Partida Rol por web

Robb sonrió un poco al oirte hablar.

Posiblemente era una de las pocas veces que le había visto sonreir. Siempre era serio y distante. Mas siendo la mano derecha de tu padre.

-Guapas hay muchas. Que merezcan la pena... - te miró durante unos segundo, de forma distraída y luego fijo de nuevo su vista al frente.- Tengo la sensación de que en mi pasado tuve algo, pero es solo una sensación. Un vago recuerdo. Puede que recuerde un olor, un tacto de algo... pero poco mas que eso. Algo muy fugaz.- Se toca ligeramente la cicatriz de su Sien, como si le estuviera punzando. -Tu superas en mucho a Liz. Bueno, es mi opinión.

Su vista se vuelve hacia ti mientras se muerde el labio inferior. Una pequeña lucha interna está dentro de él, y pugna por salir. Tanto que en un breve espacio de tiempo, su cuerpo se ha acercado al tuyo y sus labios también. El sigue hablando de algo pero parece que no tiene importancia ya que ni el mismo se da cuenta de lo que está diciendo.

La radio crepita, estropeando ese mágico momento. Rob se aleja asustado de ti y se levanta de la cama justo antes de responder al Walkie-takie.

- Señor Robb- Es la voz de tu padre- LLeve a mi hija al vagon restaurante. Ya no hay peligro, pero quiero que cene. Yo iré mas tarde.

Verlo sondier se ma hacia curioso, sin duda estaba guapo, le sentaba bien, pero sabia que estando siempre con mi padre lo de sonreír era solo cosa mia, el resto permanecían tan serios como el.

Al escuchar lo de su pasado no pude evitar fruncir un poco el ceño, tenia que ser horrible eso, saber que has vivido cosas que no recuerdas, tener vagas sensaciones de haber pasado por algo pero que tu mente no te diga el que, yo apenas tenia recuerdos de cuando era mas pequeña, pero eso era normal con los años. 

Cuando se toco la cicatriz estuve tentada de coger su mano y pedirle que no se forzara, parecía que le dolía intentar recordar, pero en cuanto dijo que le parecía mas bonita que Liz mis mejillas empezaron arder y supe que me había puesto colorada, se mordió el labio y como si de un espejo se tratara mi cuerpo respondió igual, mi labio se deslizo entre mis dientes y sentí como su cuerpo y el mio se iban acercando poco a poco, mi corazon se acelero como nunca y note como me faltaba el aire y la boca se me seco.

Pero como siempre mi padre tuvo que intervenir aun sin estar allí, la voz solo en el comunicador y suspire bajando la mirada Eres idiota Senia... Me dije a mi misma suspirando una vez mas y poniéndome de pie.

- No tengo hambre pero no quiero que tengas problemas por mi culpa... - No lo miraba, estaba hastiada de que siempre fuera todo igual, por un momento pensé que quizás podía ser solo una chica con un chico, ilusa... - Va...vamos...

Robb aclaró su garganta antes de levantarse y ofrecerte su mano para ayudarte a levantarte de la cama.

AL hacerlo se quedó demasiado cerca de ti como para ignorar la proximidad y te miró confundido. Parecía que iba a decir algo pero cerró la boca y suspiró intensamente antes de dar un paso hacia atrás. En un instante recobró su marcialidad y con una leve sonrisa abrió la puerta de tu camarote.

- Te acompañaré.- Dijo mientras se apartaba a un lado y te dejaba pasar primero.- Creo que comeré yo también algo. Quizá allí podamos hablar también hasta que tu padre... me de nuevas órdenes.

Al salir tu, cerró la puerta de tu camarote y te siguió de cerca por el pasillo que llevaba al vagón restaurante.

La gente ni os miró cuando llegásteis a tu camarote.

Había pasado ya bastante tiempo desde tu encierro con Jake. Y tras la charla en la enfermería con Briss, sentías la necesidad de quedar bien con ella. Puede que todo fuera a consecuencia de estuvieras viendo las cosas de la vida desde otra perspectiva. Al fin y al cabo, hasta hace no mucho, tu vida no valía nada para ti y estabas dispuesta a dejarlo todo atrás.

