Partida Rol por web

Alcé una ceja. No entendía, en realidad nunca había entendido, las ganas de Alma de ser notada, de salir y ser respetada, tanto era que tenía que ser otra para que eso fuera realidad. Sentí lastima por todo lo que decía.

Me puse de pié. Saqué mi billetera y dejé lo suficiente para pagar lo de todos en la mesa. Lo tiré al centro mientras cerraba la billetera y la dejaba de nuevo en su puesto, justo en el bolsillo interno de mi chaqueta.

- Alma. Dije certero mientras la miraba de frente, casi que inexpresivo. Pide algo de mi parte. Sonreí de medio lado mientras me iba de la mesa.

Pax. Dije saliendo. Ya nos vemos. La vi con simple complicidad, tal vez esas palabras fueran suficientes para darme a entender.

Tomé al instante mi celular y en la puerta teclee algunas cosas de forma rápida y me dispuse a tomar un taxi e irme del lugar.

Que molesto era pelear por nimiedades.

Esto no va a acabar bien. Aquí solo veo pleitos, discusiones, nadie que se haga cargo de la situación y a este paso…

Miro a Dick, realmente no quiero que luego acabe mal por esto. Ni Andy.

Vuelvo a sentarme y pienso en todo lo que se platicó, discutió y casi se gritó aquí. Miro a Nick irse, y casi creo poder entender la intención de su mirada. Y creo que tiene razón.

Saco el celular y lo oculto en el borde de la mesa, comenzando a mandar un mensaje.

Muevo lo más rápido que puedo los dedos sobre las letras y números. No estoy acostumbrada a mandar mensajes, pero vaya que es un buen momento para empezar.

Leo lo que acabo de escribir antes de apretar “enviar”

¿Tampoco piensas reunir el dinero, verdad?

Espero a ver si responde.

Whatsapp:

No entiendo como soportan tanto tiempo a esas personas. Yo por mi lado me expondré y trataré de sacarlos de esa mierda a mi modo. Nos vemos luego.

Whatsapp:

No. Me niego a la idea de tener que pagar ese dinero. Pero aún creo que hay formas mas interesantes de hacer que paguen. Tu que estuviste con ellos debes saber algo mas que yo. Nos vemos en unas horas en mi casa. Un abrazo.

Miro la respuesta y luego a los demás a ver si estan viendo. Intentando ser más rápida que alguna mirada indiscreta respondo al mensaje.

Whatsapp: Allí estaré, un abrazo.

Cubro el celular con mis manos en mi regazo y subo la cabeza, tratando de verme lo más casual posible.

A Alma le habían temblado las rodillas, ¿de dónde había salido todo eso? Era sólo odio y rabia por años acumulados, esa manera de hablar, esa manera de repudiarlos de odiarlos a todos, otra vez esa oscuridad que clamaba con salir de su pecho había sido vomitada y se dio cuenta de su actitud cuando vio los inexpresivos ojos de Nick. Se sintió culpable de sus propios actos, y miró a todos, desconcertada de no poder reconocerse, ¿quién era? ¿en que se había convertido? Se mordió el labio inferior y sus ojos se humedecieron más...

- lo siento, no debí...- dice con la voz entrecortada, no debió tratarlos como ellos la habían tratado por tanto tiempo, y las palabras de Jenna pesaron cual carga sobre sus  hombros, ella era mejor que todos los que estaban, incluso que ella misma. Alma ¿dónde estas? Se preguntó mientras se separaba de la silla.- lo siento...- murmuró otra vez y salió casi detrás de Nick, pero no sería a él al que buscaba, sino que necesitaba algo de distancia de todos, para poder serenarse.

Ni se dio cuenta cuando sus pasos ya la llevaban a la salida, sentía vergüenza. sobre todo de Jenna,  cogió su paraguas, mientras empujaba la puerta de la salida, sin darse cuenta que Kyllian iba detrás de ella, La puerta se abrió y recibió de lleno la humedad de la calle.

