Partida Rol por web

Sombras de Brecillia

Escena 5: La vuelta

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07/10/2014, 14:50
Artros

-¡Tenemos la cura Sir Vilen!- grita Artros mientras lo señala para dejarlo aún más en evidencia -¡tenemos la forma de curar a esta gente, pasamos la adversidad de los elementos, bañamos nuestras armas en sangre de salvajes y superamos tus trucos y trampas, ya se acabó ¿qué mas te falta para verlo?!-

Artros toma aire, saca el arco y señala a Sir Valen con el -¡Aunque nos mates aquí, todos lo sabrán, incluidos tus hombres, incluido el alcalde, incluido el Arl, sabrán que quemaste a medio pueblo por tu necedad y egoísmo, así que déjalo de lado y escucha a Itan, después de todo ¿qué tienes que perder?!- *aparte de quedar como el idiota más grande de Felderen* piensa mientras busca con los ojos posibles arqueros, para así tenerlos en la mira si hubiese que pelear.

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07/10/2014, 17:50
Itán
- Tiradas (1)

Motivo: Comunicación

Tirada: 3d6

Resultado: 1, 1, 1

Notas de juego

Tiro comunicación. No me había dado cuenta de que tengo +2, había visto sólo el 9... Igual hasta vale para algo :P

Glups. Tres unos. No sé si es pifia absoluta o súper triple dado dragón xDD. En todo caso, 1+1+1 de tirada +2 de bonificación = ... 5.

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08/10/2014, 10:14
Director

Notas de juego

Con esas tiradas termináis en la hoguera vosotros... XDXDXDXD

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08/10/2014, 10:15
Director

A pesar de vuestras palabras, la gente no parece muy dispuesta a ayudaros. Pero Ser Vilem, ante los insultos vertidos a su persona desenfunda el arma con un tirón.

- ¡Malditos Bellacos, cómo os atrevéis a tildarme de traidor! - dice con la voz cargada de odio - ¡He dicho que los arrestéis! 

Los soldados dudan y empiezan a moverse pero una voz les detiene.

- ¡ALTO!

Ser Gelda, desciende las escaleras despacio y mirando a unos y otros. Dos hombres, salidos de la nada la escoltan. No visten como soldados sino como veteranos mercenarios. Tienen aspecto duro y su mirada es más dura aún. El ojo de la mujer salta de unos a otros y su cara tiene un rictus contenido.

- ¡Ser Vilem, guarde el arma! - ordena sin alzar la voz pero con autoridad evidente. Ser Vilem mira sus hombres y luego a ser Gelda y de mala gana enfunda el arma.

- ¡Exijo una satisfacción!  -grita apuntando al grupo con el dedo.

- ¡Ser Vilem, silencio! - ordena de nuevo Ser Gelda.

La mujer permanece en silencio mirando al grupo y luego se gira a uno de sus hombres. 

- ¡Traed a la apóstata! - dice en voz baja pero con decisión.

La plaza permanece en silencio mientras uno de los guardaespaldas y un soldado van a por la anciana. Ser Gelda permanece con los brazos cruzados en el mismo sitio mientras Ser Vilem, murmurando por lo bajo y lanzando miradas de odio hacia el grupo se mueve de un lado a otro.

Al cabo de unos minutos, los dos soldados vuelven a la plaza con la anciana cojeando tras ello. La mujer alza la cabeza y parece reconoceros y hasta sonreir pero rápidamente vuelve a esconderse tras su máscara. La escolta la llevan ante Ser Gelda.

- Anciana... ¿es cierto lo de la cura? - pregunta la mujer con la mirada de su único ojo fija en la anciana.

- Si - responde quedamente la anciana.

Ser Gelda se vuelve hacia vosotros.

- Tenéis el... esto... el ... - os interroga buscando la palabra.

- Musgo - murmura la anciana

- ¿Cómo? - replica Ser Gelda mirándola.

- Musgo. Musgo - añade la anciana.

Ser Galem se vuelve hacia vosotros.

- ¿Tenéis el musgo? - os pregunta directamente.

Ser Vilem salta como un resorte.

- Es una trampa... es todo mentira...

- Cállese, ser Vilem... - le corta la mujer.

- ¿Y bien? - os vuelve a preguntar.

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08/10/2014, 12:11
Lilith

- Aquí tenéis el musgo mi señora - entrego a Ser Gelda con una reverencia.

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08/10/2014, 23:48
Itán

Tras el desarrollo de los acontecimientos y la entrega del musgo por parte de Lilith, observo a Artros pensativo, seguramente dudando si entregar o no el musgo que tiene metido entre la ropa. Con un gesto sutil, intento decirle que no lo haga. Tras lo cual, tan sólo observo las reacciones de los presentes, sin hacer caso a las provocaciones de ser Vilem ni desenfundar mis armas, pero preparado y dispuesto a hacerlo en cuanto sea necesario.