Briss se acercó hasta el espejo del cuarto de baño y empezó a intentar arreglarse el pelo, gruñendo y sollozado a cada rato. Daba una pena muy lastimera con ese corte de pelo y el maquillaje emborronando su rostro. Pero seguramente, mirándola, habías encontrado la buena acción del día, ayudándola.

Súbitamente Briss Gritó.

- Ahhh!!! ¿Pero que...?!- Hubo un pequeño alboroto, un revuelo de cajones y alguien salió disparado del baño- Eh! Vuelve a qui, ladrona!-

UNa niña salió disparada, intentando huir de Briss. Ella algo asustada y viendo que te interponías entre ella y la puerta opto por esconderse. Tampoco es que hubiera mucho espacio, pero intentó hacerlo detrás de la cama. Y desde allí te miraba con unos ojos azules grandes y miedosos.

Iba vestida con un vestido  bueno y caro, de niña mimada. Sin embargo, se veía que la niña se había arrastrado por algún sitio algo sucio, como demostraban algunas marcas negras de suciedad en el vestido.

Aunque pasáramos desapercibidas seguía con la vena persecutoria de que tras cada puerta o esquina nos estarían esperando los guardias armados y flanqueados por Razhes, su estúpida sonrisa de suficiencia que me helaba la sangre a la par que me asqueaba. Por eso al ver el pasillo de los dormitorios fue una luz dentro del túnel, aligerando el paso y apresurando también a Briss mientras mi cabeza ojeaba una y otra vez hacia atrás.

Pero estábamos en un tren, si querían encontrarme sabrían cómo y no tendría escapatoria.

Me sentí medianamente segura en mi habitación, cerrando la puerta con pestillo como si aquella estúpida seguridad fuera a salvarme de la ira del enemigo, pero era lo único que por ahora me hacía respirar durante unos segundos tranquila, no pedía más.

Me senté en la cama mientras Briss se dirigía al baño, imaginándome que querría tener un momento a solas, asimilando su nuevo campo. Cerré los ojos y me eché hacia atrás, tumbándome sobre la cama y descansando unos breves segundos hasta que escuché el grito que me hizo abrirlos, pensando que ya habían llegado.

- ¿Briss? – Me incorporé mirando expectante la puerta del baño cuando vi una niña corriendo, huyendo de Briss, algo que en cierta forma entendía. La cómica escena me sacó una pequeña risa cuando comprobé que mi nueva amiga estaba más asustada que la pequeña, aunque ella creyera lo contrario. Seguí sus movimientos hasta detrás de la cama, donde me observaba con sus bonitos ojos. Sonreí y me arrodillé en el suelo frente a ella con las manos en el regazo.- ¿Estás bien? No te preocupes, no te hará daño.- Me fijé en sus ropas, claramente de primera, lo podía denotar por el brillo de la tela y el material, aunque la percha estuviera algo sucia.- Nunca te he visto por aquí, ¿estabas jugando con tus amigos al escondite? – Tendí una mano sin acercarme, temiendo asustarla.- Soy Liz, estás a salvo, tranquila.

Sarah no se fiaba un pelo de Briss.

de hecho viste como en un gesto que hizo la pija , la niña la esquivó y la sacó la lengua. Pese a todo estaba mas pendiente de lo que tu decías. Hasta que dijiste tu nombre.

Entonces se te acercó contenta y toó tu  mano.

-Liz!! Eres la amiga de Jake. ¿Verdad?- Preguntó emocionada- Me han mandado para pedirte ayuda. 

Sarah se sienta en la cama ignorando a Briss que vuelve de nuevo al baño para seguir aseándose.

- Vamos a salir de 3ª. Pero tenemos un problema.- Sarah intenta recordar con exactitud las palabras de Alan y el resto.- Va a haber un apagón otra vez pero, las puertas no se abrirán. Hay que hacerlo con las manos o algo así. No lo entendí bien. Necesitamos que nos ayudes desde fuera o se quedarán encerrados. ¿Lo harás? Mi amiga Megan dijo que eras buena...

No esperaba escuchar el nombre de Jake de sus inocentes labios, provocándome de nuevo aquella adrenalina de amor incondicional con una vergonzosa sonrisa a la palabra “amiga”. ¿Cómo podría catalogarlo aparte de una locura sobre las vías del tren? Me sonrojé mientras asentía un par de veces, mirando de reojo la puerta del baño por la que Briss se había marchado.

