Partida Rol por web

Tras descansar y revisar una vez mas las diferentes salas, solo descubrimos un saquillo con monedas en la lavandería.  - Esperaba sacar mas. Me encojo de hombros - Pero al menos no he tenido que matar nada para conseguirlo. Ahora ya podíamos buscar a nuestros compañeros e ir a la salida, pero Failin y Edirél nos sorprenden habiendo dejado la estancia donde descansaban, para volver a la mina por donde entramos o al menos eso dice la nota que nos han dejado.  - Con tal de que no nos hayan dejado abandonados, me doy con un canto en los dientes. Cuando pasamos por Rorsa su nerviosismo y el de su manada se nota en el ambiente, ante otro tipo de animales esto terminaría en una confrontación .... aun así, mi mano se posa imperceptiblemente sobre el pomo de la espada .... aunque viendo lo bien que Khala se lleva con uno de estos seres, esto solo parecían temores míos. - Rorsa el exterior esta casi tan muerto como esto, nosotros viajaremos fuera de estas tierras brumosas, donde podréis encontrar llanuras y caza en abundancia. Lo digo por si queréis acompañarnos.  

Aún cansado, encontramos a Rorsa y su manada en el mismo lugar donde los dejamos hacía ya.... para mí hacía una eternidad. Rorsa y los suyos parecían tener tantas ganas como nosotros de salir de allí.

El problerma ahora sería saber si Failin y Edirel estarían esperándonos fuera, o nos habrían abandonado y habrían vuelto al pueblo. La verdad es que yo mismo no hubiera confiado demasiado en que fuéramos a salir con vida de allí, pero era algo que comprobaríamos cuando saliéramos.

Raith por su parte encontró un pequeño botín que cubriría el agotamiento y los peligros que habíamos pasado dentro del complejo.

Asi que el cobarde de Failin ha decidido alejarse, como no este la carreta vamos mal en un erial como este.

- Bien Rorsa como ves hemos cumplido, ahora nos largamos de aquí y todos seremos libres, creo que nos conviene ir juntos, fuera hay muchas cosas peligrosas y juntos somos más fuertes, en cuanto lleguemos a una zona mejor puedes buscar un nuevo hogar para la manada, que te parece?

Conseguir la ayuda de un elemento como Rorsa les haría mucho mas fuertes para el camino.

A khala se la veía muy cómoda en presencia de la manada de lobos. Además, si éramos realistas, la amistad con esas criaturas nos podría llegar a ser de gran ayuda. Quizás no para que nos acompañaran en nuestros viajes, pero si alguna vez necesitáramos su ayuda, tendríamos a unos poderosos aliados de nuestro lado.

Rorsa encabeza la marcha hacia la esfera con paso orgulloso con todos sus hijos e hijas correteando nerviosos entre sus patas. Os gruñen y ladran mientras se lanzan dentelladas entre ellos. Desde luego no hay que ser un experto en conducta animal para saber que se encuentran en un gran estado de ansiedad. Rorsa necesita tan sólo una feroz mirada para reducir cualquier conato de pelea entre los lobos. Eso es suficiente para que los lupinos se echen a temblar con el rabo entre las piernas durante los siguientes minutos aunque, no obstante, la excitación regresa rápidamente a ellos.

Khala se da cuenta enseguida que será imposible sujetar a ninguno de los nerviosos lobos sin que eso suponga llevarse una auténtica andanada de mordiscos y golpes. Vuestras dudas sobre cómo sacar a los lobos de la esfera de entrada quedan resueltas cuando Rorsa atrapa a unos de los lobos entre sus fauces y se lanza de un poderoso salto por la salida superior de la esfera, aquella por la que llegaréis de nuevo a la cueva por la que accedisteis a Albohogar.

Sin duda fue una gran idea pactar con este lobo terrible antes que buscar el enfrentamiento con él...

Uno por uno los lobos son atrapados por la molleja del cuello por Rorsa y , de un salto, puestos en el piso de la cueva por encima de vuestras cabezas. La actitud nerviosa de los lobos y la determinación de Rorsa hacen que sea imposible colarse por una escotilla estrecha por la que salta cada pocos segundo un inmenso lobo de más de trescientos kilos. Si...sin duda sería un mal plan...

 Desde la escotilla abierta os llegan multitud de ladridos y aullidos de victoria. Es la jauría desatada. El rostro infernal de Rorsa aparece por la escotilla y mira hacia abajo, hacia vosotros.

