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Sombras Del Pasado (Última Parte)

RESUMEN DE LA PRIMERA Y SEGUNDA PARTE

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12/06/2010, 20:54
Director

RESUMEN DE LA PRIMERA PARTE

La muerte de Lobo Gris fue la que dio inicio a todo. El Gran Maestro del Kai moría por causa de una letal y fulminante enfermedad en la ciudad de Ruanon, donde era uno de los consejeros privados del Barón Derek Vanalund.

El Gran Maestre del Kai, el superior de la Orden, llamó a los más jóvenes Señores del Kai recién nombrados: Águila Certera, Buho Sabio, Serpiente Silenciosa y Zorro Plateado. Y les encomendó la misión de averiguar las causas exactas de la muerte de Lobo Gris. Para ello, viajarian a Ruanon, donde se instalarian con la excusa de que uno de ellos sería el sustituto del recientemente fallecido Maestro en el Consejo Privado del Barón.

De esta manera llegaron a la opulenta Ruanon, capital del comercio y de los minerales preciosos, y a la residencia del Barón, la fortaleza conocida como La Mano, en la colina que domina la ciudad. Alli se hizo cargo de ellos el Mayordomo de la Fortaleza, Roanan, y conocieron al jefe de la guardia de Palacio, Weyland Thorne.
Esa misma noche velaron el cadaver de Lobo Gris, mientras los dos sacerdotes de Kai que les acompañaron en el trayecto preparaban el cuerpo para el viaje que lo llevaría a reposar en la cripta del Monasterio del Kai. Las primeras sospechas comenzaron al ver los extraños síntomas que presentaba el fallecido. ¿Envenenamiento? Además, la inseparable capa verde que todo Señor del Kai lleva consigo había desaparecido... Además, entre los efectos personales del Maestro encontraron un anillo de plata fina sin inscripciones, cosa extraña, ya que los Señores del Kai no son dados a llevar joyas o abalorios de ningún tipo.

Al día siguiente, mientras el cuerpo de Lobo Gris viajaba hacia el Monasterio, tuvieron la oportunidad de conocer mejor la Fortaleza de La Mano y la ciudad del Ruanon, a medida que tenían un primer contacto con los principales protagonistas de esta historia durante el banquete que se celebraba en su honor.

Antes de eso, tuvieron tiempo de recorrer el Palacio.
En la Torre de la Biblioteca descubrieron que Lobo Gris se llevó un libro hace diez años que jamás devolvió, el libro trataba sobre los linajes nobles de Sommerlund y no existen copias conocidas.
Además, Águila Certera, que había ido a mandar un mensaje al Monasterio por medio de un pájaro mensajero, presenció la llegada de un cuervo blanco, un ave que sólo se utiliza para la comunicación directa entre el Rey de Sommerlund y el Barón de Ruanon.
Más tarde, Zorro Plateado tuvo un combate de entrenamiento con el Heredero de la Baronía, Aladar Vanalund, en el que vieron que el Heredero luchaba con las técnicas de un Señor del Kai.
También pudieron ver cómo Weyland Thorne ponía a la guardia de Palacio en alerta después de recibir un mensaje de alguien llamado Hansen.
En sus preguntas sobre Lobo Gris, sacaron poca información. Al parecer, el Maestro del Kai no residía de forma permanente en La Mano, sino que poseia algún refugio fuera de la ciudad de Ruanon, pero nadie parece saber donde. Además, sólo se relacionaba con los miembros del Consejo Privado del Barón, y aparte de en La Mano, el otro lugar que visitaba cuando estaba en la ciudad era la Catedral de la Diosa Ishir.

En el banquete, conocieron a la Familia Vanalund: Derek Vanalund, Barón de Ruanon; su hijo Aladar, heredero de la Baronía; su hija Irina, sacerdotisa de Ishir; y Dan, el hijo menor, estudiante para aprendiz en la Hermandad de la Estrella de Cristal.

La Guardia Personal de Baron (tambien conocida como la Guardia Roja por el color de sus armaduras; los mejores caballeros de la Baronía cuya misión es proteger al Barón y a su familia) : Sir Alistair Grey, Primera Espada de Ruanon y comadandante de la Guardia Roja; Sir Brendan Furia y Sir Tydon Anskar, un gigante encapuchado que también oficia como verdugo de la Baronía.

El Consejo Privado del Barón: El Maestro Dragair, consejero principal y Mago de la Hermandad de la Estrella de Cristal de Torán; el Maestre Clian, Sanador y Tutor de la Casa de Ruanon; Sir Jester Crow, Capitán de los Caballeros de Ruanon; el Hermano Luanus, Sacerdote Primado de Ishir y Courtland Tiddar, representante del Gremio de Comerciantes.

En ese mismo banquete de bienvenida conocieron al joven Ingeniero Jefe de las Minas de Ruanon, Radan Marr, y también oyeron por pimera vez hablar del Fantasma. Al parecer los sirvientes de La Mano murmuraban sobre que el espectro de Lobo Gris vagaba por la fortaleza de noche, inconfundible debido a su capa del Kai. Parecían ser simples chismorreos...

