Partida Rol por web

Los tres se agolparon en un rincón, queriendo saber que ocurria, y Faraday lo miraba a Bill, como ansioso de saber que ocurria. – No puedes… hacer algo para quitarle… esa estatica?¡Haz algo, Spencer!
Se iba interrumpiendo para no interrumpir la transmisión.

El piloto se dio vuelta al General y le hizo un saludo cortes.
- General, debemos irnos, volveremos con una respuesta para usted. Muchas gracias por su hospitalidad.
Salió de allí, luego de las palabras de Spencer, que confirmaban sus temores, salió al aerodeslizador, e hizo algo que no habia hecho antes. Se puso el cinturón de seguridad.
Agárrense fuerte, Señores, voy a conducir rápido.

Miro a ambos. Spencer, voy a dirigirme hacia lo de Blouse. Por favor, intenta localizar el origen de la comunicación, o en caso que no se pueda, localiza el comunicador de nuestra amiga. Kovacs, comunicate con el Capitan y cuéntale lo ocurrido y que estamos en camino. Pero si intenta detenernos, no le prestes atención y dile que hay dificultades con la comunicación.

Aria carraspea tratando de disimular todo lo que puede el sonido que sale del comunicador en cuanto oye la voz de Jun. Aunque no parecía haber conseguido nada viendo la mirada de la recepcionista. Sin saber que hacer, pensó rápido y soltó lo primero que le vino al a cabeza mirando hacia el Doctor Kaine. –Señor Walton, iré a responder a su secretaria mientras usted continúa con la señorita.– Aria trató de sonreír para intentar tranquilizar a la recepcionista y se alejó hacia la pequeña piscina de los peces rojo. 

Teniendo cuidado de pasar desapercibido respondió al comunicador en voz baja. –Hola, aquí Aria. Jun, ¿estás bien?.–

Una voz masculina pero algo aguda te llegó por el intercomunicador:

Hola, aquí Aria. Jun, ¿estás bien?.–
 

..........mensaje........or.  La comunicación parecia perderse.

Las interferencias impedían que pudieran saber con certeza de quién se trataba al otro lado de la frecuencia, aunque la deducción de Bill no era desacertada. Sabiendo que era una mujer, y que no veía a Nikita pidiendo ayuda por radio, algo debía de haberle pasado a Jun. Rápidamente se despidieron de Dumphy y se prepararon para regresar. Al ver que Nathan se ponía el cinturón, no perdió un segundo en hacer lo mismo, sabiendo como se las gastaba el piloto.

Mientras Faraday los llevaba todo lo deprisa que permitía aquel vehículo, David le hizo caso y trató de establecer contacto con el capitán - Capitán, aquí Kovacs, ¿Me recibe? - esperaba que la señal no encontrara interferencias como la otra - Nos hemos reunido con Dumphy y nos ha explicado qué tenemos que hacer - no quiso dar más detalles por radio, nunca se sabía - Pero hemos recibido una transmisión entrecortada pidiendo ayuda. Creemos que se trata de Jun así que vamos hacia su posición.

Con alivio, vuelvo a apretar el PTT, resintonizando el canal para recibir mejor el mensaje.

-¡Hola, amor! -Exclamo, bajando la voz de inmediato- Algo ha salido mal en la cita, y... y me están persiguiendo. He conseguido esconderme pero no sé si volverán y acabarán encontrándome.

Miro con gesto de desprecio al chico y al comunicador.
- Maldita niña estúpida... no debí contratarla por mucho que fuera mi sobrina. Quieres hacer un favor a tu hermana y luego tienes este tipo de tonterías.. - murmullo en tono bajo hacia Nikita pero lo suficientemente alto para que me escuche la recepcionista.

- Por supuesto, sal y fuera y que no me molesten hasta que termine aquí. - digo con gesto condescendiente para que Aria pueda salir fuera. Luego vuelvo a apoyarme y me inclino hacia la recepcionista.

Miro como su mano se ha ido debajo del mostrador y la miro con cierto enojo.

- Señorita.... - miro su nombre en la placa (*) - ...Ling. ¿En serio? Me ha visto cara de tener ganas de causar problemas.

Inspiro indignado y enfadado. Me retiro un mechón de pelo hacia atrás y ajusto los botones de las mangas de mi chaqueta. Comienzo a hablarle de nuevo mirando hacia un lado y poniendo recta la espalda, con gesto claramente disgustado.

- Exijo ver inmediatamente a su superior. No he venido hasta aquí para ser insultado con una actitud de desconfianza ni para rogar cumplidos de una empleaducha del tres al cuarto. Si usted no es capaz de enseñarme el banco ni convencerme de las virtudes de este lugar, quiero hablar con alguien de mayor responsabilidad inmediatamente.

-Es imposible saber cuál es el origen de la comunicación, Faraday -comenté, con amargura, mientras salían de la granja de Dumphy-. Tampoco puedo quitarle la estática al mensaje para que podamos entenderla. Debe de encontrarse en plena ciudad, un lugar con muchos edificios y con más emisiones de ondas, por eso hay interferencias.

Me puse el cinturón mientras me acomodaba en el vehículo.

