Partida Rol por web

Buena pregunta, que puedo tener? Un mechero, cerillas, dos piedras? xD

Ya en el nuevo vagón la idea era recomponernos y seguir adelante pero entonces cuando miré al frente el tiempo se detuvo, al igual que la sangre en mis venas, aalí estaba Rhazes en mitad del vagón con Sarah pegada a él a la cual mantenía sujetaa del cuello con el cañon de una pistola contra su cabeza-Hijo de puta-mascullé apretando mis puños con fuerza, aqulla niña era como una sobrina para mí la quería y no permitiría que le pasara nada, así que mantuve la cabeza, pero entonces vi quien estaba a su lado, estaba ella-Liz...-susurré de forma casi inaudible.

Mis ojos se abrieron como platos mirándola fíjamente, pero al instante miré a la pequeña, no quería llamar la atención más de lo necesario, así apoyé las palabras de Alan-Sarah cariño, no tengas miedo, pronto estarás a salvo-dije con voz templada y suave-luego aplastaré con mi bota la cabeza de ese cerdo como si fuera un melón maduro-le miré con verdadera rabia. Pero mi cabeza se aceleraba por momentos ¿qué secreto del tren conocía Alan? ¿Por qué Liz se arriesgaba de esa manera? Rhazes haría lo que fuera con tal de salir de allí con vida y eso incluía matar a quien hiciera falta.

-Vamos Rhazes, no te hace falta esa niña, si la matas no te quedarán balas en esa pistola para tirarnos a todos abajo, antes de que recargues, nos habremos lanzado sobre tí, sé inteligente y suéltala. Aún podemos llegar a un acuerdo-dije clavando mis ojos sobre los suyos, para luego desviarse hacia los de Liz de nuevo.

Estaba viva y era lo que verdaderamente importaba, si ella caía, Rhazes no saldría vivo de allí, lo juré por mis padres muertos.

Al ver que Alan se ponía delante de él para taparlo, y susurrarle aquello, Kaidan aprovechó para poner en su mano extendida el cuchillo y parte del ferrocerio que le quedaba. El resto, se lo guardaba para cumplir con la promesa que le había hecho a Alan una vez llegaran a la cabeza del tren.
 

Entro en la sala ... y veo todo el percarl ... aquello era ya desconcertante ... el hijo de puta no tenia salia y parecia que queria morir matando ..., queia que sarah estuviera a salvo asi que fui con cuidado, para evitar que pasara algo, sin mebargo salio el nombre de mi amada  ELAINE ... en ese momento me active ...

- NI SE TE OCURRA PONERLE UNA MANO ENCIMA HIJO DE PUTA .... - estaba apunto de salir corriendo hacia el ..., de seguro dejaria de apuntar a la niña y apuntarme a mi, y acababr con ese puto cabron, sin embargo las palabras de una de las chicas de primero me calmaron ...
 

Liz: Te equivocas de nuevo, Rhazes. Elaine no está, tu súbdito te traicionó al ver en qué te has convertido. Sin mí nunca la encontrarás, está bien escondida, así que te lo diré una última vez. Deja a Sarah, y te diré lo que quieras.
 

Me pare un instante al ve que Elaine estaba segura ... pero la segunda parte no me gustaba ... esperaba que fuera un farol, porque sino si me avalanzaria contra quien fuera para mantenerla segura ....

- Rindeje capullo, ya nadie te sigue ... hasta los de primera te han abandonado y nadie quiere seguir a un loco sicopata capaz de amenazar a una niña indefensa ... RINDETE - 

Alan: Aún soy el único de tercera que sabe el mayor secreto de este tren y el cual podría destruir todo lo que conoces dentro de este. ¿Te arriesgarías a que el resto lo supiese? Llevame a mi y me callaré

-¿Qué? -Mascullo, volviéndome hacia él. ¿El mayor secreto del tren?

¿Qué clase de secreto supera el hecho de que hayamos estado comiendo seres humanos? ¿O que el mundo sea habitable desde hace años y nosotros estemos aquí en la mierda? ¿Se estará marcando un farol o tendrá otro secreto más?

