Partida Rol por web

Aún estoy intentando encontrar un punto débil en el mostrenco que intenta desguazarme cuando, de improviso, el enano "humano" de la caravana aparece de repente y, cargando a voces hacia mi enemigo, logra herirle con un gran tajo, aunque, como el anterior rival, el efecto en su ánimo es como el de quien se rocía de aceites aromáticos.

Jod*r, pero qué habéis tomado, grandísimos hijos de p*ta, tenéis la sensibilidad de un pedrusco...

Morrowir y Lilith

El combate ha terminado y Morrowir se deja caer recuperando el aliento mientras el elfo atiende a la elfa que boquea lamentablemente buscando aire. Su aspecto no es bueno, más pálida de lo normal y con un tinte amarillento en la tez. Su herida hiede como los atacantes y la sangre que mana es de color amarillento...

Kazurh e Itán

El enano arremete con su hacha pero la herida que causa es apenas efectiva. Sin embargo, el maloso se revuelve y alcanza al enano con un buen golpe que le hace trastabillar despidiendo sangre. Pero ese movimiento, lo aprovecha Itán para situarse tras el atacante y buscando un resquicio en su armadura, clavarle la espada profundamente. El enemigo grita de dolor y se retuerce echando mano por encima del hombro, intentando agarrar la espada; pero sus piernas se doblan y al final, cae de bruces al suelo escupiendo sangre por la boca. Queda tendido agonizante.

Un grito de la niña que estaba bajo el carro, os hace girar la cabeza. El muchacho que corría está tendido en un charco de sangre, un centenar de metros más allá. La chiquilla está arrodillada a su lado  mientras llora y le llama por su nombre.

Artros

La gente hace corro en derredor, pero es Fiala la que te ayuda a sentarte apoyado en un poste. Se agacha frente a tí.

- Tienes muy mal aspecto... - te comenta echándote un vistazo - Déjame ver esa herida...

Al retirar la ropa y ver la herida, da un grito contenido.

- Por todos los... ¿pero qué? - te mira con los ojos muy abiertos.

En ese momento entra en escena la vieja Stokaya. Ahora, no es la anciana loca que viste si no que se la ve lúcida. Con toda la premura que puede se acerca a la hija del Sheriff y mirando al gentío dice:

- Llevad a los heridos al ayuntamiento... Milo... hay que organizar un lugar para los heridos...

El sheriff asiente e intenta levantar a su hija; pero no puede con ella. Ser Vilem se ofrece y levanta a la muchacha sin problemas llevándola al ayuntamiento. El resto de la gente, empieza a ayudar a los heridos; pero no se atreven a acercarse a los atacantes muertos. Es la vieja curandera la que lo hace.

Fiala se acerca a ti.

- ¿Puedes andar? ¿Te ayudo?

Al ver acercarse a Fiala no puedo dejar de sentir fastidio- mira que hay aquí gente y tiene que venir a joderme precisamente ella.

Sin mirarla comento con asco- Sí, ya vale, no hace falta que exageres. Miro de nuevo la herida y cierro los ojos, es inútil aparentar otra cosa, sólo el olor te revuelve el estómago. Bueno puede que un poco de mala pinta si que tenga.

Al ver a la vieja tan normal, la curiosidad le puede a mi orgullo y le pregunto a Fiala señalando con la cabeza a la señora- ¿y eso?. Antes parecia cualquier cosa menos una persona lúcida.

Ante el ofrecimiento de Fiala, niego simplemente con la cabeza. Oculto como puedo la fea herida e intento incorporarme solo para ir a que la vieja vea la herida. Todo esto me huele muy mal, me espero lo peor.

- Gracias, amig... -comienzo a decir a Kazurh, una vez cae el enajenado salvaje, pero el grito de la niña atrae mi atención de repente.

¡¡¡MIERDA!!! El chico no lo ha conseguido...

Maldiciendo mi decisión anterior -quizá la chica habría aguantado algo más bajo el carro...-, y sin mediar más palabras, corro hacia la niña, y busco con los ojos al asesino del chico.

Hay algo que no cuadra, apenas estoy combatiendo bien, ¿me han hechizado?, ¿soy alergico a estos tipo de mosntruos? debe ser eso... pero no puedo parar, debo continaur, hacia el siguient eobjetivo, debo avanzar.

