Partida Rol por web

Ver el majestuoso giro de Anthea en el espacio dejó a Reynolds petrificado. Era incpaz de hacer otra cosa que admirar la belleza del cuadro. De hecho, por unos minutos, ni siquiera fue capaz de pensar.
Salió de su trance con el ruido de todas la cosa pequeñas que cayeron al suelo cuando la Intrepid comenzó a girar sobre si misma, generando gravedad (una gravedad mínima, útil para que los bolis, papeles, restos de comida y demas no anden flotando por ahi)
Sin dejar de mirar a la imponente Anthea, Reynolds se dirigió hacia el panel de comunicaciones.

Tras pulsar un botón se abre un canal de comunicaciones que estaba en espera.

-¿Capitán Reynolds? Aquí control, debe haberse llevado un buen susto. Según el último informe de herrores una pequeña pieza se soltó en el morro de la Intrepid e impactó en el parabrisas. El echo de que los sistemas automáticos hayan seguido funcionando es buena señal, pero nos preocupa el indicador de fuga de gases. Denos un informe detallado. Creemos que los sensores podrían ser excesivamente sensibles y detectado algo que no ha ocurrido.

En el cristal de la cabina ves un violento golpe que ha dejado una marca en el cristal. Por lo demás parece aguantar perfectamente.

-Control, aquí Reynolds...- respondió Hikaru mientras pensaba "¿Aquí Reynolds?¿Y quién más iba a responder?" -... Por cierto si que me he asustado un poco. Estaba a punto de verificar las fugas. Ahora que desde allí me informan de lo ocurrido veré también que es lo que se ha desprendido.- y dicho esto teclea las órdenes necesarias pra verificar la fuga y luego se dedica un rato a analizar con la cámara robot el morro de la Intrepid, a ver qué le falta.

Mientras la pantalla de uno de los ordenadores te muestra un contador del tiempo que tardará en diagnosticarse, accedes a los programas de control de objetivos y activas el sistema manual de una cámara de video del morro.

La imágen en alta definición se mueve mecánicamente bajo tus designios. De reojo, ves que el autodiagnóstico lleva el 30%.

Mientras, la cámara, bien oculta en su pequeño nicho, registra la superficie del casco en busca de "algo". Finalmente, en un extremo curvo, te parece distinguir un huequecillo. Tras realizar un potente Zoom, ves que una diminuta pieza, de unos cinco centímetros cuadrados, se ha soltado y que el fuselaje está logeramente levantado en esa zona.

"¿Y que coño había ahí?" piensa Reynolds mientras teclea los mandos para mostrar los planos de esa sección de la Intrepid.
Mientras tanto, sigue atento al autodiagnóstico que se esta corriendo en la otra pantalla.

-Autodiagnóstico > 92%-

En la pantalla de tu ordenador aparece una sección muy técnica del plano de la Intrepid. En el lugar del desperfecto no ves que hubiese ninguna pieza especial, tansolo un trocito del fuselaje.

-Autodiagnóstico > Completado-

Un pitído te indica que se ha terminado la autorevisión. En una lista de fallos, algunos insignificantes, distingues uno preocupante, marcado con rojo.

Cita:

Reynolds se gira en su asiento para encararse con la terminal de comunicaciones, y anuncia:
-Control, aquí Reynolds. No hay fuga de gases, repito no hay fuga; Pero si se ha desprendido un trozo del fuselaje del morro.- y agrega, con un tono mas divertido -imagino que los técnicos no van a venir hasta aquí, asi que tendré que salir a repararlo.-
Hikaru está visiblemente mas tranquilo desde que supo lo que realmente pasaba, en realidad no era tan importante como parecía, y de hecho la Intrepid podía continuar perfectamente sin ese trozo de fuselaje, sin embargo le daba una mala sensación eso de que apenas salir ya se hubiese roto algo, asi que lo repararía. Después de todo, sólo se trataba de pegar uno de los parches autosoldables que llevaba en el pañol y listo.
Además, se moría de ganas de dar su primera caminata espacial.

-Bien, capitán Reynolds, va ha tener que salir al exterior. De todos modos el daño no parece importante. Dado su entrenamiento y conocimientas está usted perfectamente cualificado para la tarea, no por anda se le eligió.
Lo que en éstos momentos nos preocupamas, y constituye el problema más importante, es el exceso de celo de los sensores.
Lo últimos datos enviados por la Intrepid lo confirman, detecta, por ejemplo, demasiada radiación solar, mucha más de la real. Por ello probablemente informó de que había una fuga cuando en realidad no era así.
Para solucionar éste problema y que pueda abandonar de una vez por todas la órbita de Anthea tendremos que reconfigurar el softwere de la nave. Ya hay gente trabajando en ello, pero para descargarlo en la Intrepid, la única solución es que se acople durante unos minutos a la O.S.S. (Orbital Space Station) que es la estación espacial en la que repostan las sondas de exploración que se han ido enviando a través del sistema en los últimos años.