Me senté al lado de la pequeña escuchando el problema que tenía con las manos en el regazo y atenta a lo que las palabras escondían más allá del mensaje.

- ¿Salir de 3º? – Desconocía cómo sabía el tema de los apagones, algo que yo misma pasaba de largo como simple facho técnico, pero imaginarse que podría ocasionar un aislamiento completo de 3º y que eso impediría que volviera a verlo… Ni siquiera escuché del todo cuando mencionó a Megan, algo que a pesar de ser extraño era lo menos raro de todo. Me apreté el puente de la nariz sintiendo un leve dolor de cabeza. A los pocos segundos suspiré y levanté la mirada.- Te ayudaré, pero no sé exactamente cómo hacerlo.- La puerta necesitaría algo, un código que no tenía o una llave que a saber quién tendría. Razhes, seguro. Negué con la cabeza, era una idea descabellada pero la única que tenía.- Debes marcharte, estar aquí no es seguro.- Me levanté y miré a la puerta de la habitación, como si temiera que entraran de golpe los guardias, antes de llevarme las manos a la parte trasera de mi cuello para desengancharme el collar que llevaba puesto, un colgante de oro con un corazón regalo de mi madre. Me acerqué a la pequeña y se lo puse a ella, sonriendo.- Cuando le veas, a Jake, dale esto de mi parte y dile que esta vez me toca a mí salvarle.- Miré el colgante en su pequeño cuello, decorando con el vestido que imaginaba que Megan le había dado tras mencionarla.- Ahora vete antes de que te pillen, venga.

La niña te miró y te sonrió.

Recogió el colgante con sus pequeñas manos y lo miro de un lado y de otro. Seguramente era la cosas mas preciosa que nunca había visto.

- Alaaa- Dijo expresivamente -Tienes que quererle mucho para darle algo tan bonito...-

La niña te miró y sonrió pero pronto cambió su expresión cuando oyó algo en el techo. Las planchas adornadas empezaron a combarse y a chasquear. Hubo un momento en el que los crujidos aumentaron hasta que al final, el estrecho cedió justo sobre la cama.

Una sombra cayó del techo junto a la plancha, dejando un agujero muy estrecho vació. Y aun así , Pese el ruido y vuestro susto, Sarah ni se movió. Parecía que era algo que esperaba. Así que corrió hasta la persona que había tendida en la cama, asustada por la caída.

-Es mi nueva hermana, Megan.- Dijo Sarah alegremente intentando ayudar a la chica a levantarse de la cama.- Viene a ayudarnos. Pero se retrasó un poco en el túnel. ¿Y Kaidan?- Preguntó mirando a Megan y mirando nuevamente al agujero como esperando que alguien mas saliera del conducto.

Pero por mucho que mirara, Kaidan no llegaba.

Megan se esforzaba por no perder a la niña de vista pero se había retrasado y empezaba a desesperarse pensando que podía pasar el resto de su vida atrapada en ese lugar tan estreño.

Entonces el suelo bajo sus pies cedio y cayo del techo, por fortuna sobre la cama. Tardo un segundo en abrir los ojos, aun temiendo caer más. El recuerdo traumatico de un golpe anterior, la aterro por completo. Aquel del que no recordaba apenas nada pero que había convertido su craneo en un puzzle y dejado secuelas que la seguirian por el resto de sus dias.

Cuando se atrevio a abrir los ojos, aun dandose cuenta de que estaba sana y salva, no podia dejar de temblar. Miro a su alrededor y se obligo a recordarse que debía reaccionar.

-No lo sé.... venia detrás de mi pero cuando me volvi para ver ya no estaba.- confeso Megan a su amiga.

-¡LIZ!.- Grito al verla.-¡Liz, tengo que hablar contigo es muy importante!.- pidio mirando de reojo a Briss, sin fiarse de ella porque era mala.

No pude evitar dar un grito del susto que me metí al escuchar primero los crujidos y luego el cielo ceder, cayendo de la nada Megan. Me puse una mano en el pecho mientras retrocedía y apartaba a Sarah conmigo, temiendo que le cayera algún pedazo de techo y le hiciera daño, pasando un brazo por su cabeza para cubrirla.