 El enemigo habia caido, era el momento de prestar atencion a las heridas.

 Lilith se arrodilla junto al elfo e intenta utilizar sus conocimientos en curacion para ayudar a la elfa a recuperarse.

 - Sabeis el mal que la adolece? Contadme todo lo que sepais y quiza pueda ayudar a vuestra amiga con mas eficiencia. - le dice al tiempo que le sostiene la cabeza a la elfa en plenas convulsiones de baba y bilis - Habiais visto a estos enemigos antes? Sabeis algo que nos sirva para derrotarlos?

A continuacion, le responda o no, le continua ayudando con las heridas de su amiga. Tambien le echo un ojo a Morrowir si necesita mis servicios (y para asegurarme que no se aleje y me deje atras)

Morrowir y Lilith:

Por desgracia, esta vez las manos de Lilith, no consiguen evitar la pérdida de sangre y pronto los vendajes están empapados de sangre.

El elfo, atribulado balbucea al responder a Lilith y no puede apartar sus ojos de la elfa. 

- No... lo sé... está herida... eso es todo lo que sé... veneno... seguro que es veneno.. - logra decir, para añadir luego - Nunca los había visto... parecían guerreros Chasind; pero éstos eran distintos... 

Lilith mira al elfo que sangra por varias heridas. Su piel, empieza a tornarse amarillenta como la de la elfa. De hecho, la herida de ésta última, empieza a apestar como los atacantes... La elfa gime y se contrae en un espasmo mientras su frente se perla de sudor y su piel arde de fiebre. La sangre que mana de sus heridas, también tiene una tonalidad amarilla...

Kazurh e Itán

Sólo Itán

Spoiler (marca el texto para leerlo):

No hay ningún atacante a la vista. Posiblemente el otro agresor corrió hacia el centro del pueblo tras matar al muchacho. La niña llora ante el cadáver del chico. 

- Era... era mi hermano... - gime entre lágrimas - Mataron a mis padres... nosotros corrimos y corrimos pero ellos nos seguían... - se deshace en llanto.

Artros

Te levantas a duras penas y te diriges con los demás hacia el ayuntamiento. El sherif cojea con presteza hacia el edificio organizando a los supervivientes ya los heridos. La vieja, acompañada por una niña de apenas 9 años, se acerca a los atacantes y se agacha apoyándose en su bastón. Desde la distancia, oyes chasquear sus huesos al agacharse.

- Está tocada por los espíritus - se encoje de hombros - Es así... unas veces completamente ida y otras lúcida y trasparente como el agua. Unos dicen que está locas, otros que es su sangre Chasind, otros que desciende de las brujas de las espesura y de la mismísima Flemeth... - te mira y hace una mueca - Hay quién dice que es la mismísima Flemeth o incluso su hija Morrigan... Pero yo no creo esas tonterías... sin embargo, hemos aprendido a respetar sus ideas y opiniones aunque a veces no sepamos por qué...

El sherif está organizando todo para cuando llegas al local. Han habilitado el hall para los heridos y puestas varias mesas para tenderlos. Arde un fuego en el centro y varias mujeres traen mantas. 

A trompicones te acercas a una pared y te dejas caer con la espalda apoyada. Tu frente arde de fiebre y la herida pulsa con dolor. Parece que la hemorragia ha remitido pero la herida tiene un aspecto muy feo. 

Fiala, ayuda a una mujer al otro lado mientras Ser Vilem, tiende a Wanda, la hija del sherif, cerca del fuego.

Al rato, entra la anciana ayudada por la niña y se dirige a hablar con el sherif y con Ser Vilem en un rincón apartado. Durante la conversación observas cómo el sherif queda muy abatido y mira una y otra vez a su hija. Incluso jurarías que está llorando...

Mientras escucho a la niña, me aprieto el costado herido con fuerza.

- Tranquila... niña... -digo, con voz algo ronca y vacilante. Me... -Ay... se me va la olla...- me llamo Itán. Siento no haber podido ayudar a tu hermano. Ven... Ven con nosotros, si te quedas aquí, corres peligro.