Cuando repare el desperfecto del casco contacte de nuevo y recibirá instrucciones para el acoplamiento. ¿A quedado claro? -La voz, aunque distorsionada por el auricular de las comunicaciones, te suena de algo. Además tiene un tono imperante muy particular.

Reynolds trató de recordar todas las instrucciones que tenía en la cabeza. Comprobó dos veces el traje, fijó la amarra de seguridad al asa de la escotilla. Se cargó con el equipo de autovuelo, ya que nunca se sabe (el equipo de autovuelo es, en realidad, un cilindro de gas comprimido unido a un tubo flexible, es complicado de aprender a manejar pero una vez cogido el truco es el mejor sistema de propulsion a gravedad cero que los Antheanos han podido imaginar).
Una vez terminados los preparativos, cerró la escotilla de la nave y se quedó en la pequeña cabina, mientras oía un "sssssssssss" del aire al escapar igualando las presiones y la luz indicadora cambiaba de rojo a verde.
Entonces abrió.
Tantas veces le habían repetido eso de "No mires al vacío, fija la vista en el casco de la nave" que lo primero que hizo fue mirar al espacio; y le encantó.
Podía ver a Anthea a su derecha, enorme. Incluso distinguía las luces de las grandes ciudades en el lado nocturno. Pero no tenía tiempo para todo eso, así que resueltamente fue hacia el morro de la nave. Una vez allí se ancló a la agarradera más cercana (había muchas repartidas en todo el casco), se soltó del anclaje de la puerta y colocó el parche autosoldable en su sitio, mirando como al cabo de unos segundos de haberlo activado se ponía rojo y casi inmediatamente se enfriaba.
Una vez hecho esto comprobó el parche con el dinamómetro y "el otro cacharro" que detectaba fugas (en realidad era un sensor de calor basado en una muy sensible termocupla, pero tenía un nombre muy largo que Reynolds jamás había querido aprender).

La sensación del paseo espacial es maravillosa, un profundo sentimiento de plenitud y alegría te inunda completamente mientras trabajas en la ligera reparación. De un bolsillo del traje sacas uno de los parches utosoldables. Torpemente, pues no estás acostumbrado a la gravedad cero, lo sitúas sobre el pequeño desperfecto, el que te ha llevado un rato encontrar, y una vez allí fijado, retiras la lámina protectora que cubre a tan práctica herrameinta.

El parche, espolvoreado con una receta química volátil al contacto con el oxígeno, se funde sobre el lugar a reparar. Para insuflar oxígeno sobre la unidad, ya sin capa protectora, utilizas un pequeño expirador, en el brazo derecho del traje, diseñado para tal efecto. Al rociar de oxígeno el parche, una silenciosa ignición, que produce calor y luz, se extiende sobre su superficie.

Segundos depués, distingues, una vez terminada la violenta reacción, que el parche está en su sitio y que parece que la reparación ha surgido efecto. Tras pasar el pesado guante sobre la superficie soldada corroboras el éxito de la maniobra y regresas, con ayuda de los asideros del casco, hasta el compartimento estanco.

Una vez dentro, y con una extraña sensación de gozo, Reynolds se quita todos los artilugios de la caminata y va caminando tranquilamente y con paso distendido hacia el panel de comunicaciones.
-Control, aquí Reynolds. La reparación ha sido exitosa. Quedo a la espera de instrucciones para acoplar a la OSS.-
Mientras espera la respueta, saca un cigarrillo de su chaqueta y aspira fuertemente, con lo que el pitillo se enciende de inmediato, Reynolds suelta una bocanada de humo azulado y recuerda lo que acaba de hacer... salir al espacio.

-Bien, Capitán. Crear ese vector y aproximar la Intrepid a la OSS es sencillo, ha sido entrenado para ello y por lo tanto deverá seguir el procedimiento estandar. No obstante, el acoplameinto en sí, va ha ser algo más dificil. Para asegurarnos de la efectividad del lanzamiento inicial decidimos que la IA estuviese desactivada. Recuerde que tras los estudios realizados al Obj.22.* se descubrió que éste aparato disponía de una inteligencia artificial, si, avanzada, pero no tanto como las nuestras.
La del navío Intrepid es la más costosa y eficiente que se ha construido jamás en nuestro mundo, y no queríamos arriesgarnos lo mas minimo, al fin y al cabo, si esa otra "civilización" consiguío viajar al espacio antes que nosotros, ¿No sería factible que su anticuada IA tuviese alguna razón de ser para el viaje espacial?