Pero las complicaciones no tardaron en llegar, y esa misma noche, cuando Zorro Plateado recibió una nota en su habitación que le pedía acudir a una reunión para recibir información sobre Lobo Gris. Se trataba de una trampa, claro, cuando unos matones aparecieron que el Señor del Kai derrotó sin muchas dificultades. Pero no pudo descubrir nada ya que al único que quedó vivo lo mató el Fantasma.
Fuera quien fuera, iba ataviado con la capa del difunto Maestro del Kai y portaba una extraña ballesta de doble rail, y desapareció sin dejar rastro, dejando a Zorro Plateado con la sensación de que le estaban sometiendo a una prueba...

No fue lo único extraño de la noche. Tanto Águila Certera como Buho Sabio fueron contactados en sus sueños por una presencia malévola, algún ser con grandes poderes psíquicos. Este ser afirma conocer quién mató a Lobo Gris, y les llevó en sueños a la cima de la Torre de la Guardia.
Águila Certera cortó la conexión psíquica, debido a que la presencia era de naturaleza malvada, pero Buho Sabio continuó, hasta que fue incapaz de romperla. Afortunadamente, una tercera persona (Buho sólo recuerda el rostro de un hombre joven) intercedió y cortó la conexión psíquica.

El nuevo día trajo sorpresas de todo tipo. Esa mañana, los Señores del Kai Águila Certera y Serpiente Silenciosa salieron de La Mano para visitar la populosa ciudad. En la Catedral de Ishir hablaron con uno de los mas importantes eclesiasticos de Ruanon, Sacerdote Primado de Ishir, el hermano Luanus, que les habló de que a Lobo Gris se le veía muy a menudo por la Catedral. También hablaron en privado con Irina Vanalund, la cual le confesó que la principal autoridad eclesiastica de Ruanon, la anciana Suma sacerdotisa de Ishir, Dayia Vanalund, hermana del Barón, se encontraba en un delicadísimo estado de salud.
Aprovecharon la visita a la ciudad para hacer pesquisas sobre el anillo de plata de Lobo Gris a un orfebre del Barrio de los Artesanos, que les dijo que ese tipo de anillos era típico de los eclesiásticos de la diosa Ishir y que ese en concreto (por el tamaño) había pertenecido a una mujer.

Esa mañana, Zorro Plateado, que también había salido a la ciudad, visitó el popular mercado de la ciudad, el más importante de todo Sommerlund. Y en la armería de un maestro ballestero llamado Gunther Sparrow, este les confirmó que él había sido el creador de la ballesta doble que portaba el Fantasma. Dicha ballesta fue un trabajo encargado por el mismo Lobo Gris hacía años como regalo para alguien...

Pero el mayor impacto llegó al volver de nuevo a La Mano, donde Buho Sabio había descubierto lo que ocultaba la cima de la Torre de la Guardia: una celda mágica que aprisionaba a un Helghast de Helgedad.
El Barón les contó la historia de cómo ese Helghast trató de asesinarle hace cinco años y de cómo fue detenido por Maestro Dragair y Lobo Gris (que perdió un ojo en la lucha). El Helghast fue reducido y encerrado para poder estudiar con detalle los poderes y debilidades de dichas criaturas.

Al visitar a dicha criatura conocieron a su carcelero, un guardia llamado Hansen, que poseía capacidades de Defensa Psíquica y había sido entrenado por Lobo Gris para servir como barrera psíquica para los poderes del Helghast.
Pero no estaban preparados para lo que les reveló el servidor de los Señores de la Oscuridad: El veneno que había matado al Maestro del Kai.
Cuando fueron a consultarlo en la Gran Biblioteca, resultó que los síntomas causados por dicho veneno correspondían por los sufridos por Lobo Gris. Aparentemente, el Helghast les estaba diciendo la verdad.

Y esa misma noche, bajo una tormenta de agua impresionante, volvió a aparecer el Fantasma. Los Señores del Kai lo persiguieron por los tejados de La Mano, aunque se les volvió a escapar a través de un pasadizo secreto en las murallas... que decidieron explorar por la mañana, en privado.

Pero esa mañana trajo a la unidad de arcabuceros de Ruanon, una unidad de élite especializada en las armas de fuego propias de los enanos de Bor, capitaneada por Brandon Furia, hermano gemelo del Guardia Rojo. El Barón, debido a los incidentes causados por el Fantasma, había dado la autoridad a Furia para encargarse de la seguridad de La Mano. A partir de ese momento, los arcabuceros debían ser obedecidos por Weyland Thorne y todos los guardias de Palacio.

Presintiendo algo sospechoso, los Señores del Kai aceleraron sus investigaciones. Por una parte el Helghast seguía proporcionandoles información. Según él, los enemigos a enfrentarse eran cuatro encapuchados, que se reunían en la misma Fortaleza. Las indicaciones de la criatura los llevaron a una salida secreta de La Mano ¿sería verdad lo que les contaba el servidor de los Señores de la Oscuridad?

Por otro lado, el pasaje utilizado por el Fantasma en su huida resultó ser una entrada oculta en el exterior de la muralla, que llevaba a la Torre del Barón. A través de esos pasadizos también se podía espiar la Sala de Audiencias, y pudieron presenciar una reunión del Consejo Privado del Barón donde se enteraron de algo sorprendente. Al parecer se habían estado llevando negociaciones secretas entre Ruanon y Holmgard, que habían desembocado en el proximo enlace matrimonial de su heredero, Aladar Vanalund, con la princesa Diana, hija primogénita del Rey de Sommerlund, Ragnar I. Dicho matrimonio era sin duda todo un acierto para el Barón, ya que uniría el linaje de Ulnar al de los Vanalund.