-HABÉIS CUMPLIDO VUESTRA PARTE DEL TRATO- Su voz resuena como un trueno lejano en la esfera de metal-. SABED ESTO; AQUELLOS QUE HOY NOS HABÉIS LIBERADO NADA TENÉIS QUE TEMER DE MI O DE LOS MIOS.  AHORA SOMOS LIBRES PARA CORRER, AULLAR Y CAZAR. VUESTRO TRÁNSITO POR NUESTRAS TIERRAS NO SE VERÁ DIFICULTADO POR NUESTRA PARTE. 

Su rostro ansioso se vuelve hacia la cueva. Parece olisquear el aire, triunfante.

- LLEVAMOS AÑOS COMIENDO CUERPOS QUE JAMÁS MUEREN. NUESTRA PRIMERA PRESA EN LIBERTAD ES ANSIADA POR TODOS; UN RECONOCIMIENTO A NUESTRA RAZA...

Con un ultimo rugido el lobo terrible desaparece de un salto. Veis en su mirada la muerte. Una presa ha sido detectada y la manada corre veloz a cobrarse su primera víctima...Así, de esta forma, les veis marchar.

Hasta que caéis en la cuenta...

"¡FAILIN Y EDIREL!"

Que los lobos no se lancen sobre nosotros tan pronto como les devolvemos la libertad ya supone para mí un auténtico alivio. En más de una ocasión llegue a temer que, con lo que hemos tardado en llevarles hasta la salida, trataran de vengarse de nosotros. Lo cierto es que debimos hacerlo antes, retenerles en Albohogar no adelantaba nada y ahora constituyen un peligro más real.

La liberación de la manada de Rorsa me llena de satisfacción, yo sólo llevo poco tiempo aquí y estaba tremendamente agobiada, no podía ni imaginar lo que habría sido para la manada de lobos desde su nacimiento.

Ahora tenemos que salir cuanto antes antes de Failin y Edirel sean cazados, ojala estén dentro del carro.

- Rápido, salgamos antes de Failin y Edirel estén en peligro, espero que no se hayan alejado demasiado.

El final del camino estaba cerca. Los lobos marcharon después de aghradecernos la liberación y prometiéndonos paso libre por sus dominios. En mi interior compadecía a aquellos que estuvieran viviendo en las tierras que Rorsa y los suyos escogieran para asentarse.

No tenía más ganas que llegar a una taberna y sentarme delante de una jarra de lo que fuera y descansar durante una temporada.

Salgamos ya de aquí. Estoy deseando regresar y poder descansar un poco.

Antes de que Rorsa hable temo de que todo este encuentro acabe en dolor y sangre, pero estaba claro que la criatura solo quería ser libre. Sus patas levantan polvo mientras acompaña a su manada al exterior de la mina-laboratorio Cannith, aunque sus últimas palabras nos ponen sobre aviso de que nuestros compañeros pueden terminar como aperitivo.

- Espero que no se coman a Failin esta enfermo y podría afectarles a todos.

Tras mi broma, salgo junto a mis compañeros esperando no encontrarnos con una matanza a la entrada de la cueva. 

La advertencia de Threkor es suficiente para haceros reaccionar a todos. El elfo sube la escalera como una exhalación tras las huellas de los lobos. Apenas tiene tiempo para pensar en su propia seguridad ante la perspectiva de lo que los lobos podrían hacerle a Failin. Casi os parece un sueño irreal poner vuestros pies de nuevo sobre la caverna. Estáis abandonando Albohogar...

Salís el resto intentando seguir sus rápidas zancadas. Os conduce, seguido de cerca por Khala, por la mina que ya atravesasteis anteriormente justo antes de entrar en Albohogar. El aire enrarecido de la cueva apenas os sirve de consuelo. 

Salís al exterior y contempláis de nuevo las Tierras Enlutadas. El cielo sigue siendo una caricatura macabra del cielo azul que os gustaría ver. La tierra sigue tan muerta como siempre y prueba de ello es la polvareda que levanta vuestra carrera. La zona es un terreno seco formado por profundas cicatrices en la tierra. Por todas partes se levantan extraños montículos de tierra. En su día podrían haber sido colinas rebosantes de hierba. Ahora se parecen más a túmulos de tierra oscura.

Entre dos de estos montículos encontráis lo que buscáis...

