Partida Rol por web

Nakon enciende el Aero-Cadillac y salimos lo más rápido posible de allí. Afuera nos esperaba el mísmo barrio decadente y sucio que habíamos dejado, pero en nuestro camino de regreso me parecía un poco mejor, provablemente porque nos marchabamos y no teníamos intención de volver por allí en una buena temporada. Quizá si la misión salia bien y encontrabamos algo de mucho valor no pisaríamos nunca más ese barrio. Yo me iría de Nueva Jamaica. Cogería a mis padres, como hace años hicieron ellos, y nos volveríamos de regreso a nuestro planeta, donde viviríamos una buena vida. Pero no había que hacerse ilusiones, en este oficio no servían de mucho cuando en el último momento algo fallaba y escapabas por los pelos de los hombre de la Dart, como más de una vez nos habia pasado. Será mejor que te centres en el día a día Lilian Saco la cabeza un poco hacia mi lado para que el viento pase por mi cara y se encargue de retirar mi pelo hacia atrás mientras subo el volumen de la radio, no hay nada como un poco de música mientras una se relaja con el masaje del viento. El camino de vuelta se me hace realmente corto, quitada la tensión de tener que ir a ver a Fergus y con todas las piezas atrás a buen recaudo solo quería relajarme, y como pasa siempre esos momentos en una profesión como la nuestra son pocos y muy cortos. Al llegar a la zona del hangar disminuimos la velocidad y nos adentramos en el interior saludando a Jymmi, que cordialmente nos devuelve el saludo. Cuando el vehículo se detiene salgo a desenganchar el remolque.
-¿Como andamos de tiempo? Lo digo por descargar las piezas ahora o después cuando volvamos. y sin dejar tiempo a que Nakon me responda a mi primera pregunta le suelto otra
-¿No te parece que Fergus estaba demasiado amable? Me dió la sensación que quería sacarnos algo sobre nuestra misión, pero sería paranoico pensar en que él sabe algo también ¿No te parece?
Creo que todo este asunto me está afectando y que estoy viendo cosas donde no las hay.

Por fin llegamos a nuestro barrio, no es que fuera mucho mejor que el del taller de Fergus, pero... era el nuestro.

¿Como va? Le digo a Jim a modo de saludo mientras aparco en el interior del hangar. De vuelta a casa, al fin.

Cita:

Bajo del cadillac y me dirijo hacia Lilian, se me ve calculando mentalmente. Pues... si queremos llegar puntuales, deberíamos de salir ya. Podemos descargarlo luego entre todos.
Y dirigiéndome hacia la salida a paso lento para que me siga le contesto. ¿Demasia do amable?, a mi me sorprendió que estuviera amable! Dudo que sepa nada de lo nuestro, pero quizás si haya oído algo del transporte que va a hacer la DArt... No lo se. Pero creo que no debemos preocuparnos.

Está claro que no hay tiempo de hacer esto ahora, así que lo haremos a la vuelta. Termino de comprovar que todos los enganches del remolque estén debidamente desconectados y después abro la portezuela de atrás para hacer una comprovación antes de marcharnos. Parece que todo ha llegado bien y no se ha soltado ninguna caja. Vuelvo a cerrar el compartimento del remolque y me dirijo al aero-Cadillac donde ya me espera Nakon preparado para partir.

-Sabes que no me gusta llegar tarde, así que no perdamos el tiempo. Tengo muchas ganas de saber como les fué a estos dos. Desde luego vaya pareja, espero que no se hayan metido en ningún lio esta vez.

Jymmi se acerca a vosotros mientras os preparáis para salir de nuevo. -¡Jovenes! Ya me encargo yo de cerrar el hangar, ese siempre ha sido trabajo del viejo Jymmi. -Dice sonrriendo de oreja a oreja.

Nakon enciende de nuevo el Aero-cadillac, que se eleva sobre el suelo, y arranca a toda velocidad por entre la calle mugrienta de la zona industrial. Jymmi os hace un gesto de saludo antes de volverse y entrar en el hangar.
Aunque la estrella Seraphis aún calienta el rudo pavimento, las sombras empiezan a alargarse y la luz a atenuarse. Al hayarse la gran urbe en un alto paralelo del hemisferio norte, la noche llegaba temprano en aquellas fechas del año.
Nakon, sosteniendo el volante forrado de cuero de morsa roja, gira ha un lado, y pone rumbo, a través de intrincadas callejuelas, hacia el barrio antiguo de la ciudad, peligroso y encantador al mismo tiempo.