Sin embargo, fue la ultima información del Helghast la que hizo decidir a los Señores del Kai que había que salir de Ruanon. Se trataba del refugio secreto de Lobo Gris, situado en el Bosque de Espinas, al pie de las Durncrag. Si había un lugar donde el maestro del Kai guardara información sería allí.

Tras un día de viaje, llegaron al Bosque de Espinas, conocido por ese nombre debido a la zarza gigante que lo inundaba. Atravesaron esa espesa maraña para llegar a su interior, donde se enfrentaron primero a las mortales trampas con las que el Maestro del Kai había plagado la zona y luego con sus guardianes, una manada de lobos demoniacos. En el camino encontraron cadáveres de Caballeros de Sommelund, que al parecer no hacía mucho también habían tratado de llegar al refugio de Lobo Gris. La cosa se complicaba...

En la pequeña cabaña que fue el refugio del Maestro, descubrieron dos objetos. Un colgante que tenía el retrato de una mujer, Dayia. Sin duda, se trataba de Dayia Vanalund, la Suma Sacedotisa de Ruanon. ¿Qué relación había habido entre Lobo Gris y ella?
El otro objeto era un libro sobre linajes nobles de Sommerlund, que el Maestro se había llevado de la Biblioteca de Ruanon diez años atrás. En el libro se habían arrancado las páginas que hacían referencia a la familia Vanalund...

Era hora de volver a Ruanon, a completar las respuestas que faltaban. Pero en el camino de vuelta, fueron interceptados por guerreros de un clan de montañeses de las Durncrag. Los bandidos sabían exactamente donde encontrarlos, no había sido una casualidad. Los Señores del Kai se enfrentaron a estos jinetes que los superaban ampliamente en número y les vencieron tras una dura lucha.
Las respuestas que arrancaron a los prisioneros aumentaron sus preocupaciones. Los salvajes montañeses obedecían las ordenes de un caballero de Ruanon...

La vuelta a la ciudad les trajo la noticia de la muerte de la Suma Sacerdotisa. Toda la ciudad estaba de luto y preparando los funerales de la mayor autoridad eclesiastica de Ruanon. Ya no podrían preguntarle a ella sobre su relación con Lobo Gris.

Y esa noche, se internaron a traves de una entrada secreta en La Mano. Su objetivo era la Biblioteca, ya que puede que allí obtuvieran el original del libro que poseía el Maestro del Kai y por tanto, las páginas que faltaban...
Pero en la biblioteca a quien encontraron fue al Maestro Dragair...

El mago percibió a los Señores del Kai en la biblioteca, despues de todo, esa era su plaza fuerte, y decidió que ya era hora de deshacerse de ellos. Las sospechas quedaban por fin confirmadas, una conspiración de grandes proporciones se estaba fraguando en Ruanon, y el Maestro Dragair era uno de los que se encontraban detrás de ella.

Para sorpresa de todos, uniendose a los personajes contra Dragair, apareció el Fantasma, que resultó no ser otra que Irina Vanalund. La joven, adiestrada en secreto por Lobo Gris desde niña, descubrió de alguna manera los planes del Mago y había tratado de asesinarlo desde entonces. Si no había actuado abiertamente era debido a una promesa echa a su tía, Dayia Vanalund, pero al morir ella podía quitarse la mascara y llevar a cabo su venganza.

Esa noche, en la Biblioteca, tuvo lugar el enfrentamiento entre el poderoso mago y los Señores del kai, que lograron abatirle con gran esfuerzo, aunque al precio de la vida de Irina, que fue víctima de la magia de Dragair.

Tras el combate, y con los Señores el Kai heridos, entraron en la Biblioteca los arcabuceros y la guardia del palacio, que al ver la terrible escena llevaron a nuestros protagonistas detenidos a las mazmorras de La Mano.

Y la historia continúa a partir de aquí...

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13/06/2010, 20:01
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RESUMEN DE LA SEGUNDA PARTE

Después del enfrentamiento con el Maestro Dragair, los Señores del Kai fueron encerrados en las celdas negras de La Mano, unas mazmorras de confinamiento de donde no había huida posible.
Pero no tuvieron que huir, ya que fue el exjefe de la Guardia de Palacio, Weyland Thorne, quien los liberó, contraviniendo las ordenes del capitán de arcabuceros Brandon Furia.
La razón por la que ayudó a los personajes era muy grave: El Helghast confinado en lo alto de la Torre de la Guardia había escapado tras asesinar a su carcelero, el guardia Hansen. Weyland pidió ayuda a los Señores del Kai, ya que ellos eran su única oportunidad de detener al Helghast, que tenía como objetivo la eliminación de la familia Vanalund.

A la salida de las celdas negras se encontraron con Brandon Furia y sus hombres, pero lograron convencer al capitán de los arcabuceros que su ayuda sería esencial para detener a la criatura, por lo que Furia accedio a mantenerlos fuera de sus celdas mientras el Helghast siguiera libre.
Mientras se dirigían a la Torre del Barón, los Señores del Kai llegaron a la conclusión de que la fuga del Helghast no era una casualidad y que estaba relacionada con la muerte del Maestro Dragair, cuya energía mágica era la que sustentaba los conjuros que mantenían cautiva a la criatura. El Helghast les había ayudado con información que les llevó directamente contra el Mago a propósito. Quería que los Señores del Kai lo mataran para poder liberarse cuando sus conjuros se debilitasen tras su muerte.
Esto significaba que la liberación de la criatura era en parte responsabilidad suya.