Rorsa contempla como su manda se dispone a matar a Failin y Eridel. Hostigados, apenas consiguen mantener alejados a los hijos del terrible lobo.

Salimos al exterior y a pesar de la premura siento un gran alivio de no tener el techo de albohogar sobre mí, aunque sea un cielo deprimente, sigue siendo un cielo.

Una carrera rápida y como nos temíamos tiene rodeados a nuestros compañeros, si atacamos la manada será un gran enemigo, dudo que no muriera nadie, sobre todo con Rorsa que es treméndamente fuerte, hay que ser diplomático y evitar la confrontación pero si no queda otra combatiremos.

- Un momento Rorsa, estas personas vienen con nosotros! Sin ellas no estaríamos aquí y no os habríamos liberado, aparte son sólo dos y poco alimento son para una manada como la tuya, dejad que os acompañemos hasta la frontera con Breland, ahí los bosques son normales y hay caza de verdad, venados, jabalíes con mucha carne jugosa, pero estas personas tienen que vivir para que podamos ir allí.

Intento mantener la atención de Rorsa y la manada lo máximo posible para que los demás puedan prepararse.

Casi siento dejar atrás Albohogar. Solo casi. No es que sea un lugar agradable para estar, ni muchísimo menos; lo que lamento es dejarlo así, con tantos de los míos insepultos y sin haberlo limpiado por completo de amenazas. Me encantaría saber qué es lo que encontró Threkor en la última sala pero no parece tener muchas ganas de contárnoslo y tampoco es esta la ocasión propicia.

Canté victoria demasiado pronto con respecto a que la manada de lobos de Rorsa no nos atacaría tan pronto como los liberásemos. Pensé que era una forma de despejar Albohogar para cuando la Casa Cannith viniera a reclamar el complejo guiándose por mi defectuoso mapa. Ahora temo que, sin Failin, jamás podamos salir de las Tierras Enlutadas. Si se conformasen con comerse a Edirél... yo desde luego no le echaría de menos.

Ahora no sé qué hacer para evitar esta situación y prefiero dejarlo en manos de Khala, que ha demostrado llevarse razonablemente bien con estas criaturas salvajes. ¿Es que jamás sacian su apetito voraz?

Failin mira aterrorizado a la jauría de lobos que le acosan. Apenas se aleja de uno de ellos otro le acosa desde otra posición. Edirel no consigue hacerles retroceder con su estoque aunque se gira con velocidad contra cada uno de los lobos que pruebana a cogerles de las ropas. El círculo se cierra sobre ellos y es cuestión de segundos que alguno de los lobos clave sus dientes sobre una de sus piernas. Cuando eso suceda caerán al suelo y el resto de lobos se abalanzaran sobre ellos para destriparles y desmembrarles.

-¡Haced algo ya!- os grita un apurado Edirel

- Un momento Rorsa, estas personas vienen con nosotros! Sin ellas no estaríamos aquí y no os habríamos liberado, aparte son sólo dos y poco alimento son para una manada como la tuya, dejad que os acompañemos hasta la frontera con Breland, ahí los bosques son normales y hay caza de verdad, venados, jabalíes con mucha carne jugosa, pero estas personas tienen que vivir para que podamos ir allí.

Rorsa se gira hacia vosotros y al escuchar las palabras de Khala. Tras unos segundos en los que parece olisquear el aire, indiferente a las acciones de sus hijos, os dice.

- BIEN HUELO EN ELLOS LO QUE EN NUESTRO PACTO HABLAMOS... Y LO QUE DECÍS ES LO QUE DEBE SER. SI ES DE VUESTRA MANDA NUESTRO PACTO TAMBIÉN LES AFECTA A ELLOS....- De nuevo  olisquea el aire. Un simple gruñido suyo sirve para que los lobos se miren confundidos y corran bajo las patas del enorme lobo.

khala nota como a su recién encontrado lobo se le eriza el pelo del lomo. 

- SIN EMBARGO...TE ACOMPAÑA UNO QUE NO PERTENECE A TU ESPECIE SINO A LA MÍA. DIME...¿CON QUÉ DERECHO LO RECLAMAS COMO MIEMBRO DE TÚ MANADA PARA QUE YO NO TENGA MIS DERECHOS LEGÍTIMOS SOBRE ÉL? 

