¿Una nave? Perfecto, tengo que llegar a Coruscant lo antes posible.
Me dirijo a seguir al Kel Dor.
Por cierto yo soy Anen Sei, pa... Caballero Jedi y este es mi compañero Dash.
¿Caballero jedi?, pero si le he visto descuartizar a un soldado sin pensarselo.
Encantado, me llamo kel Dor Quin. Que yo sepa acabo de anular un trato con un Hutt y no tengo ningun lugar previsto donde ir.
Salis del circuito de carreras sin mas problemas y conseguis mezclaros entre la gente que todavia pulula por las calles. Al cabo de unos minutos llegais hasta el hangar en el que se encuentra la nave de Kel Dor. Un toydariano se acerca volando hasta detenerse frente al dueño de la nave, posa una de sus manitas sobre su hombro y empieza a hablar con el.
Ah, hola, viejo amigo! La nave nos ha dado menos problemas de los esperados y ya puede volar, aunque aun quedan unos pequeños retoques en el interior y ajustar un par de tuercas. Mis droides ya han descargado las cajas de especia, pero si has conseguido algo en las apuestas aun podemos hacer negocios.
Llego al hangar y sonrio al escuchar la propuesta de Watto.
Mi viejo amigo, a no ser que quieras a una Jedi...no he conseguido nada que pueda ser util. Bueno, si exceptuamos un golpe con un blaster ja,ja
No creo que esté interesado en una Jedi, y de estarlo le costaría demasiado caro... Si no te importa nos persigue Sol Negro y tenemos algo de prisa.
Miro con algo de ansiedad al Kel Dor ignorando por completo al nuevo ser.
Ja,ja cuidado con tus prisas jedi, las prisas y ser impulsivo solo te pueden conducir hacia un camino y es demasiado oscuro.
Amigo Watto nos tenemos que ir lo más rápido posible.
Otros que también persigue el sol negro, tiene que tener una lista de buscados de órdago, o es que tengo muy mala suerte.
Tus palabras son sabias Kel Dor, pero el mensaje que tengo que entregar ha costado muchas vidas y si me matan a mí también no habrán servido de nada.
Miro al Kel Dor extrañada, acaba de darme una lección de vital importancia.
Entiendo tu preocupación y creeme que no estaremos seguros en este planeta mucho más.
Partiremos lo más rápido que podamos, pero sin cometer ninguna locura.
Miro a Watto
Cuando podemos partir, espero por nuestro bien que hayas puesto algo de comida tambien en la nave detrás de la mascara se entrevee un esbozo de sonrisa.
Watto empieza a reir cuando Kel Dor dice lo de la comida, luego para y le mira frunciendo el ceño.
Comida, eh? Claaaro, teneis manjares dignos de un rey, ahi dentro. Supongo que lo dices de broma, no? La unica comida que teneis es la que ya habia en la nave. En cuanto a lo de salir del planeta, como ya he dicho, la nave esta lista para despegar, pero te recomiendo que la revises bien cuando puedas, tal vez tenga algun pequeño problema.
Cuando termina de hablar mira por encima del hombro de Anen Sei y en su cara se dibuja un gesto de sorpresa.
Rendar? Dash Rendar? Que te ha pasado, viejo amigo? Estas herido, y donde esta tu nave, la Outrider?
Dash se sujeta el hombro herido mientras mira a Watto a los ojos.
Digamos que me han despedido y no me han pagado el finiquito. Como ya te ha dicho el Keldoriano, tenemos que salir de aqui cuanto antes, y si viene alguien del Sol Negro preguntando por nosotros tu no nos has visto nunca, esta claro?
Miro al hombre que me habia pasado más desapercibido.
Joder, Watto conoce a todos los fugitivos.
No se si eso es muy bueno para su esperanza de vida.
Me quedaría gustosa a tomar una taza de te mientras comentamos el quién es quién de la galaxia... pero ¿Os importaría entrar en la nave y que nos larguemos de una vez?
Me ponen de los nervios...
Vaya paciencia de esta Jedi!
Tenemos prisa Watto, hasta siempre amigo
Entro rapidamente en la nave.
El interior de la nave sigue exactamente como estaba antes de estrellarse. La bodega de carga queda a la izquierda con tres cajas menos de las que habia antes, a la derecha quedan la habitacion con litera donde la twi lek se colo y el cuarto con trastos, cruzando el pasillo llegais a la sala principal, donde estan los controles de los cañones, la mesa de Dejarik y varios asientos. Un poco mas adelante esta la cabina de mando. Dash entra hasta esta ultima y examina los controles y toca varios botones, haciendo que se enciendan los motores.
Dash se sienta en el asiento de piloto y se coloca el cinturon haciendo un esfuerzo por aguantar el dolor de las heridas. Mira a Kel Dor y se encoge de hombros.
Espero que no te importe que me haya sentado aqui, es la costumbre. Bien chicos, creo que lo mejor sera salir de esta bola de barro y luego ya discutiremos sobre quien pilota. Rumbo a Coruscant?
Entro en la nave y me pongo al lado de Dash.
No me importa, a mi no me gusta ni se me da bien conducir. Lo mio es disparar los cañones.
Bien vamonos, a Coruscant o donde sea porque aqui corremos peligro.
En ese caso será mejor que te vayas a los cañones y que Dash y yo pilotemos este cacharro, creo que el viaje será movidito.
Miro al Kel Dor.
Disculpa mi impaciencia pero acabo de perder a un ser muy querido, dudo mucho que el General me deje ir así como así.
Nadie ha dicho que nos dejaran ir asi como asi, simplemente pasaremos por encima de ellos.
Digo y me dirijo hacia el cañon cuadruple.
La nave esta a punto de despegar cuando ois un ruido que proviene de la rampa de entrada. Dash golpea los controles y se desabrocha el cinturon a toda prisa, saca su blaster y se dirige hacia el lugar de donde provenia el ruido.
Mierda! Con las prisas no me acordaba de cerrar la rampa. Parece que tenemos compañia, sera mejor prepararse para lo peor. Si los que han entrado son los soldados de Ryeek'All lo vamos a tener dificil en nuestro estado. Siento que te hayas metido en esto, keldoriano.
Perdon por el retraso, estaba esperando a otro jugador que tenia que avanzar. Bueno, eso y que ultimamente no tengo tiempo de mucho.
¡Dash! A los mandos, yo me encargo de los intrusos, despega ¡Ya!
Saco mi sable de luz y me voy a toda prisa hacia la entrada de la nave.