-Si tenemos la dirección de Blouse, podemos presentarnos en su casa -sugerí, pensativo, valorando posibles opciones-. Al menos uno de nosotros, para no tener que arriesgar las vidas de todos. Puedo hacerlo yo. Finjo que soy un cazarrecompensas y que estoy buscando a la infame tripulación de la Serenity, entre la que se incluye su tripulante más reciente, la señorita Jun Vasilis. Puede ser arriesgado, pero después de ese mensaje que vimos en el Cortex, no me costaría mucho idear una historia convincente.

¿Queeee? dijo Faraday, al tiempo que pisaba el acelerador aun mas, si era posible. Ya la forma en que frenaba el vehiculo era con derrapes y curvas, y no estaba seguro de que cual era la velocidad legal del lugar, pero esperaba que no lo agarrasen destrozándola.
Por supuesto, el vehiculo que habían elegido, o habia elegido, era descapotable y un modelo deportivo, de modo que la charla explicativa de Bill era difícil de escuchar.
- Veremos que hacer llegado el caso dijo casi gritando a su compañero de viaje. - Quizas un par de borrachos patanes de la alianza turistas sean mejor que un educado señor fronterizo... pero lo sabremos cuando lleguemos alli
Incluso, Faraday parecía estar disfrutando el momento, se habia puesto esas gafas de aviador de biplano, y hacia muecas e inclinaba el cuerpo mas de lo necesario al conducir, como si quisiera con su inercia modificar el curso del vehiculo.

-¡Hola, amor! -Exclamo Jun, bajando la voz de inmediato- Algo ha salido mal en la cita, y... y me están persiguiendo. He conseguido esconderme pero ..............

El mensaje se había cortado, no eran interferencias, era como si alguien hubiera cortado las comunicaciones.

-¡Hola, amor! -Exclamo la voz de Jun, bajando la voz de inmediato- Algo ha salido mal en la cita, y... y me están persiguiendo. He conseguido esconderme pero no sé si volverán y acabarán encontrándome.

Parece que ha contactado con el otro grupo, sin embargo es extraño, el Capitán no responde y os teméis que no recibiera vuestro mensaje. Sin embargo, es curioso, la señal ahora de Jun es perfecta.

La joven oficinista sonrió y asintió.

Señor Walton, el Señor Blouse no volverá hasta el próximo lunes. Dijo siendo amable- Ya sabe, está próxima la celebracion de la unificación de esta luna y no podrá atenderle hasta entonces. Sin embargo, si lo desea, puede dejarme sus datos y el Señor Director le dará cita para entrevistarse con usted personalmente.

Aria parecía estar recibiendo algo en la emisora.

Al escuchar las palabras de Jun, dirijo una mirada a mis compañeros, arqueando una ceja.

-No veo yo a Jun llamándonos "amor" a ninguno de los tres -mascullé, carraspeando-. Creo que está intentando mandarnos un mensaje de que está bien jodida. Puede que incluso la estén forzando a llevarnos hasta una trampa...

Tomando mi comunicador, decido enviarle un mensaje:

-¿Dónde estás, Jun? -le pregunté, escuetamente, en un tono frío que no transmitiese la más mínima emoción ni cuál podía ser nuestra relación con respecto a la acompañante.

-¿Dónde estás, Jun? -Pregunta una voz masculina, escuetamente, en un tono frío que no transmitía la más mínima emoción.

Las calles eran grandes avenidas, los callejones escaseaban. Apenas veías gente paseando, si esos tipos reaparecían, les sería fácil reconocerte. Caminabas alejandote de los jardines. Antes te habías fijado que los transportes públicos pasaban cada dos minutos, sin embargo, hace un rato que no circulan nada más que aerodeslizadores privados.

-No lo sé -respondo, con la voz temblorosa, mientras continúo moviéndome calle abajo-, estaba en los jardines y he tenido que salir corriendo. Estoy en una avenida grande. No... no encuentro ningún medio de transporte. No tengo dónde esconderme. 

Y si pensaba que huir de los reavers es malo, prueba a caminar descalza por la avenida más lujosa del planeta, buscando algún lugar donde esconderte y tratar de no levantar sospechas sobre los transeúntes. 

Y yo que quería pasar completamente desapercibida en este lugar, ¿qué rayos ha podido salir mal? ¿Por qué? ¿Qué estarán haciendo los demás?

Habla por ti, vaquero, a mi me lo dice todo el tiempo! sonrió con todos los dientes Faraday, al tiempo que evitaba que un vehículo contrario los colisionara. ¡Aprende a conducir, limítrofe! le grito. pero entiendo lo que dices, no lo diría si no quisiera mandar algo personal. Aun asi… que podemos hacer si no entrar en la guarida del lobo? recibieron la transmisión de Jun, y el piloto agrego, mientras se aguantaba de pedirle todo al motor del aerodeslizador. Oye, dile algo en clave. Algo relacionado con los bollos, o tu blanco trasero, o el hecho de que no le gustan las tostadas a la Faraday. Y trata de que te de un punto de encuentro en clave.

Igual para el estaba claro. Habia dicho hola amor, en un nivel y otro en otro, estaba en un lugar donde debia mezclarse con la gente.