Una vez fuera, respira.
Se sentía liberada por lo que había dicho. Con el cigarrillo todavía en sus labios, comienza a caminarse hasta perderse en las calles.
Todavía le dolía el cuerpo después de la fiesta. Todavía le dolían las sienes de tanto pensar durante la noche. En Alma. En Valerie. En aquellos chicos. En el disparo. Así que comienza a caminar hacia casa, para olvidarse de todos.

Al menos, el escándalo en su casa le haría olvidar.

La situación se había descontrolado bastante, primero Alex se encaró con Alma, poniendo en entredicho mi palabra, y después fue Paxie quien se encaró con Alex. Estaba un tanto perdido, no sabía a quien defender, todas tenían un lugar especial para mi y la verdad es que poco o nada me apetecía meterme en aquel berenjenal, así que me limité a esperar, solo me metería si la cosa iba a más, pero afortunadamente no fue.

Miré a Alex con cara de pocos amigos, como regañándole sin abrir la boca, no por que se peleara con las otras dos chicas, sino porque me hubiera llevado la contraria, normalmente podía contar con ella, pero en esta ocasión no. Finalmente no pude aguantar más, levanté una ceja y mi cara se transformó en una ligera sonrisa, al fin y al cabo, así era ella.

Después miré a Paxie, sus palabras me habían calado, no era una sensación normal para mi el que le preocupara a alguien, y que yo fuera el motivo principal para que estuviera aquí, aun cuando yo me había retrasado bastante, me chocó. La miraba como quien ve algo por primera vez, algo que quizás era una cosa, pero resultaba ser otra muy diferente. En cuanto ella me miró desvié la mirada, no me apetecía nada que viera como la miraba en aquel momento. No me gustaba que vieran en mi mirada nada más allá de la intención de llevarlas a la cama.

Y entonces Nicky se fue, casi sin despedirse de nadie, se centró en Alma primero, y en Paxie después. No solo había pasado de mi, sino que encima se despedía de mi... osea de Paxie... capullo.

Después fue Alma la que se fue, visiblemente nerviosa, trastocada por la situación, parece que cada vez que nos juntemos solo podamos discutir, ¿no podemos divertirnos sin más?
Me cambio de sitio, sentándome junto a Paxie y dedicándole una sonrisa mientras doy otro trago a la cerveza y rodeo sus hombros con mi brazo mientras clavo mi mirada en el dinero, algo me dice que el dueño del local se va a quedar sin cobrar hoy, dinero fácil.

Entonces mi móvil vibra, alguien me escribió por whatsapp.

Whatsapp:

Déjate de mierdas secretas Nicky, nos valemos nosotros solos, lo podemos resolver los tres mosqueteros juntos.

 “La sombritas de ojos”, estaba agotando la paciencia de Alexia. Llamando a “espejos” a Erica y ahora interponiéndose entre Alma y ella. Tuvo el impulso de apartar el brazo de un manotazo. Pero la mirada de enfado de Dick la contuvo, por el momento.

Alexia observó el repentino carácter fuerte de Alma. Hasta podríamos ser amigas. Pensó al escuchar la diabólica propuesta que tanteó la nerd. Pero sus palabras emanaban odio, un odio y una autoridad a la que Alexia nunca sucumbiría. De nuevo volvió la nerd,  la de los pucheritos y lamentos. Alexia apenas prestó atención cuando dijo que se marchaba. Pero si se percató de la acción de  Nick, que se marchaba solo despidiéndose de la rubia, ¿no pensaba despedirse de sus amigos? Dick, Andy, Alexia. Al menos él si la apoyó con el tema del dinero.

Contenta de que al menos seguían todos juntos en el problema, Alexia cogió su taza. –Yo también me voy, voy a pagar. – dijo viendo que la mayoría ya se marchaban. Se encaminó entre las sillas y la mesa. Anduvo torpemente entre las sillas vacías y la mesa hasta acercarse a Pax. Cuando “inesperablemente” tropezó con una silla, haciendo caer el poco café que quedaba en su taza sobre las piernas de Pax.