Como no se descubrieron evidencias en ese sentido, y nunca hemos tenído problemas con las IA's de las sondas de exploración, se optó por instalar una poderosa IA en la Intrepid y hacer el despegue controlado desde tierra.
Pero ahora escuche, al estar los sensores del navío mal calibrados y ser, así, demasiado sensibles, la IA, para la que ésos datos constituyen sus propios sentidos, y por tanto su forma de entender el mundo que la rodea, imagínese los estragos que podría hacer, por otro lado bien justificados, para mantener a la Intrepid y a su tripulación a salvo.

Es de vital importancia que usted no active la IA hasta haberse acoplado a la OSS, o perdería el control del navío. Me temo que nada más comenzar la misión estamos ante un dilema importante, y usted, como capitán, deverá tomar una resolución. Así se ha decidido en el consejo del clan Ludum:

-O intentamos el peligroso acoplamiento a la OSS, para lo que contará con el apoyo de una de nuestras sondas de exploración, o abortamos la misión y abandona a la Intrepid en órbita aterrizando con el módulo de emergéncia.

*Objeto 22: Cuando una bola de fuego atravesó la atmósfera y se estrello cerca de la localidad de Footshire; de los aproximadamente doscientos fragmentos recuperados, el catalogado con el número veintidós conformaba la mayor parte de los elementos del vehículo estelar. Comúnmente se le denomina "Objeto veintidós".

Reynolds da otra calada a su cigarro antes de responder, y lo hace cuando ya ha exhalado el humo formando una serie de anillos que se van alejando lentamente:
-Control, hay dos cosas que deberíais saber: la primera es que no soy capaz de entregar mi nave, ni a mi mismo, a una IA por avanzada que sea. No confío en ellas y punto; y si por mi fuese toda la misión la haría en manual. La segunda es mas simple aún ¿Acaso creéis que hemos invertido tantos años y recursos para que yo salga a dar una caminata espacial y me vuelva? NO, haremos el acople.... y lo haremos bien.-

-Muy bien, Capitán, su decisión será comunicada de inmediato al consejo. Contacte de nuevo cuando se encuentre en las proximidades de la OSS para calibrar y programar la sonda que le servirá de apoyo.

Al fin, luego de una travesia de poco más de media hora, la OSS estaba a la vista, flotando tranquilamente en una órbita geoestacionaria sobre Iorrt, donde estaba ubicada la base.
La Intrepid ajustó su velocidad de giro para sincronizarla con la de la base (que era ligeramente menor) y Reynodls pudo sentir como perdía un poco de peso.
Con una calma tensa accionó los mandos para el acople... y lo hizo bien, la Intrepid se colocó exactamente en su sitio a la velocidad indicada, y Reynols oyó un amortiguado "clack" cuando los soportes de atraque se cerraron sobre la escotilla de la nave.
Se acercó al comunicador y dijo, triunfal:
-Aquí Reynolds, acople realizado con éxito.... repito.... acople realizado con éxito.-

Los espolones de acople y los contrafuertes se encajan pesadamente alrededor del puerto estandar de la Intrepid. Un ejército de brazos mecánicos, controlados por la Inteligencia Artificial de la propia OSS empiezan, una vez que el navío está bien sujeto, a enchufar mangueras y cableado para las operaciones de softwere y posibles reparaciones. La sonda de apoyo realiza un reonocimiento visual exterior.

La gravedad artificial desaparece y las luces de iluminación se apagan. En la cabina todo se queda a oscuras, ligeramente iluminado por las millares de lucecitas de los paneles. Mientras, flotas.

-Iniciando reconfiguración de softwere. Mantener sistemas vitales activos. -Una voz metalizada informa los progresos de una larga lista. Las pantallas de ordenador se reinician y sobre un fondo azul se procesan cientos de lineas de texto a toda velocidad.

-Tiempo estimado--- 1 hora.....

Transcurren una sucesion de aburridos minutos. Poco a poco los sistemas se areactivan y finalmente se enciende uno de los relojes digitales. Tras otro rato, quizás más aburrido, ahora que sabes los minutos que transcurren, el comunicador con tierra se reactiva.

-..bio, cambio. ¿Nos recibe? ¿Nos recibe correctamente, capitán? ¡Ohw! ¿Capitán? Si, claro, quién hiba ha ser sino... -La voz parece diferente a la que suele comunicarse contigo.

-Capitán Reynolds, ha estado veinte minutos incomunicado, pero todo está bien. La OSS está reinstalando el softwere con los nuevos parámetros y en poco tiempo todo debería estar en orden. De todos modos, una vez la Inteligencia de la Intrepid se encarge de automatizar la mayoría de los sistemas su vaje va ha resultar mucho más cómodo. ¡No olvide activarla cuando las consolas funcionen de nuevo!

-De acuerdo.- responde parcamente Reynolds mientras se aburre y fuma lentamente otro cigarro como para ir pasando el tiempo.
Por una de las escotillas puede ver a Anthea y una parte de la OSS, mientras que por la opuesta solo puede ver el espacio profundo, tachonado de estrellas. pensando en qué le esperará allí, disfruta del tabaco.