- ¿Megan? – Miré al techo y luego a Megan, preguntándome si sobre mi cabeza había un camino directo a tercera o la casualidad hizo que llegara.- ¿Estás bien? ¿Te has hecho daño? ¿Qué ocurre?

Megan sacudio la cabeza para quitarse los restos del polvo y se puso en pie.-Estoy bien, no me he hecho daño pero tengo que hablar contigo ¡Ya!.- dijo acercandose a Liz para coger su mano y darle un tiron para apartarla, indicandole que era algo urgente y privado.

Cuando se aparto de Sarah y la chica malvada le susurro.- Vengo de tercera... es una historia larga, otro día te la cuento.-prometio para ir a lo importante.-Las cosas estan mal allí, les cosas malas para comer, hace frío todo el rato... el sitio huele a culo sucio o peor...la gente lo pasa fatal y ahora les han dicho que se van a llevar a las chicas...y ellos quieren defenderlas y se han organizado para hacer una revuelta. El padre de Sarah me dijo que eras su amiga y que te buscara porque te necesitan, asi que meti por el aguero de la pared, pero he oido algo muy malo cuando estaba allí arriba...

Megan tomo aire ya que habia soltado todo la anterior sin respirar. Se aseguro que Sarah no estaba escuchando cuando siguio hablando.-He oido al jefe de seguridad hablar, dice que van a hacerles una trampa y que van a matar a dos de cada tres personas de tercera, Liz, tenemos que hacer algo porque en cuento salgan de tercera les van a hacer daño.

Sabía que tercera estaba acarreando con problemas humanitarios pero nunca llegué a pensar el nivel de inmundicia que rodeaban a esas pobres gentes. Me sentía egoísta por tener lo que tenía sin pedirlo, una diferencia social que había marcado el nacimiento y no las acciones.

Sin embargo otro punto que quedó grabado en mi mente, a pesar de ser lo menos importante, fue lo referido a ser la “amiga del padre de Sarah”, ¿significaba eso que ella era hija de Jake? Era la única persona que había conocido y saber de improvisto de la existencia de una hija era un choque que no esperaba y me costaría asimilar, sobre todo saber que podría haber otra mujer, una ex mujer o peor, estar todavía casado.

- De acuerdo.- Cerré los ojos y respiré hondo ordenando mis ideas. Había que detener a Razhes y creía saber cómo hacerlo.- Debéis volver por donde habéis venido, os auparé al techo. Avisad a la gente de tercera que deben esperar, es importante que os deis prisa.- Junté las manos para que pudieran subirse al techo y que no se cayeran.- Tened cuidado, volveremos a vernos.

Megan miro a Liz y resoplo, nego con la cabeza.- Sarah tiene que quedarse, se lo prometi a su padre, le dije a Alan que cuidaria muy bien de ella y no quiero llevarla de nuevo a tercera, por favor.- dijo Megan esperando que Liz se hiciera cargo de Sarah.

Megan se habia hecho un lio con los nombres, conocia a la gente de tercera desde hacia poco y tal vez Liz entendio que Sarah era hija Jake, en lugar de Alan.... Bueno, era lo menos importante dadas las circustancias.

Megan se acerco a la cama para tratar de subirse de nuevo.-Rhazor dice que hay alguien malo entre la gente de tercera que les hace hacer lo que el quiere... Espero que no sea el señor que dice que se puede vivir fuera del tren... porque me hacia mucha ilusión...-comentó la chica.

Miro a Sarah y se acerco a ella.-Sarah, tienes que quedarte aqui por si la gente de tercera necesita ayuda. Ellos necesitan que tu estes aqui por si se atascan las puertas las puedas abrir de este lado ¿Vale? Escondete muy bien.- dijo esperando que Liz la ayudara a subir de nuevo.

No entendía bien por qué tenía que quedarse Sarah al ser tan peligroso pero a medida que la escuchaba podía comprender que tal vez necesitaría ayuda, aunque fuera de la “hija de Jake”.- Tal vez esto ayude a crear lazos, pero no es el momento ni el lugar para pensar en eso.- Negué con la cabeza mientras miraba a la pequeña con una sonrisa, intentando que no tuviera miedo.