Cuando llegaron a la Torre del Barón, custodiada por sir Alistair, descubrieron que el Helghast ya había atacado, causando muchos heridos, aunque había sido rechazado. También comprobaron que el único miembro de la familia Vanalund que no estaba en la Torre, el Heredero Aladar Vanalund, había sido asesinado. Tras seguir la pista del Helghast y rechazar otro ataque en el que la criatura se hizo pasar por otra víctima (el Maestre Clian, Sanador de La Mano), los Señores del Kai entraron en la Torre para dar la noticia de la muerte de su hijo al Barón. Allí descubrieron también que Irina Vanalund no había muerto, sino que estaba sumida en una especie de coma profundo.
Pero el enfrentamiento con el Helghast aun estaba por producirse. Por pasadizos secretos, la criatura había penetrado en la Torre y había bajado el rastrillo metálico de la entrada, evitando que nadie del exterior pudiera entrar, con lo que los Señores del Kai se convirtieron en la última defensa del Barón y su familia.
En la enorme Sala de Audiencias, el Helghast y los Señores del Kai se enfrentaron por última vez, y aunque el servidor de los Señores de la Oscuridad era extraordinariamente poderoso, cuatro Señores del Kai eran más de lo que podían sus posibilidades.
Cuando la criatura fue destruida, un grito en las habitaciones del Barón hizo que los Señores del Kai se preguntaran qué había pasado. La respuesta era que el Helghast se había enfrentado a ellos para entretenerlos, ya que previamente había embrujado a sir Alistair para que llegase hasta la familia Vanalund y los asesinase.
Afortunadamente, cuando llegaron, los Señores del Kai comprobaron que el Barón había matado en combate a sir Alistair, a pesar de que este se suponía que era el mejor espadachín de Ruanon.
Así terminó la Noche del Helghast.

A pesar de haber salvado al Barón y su familia, los Señores del Kai sabían que si permitían que los volvieran a encarcelar jamás descubrirían lo que estaba ocurriendo, por lo que huyeron de La Mano, usando el mismo pasadizo que el Helghast había utilizado para entrar. Weyland Thorne les habló de alguien que podría ayudarlos, un tal Lucius, pero prefirió quedarse en La Mano en lugar de acompañarlos.
Los Señores del Kai hicieron bien por que la fortaleza pasó a estar bajo el control de los Caballeros de Ruanon, con sir Jester Crow a la cabeza. El desdichado Weyland fue detenido y ejecutado al día sighuiente por los mismos hermanos Furia.

De nuevo en la ciudad, y siendo ahora prófugos, contactaron con Lucius, que resultó ser Lucius Thorne, el anciano padre de Weyland. Hace muchos años, Lucius había sido el Comandante de los Caballeros en Ruanon, antes de que una serie de acontecimientos nefastos (preparados por uno de sus jóvenes oficiales, Jester Crow) le hiciran caer en desgracia. Sometido a juicio por crímenes que no había cometido, fue condenado a destierro de Sommerlund bajo pena de muerte. Sin embargo, a los pocos años, volvió a Ruanon de incognito para descubrir la verdad y vengarse de aquellos que habían destruido su vida. El único que supo de su regreso fue su hijo, pero éste rompió todos los lazos con él, ya que lo creía responsable de esos crímenes.
En la casa del Barrio Viejo donde tenía su base, Lucius presentó a los Señores del Kai a sus seguidores: Tresmond de Lof, un bardo durenés que hasta hacía poco actuaba como el espía del anciano en La Mano. Y Will, un escuridizo ladronzuelo de doce años, jefe de una banda de niños callejeros que eran los ojos y oidos de Lucius en la ciudad.

Lucius les explicó todo lo que había averiguado durante muchos años de recopilar información: Una Conspiración se estaba formando en Ruanon, y su objetivo era independizar la Baronía de Sommerlund y establecerse como estado independiente.
La Baronía era un gran premio, y quien la controlara sería inmensamente rico si no tenía que compartir sus minerales preciosos con el resto de Somerlund.
Para ello, habían unido sus fuerzas los estamentos más poderosos de Ruanon. Por una parte, el poder militar, con el Comandante Jester Crow y sus ejércitos de Caballeros. Por otra el poder religioso, con el Hermano Luanus como próximo Sumo Sacerdote ahora que la Sacerdotisa Dayia había fallecido. Y por otra, el poder económico, con Lady Ekaterina Tiddar, Maestre del Gremio de Comerciantes y una de las personas más ricas de Sommerlund. Dirigiendo todo esto, el Mago renegado Dragair, recientemente muerto en combate contra nuestros protagonistas.
Durante años, estos Conspiradores habían estado preparando el terreno para su plan, acumulando poder, consiguiendo aliados, eliminando a quienes se interponían en sus planes, manipulando a las gentes de la Baronía.
Para Lucius Thorne, el Maestro del Kai Lobo Gris empezó a investigarlos y eso le llevó a la muerte.

