Si, la cogiste cuando volviste con el grupo además de volver a tu ropa de maga.
De nuevo, intento influir en la audiencia a nuestro favor y en contra de nuestro enemigo, pero sin éxito. Finalmente, Morrowir decide forzar la situación y retar a Ser Vilem a duelo. La situación no me convence y miro al suelo girando la cabeza de un lado a otro, algo desanimado.
Este Ser Vilem ya ha demostrado ser taimado, no dudará en trucar el duelo a su favor... Yo mismo lo intentaría, de estar en su pellejo, y más teniendo soldados y mercenarios a su favor.
Decidido a observar sin perder un detalle, ya que no puedo intervenir sin alertar a mis dos vigilantes, me dedico a clavar la mirada en Ser Vilem para anotar mentalmente todas sus miradas, palabras, movimientos y sutilezas, ya consistan en murmullos a sus lacayos para apostar un arquero letal u otra emboscada, preparación de armas ocultas o venenos, o cualquier fechoría propia de alguien acostumbrado a salirse con la suya sin importar el precio.
Te pillaré, malnacido. No me creo que aceptes disputar un duelo limpio...
Tirada oculta
Motivo: Vigilar a Ser Vilem
Tirada: 3d6
Resultado: 6, 1, 5
Tiro percepción oculta
Ante las palabras de la maga simplemente negue con la cabeza, no podria explicarle que enrealidad lo hacia porque tanto me valia la vida como la muerte. La habia buscado en prision, en Ostagar y tambien cientos de veces en la espesura. Sin embargo ahora quizas podria redimir mi vida en este acto.
- Elenor, esto es por ti tambien.- murmuro por lo bajo mirando el suelo hendido por la punta de mi espada desenfundada.
Si aun tengo el unguento curativo de la anciana, me repaso las ultimas heridas, para que el dolor se adormezca y no me vuelva torpe en el momento en que necesite todo de mis musculos en un mandoble o una parada.
De todas formas luego de comprobar mi armadura y reacomodarla, asi como darle una repasada a mi espada y escudo le grito a Ser Gelda.
- Ya estoy listo para empezar cuando dispongas.
Mientras permaneces allí de pié observas a Ser Vilem, pero le pierdes de vista cuando entra en el ayuntamiento.
Mantienes tu vigilancia y observas un leve movimiento en una ventana superior; se abre un poco y percibes un brillo en el interior. No podrías jurarlo pero crees que hay alguien allí arriba.
Ser Gelda mira a Morrowir y asiente con la cabeza pero sigue esperando. Pasi casi una hora antes de que el soldado y el guardaespaldas vuelvan con la anciana. La mujer trae un pequeño caldero y renquea al caminar tanto por su edad como por el peso de la pequeña marmita; pero los soldados no parecen dispuestos a ayudarla.
Ser Gelda, se levanta y se encamina hacia la mujer.
- ¿Está listo el suero?
La anciana asiente.
- Traed al elfo - ordena Ser Gelda.
En ese momento, Ser Vilem aparece en la puerta del ayuntamiento con los brazos cruzados y cara de suficiencia. Una media sonrisa le cruza el rostro.
La anciana espera pacientemente a que los guardias acerquen a Itán.
La mujer le mira con una sonrisa enigmática.
- Itán, de los elfos. La Rabia está en tu interior la noto latir. - sus ojos se van volviendo blancos poco a poco - El Ruiseñor tiene la daga que puede romper la cadena... - dice en voz queda - Y la asesina tiene la Redención que buscas... Ve a la ciudad de los esclavos... busca el cadalso, busca al ruiseñor, busca a la asesina.
Sus ojos vuelven a su color original y vuelve a sonreír. Saca una pequeña cuchara de entre sus ropas. Mete el cacillo en el puchero y lo saca lleno de un líquido espeso y maloliente que brilla con matices metálicos.
Pone la cuchara frente al elfo.
- Bebe - ordena ser Gelda.
Observas a Ser Vilem y él a tí. Estás casi convencido que no va a jugar limpio.
Estaba claro que Ser Vilem se traia algo entre manos. Le veo su cara de suficiencia y no puedo evitar desconfiar abaokutamente de todo incluso Ser Gelda. Que pasa si envenenaron la pocion de la anciana??
Que significaron esas palabras cripticas. Estaba intentando advertirnos de algo la anciana?
Miro en todas direcciones buscando algo que no estuviera bien. Algun arquero apuntando o algun soldado demasiado nervioso...
Motivo: perspcion
Tirada: 3d6
Resultado: 6, 1, 1
Nervioso, fatigado por la espera sin encontrar indicios, finalmente percibo algo. Pero mientras pienso cómo actuar para obtener el mayor provecho, los acontecimientos se precipitan con la llegada de la anciana.
Mi mente gira febril de una posibilidad a otra, pero es cuando escucho las palabras que me dirige cuando me quedo definitivamente en blanco, como si se tratase de un indicio soterrado de la súbita palidez que muestra mi rostro a medida que asimilo lo que acabo de escuchar. Tras unos segundos, asiento.
No puede ser... ¿Quién es esta mujer? ¿Puede ver dentro de mí? Y aún así, me sonríe... No puede ser...
Sin ningún pensamiento consciente previo, tomo la decisión en base a la intuición profunda de que debo confiar en esta mujer, más que por que sea mi última esperanza. A la vez, aprovecho la ocasión que se presenta para intentar iniciar un trabajo en equipo que nos permita dar un vuelco a la situación de desventaja en la que nos encontramos, rodeados por soldados y mercenarios de ser Vilem.