- Todo irá bien, pronto veremos a tu padre.- Tras animar a Sarah se acercó a Megan para ponerle una mano en el hombro.- Algún día saldremos, pero primero debemos salvar a esa buena gente.- Junté las manos para aupar a Megan y subirla al conducto, asegurándose de que no cayera al colocarme debajo por si el suelo terminara de derrumbarse.- Megan, eres una heroína, no lo olvides.- Sonreí a la joven, recordando nuestro encuentro en mi fiesta de cumpleaños y sintiendo que había madurado en tan solo un par de horas.- Ten cuidado.

-¿En serio?- Briss salió del baño con una pinta, para Megan algo desaliñada.

Mas que desaliñada ... estaba si pelo. La habían rapado el pelo de mala manera y sus ojos mostraban el haber estado llorando durante mucho tiempo. Ligeros moratones y cortes se mostraban en sus brazos blancos y cuidados solo como la gente de 1ª puede tenerlos.

Con los brazos en alto, intentando ponerse una especie de trapo en la cabeza, a lo árabe, intentaba pasar por algo mas glamurosa.

- ¿También tenemos que hacernos cargo de la retrasada?- Bufó poniendo un imperdible al final de su "turbante" improvisado a modo de broche. No quedaba mal, pero estaba... rara. Miró a Liz y negó con la cabeza.

Megan intentaba trepar hasta el conducto nuevamente, pero cada vez que lo hacía una plancha nueva caía al interior del camarote con un ruido ensordecedor, haciendo imposible subir de nuevo por allí.

-Basta, idiota! - Gritó Briss a Megan - Vas a hacer que nos descubran a todos!

Se acercó hasta Liz y la cogió de un brazo algo enfadada - Tenemos un trato! Quiero matar a Rhazes. Yo no soy una niñera, Liz!

Por más que se esforzaba no lograba subir. La estructura estaba rota y ya no sostenia su peso.

Megan se sintió fustrada, temiendo por la vida de sus recien conocidos amigos, con los nervios de punta. Para colmo de sus males estaba la petarda de Bris con su lengua de serpiente, escupiendo veneno.

-Yo no soy retrasada.-espeto entre dientes, con la cara roja por la rabia y la ira.-Se cuidarme sola, al menos lo bastante bien como para mantener todo mi pelo en su sitio. No como tú, que estas igual de pelona que mi muñeca vieja.- le gruño.-Antes eras mala pero al menos eras bonita, ahora eres igual de fea por dentro que por fuera.

Megan miro a Liz, esperando que a ella se le ocurriera alguna idea para volver a tercera.

No había forma de que subiera. Las tablas cedían por el peso y no quería seguir intentándolo, posiblemente me quedaría sin cubierta antes de lograr que llegara a los conductos. Suspiré mientras tachaba esa idea, la única que parecía flexible y segura cuando Briss salió del baño para prender fuego a las rencillas que las unía.

- Ya basta. Bastante tenemos con todo esto como para pelearnos entre nosotras.- Me apreté el puente de la nariz notando un leve dolor de cabeza mientras la maquinaria del cerebro volvía a funcionar.- Claro que recuerdo nuestro trato, Briss, y lo mantengo, pero insultar no lo hará más fácil.- Le eché una mirada directa a la mujer, notándose tanto por mis palabras como por mi tonalidad que estaba enfadada por su comentario.- A hecho más que nosotras en todo este tiempo, así que ten un poco de respeto. Puede salvarte el culo.- No incidiría más en el tema. Megan se había ganado su respeto y no dejaría que la pisotearan, aunque dudaba que la joven se dejara achantar tan fácilmente.

Di vueltas por la habitación con las manos en la cadera, negando varias veces al ir descartando ideas a medida que venían.

- Tenemos que buscar esos códigos.- Pensaba en voz alta, mordiéndome el labio inferior.- De acuerdo, esto es lo que haremos.- Me dirigí a la cama para sentarme en ella, llamando la atención de las niñas y de Briss.- Iremos a la sala de los guardias, los códigos deben guardarse allí. Causaré algún tipo de distracción, lo justo para sacar a los guardias que custodien la entrada y vosotras dos.- Señalé tanto a Megan como a Sarah.- Podáis entrar y buscarlos. No sé cuánto tiempo tendréis, habrá que darse prisa.- Esta vez centré mi atención en Briss.- Es posible que nos encontremos con Razhes por el camino, pero debes esperar. Ser paciente. ¿Entendido?