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09/10/2014, 05:51
Morrowir

Al tiempo que Villem desenfunda su espada hago lo propio y me paro efrente de Lilith dispuesto a protegerla haciendole pagar caro a cualquiera que intentara tocarle un pelo. Sin embargo la intervencion de Ser Gelda hecha un balde de agua fria a la situacion y aunque desconfiado y sin bajar la guardia, envaino la espada y le dejo paso cuando Lilith se dispone a entregar el Musgo.
-Queremos que liberen a la anciana, no solo este poblado depende de ella, sino tambien de la gente de la espesura que esta sufriendo la plaga. Ellos son los que han atacado, pero no por su propia voluntad sino a causa de esta maldicion. Si la anciana hace suficiente cura se podra evitar futuros ataques de los salvajes.

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09/10/2014, 06:38
Artros

Mientras escuchaba a Lilith y Morrowir, Artros deja el arco colgando de la mano, agarrándolo de un extremo, una forma de mostrar pasividad pero también de estar lo antes preparado para disparar si había que hacerlo (solo debía hacer que el arco saltase un poco y tomarlo por el medio).
A la par, acercaba la otra mano a la bolsa donde estaba parte del musgo tratando de no ser notado, pero Itán logra advertir mi itención y, con las sutiles indicaciones de mi compañero, alejo mi mano mientras asiento levemente, mirándolo a los ojos para que supiese que lo había captado.
*Es lógico* pensó Artros *si esto no funcionaba podría alejarme y esconder la bolsa, parecería un cobarde que huye de la batalla, pero de haberla necesitaríamos el resto del musgo intacto y escondido*

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09/10/2014, 09:58
Director

La anciana Stoyanka coge el musgo de manos de Lilith y lo observa con ojo crítico y bastante miope pues tiene que acercárselo mucho a la cara. 

- Sí, es el musgo que necesito - comenta a Ser Gelda con una sonrisa. 

Ser Gelda asiente y se aleja de la anciana para quedarse entre el grupo y Ser Vilem. La anciana mantiene el saquillo de musgo en la mano. Antes de que Lilith pueda alejarse la anciana la agarra fuertemente de la mano y la mira con los ojos perdidos en el infinito.

- Maga del Gremio... las sombras se ciernen sobre Ferelden...  Cailan fue sólo la primera piedra... Todo es un círculo y el Mal el círculo rompe... Busca el pilar... Busca a Wynne... No dejes que se rompa el círculo... - la murmura casi ininteligiblemente antes de soltarla de golpe y volver a mirarla con su vista miope y su sonrisa.

Ser Gelda mira a unos y otros y luego a la gente. 

- Este es mi arbitrio. Y por el poder que me ha conferido el Arl mi arbitrio es Ley. - dice en voz alta y contundente. - La anciana preparará la cura...

- Es una maldita trampa... - la interrumpe Ser Vilem alzando la voz y medio desenfundando el arma. La escolta de Ser Gelda, echa mano al arma y se interponen rápidamente entre Ser Vilem y Ser Gelda.

- Ser Vilem... - ordena la mujer - guarde el arma.

Le mira fijamente con un aviso en la mirada de su único ojo hasta que el soldado rezongando, guarda el arma.

Ser Gelda continúa. 

- El elfo - señala a Itán - probará la cura. Si da resultado, se aplicará a los afectados. Si es necesario, se irá a por más musgo. Si la cura no tiene éxito, los afectados, incluido el elfo, serán ajusticiados. Morirán en la hoguera para evitar la plaga. Este es mi arbitrio y mi decisión. Esta es la Ley. Larga vida al Arl. - hace una leve reverencia - Coged al elfo.

Uno de los guardaespaldas se dirige hacia Itán.

- Entrégueme las armas y venga conmigo... - le dice mientras pone la mano para que le entregue las armas pero mantien su mano derecha en el pomo de la espada larga de su cinto.

 

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09/10/2014, 10:15
Director

Notas de juego

Si recuerdas de Origins, Wynne estaba en el campamento de Cailan. Es una maga superior. Sólo la conoces de haberla visto alguna vez.

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09/10/2014, 14:34
Lilith

El asunto se estaba poniendo tenso. Sir Vilem se esforzaba por impedir que la representante del Arl accediera. Mi mirada fulmina al mal nacido. Busca a Wynne... No dejes que se rompa el círculo.... ¡Wynne! Mi mente escudriña el pasado reciente y trato de recordar. Las palabras de la anciana me turba y se clavan en mi cerebro.