Si justo acababa de prometernos que nos lo había contado todo...

-Alan... -susurro tras él, en cualquier caso- no puedes irte. No puedes dejar que te lleve. Eres el líder, si te vas con Rhazes, decapitarás al grupo... 

John pudo respirar cuando vio a Carol viva, jodida pero viva. Aun así se preocupaba por él antes que por ella misma y eso le hizo soñar un segundo con un futuro imposible pero hermoso. Como no podía ser de otra manera el cabrón de Rhazes tenía que joderlo todo.

Volver a la realidad fue un terrible golpe, aun sabiendo que la mentira sobre su belleza era solo compasión por alguien que estaba un tanto desfigurado. No importaba, nunca había sido guapo de todos modos.

John se incorporo sirviendo de escudo a Carol mientras sus compañeros se ofrecian como carnaza en una desesperada invitación que solo servia para hacerle el juego a ese pedazo de mierda.

El gilipollas se pensaba que todos eran marionetas y que podrian seguir manipulandolos eternamente.

John dio un par de pasos lentos hacia Rhazes.- ¿sabes que, pedazo de mierda? A mi esa niña me importa un huevo, Alan puede engendrar otra porque a diferencia de vosotros no tiene las pelotas de adorno. Sólo es una niña, sera una heroina de nuestra causa, otra martir como los compañeros que dejamos atras. ¿Quieres dispararla? Adelante, no voy a dejar que salgas de aqui. ¿Cuantas balas te quedan?¿A cuantos podras matar antes de que te pongamos las manos encima?.- John se rio de forma burlona.-No eres el unico psicopata del tren Rhazes, la diferencia es que tu estas sólo y vas a morir sin gloria ni honor.

-

Todos le increpaban pero el apenas escuchaba lo que quería.

Nadie entendía sus planes, excepto los suyos. Y eso no era importante ahora mismo. Lo cierto es que nadie había llegado tan lejos. Y por ello se permitió una sonrisa.

- Vamos, no soy tan tonto. No haréis nada mientras la niña esté conmigo. - Rio entre dientes.

Incluso cada bravuconada que lanzábais el respondía apretando contra al cabeza de la niña la pistola. Esto hacía que Sarah se quejase de vez en cuando por el dolor, haciéndoos parar sin querer.

Pero hubo algo que le hizo dejar de sonreir. Las palabras de Liz.

- No... Rob nunca me traicionaría.- Dijo muy seguro. Pero poco a poco su cara iba cambiando de convencimiento, sobre todo al nombrar también a Elaine.- El no.. no... ¿Elaine?.-Rio nervioso. Y después su rostro pasó a estar rabioso.- Eran novios antes del accidente que le dejó sin memoria, pero...¿Será posible que...? Maldito hijo de puta! Ella es capaz de hacerle recordad quien era!

Miró a cada uno lentamente. Apenas parpadeo cuando su mano llegó hasta el botón de cierre de emergencia. La puerta se cerró rápidamente y tras la puerta, la cara de Rhazes no estaba de buen humor.

- Papa... socorr...- Llegásteis a oir cuando la puerta se cerro en vuestras propias narices.

Un sonido metálico tras la puerta, os indico que Rhazes había atrancado la puerta de alguna manera. Posiblemente eso solo os relentizase. Pero lo justo para que el muy cabrón pudiera escapar llevándose consigo a Sarah.

Papa... socorr...

Rhazes activa la puerta automática, y con un sobresalto rabioso, corro hacia ellos, para verme bloqueada inmediatamente por la puerta de metal. Enfurecida, golpeo la chapa con los puños.

-¡Joder! -Exclamo, antes de sentir un latigazo de dolor al rojo vivo en el hombro herido. Con una mueca, doy un paso atrás, observando por la ventanilla cómo ambos, captor y secuestrada, desaparecen de la vista.

Mi respiración es agitada, y para cuando me doy cuenta de que estoy apretando los dientes con fuerza, siento la mandíbula entumecida.

-Está solo... -murmuro- se ha quedado solo y lo sabe. Su última carta es Sarah, pero se la arrebataremos.