A punto estoy de dejarme caer al terminar de hablar, pero consigo sostenerme con un último esfuerzo, esperando a lo que tenga que decir la niña.

Lilith, tal vez los atacantes hubieran tomado ese veneno voluntariamente o no, y eso les hubiera causado esa rabia asesina, si es así debmos tener cuidado, cualquiera que haya sido envenenado podría entrar en una rabia similar y cogernos desprevenidos.

Con la espalda pegada a la pared, miro el brazo que me quema, me pincha, me duele hasta el alma. No lo soporto. Temblando busco mi cuchillo y lo agarro con fuerza mirando la herida. Acerco el cuchillo a éste. todo lo que quiero es sesgarme esta maldita piel podrida. Cierro los ojos y acelero la respiración para darme fuerzas para hacerlo. Vuelvo a abrir los ojos para decidir por dónde corto, el antebrazo, el codo, el hombro...

Entonces pienso en mi arco, ya no lo podría usar más. No sería un hombre, sólo un hombre a medias que no puede valerse por sí mismo, y la muerte el mejor que todo eso.

Miro mi tórax y busco con la mirada dónde está situado mi corazón.

El dolor hace que me tiemble el pulso. ¿Y si en vez del corazón acierto en el hígado? qué muerte más lenta.

Resbalo mi espalda por la pared hasta dejarme caer sentado en el suelo con el cuchillo en la mano floja sin saber qué hacer.

  Pero, si se trata de un veneno que induce a la rabia... todos los que hayan sido heridos por los atacantes... oh, no... es terrible, pronto toda la aldea se verá infectada. Y estos dos simpáticos elfos.... oh, no....

  Lilith mira con terrible aprensión a los dos elfos visiblemente infectados. Les queda ya poco tiempo, en especial a ella. Pero no puede, no tiene el estómago para dar el paso que hay que dar. Piensa en Kazhur, pero Kazhur no está. Y eso también es un problema. Finalmente, posa su mirada en Morrowir, el caballero, el capitán... el sí sabrá que hacer y tendrá el valor para hacerlo. Con una última y melancólica mirada, con las lágrimas a punto de brotar de sus ojos, aparta la vista de los elfos y se dirige a Morrowir, pone una mano en su hombro y con voz tranquila y queda le dice:

 - Tenemos que salir de la aldea... y tenemos que hacerlo ya. Voy a ir a buscar a Kazhur, si no ha sido infectado lo traeré con nosotros. Nos encontraremos aqui mísmo. - hace una pausa y baja más si cabe el tono de voz - Morrowir, haz lo que tengas que hacer con los dos elfos, pero que sea rápido... y indoloro.

 Después abandona la escena sin mirar atrás y se dirige en pos de la dirección en la que partió su protector.

Morrowir observa a Lilith alejarse. ¡Ten cuidado, aún pueden quedar atacantes rezagados!

En ese momento solo puede pensar en cuánto tiempo le quedará, su herida sigue sangrando, sin embargo ya no nota la sangre al resbalar por su piel, no sabe si eso es bueno o malo, pero le da igual, lo único que le importa ahora es vigilar a los elfos, si su teoría era cierta, pronto debrá volver a empuñar su espada.

No parece haber mas enemigos cerca, pero no quita que no haya mas en las otras partes del pueblo.¡, por lo que hecho un ultimo vistazo a la niña - no es algo nuevo, he visto muchas como tu, tu recuperarás, con el tiempo, pero lo harás. Serás alguien fuerte, estas cosas siempre le hacen a uno fuerte.

- Tenemos que limpiar el pueblo, continuemos la caza.

Digo antes de empezar a buscar a mi proximo objetivo por el pueblo.

Itán y Kazurh

La niña sigue sollozando ante el cadáver de su hermano. Y ante las palabras de ambos, asiente con lágrimas pero cuando el enano quiere irse a buscar más "malos", la niña se pega a él. 

- No quiero quedarme sola... ¿puedo ir con vosotros?

Así que, os ponéis en camino al centro del pueblo sin ver más atacantes y con Itán trastabillando tras el enano. Al llegar al centro del pueblo, véis una escena de desolación. Hay atacantes caídos por doquier (casi una decena) y varios cadáveres de ciudadanos (al menos véis una docena). Varios de los habitantes, deambulan de aquí para allá cogiendo los cadáveres. Hay tres soldados vigilando, que al veros, se dirigen hacia vosotros.