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09/10/2014, 17:07
Itán

No pudiendo creer la suerte que tengo, intento no obstante poner cara de fastidio cuando entrego mis armas (dejando olvidada la daga de la bota... -sabía de buena mano que morir degollado era mucho más rápido e indoloro que arder vivo-), no sea que, si alguien percibe por mi gesto que me salgo con la mía, me impongan un castigo aún más severo. La sensación de náusea desde hacía unas horas era casi constante, y no dejaba de sentir un calor creciente en todas las zonas de mi cuerpo que me hacía acongojarme por momentos ante el inminente y aciago destino que me esperaba. Pero ahora, podría conseguir la cura antes que nadie. Tenía una oportunidad.

Dispuesto a seguir cuanto antes a los soldados para que me lleven custodiado junto a Stoyanka, empiezo a darle vueltas a las palabras de la anciana, al menos a lo que he podido captar, pero todo me parece un sinsentido, asuntos de magos y del velo, nada que pueda entender o adivinar.

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15/10/2014, 00:08
Morrowir

La situacion habia tenido mejor desenlace del esperado, de ninguna manera desconfiaba en que lo dicho por la anciana fuera falso, por tanto nada habia que temer. Sin embargo no podia evitar cierto nerviosismo que trate de disimular, reposando mi cansado cuerpo en las escalinatas que daban sitio al cadalso donde los acusados aun se mantenian cautivos.
-Bueno, al fin a terminado este maldito viaje. Como recompenza exigire una buena cama seca y un maldito plato de comida caliente decente.
Le dije al enano intentando que todo aquello sonara relajado y confiado cuando en realidad aun seguia en guardia y listo para desenvainar la espada si hacia falta.

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16/10/2014, 11:59
Director

Itan no se resiste y entrega a los guardias sus armas. No le registran más. Lo apartan del grupo y lo llevan junto a la mujer pero no muy cerca. En todo momento los guardias se mantienen apartados del elfo pero a su lado. 

- Bien... - dice Ser Gelda - un asunto resuelto... sigamos.

Se gira hacia el prisionero del grupo.

- - señala alzando el dedo - acércate. ¡Quitadle las ataduras!

El prisionero se acerca y uno de los guardaespaldas le quita las ataduras mientras que el otro vigila a Itan. Una vez libre el prisionero se frota las muñecas y mira a la mujer.

Ser Gelda le mira fijamente con su único ojo.

- Estás ante el tribunal de Arl. La mentira será justamente castigada. - le avisa ésta levantado el dedo hacia el cielo - Habla y se te escuchará. 

El soldado duda, mira a Ser Vilem, al grupo y luego a Ser Gelda.

- Ejem... Yo... no sé qué es esa historia... nadie me envió a por nadie... simplemente caminaba hacia el Vado de la Bruja, cuando se me echaron encima... Ser Vilem es inocente... - relata rápidamente.

Ser Vilem sonríe con orgullo y asiente al soldado.

 

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16/10/2014, 12:07
Kazurh

El enano salta como un resorte.

- ¡MIENTE! Ese saco de estiércol nos disparó sus asquerosas flechas por orden del maldito Ser Vilem! 

 

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17/10/2014, 12:59
Lilith

- Maldito bastardo, eres un vil cobarde además de mentirosos, prefería morir antes de ser el perrito faldero al servicio de ese canalla traidor
No oculto mi odio por Sir Vilem. Mi mirada se mantiene desafiante clavándola como dos espadas en el perro traidor.

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20/10/2014, 23:14
Itán

Sin sorprenderme demasiado, observo la situación.

- Si se permite hablar a un prisionero... Si lo que nos dijo este hombre tras intentar abatirnos a flechazos es cierto, convendría mantener preso a ser Vilem, al menos hasta que se compruebe el éxito de la cura y se distribuya a los afectados.

Tras una pausa, miro a Ser Gelda.

- Quizá mintamos nosotros, o quizá mienta él, pero si lo que nos confesó es cierto, que ser Vilem estaba dispuesto a matar o a dejar morir a medio pueblo con tal de ser él el salvador de la villa, o de evitar que lo sean otros, sería un gran error dejarle hacer a sus anchas y sin vigilancia. De nuevo, no perdemos nada... Es cierto que estaríamos dudando de su honor, pero en estas circunstancias en que la amenaza de muerte crece por doquier y atenaza la existencia, quizá convenga dejar de lado las convenciones en pro de la supervivencia...

- Tiradas (1)

Motivo: Comunicación

Tirada: 3d6

Resultado: 4, 5, 1

Notas de juego

Tiro comunicación por si acaso hace falta...