Llegamos justo a tiempo para evitar que devoren a nuestros compañeros, después de todo lo pasado que lleguemos aquí para ser devorados no era muy justo.

Rorsa paro a los suyos antes de que la cosa llegara a mayores, pero no parecía muy satisfecho de que sombragris estuviera conmigo.

- Gran Rorsa, tu manda es muy poderosa, y tu eres un líder muy fuerte, pero un lobo macho también necesita formar su propia manada bien lo sabes, nadie de los tuyos tiene poder para retarte tal es tu grandeza, así que no queda mas remedio que buscar un lugar en el mundo lejos de tu manada, lo entiendes? No estoy formando una manada con alguien de los tuyos, sólo le estoy ayudando a formar la suya propia, pues esa es la costumbre de los lobos, llegar a adultos y seguir su propio camino.

Espero que Rorsa lo entienda, no podemos permitirnos un enfrentamiento.

Ante las palabras de Khala parece que Rorsa entra en razón y deja de atacar a nuestros compañeros. Pero un nuevo problema surge, parece que Khala se ha hecho amiga de uno de los miembros de la manada y Rorsa no se lo toma demasiado bien, todo esto aun podía terminar en un baño de sangre. 

- Mal asunto. Musito mientras miro a Rorsa y su manada.  

Esto no es un asunto en el que convenga intervenir. Khala tendrá que convencer a Rorsa de que le deje mantener a su nuevo compañero. Estoy cansado y necesito reposar un poco. No tengo demasiadas ganas de meterme en discusiones y menos con un grupo de lobos mágicos que hablan.

Me quedo a un aparte y observo la situación.
 

Un simple gruñido suyo sirve para que los lobos se alejen de Failin y corran a juntarse bajo las patas de Rorsa. Aún así no cejan en sus ladridos y gruñidos.

Rorsa se aproxima peligrosamente a Khala. La postura de su cuerpo es tan amenazadora como el gruñido bajo y grave que emite desde su profunda garganta. Sombra gris gruñe desde uno  de los costados de la explradora la cual hace un esfuerzo descomunal para no colocar sus armas por delante de ella. Sabe que el más mínimo movimiento hostil contra el lobo terrible podría convertirse en una pesadilla. Pero si aguanta su posición tal vez logre que Rorsa comprenda que también podría tener un grave coste para él y los suyos en esta hora de feliz estrenada libertad.

Durante unos breves segundos se contemplan ,la cabeza de Rorsa por encima de la la de Khala. Finalmente Rorsa habla.

-MARCHA AHORA CON ESTE DE MI ESPECIE. PERO ESTO TE DIGO. EL PRIMERO DE SUS VÁSTAGOS TENDRÁS QUE ENTREGÁRMELO A MÍ, PARA QUE SE RESTABLEZCA DESTINO QUE POSEO SOBRE SU ÉL Y SOBRE LOS DE SU ESPECIE. ESTE SERÁ EL PRECIO. 

Tras una última mirada a Sombragris retrocede en dirección a su manada. 

-  RESPETARÉ NUESTRO PACTO Y MARCHARÉIS AHORA. PERO NO ARRIESGARÉ A MI RECIÉN LIBERADA MANADA POR LA VUESTRA. AHORA MIS HIJOS Y YO, NOS MARCHAMOS. AQUÍ NO ESTAMOS SOLOS...Y LA LUCHA QUE SE AVECINA NO ES LA MÍA.

Con un nuevo gruñido, diríais que apresurado, Rorsa salta hacia delante saliendo rápidamente de vuestra vista.  Pero las palabras del terrible lobo han sido claras. No estáis solos. Instintivamente os ponéis en guardia. Escucháis una rama quebrarse; unas piedras caen desde una loma. Unas sombras parecen haberse movido...

- Bien hecho, aventureros- dice una voz que reconocéis como la del vampiro de Cantera Carmesí. Varias figuras emergen de entre las sombras y os rodean: cuatro soldados de la Garra Esmeralda armados con ballestas, cuatro esqueletos con guadañas y una mujer de extraño aspecto.

No veis al vampiro por ninguna parte, pero podéis seguir escuchando su voz.

- Es inútil luchar contra nosotros. Dadme el tercer esquema, y os dejaré vivir. Resistíos y lo cogeremos de vuestros cadáveres para después alzaros a mi servicio.