- ¡¡¡ALTO!!! - os ordenan mientras os examinan detenidamente - Por orden de Ser Vilem, todos los ciudadanos deben acudir al ayuntamiento. Los heridos, tienen que atenderse personalmente por la anciana...

Se fijan más en Itán y el que está al mando le señala con la mano.

- ¡¡¡TÚ!!! ¡¡Tienes que acompañarnos inmediatamente!! - Los soldados se adelantan hacia el elfo. La niña se esconde tras Kazurh.

Artros

Dejando de lado el suicidio, observas en derredor. 

Un hombre, entra tambaleándose en el ayuntamiento. Está demacrado y su cara tiene el mismo aspecto enfermizo que la tuya. Luce una fea herida amarillenta como la tuya y trastabilla al andar. 

Una mujer corre hacia él. 

- ¡¡¡Oh, Andy, lo has logrado!!! ¡¡¡Estás vivo!!  Pensé que esos atacantes te habían matado en la granja!! -hay una sonrisa en su cara al correr hacia el hombre que se torna en horror cuando el hombre el echa las manos al cuello e intenta estrangularla. Puedes ver la misma mirada y espumarajos que en los atacantes. Varios hombres corren hacia él y logran inmovilizarle antes deque ahogue a la mujer.

- ¡¡Andy, andy!! ¿Qué te pasa? ¡¡Soy yo... mírame, Andy!! - logra decir  la mujer; pero el hombre se agita, grita y convulsiona entre los brazos de los aprehensores que le inmovilizan contra el suelo. 

- Atadle... - ordena Sir Vilem tajántemente mientras sigue inspeccionando a los heridos...

Lilith

Marchas en busca de Kazurh y le ves a lo lejos junto a Itán y una niña pequeña pero se pierden tras una esquina. Pasas frente al cadáver de un atacante y el de un chaval de unos diez años y sigues tras Kazurh hasta llegar al centro del pueblo... (lee la parte de Kazurh e Itán)

Morrowir

Te quedas junto a los elfos. Les ves ponerse malos por momentos y tornarse cada vez más amarillentos. Sus ojos adquieren también una tonalidad amarilla.

El elfo, logra balbucear.

- Tenemos... tenemos que ver a la sanadora... El veneno nos está matando... - e intenta levantarse para ayudar a la elfa.

La vista se me nubla por momentos, mientras avanzo como puedo tras Kazurh. La ñina, pegada al fornido y trastornado enano, nos sigue finalmente. Lo que vemos, aparentemente, no es muy alentador, aunque las señales apuntan a que la lucha ha concluido.

¿Ya? ¿Eso es todo?

Aún aferrando las armas, avanzo hasta el centro del pueblo hasta que unos guardias me interpelan de una forma que no me gusta, aunque han hablado de que los heridos deben ser curados por la anciana del pueblo, y eso no parece del todo malo.

Sí, creo que había una vieja loca por ahí... Pero con peores excusas han cazado a mejores ladrones...

Los tres soldados se acercan hacia mí, y yo extiendo uno de mis brazos armados y apunto con él al que me habló en tono imperativo.

- Con mucho gusto iré con vosotros... Si me lo pedís con la educación debida.

Como me pongan un dedo encima...

El combate parece haber casi acabado, ya solo quedan los cadaveres, de ambos bandos...

Muerte, donde pasa la Ruina, solo queda eso, muerte y desolación.

Los soldados nos informan de la situación y se fijan mas concretamente en el elfo, y es cuando lo veo, la herida. Conozco esas heridas, la infección ha pasado a la sangre, ya no se puede hacer nada por él... Yo mismo he tenido que acabar con el sufrimiento de amigos, lo siento elfo.

- Será mejor que vayas con ellos, de todas formas no tienes nada que perder. Mas vale morir como un hombre que como un monstruo. - Le digo al elfo de forma tranquilizadora - si quieres puedo acompañarte - se que es mas facil pasar estos momentos por alguien medio conocido, aunque solo hayas luchadoa  su lado, es mejor que estar solo con desconocidos que no les importas nada.