-¡Oh cuanto lo siento! – Rápidamente simuló sorpresa y disculpas. Cogió una servilleta y trató de limpiar el café derramado sobre las medias de esta. – Perdona, al menos el café está frío.– dedicó una sincera mirada de disculpa. Todos podían sospechar que había sido a propósito, pero no podían estar seguros. Solo Dick pudo saber por la sonrisa que le dedicó Alexia a él, antes de marcharse a la barra, que el incidente había sido adrede.

¿Acaso creía él, que pensaba dejar que cualquier novata la tratara así?

-Adiós chicos, voy a ver si doy con “espejos”.- dijo guiñando el ojo a Pax.

Pagó su café y se marchó por la puerta tras Nick.

Al escuchar a Alma diciendo que nosotros nos mantendríamos al margen de la situación y que era el problema de los otros, la miro con el ceño fruncido. Pero si a mi me gustaba la idea de dar alguna que otra paliza o el "plan" de la rubita francesa. ¿Con quién ha consultado eso de "mantenernos al margen"? Aunque bien pensado, tiene razón, en realidad no debería ser nuestro problema. Nosotros no hicimos ningún trato con ningún camello.

Mientras decido qué es lo que deberíamos hacer, al final es el comentario de Nick lo que me hace decidirme. Tiene razón. No pienso dejar mi seguridad y las de mis amigas en manos de esos imbéciles. Supongo que si quieres algo bien hecho, mejor házlo tú.

Las negociaciones parecen haber terminado y todo el mundo está encantado de largarse, así que me levanto contento de poder alejarme. Sigo a Alma, porque tengo que hablar de un par de asuntos con ella, pero antes de largarme me giro y miro a Alexia, que en estos momentos parece muy ocupada limpiando su torpeza con el café. "...bah, no preguntes lo que no quieres saber".

- Tú, rubita, si tu idea sigue en pie, dime algo. Yo me apunto.

Me meto las manos en los bolsillos y salgo de la cafetería también.

Cojo a Alma del brazo cuando estamos fuera, intentando no ejercer más presión de la cuenta. Trato de no ser nada violento, pero sí firme.

- Si que has llegado tarde hoy... -Le digo- ni siquiera contestabas al móvil. Y supongo que te habrás encontrado a Dick en el camino, ¿verdad? Es extraño, aunque no paras de discutir con él y decirle lo mucho que lo odias, no paro de verte a su lado.

Suelto su brazo y me enciendo un cigarro para simplemente tener las manos ocupadas durante un rato.

- Si no te conociese, pensaría que te lo estás follando -La miro de reojo-. Así que... ¿se la estás chupando a Dick? ¿De día lo odias y repudias, de noche se la comes?

Siente la presión en su brazo, al punto que le duele, haciéndola girar de golpe y clavar sus ojos en el culpable de ese movimiento, pensando que podría ser Dick, o incluso Jenna que no había medido su fuerza, pero para su sorpresa el que requería su presencia - y de paso sus explicaciones- era Kyllian que no escatimó en sus ataques. Alma quedó desconcertada, sus labios quedaron abiertos cuando él mencionó todo lo que pensaba, al punto de que si no lo conociera, diría que eran celos, pero en ese punto, ni siquiera se planteo aquella posibilidad, Kyllian estaba quemado, no soportaba a Dick y menos que estuviera cerca de ella.

Alma tragó saliva y se zafó de su agarre con más violencia, la lluvia seguía cayendo, pero ellos estaban bajo del pecho del mismo café.Su rostro quedó fijo sobre la cara de él, con una expresión de tristeza...

- no seas tonto...-se abrazó así misma - no tengo nada con Dick - miró hacia el suelo, no quería pelear y rara vez se ponía a la defensiva con sus amigos, aunque Lian merecía un bue golpe en la nariz - él no se fija en las chicas como yo - se encogió de hombros,pensando nuevamente que solo alguien borracho podría interesarse en ella- y no lo odio, ay Lian- apretó los labios, y lo quedó mirando sin saber si decirlo o no - Richard era amigo mio en la infancia, de hecho era mi vecino, y luego de mucho tiempo sin hablarnos y pensar que era un capullo, ahora me ha vuelto a buscar, como amigos, como lo que éramos, así que..- guarda silencio y baja la mirada - si me preguntas no sé, no sé si debo odiarlo por todo lo idiota que ha sido con nosotros, y su grupo, o simplemente considerarlo amigo, pero siento que eso no puede pasar... - se acercó un paso más hacia él.

