toma la mochila y antes de alejarse de ellos, los despide. Le da un apretón a Alma en la mano y se marcha al exterior.

- Os buscaré luego - dice, esperando no temer la pata al intentarlo más tarde, sin querer interrumpir ninguna escena ni ningún encuentro.

Doug era un buen tipo, pero en ocasiones tenía delirios de grandeza y poder que no le pegaban nada. A pesar de todo, no le resultaba tan temible como la directoria. Al menos con él se podría tratar... a veces... en situaciones especiales...

Toma el pomo de la puerta para entrar en la clase, tras despedirse del maestro, para buscar un asiento libre y sacar un cuaderno. Al menos, aquella clase sería entretenida, si es lo que ella imaginaba como psicología

Por más que no le encantara ir al colegio, se quedó helada al pensar que podría ser expulsada. En serio esperaba un regalo como el que le dieron a su hermano al terminar el colegio, y si quedaba fuera debía olvidarse de todo. 

Sin embargo, se frustró al oír la palabra "servicio comunitario" ya que lo odiaba, y más si tendría que pasar tiempo con la nerd. Aunque claro, podría usarla como entretenimiento ¿por qué no?

-¿Fin de semana? ¿a las 8? ¿servicio comunitario?-Preguntó incrédula.  -Debe ser una broma. Por lo menos si fuera un día de semana.. perder clases.. pero ¿Un fin de semana? ¡Es injusto!- 

Por mi parte todo estaba yendo bien, pero comienzo a escuchar las quejas de los demás. Pongo los ojos en blanco, me parece increible que se estén molestando cuando la directora está sustituyendo el castigo por una sanción menor cómo es pintar una habitación. Suspiro y miro atrás, centrándome en Kyllian y Alexia, pues fueron los que se quejaron en voz alta.

- ¿Queréis dejar de quejaros? Tampoco cuesta tanto levantarse temprano un sábado. - Los que conocen saben que no es muy normal que actúe así, pero se están pasando un poco...

Andy parecía molesto y por fin le echaba algo de huevos al asunto, parecía que se nos estaba haciendo mayor. Yo tampoco le veía el mayor problema a levantarse a las 8 un sábado, sobretodo porque tenía claro que el Viernes no me iba a acostar, empalmaría y esperaba pasármelo bien durante el castigo con Alex, así que no me parecía mal plan, es más, me estaban dando un lugar donde poder zumbar, ya que en casa estaría toda la familia.

-Andy tiene toda la razón, es más, puede que incluso llegue antes.- Dije bastante contento.- ¿Me da las llaves del instituto dire?

En cuanto realicé mi petición una idea mejor aun llegó a mi cabeza. Viernes noche fiesta en el instituto, iba a ser una pasada.

La mujer escuchó los quejidos de los cinco revoltosos sin prestarles mucha atención, hasta que el chico que había encendido el alarma de incendios habló, diciendo que dejaran de quejarse y que el castigo no era tan malo. Harriet asintió y sonrió de manera tétrica hacia él. Luego Drake habló sobre llegar antes e inclusive le pidió las llaves del colegio. La mujer lanzó una sonora carcajada ante las palabras del estudiante.

-¡Ja! Tu eres una de las últimas personas a las que les confiaría las llaves del colegio, Drake - Dijo Harriet mientras se levantaba de su asiento, abría un cajón y sacaba un juego de llaves y se lo entregaba a Alma, mientras le dedicaba una mirada severa - Espero que aún estés a tiempo de recapacitar, dejar de dar arañazos y comportarte como la Blanchett que solía conocer antes. Ya pueden irse todos.

Harriet miró a los demás con disgusto mientras esperaba a que se retiraran de su despacho.

Desde el último "arrebato", me mantuve en silencio. En cierto modo estaba algo avergonzado, ya que no suelo ser yo la voz cantante... ¡Ni tan siquiera un corista! Simplemente me limito a escuchar lo que dice la directora a la vez que asiento, y una vez termina, me voy a mi respectiva clase con la mochila al hombro.

Estaba mareada, asqueada, que ni tomó en atención las palabras que se vertieron en ese lugar, sólo Jenna había llegado hasta ella que le había dicho que  la buscaría después, eso la alegró,  así que cuando la directora se acercó a ella y le entrego las llaves, se notó algo contrariada, pero escuchó su comentario, "ser la Blanchett" no le sonrió, pero realmente se preguntó si era tan extraño que una persona constantemente acosada no explotara en un arranque de ira, aunque su día de furia no había llegado, y todo había sido un mal entendido alentado por Veera. 

Tomó las llaves y se puso de pie, asintiendo con la cabeza, y caminando hacia la salida, necesitaba ir a la enfermería - gracias directora - le susurra, tenía ya un color mortecino en su piel, y sin mirar atrás salió del despacho guardando las llaves en su mochila, rumbo directo a la enfermería.