- Antes, querría despedirme de mi buen amigo Artros, con la venia de ser Gelda -termino mi petición con una reverencia a la aludida, y me dispongo a abrazar a Artros para después plantarle dos besos en la mejilla, cerca de la oreja...
Tras lo cual, engullo la cuchara de un trago.
Durante el primer beso susurro rápida y levemente, tratando de disimular entre el pelo largo de mi compañero el rápido murmullo de mis labios.
- Ventana ayuntamiento...
Y durante el segundo...
- Arquero de Vilem...
Los mensajes enviados sólo a un jugador los ves también, ¿no? Si no es así, dime y te lo envío :P
Sí, soy el Sumo Hacedor... Lo veo TODO... muahahahahahahahaha
No puedo evitar estar tensa. Temo por la vida de mis compañeros. Saco con disimulo la vara y miro a mi alrededor, si había una amenaza quería reaccionar rápidamente. Espera ansiosa que todo fuera bien. Observo fíjamente los ojos de Sir Vilem, ¿Qué se traerá entre manos?.
Confundido, recibo el saludo de Itán, no nos habíamos tratado así en todo el viaje, y no era el mejor momento para empezar. Luego de sus besos en mi rostro, le puse la mano en el hombro como a un hermano. -No te preocupes- le respondí mientras le asentía con la cabeza -Estoy seguro de que Andraste enfoca sus ojos en tu suerte-.
Mientras Itán se acercaba a su encuentro, me acerco a Lilith, entre su cambio de vestimenta y el estar rodeados de guardias podría ser presa fácil, y quería asegurarme de que tuviese alguna protección.
Al estqar lo suficientemente cerca, casi con mi hombro pegado al suyo, susurro por lo bajo a Lilith -arquero, ayuntamiento-.
Tratando de disimular me alejo del lugar de la forma más discreta buscando una buena posición. Con mi vara en la mano trato de localizar visualmente al arquero que Artros me ha mencionado. Busco un lugar fuera de ojos indiscretos para hurgar en el velo.
Tirada oculta
Motivo: Percepción
Tirada: 3d6
Resultado: 1(+2)=3, 3(+2)=5, 3(+2)=5
Brazo Invernal sobre el arquero si le veo en actitud ofensiva. Mi pj piensa que disparará a Morrorir, procuro que no se note mucho. Pero antes de nada tiro Percepción.
Envuelves a un objetivo visible situado a una distancia máxima de 20 metros en una nube de hielo y escarcha que dura tantos asaltos como tu atributo de Magia. El hechizo inflige 1d6 puntos de daño penetrante en el mismo asalto en que lo lanzas. Después, mientras dure su efecto, el objetivo deberá hacer una tirada de Constitución (Vigor) contra tu Potencia mágica al comienzo de cada uno de sus turnos. En el momento en que consiga la primera, el efecto del hechizo expira; pero cada vez que falle sufrirá otros 1d6 puntos de daño penetrante y una penalización acumulativa de –2 a su Velocidad. Si el objetivo muere a causa de este hechizo, queda convertido en una estatua congelada.
Itán engulle el líquido con un poco de aprehensión. Tras unos minutos empieza a sudar y sus pupilas se dilatan. Al poco se encoge agarrándose el estómago y cae al suelo babeando un líquido amarillento. Todos se separan de golpe incluida Ser Gelda. Sólo queda la anciana junto al elfo al que mira con lástima.
Itán se revuelca y grita por el suelo ante la atónita mirada de los demás. Finalmente, tras casi diez minutos, queda tendido bocarriba respirando agitadamente. La anciana se agacha y pone sus dedos en el cuello de Itán. Luego le levanta los párpados y le examina. Parece asentir con la cabeza y se incorpora con dificultad. Itán parece sin sentido.
- ¿Y bien? - inquiere Ser Gelda de manera fría y profesional.
La anciana sonríe y asiente.
- El elfo está libre de la Rabia...
Ser Gelda parece dudar mirando a Itán y a la anciana.
- Está bien. Dádselo a los prisioneros. Esperaremos a mañana antes de tomar una decisión definitiva. - concluye la mujer tuerta.
El sheriff Milo echa correr cojeando y se acerca a Ser Gelda.
- Por favor, Ser Gelda... dádselo a mi hija primero...
La mujer asiente y un par de guardias acompañan a la anciana dentro del ayuntamiento ayudada por el Sheriff.
Itán hace un gruñido y vuelve a la consciencia pero queda tendido demasiado débil para levantarse.
Ser Gelda, avanza hasta el centro de la plaza a grandes pasos y mira a Morrowir y luego a Ser Vilem.
- Es la hora.
El soldado avanza hacia el centro de la plaza con gesto de autosuficiencia y blandiendo su espada a uno y otro lado. Hay una extraña sonrisa en su cara.
Miras hacia la ventana del ayuntamiento. Arriba en el segundo piso, una ventana está entreabierta. Aunque no ves claramente a nadie intuyes su presencia.
Miras hacia la ventana del ayuntamiento. Arriba en el segundo piso, una ventana está entreabierta. Aunque no ves claramente a nadie intuyes su presencia por las sombras. De momento no aparece la punta de la letal flecha.
Puedes esperar a que el presunto arquero haga algo sospechoso. De momento no es más que alguien en el segundo piso.
El combate es a muerte. Espero que no le hayas cogido mucho cariño al personaje.
Mientras observo la segunda ventana del ayuntamiento, mi mente va hurgando en el velo, preparándose si la necesidad lo requiriese.
Ok me mantengo atenta