- me fue a ver a mi casa por lo que pasó, estaba preocupado y creo que está muy asustado, esos sujetos me conocen de nombre... y juraron que me matarían o me llevarían a sus... eh... no sé, creo que me amenazó con prostituirme, la cabeza me da vueltas aún...además... tenía descargado el celular- saca el celular y se lo muestra, estaba descargado, como siempre - sé que debería cargarlo,pero siempre lo olvido, ejem...- lo vuelve a guardar y meter sus manos en sus bolsillos - no te enojes conmigo... he hecho enojar a mucha gente hoy...

¿Alma? ¿Amiga de la infancia de Dick? Esto sí que es bueno. Para flipar. Y vecinos. Tócate los cojones. Y ahora el señor quiere volver a ser amigo de ella, ¿no? Claro. Seguro.

- Así que en privado te llora para que volváis a ser amigos, pero cuando está con su grupito bien que no duda en hablarte mal y en tratarte de menos. ¿Preocupado? -Me río- Ese gilipollas lo que quiere es aprovecharse de ti. No le importas. Si no, ¿por qué coño te hace lo que te hace? ¿Por ser mi amiga? Eso es una idiotez.

Miro hacia el interior del café, odiando a Dick. ¿Cuánto se puede odiar a una persona? Creo que yo supero esos límites. Vuelvo a mirar a Alma.

- Escucha. No te preocupes, esos gilipollas que te amenazaron no van a salirse con la suya. No sé qué haremos ni cómo, ni me fío de esos paletos, pero saldremos de esta. Confía en mí. Y joder, más ahora que estamos así, no deberías llevar el móvil sin descargar.

Me enciendo un cigarrillo y la miro, bastante más calmado y relajado que al salir del café. Bueno, al menos no se lo está follando...

- Dick es la peste. Su grupo... los puedo llegar a tolerar. ¿Pero a él? Lo mejor que podría salir de todo este lío es que Dick se llevase un tiro... -Murmuro, sin darme cuenta de que lo digo en voz alta.

Por lo menos le ha creído, de todas formas le decía la verdad, eran amigos de infancia, pero el discurso que luego le soltó le hizo mucho eco, y la razón por la que sufriera en silencio. Alma se sintió mucho más tonta de lo que antes se había sentido, sintiendose tan mal por Richard, y la chica bajó la cabeza, intentando no pensar más, y simplemente asentir a sus frases, y también le daba gusto saber que él ya no se había olvidado de ella, porque si es por "dejar de lado", ambos no había hablado mucho después de que lo habían hecho.

Alma sonrió y aunque no le gustó lo último que dijo, comprendía muy bien el encono que ambos se tenían, que era mutuo, y para ella, uno de los pocos puntos de esa batalla que realmente tenía antecedentes. Alma levantó los brazos, y fue donde él, rodeandolo por al cintura y apoyándose en su pecho, tampoco sabía que haría... aunque una idea loca se estaba fraguando en su cabecita loca.

- no andaré con el celular más sin carga,lo juro - levanta la cabeza mirándolo y sube sus brazos rodeando su  cuello ahora - pero prométeme algo...-murmuró, mordiéndose ligeramente el labio inferior- bueno, más bien dos cosas... la primera es que a pesar de lo que pasó entre los dos, seguiremos siendo amigos... no quiero que te alejes de mí, al contrario... y segundo... que no harás una locura, ¿bueno?... no quiero a nadie con un tiro ni nada, ni yo misma, incluso pensaré bien lo de contárselo a mi padre, él podría  saber como tratarlos, pero necesito más información, - sus ojos se volvieron más turbios, pero fue solo unos segundos, porque la sensación agradable que sentía mientras lo rodeaba se hizo más intensa.

Cindy se dirigió hacia atrás para volver a sentarse en la silla, apoyando su espalda en ella.

-Claro que lo tenemos asegurado, pobre infeliz, se cree que puede salirse con la suya cuando no es más que un drogadicto - Dice mientras larga una carcajada - ¿Quieres ver donde está? Una visita no le hará daño...

