Partida Rol por web

 Asiente en silencio ante tus palabras. Te examina con atención y tras esto te contesta:

Te aconsejo que vayas a la posada del Viento Blanco. Allí podrás encontrar descanso y puede que alguien te contrate como mercenario. Desconozco la ubicación exacta de la casa Cannith, más no creo que haya problemas en que alguien te de las indicaciones pertinentes en la posada.

 El escribiente toma nota de todo lo que le dices. No ha llegado ningún mensaje en especial para ti...

Al divisar al tal Finn, el humano que los había acompañado en el viaje en barco, el mediano detuvo sus rápidos pasos bajo un pequeño toldo que lo protegía de la lluvia, y allí, a la tenue luz de una de las farolas, Eldon lo observó mientras recordaba las últimas palabras del explorador antes de separarse del resto, anunciando que esperaría en el puerto al retorno del monje con información acerca de una posada.

Parece que ha decidido no esperar. Ha obrado acertadamente, pues no creo que Ark vaya a volver al puerto y también ha tenido suerte de que me lo haya encontrado.

Con un suspiro, una corta sonrisa en los labios, y sin abandonar su refugio Eldon alzó una de sus brazos para moverlo de un lado a otro con rapidez.

Ey, Finn. - gritó, alzando su voz por encima del repicar de la lluvia, y sin dejar de mover su mano. - Aquí!! - agregó, llamando la antención del humano para que se reuniera con él bajo el toldo. - Según los clérigos la posada Viento Blanco parece ser una buena elección, por lo que si quieres, yo me dirijo hacia allí.

Por un momento siento desconcierto. Descanso? Los forjados no comemos, no dormimos.... Ciertamente, aquellos con poderes necesitan descansar para recargarlos, pero un guerrero... Tal vez es un modismo aprendido de convivir con humanos mucho tiempo, en lugar de matarlos.

De mi saco tiendo dos piezas de oro al informante, continuando mi camino en busca de la posada mencionada. Llevo en mente tambien que no supo responder con presicion la otra pregunta. Puede que no halla sido construido aqui tambien, eso lo explicaria. Pero...

Con pasos firmes recorro la ciudad de Sharn, mirando a diestra y siniestra para tomar nota de lugares llamativos. Tal vez de este modo logre acallar ese molesto rinconcito en la cabeza que me llama la atencion a tratar de buscar otra explicacion que no sea la mera ignorancia.

Una vez allí le envío una nota a mi antiguo coronel, la tarifa mas barata, indicando que ya he llegado a Sharn y que en caso de marchar le notificaré como siempre el destino.

A la vuelta, si tengo tiempo para llegar a tiempo de encontrarnos con Ark en los muelles, iría admirando la arquitectura de la ciudad y sus maravillas tecnológicas.

Extasiado y aburrido al mismo tiempo, extasiado por la contemplación de la ciudad  y sus maravillas, así como aburrido por la espera a resguardo de la lluvia , espero el fin de la torrentera, cuando el aburrimiento estaba empezando a ganar al éxtasis, veo y oigo al mediano que nos acompaño dirigiéndose a mí.

Ves en esos momentos al mediano y al humano que habían compartido viaje con vosotros. Además, has odío las palabras del mediano en cuestión:

Cita:

Van hacia una posada, ¿quizás puedas acompañarles?

Estoy esperando un par de cosillas antes de seguir

Eldon simplemente observó al silencioso humano, e intuyendo que este no parecía dispuesto a decir ni una sola palabra, al menos por el momento, retomó la marcha en dirección a la posada mencionada por los clérigos. Sin siquiera mirar atrás para confirmar si el explorador lo seguía o no, aunque intuía que sería que si, el mediano avanzó can rapidez, moviéndose siempre en busca de toldos o repisas que lo aliviaran de la lluvia que, cabezona, persistía en su molesta idea de empapar la ciudad de Sharn y sus moradores, él incluido.

Me he dado un buen paseo y no había ningún mensaje. Menos mal que no me afecta el agua pero se nota que a los orgánicos sí las calles están prácticamente desiertas.

Cuando llego oigo a Eldon y por lo que parece han encontrado una posada. – Encantado de volver ha tiempo. ¿Puedo acompañaros a la posada de la que habláis?¿Es la que fue a buscar el sacerdote?

La lluvia embotaba los sentidos del mediano, y esa era, sin duda, la razón de que Eldon diera un respingo al escuchar la voz del forjado. En un día normal su oído lo habría avisado con antelación, percibiendo los pasos que se le acercaban, pero en un día como aquel, nada parecía normal.

La posada se llama Viento Banco, y si, es la que nos han recomendado los clérigos. - dijo, recuperándose con rapidez de la molestia de ser sorprendido, algo que le desagradaba, y mucho. Su mirada recorrió entonces las calles, en busca de una respuesta a si Flinn había decido seguirlo o no, y una vez lo comprobó, reanudó la marcha.

El sacerdote se ha quedado en el templo, pero se reunirá con nosotros más tarde. - informó, sin dejar de caminar.

Dejo que se distancie un poco y como buen cazador sigo a mi presa, si bien no ocultándome si de un modo encubierto, no es bueno dejar pasar la ocasión de afinar las habilidades de uno.

 Tras seguir le por el laberinto de calles y tenderetes llego a la posada indicada.

Bien lo importante es encontrar un lugar donde pasar la noche. – Por lo menos alguien ha tenido éxito…

Voy caminando sin dejar de admirar estas maravillas que encontramos paso a paso.

 Llegáis los tres a la posada sin mayores contratiempos... al poco rato se os une el joven clérigo que había terminado de rezar en su travesía.

 Tras un paseo por la ciudad de sharn y tras pedir a alguno de tus compañeros alguna que otra indicación, llegas a la entrada de la posada del Viento Blanco, lugar que te había recomendado el primer forjado con el que hablaste.

La primer reaccion de Loader es observar el lugar desde fuera, calculando las posibilidades estrategicas. Cuantos pisos posee, de que material son sus muros, cuantas ventanas y puertas visibles.... Demasiado tiempo, demasiada desconfianza hay todavia dentro de el...

Solo cuando (y si) ha determinado que el lugar no es un peligro seguro, dirige sus pasos pesados a la entrada principal...

Bueno de nuevo juntos tras un rato de agua incesante. Digo y tomo asiento junto a los demás.

Aliviado de abandonar la incesante y molesta lluvia, Eldon se adentró en la posada abandonando su expresión molesta para sustituirla por una mucho más agradable. Con un ligero suspiro, el mediano gastó unos instantes en observar, de forma disimulada, el comedor de la posada y sus inquilinos, y sin detener sus pasos, tras las largas zancadas de Finn, se dirigió a la mesa a la cual se había sentado el humano.

Tan cierto como que no pienso volver a salir ahí fuera hasta que deje de llover. - dijo, sin más, esperando a que algún camarero, o mejor camarera, se dignase a atenderles. Ah, mira por donde, el sacerdote ha acabado con sus rezos antes de lo que pensaba. - comentó a continuación, desviando su atención hacia Ark, quien atravesaba la puerta en esos instantes.

Sin muchos aspavientos, el mediano alzó su mano y la ondeó en el aire, llamando su atención.