Si lo piensas bien, incluso parece que tenemos las de ganar. Parece. Me vuelvo hacia el resto, y es entonces cuando descubro que todavía nos acompañan las bellas mujeres de Primera. Me agacho para ayudar a Megan a incorporarse con mi mano sana.

-Es la recta final... -titubeo unos instantes, mirando a las desconocidas- y vosotras ¿con quién estáis?

Aunque Rhazes reaccionó tal y como esperaba con respecto a Elaine, lo que no imaginaba era que se marchara todavía con la niña de rehén. Va a su habitación a buscarla.- Teníamos que correr porque ya no solo era la vida de Sarah, sino también de Rob y Elaine las que corrían peligro con ese desalmado suelto.

Momentáneamente paralizada miré a mi alrededor pensando qué hacer cuando escuché la pregunta de una de las mujeres. No supe qué contestar, andando únicamente dirección a Jake para abrazarle y cerrar los ojos, único lugar donde me sentía segura. Necesitaba tocarlo, besarlo y que me dijera que estaba bien.

- Creí que iba a perderte.- Le abracé más fuerte, como si creyera que era una alucinación de la que no quería despertar.- Hice lo que pude para protegeros, lo siento.

Al escuchar las palabras de aquella mujer de primera, el rostro de Rhazes pasó de la satisfacción al desconcierto, y luego a la rabia. Vaya, parecía que no lo tenía todo tanbajo control como pensaba. Aquello era tanto bueno como malo, ya que alguien desesperado era más probable a cometer imprudencias, y seguía teniendo a Sarah bajo el brazo.

Apenas consiguió dar dos pasos hacia delante antes de que se cerrara la puerta, desapareciendo ambos tras ella. Corrió hacia la misma junto a Olya y el resto, pero aunque trató de abrirla, esta estaba bloqueada de algún modo. Estaban detenidos de nuevo. Le dió una patada a la puerta y se giró hacia los demás, para ver que podían hacer. Aquellas chicas de primera parecía que se les habían unido, pero apenas estaban en mejor estado que ellos mismos. Abrió los ojos al ver como la de negro se lanzaba sobre Jake y empezaba a acariciarlo y besarlo, francamente sorprendido. Menudos pillos los mecánicos, se las llevaban todas de calle.

- No te preocupes, Alan - trató de reconfortar a su amigo - Recuperaremos a Sarah, y cumpliremos el plan - le dijo palpándose el bosillo en el que llevaba lo necesario para lo que habían hablado.

Se giró de nuevo hacia la puerta, observándola. Miró atentamente las juntas, la hoja... Y lo vió. Entre la puerta y el hueco del otro lado había un pequeño hueco, que no llegaba a cerrarse del todo. Un hueco pequeño, apenas para meter un poco los dedos. Pero quizás fuera suficiente. En aquellos momentos, agradeció el fallo generalizado que habían sufrido antes los sistemas del tren.

Metió por ahí las manos todo lo que pudo, que apenas era algo, y empujó con todas sus fuerzas. El movimiento de la puerta fue apenas perceptible, pero lo había visto, se había movido. Así que no estaban atrapados como Rhazes pensaba que los habái dejado. Siguió empujando todo lo que podía, pero él solo tardaría una vida en abrirla lo suficiente.

- John... - llamó al antiguo guardia con esfuerzo, mientras buscaba un lugar donde apoyarse para hacer más presión - Échame una mano con esto, a ver si...

John asintio.-Es su seguro de vida, no sera tan gilipollas como para hacerle daño mientras necesite un jodido escudo. Ella estara bien.-aseguro el exguardia mientras se unia al esfuerzo de abrir la puerta.

Lanzo una mirada de reojo a Carol. Verla era la medicina que calmaba todos sus dolores, que no eran pocos. Ella le daba fuerzas, al menos impedia que se desmoronara. No dejaria que le viera así.

-Tenemos que llegar hasta Elaine lo antes posible. Sí alguien tiene un plan es buen momento para soltarlo...menos si es de Roland, ese tio solo dice soplapolleces.