Angie, la nueva profesora de psicología, se sorprendió al ver a los estudiantes que entraban al aula. Sin embargo, no hizo ademán de querer hacerles alguna pregunta al respecto, debido a que sabía a la perfección lo que había sucedido a la entrada del colegio. 

La clase continuó naturalmente, aunque Nick, Erica y Jenna estaban algo perdidos, a la vez que intentaban pedirle a alguien los apuntes para poder saber mínimamente de lo que estaba hablando la profesora. 

Finalmente, luego de un rato, aparecieron Alexia, Andy, Dick y Kyllian, pero no veían a Alma por ningún lado. Los otros se sentaron en los asientos que quedaban libres y la clase continuó normalmente, como si nada hubiese ocurrido. 

La verdad es que no había tenido mucha esperanza en que la directora me diera las llaves, habría sido casi un milagro. Pero bueno, aquello no cambiaba absolutamente nada.

-Eso me ha dolido dire... me ha dolido...- Le dije haciéndome el ofendido mientras esperaba a Alex para salir.

Andy había desaparecido antes de que pudiera contarle mi idea, pero seguramente estaría nervioso por entrar a clase.
Observé como Alma abandonaba el despacho, la conocía, o la había conocido antes de que se convirtiera en una pedazo de nerd. Aquello podía jugar en mi favor, no sabía muy bien como pero conseguiría aquellas llaves. El Viernes tendríamos macrofiesta en el instituto, digo que si la íbamos a tener...

Instantes después le comentaría a Alex mi idea en secreto:

-El viernes vamos a tener fiesta, consigue "coñitos". Yo después hablaré con Andy y Nicky para encargarnos de las llaves, bebidas y demás.- Dije sonriente mientras le pasaba un brazo por encima del hombro.

Confiaba plenamente en que me apoyarían, pero nunca las tenía todas conmigo, a cualquiera le podía salir la vena de "niño bueno"...

Mira a los otros compañeros que entran en la clase de psicología. Toma apuntes como buenamente puede, pero en esos momentos alza un poco la mano para saludar a Kyll, que parecía ser liberado de las terribles garras de la directora.

Pero Alma no aparecía. Intenta preguntarle a Kyll por su ausencia en el momento en que se acerca, no era plan de interrumpir la clase si ni siquiera la profesora se había dignado a ello. Para ser nueva, parecía ya muy hastiada de todo y de todos

Estoy sentada cuando veo a la profesora de Psicología hacer aparición. Me hallaba jugando con una lapicera roja, haciendo cruces sobre el margen izquierdo del cuaderno en el momento en que vi también llegar al resto. Faltaba una chica de las que estaba "arrestada" antes en la sala de dirección. No era de mi grupo así que no me preocupé.

Busqué a Alex con la mirada y le mostré un asiento vacío junto a mí. También miré a Dick con una ceja levantada, esperaba que no la hubiese complicado. Era muy divertido pero no tenía límites. Aunque claro que yo... era rídiculo que yo justamente hablara de límites.

Busqué el libro de Psicología en mi mochila mientras miraba a los que tomaban apuntes, "¿había que comprar libro?", no recordaba.

Tomé algunos apuntes pero mi mente volvía a divagar. Sin embargo, me obligué a mirar a la profesora y al pizarrón, aunque sea para aparentar prestar atención.

Había tomado un puesto en la mitad del salón, no era de los que se hacían adelante pero tampoco de los que perdían su tiempo y su existencia en la parte de atrás. Trataba de poner la mayor atención posible ya que el tiempo que no estuvimos en la clase hizo que llegáramos desubicados y aún concentrado entraron los que estaban en la espera del castigo.

Pensé que se demorarían un poco mas. Pensé mientras escribía algo que decía Angie.

Miré a Dick mientras entraba analizando su situación para luego terminar con una sonrisa peculiar, una que de complicidad, ironía y suspicacia, una que el reconocía cuando trataba de decirle que lo tenía bien merecido pero que había algo que no sabía cosa que solía pasar. Volví mi mirada al frente y mi atención de nuevo se centro en la clase.

Al parecer esta materia no va a ser un problema este año, se nota sencilla. Tendré mas tiempo para lanzar mi campaña. ¿Quién será mi asesor?... bueno ya aparecerá alguien.

Se quedó callada, era verdad, debía dejar de quejarse porque podría complicarlo todo más. Escuchó el pedido de Dick sabiendo que se traía algo en manos, el no pediría las llaves del instituto por nada.. y había que admitir que sería muy divertido tenerlas, un desperdicio que estas se las lleve la nerd.

Salió y mientras iban a clases escuchó la idea de Dick. -¡Genial! Cuenta conmigo- Dijo entre risas.

Entró y logró ver a Erica, sólo se sentó a su lado y miró hacia el frente.. psicología era una de las únicas materias que le agradaban.