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21/10/2014, 14:15
Morrowir

Las palabras del bastardo me hacen hervir la sangre, mis musculos se tensan apretando el pomo de la espada, de no ser por la presencia de Ser Gelda ya tendria mi acero en su garganta obligandole a escupir la verdad antes de cortarle la lengua. Dejo que mis compañeros expresen lo que yo por la furia no podria hacer sin acabar violentamente, esa serpiente deberia haberse quedado atada en aquel paramo para que los Chasind lo torturaran hasta el hartazgo. 

Cuando ya no aguanto más la furia que desata la mentira, rompo mi silencio diciendo.

- Ser Gelda, he luchado en Ostagar al lado de Cailan, di mi vida por el reino contra esas criaturas del demonio y lo volveria a hacer llegado el caso. Cuando he tenido que matar a un hombre jamas ha sido a traicion ni por otra cosa que no fuera la propia supervivencia. Fui yo quien les pedi a mis compañeros traer a este sinverguenza hasta aqui, para que en ultima instancia se redimiera de sus acciones, pero llegado el caso, no hace más que demostrar ser un perro fiel de la mano que le envio a matar a los portadores de la cura de la plaga amarilla. 
Su mentira es una daga a mi honor por lo que si se me permite, luego de que se compruebe la efectividad de la cura en Itan, desafio a duelo a esa sucia rata. Si sobrevive al duelo sera porque el hacedor ha decidido que sus palabras son verdad, sin embargo si es mi espada la que se alza con la victoria exijo que se retracte de sus mentiras o muera.

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22/10/2014, 09:02
Director

Ser Gelda, mira  unos y otros sopesando la situación.

- Traedle... - ordena secamente señalando al prisionero.

Uno de los guardaespaldas lo agarra y lo lleva junto a Itán detrás de la mujer, entre los dos vigilantes. Luego vuelve a mirar a ambos bandos antes de hablar.

- Por el poder que me ha concedido el Arl, hago justicia. - se gira lentamente mientras habla para que todo el mundo le oiga - En vista de las pruebas aportadas por unos y otros - señala a uno y otro bando y luego señala al cielo - se dejará el arbitrio de esta situación en manos de la Sagrada Andraste y baja la cabeza.

Pone un momento la rodilla en tierra antes de continuar.

 Este es mi arbitrio. Y por el poder que me ha conferido el Arl mi arbitrio es Ley. - continúa mientras gira de nuevo - Ser Vilem, se enfrentará al caballero... - uno de los guardaespaldas se acerca a ella y le murmura al oído - Morrowir en combate singular, a muerte. Será la divina Andraste la que haga justicia. La palabra de Ser Vilem, contra la del caballero Morrowir. Después de preparar la supuesta cura, dará comienzo el singular combate.

Espera un momento y concluye.

- Este es mi arbitrio y mi decisión. Esta es la Ley. Larga vida al Arl. - hace una leve reverencia.

Se gira hacia Ser Vilem.

- Ser Vilem, espere en el ayuntamiento.

Se vuelve hacia Morrowir.

- Caballero Morrowir, espere aquí en la plaza.

Finalmente se gira hacia el prisionero e Itán.

Por el poder que me ha concedido el Arl, hago justicia. - Alza la mano derecha al cielo - Si Ser Vilem es bendecido por Andraste, el prisionero será liberado. Si Andraste bendice al caballero a Morrowir, el prisionero será ajusticiado por decapitación por mentir a este tribunal.

La faz del prisionero se vuelve blanca antes de recuperar el color.

- Este es mi arbitrio. Y por el poder que me ha conferido el Arl mi arbitrio es Ley. - hace una leve reverencia - Llevadle dentro.

Uno de los guardaespaldas, se lleva al prisionero al interior del ayuntamiento y el otro se queda junto a Itán y Ser Gelda.

La mujer señala a dos guardias. 

- Vosotros dos. Vigilad al elfo... - espera a que se pongan junto a Itán y luego se gira levemente al otro guardaespaldas.

- Acompaña a la apóstata a su cabaña. Que prepare la cura.

Finalmente, se vuelve hacia el ayuntamiento y empieza a caminar hasta las escaleras donde se sienta muy tiesa con el guardaespaldas un par de escalones por debajo.

Parece que es momento de esperar.

 

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22/10/2014, 14:45
Lilith

Mi rostro enrojecido de rabia se trunca en una mueca de angustia. Lívida de espanto contemplo al guerrero. Esperaba no tener que lamentar.
- Has sido muy valiente y espero que tu honor se restaure con la sangre del verdadero culpable - agarro el brazo a Morrowir.
Una mirada de admiración se clava en los ojos del valiente guerrero.
- Espero que tu bravía sea bendecido con la victoria, buena suerte.
Me aparto para ser mera espectadora de los hechos y el combate de honor que se iba a celebrar. Mis oraciones mueren en un murmullo mientras espero ansiosa por la resolución.

Notas de juego

¿Dispongo de mi vara? Lo digo porque me cambié de ropa.