Pero una nueva y terrible noticia le llegaría a Lucius esa misma noche. Una notica que significaba que la Conspiración iba a actuar por fin : Los ejércitos de los caballeros de Ruanon estaban cerrando las fronteras de la Baronía. Se preparaban para la guerra...

Esto obligaba a Lucius a adelantar sus planes al siguiente día, planes que ahora, con la ayuda de los Señores del Kai, tenían alguna posibilidad de ser realizados.
Por una parte tratarían de asesinar al Comandante de los Caballeros, Jester Crow, cuando se dirigiera con su escolta a asistir al funeral de la Suma Sacerdotisa.
Por otro se infiltrarían en el Acuartelamiento de los caballeros, en concreto a la fortaleza-prisión, para liberar a los caballeros leales al mando del Capitán Duvall, que cumplían condena al haberse opuesto a los planes de los conspiradores.

Fueron dos misiones duras y llenas de dificultades, pero la pericia de los Señores del Kai consiguió que, al caer la tarde, dispusieran de una veintena de caballeros leales al mando de Duvall, y que sir Jester Crow se hallara en su poder, aunque esto fue debido a la intervención de un misterioso personaje: Elessa, una mujer procedente de Vassagonia.

Fue durante el interrogatorio a Crow cuando descubrieron hasta dónde llegaban los planes de los Conspiradores. No sólo se habían preparado para enfrentarse a Sommerlund, sino que tenían como rehenes al rey Ragnar I y a su hija, la princesa Diana, que acababan de llegar hoy a Ruanon en un viaje de incógnito.
Efectivamente, en un plan meticulosamente preparado por Dragair, se había orquestado una boda entre el Herdero de Ruanon, Aladar Vanalund, y la hija primogénita del rey de Sommerlund, y para formalizarla y para que se conocieran los novios se había organizado un viaje en secreto a la Baronía. Pero todo esto no era más que un truco para atraer hasta aquí al rey y a su hija, para ser usados como rehenes para las exigencias de los conspiradores ante Sommerlund.
En estos momentos, ambos se encontraban cautivos en La Mano, que había sido tomada por los caballeros de Ruanon y el cuerpo de arcabuceros.

En las siguientes horas, los Señores del Kai prepararon un plan. Mientras los caballeros de Duvall y la banda de ladronzuelos de Will creaban tumultos en las calles de la ciudad, los Señores del Kai, acompañados de Lucius, Tresmond y Will entrarían en la fortaleza para liberar al rey y a su hija. Simple, pero efectivo.
Esa misma, noche, mientras comenzaba el alboroto en la ciudad de Ruanon, nuestros protagonistas se infiltraban de nuevo en La Mano, donde se encontrarían de golpe a alguien inesperado: la comerciante vassagonia llamada Elessa.

En realidad, la mujer llamada Elessa no era una comerciante de artículos exóticos, o al menos, esa no era su “profesión” real. De hecho, era una asesina a sueldo, una de las más peligrosas y profesionales de toda Vassagonia. Había sido llamada a Ruanon bajo contrato de Ekaterina Tiddar (era el as que la Maestre del Gremio de Comerciantes se guardaba en la manga), y ella le había encargado la eliminación de los Señores del Kai. Por suerte para ellos, descubrió que la Conspiración de Ruanon había secuestrado al rey de Sommerlund, y ella, no queriendo ser complice de esto (una de sus reglas era no meterse en política) dio por cancelado el contrato, ayundando a los Señores del kai en la liberación del monarca.

Con el refuerzo de Elessa y perseguidos por sus enemigos, que se habían dado cuenta de su presencia, el grupo se dividió en dos. Uno de los grupos logró la hazaña de liberar a los guardias de La Mano, (que habían sido detenidos por los caballeros) armarlos y contar con su ayuda para recuperar la fortaleza. Los otros encontraron a Irina Vanalund y recibieron a su vez su ayuda contra sus enemigos.
La Batalla final tuvo lugar en el patio ante la Torre del barón, donde las dos fuerzas se enfrentaron en un terrible combate.
Varios de los enemigos principales fueron derrotados, como el Hermano Luanus, Brandon y Brendan Furia, y Tydon Anskar. Pero en contrapartida, hubo pérdidas irreparables, como las del Señor del Kai Serpiente Silenciosa y Lucius Thorne.

Al terminar la noche, la batalla se había decantado del lado de nuestros protagonistas, y por fin pudieron entrar en la Torre donde custodiaban a los rehenes, pero aun quedaban desagradables sorpresas por descubrir.
Aunque allí estaban, efectivamente, el hermano de Irina, Dan, y el rey Ragnar, no había rastro del Barón Derek Vanalund ni de la princesa Diana. Y lo que les dijo el rey junto con lo descubierto en un antiguo libro de lianjes que Dan tenía en su poder les hizo comprender la verdad: Que quien ellos pensaban que era el Barón de Ruanon era en realidad el hermano gemelo de éste, Alexander Vanalund, también conocido como Lobo Gris.
El Maestro del Magnakai Lobo Gris era quien se encontraba detrás de todo, de la conspiración, de los asesinatos, y por último, del secuestro de la hija del rey.
Ragnar I les dijo que Lobo Gris quería parlamentar con ellos, ese mismo día, a la caida del Sol, en la ciudad en ruinas de Maaken, junto al Abismo Maldito, y los señores del Kai no tardaron en ponerse en camino para llegar a tiempo a la cita.