Suspiro aliviada al ver que Rorsa accede a retirarse junto con el grueso de su manada sin causarnos daño pero no tardo en constatar alarmada que esto se debe más a su temor que a su buena voluntad hacia nosotros. Temor a los no-muertos que, de alguna manera, han llegado hasta nosotros desde Cantera Carmesí.

Cómo han logrado dar con Albohogar es para mí un misterio tan grande como el hecho de que hayan conseguido cruzar las Tierras Enlutadas sin la ayuda de la carreta elemental de Failin. Por desgracia, no parece que ningunos de esos dos misterios vayan a encontrar una respuesta.

Miro a mi alrededor y cuento el número de oponentes. Me alegro de haber descansado algo antes de salir del siniestro laboratorio, pero dudo mucho que nuestro inquieto sueño vaya a proporcionarnos la ventaja que necesitamos para equilibrar la abrumadora desventaja numérica.

El problema no es ya únicamente que nos doblen prácticamente en número sino que están encabezados por un vampiro en tanto que Shanna, Failin y yo somos más un lastre que una ayuda en combate. Por no mencionar a Edirél, que tiene el dudoso honor de ser el peor guardaespaldas de la historia de Khorvaire.

Y lo peor de todo es que saben qué hacemos aquí y que hemos recuperado el esquema de la Casa Cannith. Pero... ¿el tercero? Nosotros recuperamos uno en la forja enterrada en las profundidades de Sharn y éste es el segundo que obtenemos. ¿Significa eso que han logrado arrebatarle a Elaydren el primero que obtuvimos y además cuentan con otro en su poder? Mucho me temo que tampoco haya una pronta respuesta para estas cuestiones. Lo curioso es que no haya mencionado también el patrón de creación, el verdadero tesoro oculto de toda esta expedición, lo que me lleva a sospechar que tal vez ignoran su existencia tanto como la ignorábamos nosotros hace unas pocas horas.

Temo que mis compañeros traten de presentar batalla y temo todavía más que a alguno de ellos se le escape accidentalmente alguna información valiosa. Así pues, me apresuro a tomar la iniciativa. Quiera la Hueste Soberana que los no-muertos ignoren la existencia de una copia del esquema.

—Sé reconocer una derrota cuando la tengo delante —confieso de mala gana, mientras rebusco en el interior de la mochila encantada una de las réplicas—. Mis amigos y yo hemos peleado mucho y muy duramente para conseguir este esquema que ahora nos reclamáis. Como decís, bien podría ser que se los arrebatarais a nuestros cadáveres si os lo negamos, pero sabed también que si hay un derramamiento de sangre sin duda se producirá en ambos bandos.

»No deseo tal cosa y tengo mi vida y la de mis amigos por más cara que cualquier recuerdo arqueológico, de modo que tomadlo y marchémonos cada cual por su lado. No hay razón para que exista enemistad entre nosotros cuando unos saben ganar y otros saben perder.

Entregarle a los no-muertos una de las copias me desagrada profundamente, pero más me disgustaría morir y perderlo todo. Así al menos podremos salvar tanto la vida como el éxito de nuestra misión.

Miro a Alhandra mientras cede a las pretensiones de los enemigos que han aparecido de golpe delante de nosotros. Una jugada bastante buena, tengo que reconocer, aparecer cuando Rorsa y su manada ya han desaparecido de nuestra vista.

No me gustaba para nada haberles de entregar el esquema encontrado, pero por suerte encontramos dos exactamente iguales, y por sus palabras no sabían nada más del otro artefacto encontrado. Quizás la idea de la rendición fuera ventajosa para nosotros. Ellos se irían con uno de los artefactos y nosotros mantendríamos dos en nuestro poder.

Si nos vencieran y recuperaran todo lo que tenemos, el enemigo tomaría ventaja.

Dejé a Alhandra que tomara la iniciativa en aquel asunto.

Suspiro aliviada al ver que Rorsa se aviene a que Sombragris se quede conmigo, lo que no sé es como se le va a entregar el primer cachorro que tenga si va a estar vagando por el mundo.

Pero la alegría dura poco ya que aparece el maldito vampiro de la cantera carmesí, y bien acompañado por lo que se ve, de repente estamos rodeados, superados en número y con pocas alternativas.

Alhandra toma la palabra y decide que lo mejor es rendir el esquema al vampiro, ciertamente es la más sensato, pero dudo que el no-muerto cumpla su palabra y nos deje vivir, en todo caso queda estar preparada para el combate.