Antes de que Erica pudiera responder, Cindy se levanta de su lugar y camina hasta la puerta de la oficina, y abre la puerta, como esperando a que Erica la siguiese.

     "Maldición, pobre Connor. No quisiera estar en su lugar", pienso mientras las rodillas me tiemblan un poco. La intención que tengo es clara para mí, decirle a los chicos ésto. Sobre todo a Alex que es mi mejor amiga. Pero no tengo la chance de salir porque la mujer se para y abre una puerta preguntándome si quiero verlo. 

     "Fuck... si lo hago sabré bien dónde está pero temo delatarme con el miedo que tengo encima. Pero... tengo que hacerlo, no puedo evadirlo. Cuanto más sepa mejor podré ayudar a los otros." 

     -Sí, claro. Ja... será divertido. Pero solo un momento, que si desilusiono a mi padrastro se arma la gorda y he venido aquí por otra cosa.- Me levanto y me dirijo hacia la puerta abierta. Siento que las manos me sudan profusamente y las sienes me hacen: bom, bom, bom, como si fueran otra parte de mi corazón. Mas me obligo a ser valiente, quizás sea la única chance que tenga de intentar que mis amigos no queden liados con ese hijo de perra de mi padrastro.

Trago saliva cuando Alma me abraza y, por un momento, me quedo bastante desconcertado. Sin saber qué hacer. No es normal para mí notar contacto humano tan... bueno, tan cercano. Ni siquiera por su parte, aunque pasase lo que pasase... Con algunas reservas, acabo poniendo mi mano en su espalda para abrazarla también. Lo malo es cuando ella alza sus brazos hacia mi cuello, momento en que tanto mi cabeza como mis hormonas vuelan revoloteadas. Trato de mirarla a los ojos, pero se me hace difícil viéndola morderse el labio de esa manera. ¿Por qué hace eso? ¿Es que acaso no sabe lo que puede provocar? Oh... Exactamente lo que está pasando, que el pantalón tejano me apriete por la parte de la entrepierna.

- Eh... claro... amigos... -Fuerzo una sonrisa con cinismo y, disimuladamente, trato de recolocarme el paquete sin que ella se de cuenta. - Y ya sabes que no me gusta meterme en líos -sonrío, ahora sí, de verdad-, así que no te preocupes por mí, que no te vas a librar tan fácilmente.

Me pregunto cuánto tiempo puedes estar abrazado a una persona sin considerarse... bueno, algo más que un abrazo amistoso. Subo mi mano de su espalda a su cabeza, para tocar su pelo en un intento de mantenerla tranquila.

- No sé si es buena idea que se lo comentes a tu padre... Podría mandarte a un internado. Así que... bueno... confía en que todo saldrá bien. Tú no te alejes demasiado, ¿vale?

Sus pupilas se dilatan, mirando sus ojos, su expresión de niño asustado, como si no supiera que hacer, nada, pero vamos, estaban abrazados, habían tenido sexo, se conocían desnudos, no debería sentirse ahora cohibido por su cercanía, y ella, ella tampoco se sentía mal por su cercanía. Abrió un poco más sus ojos, asintiendo a sus palabras, pero sus ojos se fueron a los labios del chico,  pensando por unos segundos a que sabrían ahora, ¿sería como ese día en que se sentía tan mal?. Y lo peor, ¿era por despecho?, Nah, lo que sentía y lo que quería hacer no estaban demasiado lejos, y él estaba ahí, cerca, ¿por qué no?... si lo que tanto quería era eso, contacto físico, una caricia un beso y algo más y dejarse de lamentaciones de niña llorona. Esta bien, es una niña llorona con demasiados problemas...

- Kyll...- susurró su nombre, y sus dedos acariciaron sus cabellos rubios, era su amigo, su mejor amigo, y Dick, era un pelmazo que no sabía que intentaba con ella - si te enojas lo siento - se disculpó, porque dicen que es mejor pedir perdón que permiso, y se empinó, rozando su nariz con la de él, justo antes de plantarle un beso en los labios, suave beso en medio de la lluvia.