Esa noche, en la ciudad derruida, Lobo Gris los estaba esperando. Y les reveló la terrible verdad...

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13/06/2010, 20:09
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El Abismo Maldito / Ruinas de la Ciudad de Maaken
Horario: Noche

Ya ha caido la noche cuando llegais a las afueras de la ciudad en ruinas de Maaken. Os ha llevado todo un día de galope sin descanso el llegar hasta aquí, y vuestros caballos están al borde del colapso. Desmontáis y avanzáis a su interior, atentos a cualquier peligro. A pesar de encontrarse totalmente en ruinas, todavia se pueden contemplar grandes edificios de piedra que dan fe de la majestuosidad que una vez debió poseer esta urbe.

Este es un lugar de leyenda. La ciudad se encuentra situada al borde de la garganta de Maaken, llamada también el Abismo Maldito. Hace muchos siglos, durante la Edad de la Luna Negra, el Rey Ulnar de Sommerlund dio muerte al más poderoso de los Señores de la Oscuridad de Helgedad, Lord Vashna, con la Sommerswerd, la Espada del Sol. Y su cadáver, junto con el de todos los ejércitos de la Oscuridad fueron arrojados a los insondables abismos del precipicio de Maaken.

Al poco de entrar en la ciudad en ruinas, no teneis que pensar demasiado hacia donde dirigiros, ya que pronto descubrís una sombra alada que vuela sobre la ciudad a la luz de la luna llena. Parece que el Kraan desciende y os dirigís al interior por un paseo de piedra, a su encuentro.

La plaza principal de Maaken esta llena de pedazos de grandes rocas caidas de los edificios que la rodeaban, y las malas hierbas e incluso algún que otro árbol han crecido aquí. Pero vuestra atención se centra en el Kraan que se ha posado sobre el único edificio que aun mantiene una planta de altura, que parece sostenerse a duras penas. La bestia os dirige un siseo, moviendo el cuello como una serpiente, mientras os observa con sus rojizos y malvados ojos.
Al lado del Kraan, Lobo Gris espera, con los brazos cruzados y rostro pétreo.

Detenéis a vuestras monturas mientras preparáis las armas, estudiando a vuestro oponente. El Maestro viste una gastada capa del Kai, que se agita en el viento nocturno, y porta enfundada una espada y al hombro un arco y un carcaj. Reconoceis las armas, se tratan de la espada Colmillo y del arco Silbido. Las mismas armas que enviasteis con el cadáver de (ahora lo sabéis) el Barón Derek Vanalund, de camino al Monasterio del Kai. Sin duda Lobo Gris se las ingenió para recuperarlas.
Os preguntais qué fue de los dos sacerdotes que llevaron el cadáver de vuelta al Monasterio. Quizás también fueron víctimas de toda esta locura, como tantos otros.

La noche queda en silencio, que de pronto es roto por el silbido del viento que sopla desde el Abismo Maldito. Quizás es vuestra imaginación, pero parece traer un grito inacabable.

Gracias por venir, Señores del Kai. Dice Lobo Gris.

A modo de respuesta, Águila Certera dispara con su arco.

El Maestro del Kai no se mueve, y la flecha, que llevaba una trayectoria que terminaba en su garganta, se desvía hacia arriba de manera incomprensible.
¡Debe estar usando su Poder Mental sobre la Materia para desviarla!

Lobo Gris asiente, satisfecho. Bien hecho, Águila. Tus maestros no educaron a ningún tonto... pero debes aprender a domar tu temperamento.

¿Cómo te atreves a darnos lecciones? Le grita Zorro Plateado. Tú, que deshonras la capa que llevas puesta. ¿Dónde está la hija del Rey?

El Maestro del Kai os observa cuidadosamente.
Para mí no sois más que los niños que jugaban de pequeños en el Monasterio ante la Torre del Sol. No estáis aquí para exigir nada. Si os he convocado es para que transmitais mi mensaje a todo Sommerlund. En concreto al Rey, a la Orden del Kai y a la Hermandad de la Estrella de Cristal.

¿Qué mensaje? Dice Buho Sabio con rabia apenas contenida.

Unios a mí o pereced.

Silencio. De pronto Zorro rompe a reir. ¡Estás loco, viejo!

Quizás. Replica Lobo Gris con amargura. Pero escuchad esto. Me dispongo a comenzar una cruzada. Hoy. Ahora. Una cruzada contra los Señores de la Oscuridad de Helgedad. Pronto, entraré en las Tierras Oscuras y arrasaré sus ciudades. No me detendré hasta que todos ellos hayan sido destruidos.

Águila mueve la cabeza. Definitivamente, te has vuelto loco.

¿Tú crees, chico? Responde el Maestro. La decisión es sencilla. O los ejércitos de Sommerlund junto a los Señores del Kai y los Magos de Torán se unen a mi en mi guerra contra los Señores Oscuros y Lord Zagarna, o los arraso antes de la invasión.
En concreto, me interesa que Sommerlund negocie con Durenor la devolución de la Espada del Sol, la Sommerswerd. Me resultará de gran utilidad.
Y si se niegan, también invadiré Durenor si es preciso.

La enormidad de las locuras que dice vuestro antiguo Maestro os deja sin habla.
Finalmente, Buho acierta a preguntar. ¿Por qué haces todo esto?

De pronto, Lobo Gris parece muy viejo y cansado.
Era la única manera... no me quedaba otra opción...
Son ellos o nosotros, ¿entendéis? Si no acabamos con la amenaza de los Señores de la Oscuridad, ellos acabarán venciendo...

¿Y todo esto era necesario? Continúa Buho. El desgarro de un pais como el nuestro... tantas mentiras y tantas muertes... incluida la de nuestro hermano Serpiente Silenciosa...
Porque lo mataste tú ¿no es cierto?

La mirada de Lobo Gris se hace sombría. Mis manos están manchadas de sangre inocente, incluso de la de mis hermanos del Kai. Serpiente me descubrió cuando me movía por el palacio. Tuve que matarlo.
El viejo maestro suspira. Por alcanzar mi meta lo he sacrificado todo, pero es un sacrificio que yo he decidido hacer, y del que no me arrepiento. He llegado demasiado lejos como para dar marcha atrás...

Te mataré. Murmura Zorro entre dientes. Vas a pagar lo que has hecho.

Entreganos a la princesa Diana. Interviene Águila. Aun estás a tiempo de rectificar tus errores.

Lobo Gris frunce el ceño. Todavía no habeis entendido que no teneis posibilidad ¿verdad? Pero... ¡Qué sabreis vosotros! ¡No sabeis nada de mí!

Algo sí sabemos... Alexander. Murmura Buho.

Una emoción olvidada pasa por un fugaz momento por el rostro del viejo maestro.
Nadie... me llamaba así... desde hace mucho tiempo. Su mirada se hace turbia. Incluso Dayia me llamaba Lobo Gris...

Pero un instante después os vuelve a mirar con ojos brillantes.
Muy bien, Señores del Kai. Quizás os hayáis ganado el derecho de oir mi historia. De saber quién es Lobo Gris...

Nunca supe nada sobre mi pasado, tan sólo mi nombre, e incluso eso desapareció cuando ingresé en el Monasterio del Kai y los maestros me dieron el nombre de Lobo Gris al ser iniciado como monje.

Estudié y entrené durante años, como hicísteis vosotros, pero pronto se vio que destacaba entre los demás, consiguiendo el título de Señor con tan sólo catorce años. Pero en mi interior siempre supe que no pertenecía allí, por lo que desde joven me embarqué en multitud de viajes por todo Magnamund, volviendo al Monasterio tan sólo para completar mi entrenamiento en la sabiduría del Magnakai.

Pasé a formar parte del consejo de la Orden, e incluso algunos veían en mí el próximo Gran Maestre, pero pronto descubrí que eso no podía ser, que mis ideas chocaban frontalmente con las del resto del consejo.

Para mí, la pasividad tanto de la Orden como del rey de Sommerlund eran un lento camino hacia la catástrofe. En lugar de tener una política más militarista, de atacar a sus enemigos, tomaban una postura defensiva, guardando sus fronteras, esperando siempre el próximo ataque de los Señores de la Oscuridad. Lo que deberían hacer es dedicarse a penetrar en el interior de las Tierras Oscuras para ir recuperando terreno a los Señores de la Oscuridad, en lugar de dejarles tiempo para preparar su siguiente invasión. Para ello debía haber un cambio en la política del país, algo que el rey nunca realizaría.
Tarde o temprano, los Señores de Helgedad aprenderían de sus errores y llegaría el día en que tendrían éxito, aniquilando Sommerlund.

Lamentablemente, el Gran Maestre y el resto del consejo no entendieron mi postura, por lo que, cansado de insistir, deje mi puesto en el consejo y busqué un lugar lejos del Monasterio donde instalarme. Sin duda fue el destino lo que me llevó a Ruanon entonces...

Entraría a formar parte de los consejeros del Barón, pero lo que nunca esperé fue reconocer el rostro del Barón como el mío propio ¡eramos físicamente idénticos! Por suerte, debido a mi aspecto salvaje, nadie más advirtió la semejanza entre nosotros. Totalmente confundido, decidí hablar con la hermana mayor del Barón, la Suma sacerdotisa de Ishir, ya que su voto de silencio ante las confesiones haría que nadie pudiera descubrir el hecho. La historia que me contó Dayia confirmó mis sospechas... el Barón era mi hermano gemelo. Mi madre había estado a punto de morir durante el embarazo, y cuando yo y mi hermano nacimos, en agradecimiento a Kai, fui entregado a la Orden.

Al descubrir mis orígenes, me se sentí por fin en paz. Los siguientes años fueron los más felices de mi vida. Visitaba a menudo a mi hermana mayor, y comencé a entrenar a mis sobrinos en las disciplinas y habilidades de los Kai. Al sentirlos cerca, a pesar de que no supieran nada de nuestro parentesco, me sentía más dichoso que nunca en toda mi vida, como si hubiese recuperado a mi familia perdida.

Además de esto, me dediqué a mi afición preferida, la arqueología. Construí un refugio en las ruinas de Maaken, junto al Abismo Maldito, allí, durante años, me dediqué a explorar e investigar. Quería descubrir cuánto había de verdad y de leyenda en las historias sobre el Lord Oscuro Vashna y el Rey Ulnar, y la batalla decisiva que tuvo lugar allí, hacía tantos siglos.

Por fin había encontrado mi lugar en el mundo... o eso pensé. Sólo había algo que me perturbaba, y era mi temor de que el camino que tanto los reyes de Sommerlund como la Orden del Kai llevasen a la larga al pais hacia el desastre.
¿Debía involucrarme para hacer algo o permanecer con mi recién descubierta familia?
Al final, decidí pedir ayuda al mismísimo Kai.

Tras un mes de ayuno prolongado, meditación y comunión con la naturaleza, recé al dios Kai para que me diera una respuesta. Esta llegó en forma de visión.

En mi visión vi el futuro, lo que nos aguardaba. Vi Sommerlund invadida por los ejércitos oscuros y el Monasterio del Kai reducido a escombros por los Señores de la Oscuridad, y a toda la orden aniquilada.

¿Era este nuestro futuro? ¿No había esperanza?

Fue entonces cuando lo ví. De entre las ruinas humeantes del Monasterio salió un lobo solitario, lo único que quedaba de la Orden del Kai.

Desperté del sueño con una ferrea convicción. El mensaje estaba claro. Yo era ese lobo que salía de entre las ruinas. Yo era el único que podía evitar ese funesto futuro...

De manera que me puse a ello...

Sabía que lo que iba a emprender me condenaria para siempre, que traicionaría a la Orden que me lo dio todo y a mi pais, pero era necesario.
Lo que primero iba a necesitar era fuerza. Debía ser capaz de obligar tanto al Rey como a la Orden del Kai y a la Hermandad de Magos de Torán a plegarse a mis deseos. Debía conseguir la unión de todas esas fuerzas para atacar a los mismos Señores de la Oscuridad en su territorio. Las tornas debían cambiarse, y serían las fuerzas de la Oscuridad las que se tuvieran que defender y proteger de Sommerlund.

Es por esto que comencé a fraguar la conspiración de Ruanon para tener una base de poder aquí. En la Baronía de Ruanon siempre ha habido un fuerte movimiento nacionalista y yo me aproveché de ello. Utilice la ambición del Maestro Dragair, el unico que sabia que yo estaba tras la conspiración. El resto, que el mago de Torán implicase a los otros conspiradores y se formaran los cimientos de lo que habéis destruido esta noche, fue relativamente fácil.

Pero mi interés en la conspiración de Ruanon desapareció hace muchos años, el día que hice el descubrimiento que cambiaría mis planes.

Lo que encontré aquí, en las ruinas de Maaken, lo cambió todo...


El Abismo Maldito / Ruinas de la Ciudad de Maaken
Horario: Noche

Lobo Gris sonríe de una manera que os causa escalofríos.

¿Qué descubriste? Pregunta Águila con cautela.

El Maestro empieza a entonar un poema:

Cuando la luna brille sobre el templo,
un sacrificio pondrá fin al sueño
de las legiones de un señor ya olvidado.
Cuando sobre el altar muera una rubia doncella
de estirpe real,
los muertos del precipicio de Maaken despertarán
para reclamar la recompensa que tanto han esperado.


En tiempos pasados, en la Edad de la Luna Negra, tuvo lugar aquí la mayor de todas las Batallas. El abismo insondable de Maaken se tragó al poderoso lord oscuro Vashna y a sus ejercitos.
Pues bien, el ritual que descubri permitirá volver al mundo a ese poderoso ejército... bajo mi mando.
Un ejército que no puede morir por el simple hecho de no estar vivo. Un ejército imparable e imbatible con el que podré vencer a los Señores de la Oscuridad para siempre...

Entonces... Interviene Zorro. Todo lo del secuestro del Rey y la Conspiración de Ruanon...

Efectivamente. Concluye Lobo Gris. Todo tenía como único objetivo atraer hasta Ruanon a la hija del Rey: Diana, una rubia doncella de estirpe real.

Definitivamente te has vuelto loco. Dice Buho. Has preparado todo un meticuloso plan durante años para sacrificar en un oscuro ritual a la princesa Diana, porque piensas que con ello pondrás bajo tu mando un ejército de muertos vivientes con los que conseguir tu sueño de derrotar a los Señores Oscuros...
Todo esto no es más que la obra de un demente. Esto se acaba aquí y ahora. Dios... ¿de veras has planeado todo esto? ¿Cuándo se supone que tendrá lugar esa oscura fantasía? Nunca lo lograrás. Nosotros te detendremos.

¿Detenerme? Dice Lobo Gris con semblante serio. Señores del Kai... no soy ningún villano de opereta. ¿De verás creeis que os habría explicado mi golpe maestro si tuvierais la más remota posibilidad de impedir su ejecución?

He realizado el sacrificio hace una hora.

En ese momento un frío antinatural llena la noche. Las sombras alrededor de la plaza se alargan y toman forma, la forma de una inmensa, una incontable multitud de guerreros que murieron hace mucho tiempo. Un ejército inmortal que ahora os rodea. Y cuando alzáis la mirada el cielo se llena de miles de alas negras y frías como la muerte, volviendo la noche aun más oscura.

Sombras del Pasado que despiertan de su largo sueño. Bajo el mando del Maestro del Kai Lobo Gris.

Las legiones de Vashna han regresado...