Partida Rol por web

Specus Vespertilionum

SPECUS VESPERTILIONUM

Zuheros - MCDXLI Anno Domini.

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19/03/2014, 20:38
Amira al-saad

Presté atención a las palabras del mozo para saber hacia donde debíamos ir ahora. Por suerte, el mozo no se preocupo de sus orígenes ni de su religión y solo se preocupó de no llegar tarde a su casa. Me despedí de él con un gracias y caminé por la calle junto a Othmán y el asno que nos acompañaba.

Necesitaba descansar ya y dejar atrás todas las preocupaciones. ¿Ese tal Tobías realmente nos compraría las joyas y nos ayudaría? Temía que realmente nos engañase y nos entregase a nuestros perseguidores. Pero era un riesgo que debíamos correr. No quería pasarme toda la vida huyendo de ellos...

Eso significaba que había hecho mal en desobedecer al Al-Barraz y que mi castigo era no encontrar descanso hasta que la muerte me llevase.

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19/03/2014, 21:38
Juan Royo
Sólo para el director

Con bastante pesar regresé a paso lento a Zuheros. El frío empezaba a azotarme las costillas con una suave brisa, así que no era buena idea demorarme más añorando tiempos pasados que seguramente no volverían nunca. -Lo último que necesito es enfermar y tener que hacer la próxima guardia con fiebre.

Sin prisas, fui hacia los dormitorios, si es que se podían llamar dormitorios esas barracas donde intentaba descansar las noches en las que no tenía que patrullar por Zuheros envuelto en mis escasas ropas para no congelarme de frío. Mientras me dirigía hacia allí con la cabeza gacha, observaba desde el rabillo del ojo los rostros de las personas con las que me cruzaba, y cada una de ellas me parecían un carcelero particular que me impedía marcharme de allí.

Finalmente llegué a mi destino y me acomodé como pude en un rincón, tumbándome y abandonando mi cuerpo al cansancio de todo un largo día.

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20/03/2014, 14:00
Daemonii

Notas de juego

Te actualizaré al día siguiente, sincronizándote con el resto del grupo. Quizá tarde un poco, depende del resto.

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20/03/2014, 14:03
Tobías

Varios golpes rompen el silencio crepuscular que reina a esas horas en Zuheros: - POM! POM! POM!... - Son los nudillos de Othman chocando contra la fría madera de la puerta de Tobías.

¿Quien llama a aquestas horas María? ¿Esperades a alguien? ¿Será la vuestra madre? Dios quiera que non... - Pregunta el campesino a su esposa. Un Tobías cansado y beodo abre con cierta dificultad, y cuando ve la extraña pareja que se halla sus puertas se abren como platos también sus ojos. Podríais casi jurar que también se le quitó de golpe la cogorza...

Eh.. ¿quien sodes? credo vos habedes confundido de puerta. - Dice completamente extrañado por tan inusual visita.

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21/03/2014, 00:01
Othmán abd-Allah

Notaba a Amira taciturna y pensativa, lo que me puso aún más nervioso. Cuando golpeé la madera me sentía llamando a las puertas del mismísimo Yahannam, esperando que Malik y sus diecinueve seguidores en el infierno se presentasen ante mi. ¡Dependía tanto de que aquel encuentro con Tobías saliese bien!

Dependía la confianza de mi amada, pues las esperanzas se depositaban en aquel hombre medio borracho que farfullaba ante mí. No era una historia digna de una qaina como Amira.

Dependía nuestra vida, vista la laxitud con que las leyes se tomaban en aquel pueblo cristiano, permitiendo el apaleamiento de un muchacho y pensando en robar a los viajeros. Si pasábamos una noche más allí, sin protección de unos muros, sólo Alá sabía qué nos iba a pasar.

Dependía el futuro. El viaje fuera de aquella tierra ingrata con nosotros a la cuál Amira, y más bien yo, habíamos revuelto las tripas con nuestra actitud.

Dependía tanto de mí, que las palabras no volaron hasta mi boca. Mi lengua quedó muerta y mi mente en blanco al ver a Tobías. ¿Qué iba a decirle? ¿Iba a empezar acusándole con números y apuntes sobre sus tratos con Don Almagro, poco respetuosos para con el Conde de Medellín y su regulación? ¿O debería clavarle una saeta y robarle? Ya era un asesino ante los ojos de Dios. 

Tragué saliva.

Y las palabras brotaron:

— Buenas noches tengáis vos, Don Tobías. No nos hemos confundido. — intenté poner un pie discreto cerca del canto de la puerta por si el hombre intentaba cerrar la hoja de madera. — Si bien es tarde y la noche ya ha caído, sabéis que el camino es largo y empinado para llegar aquí, de ahí la tardanza. Vengo para tratar asuntos de Don Almagro. — dije intentando dar algún detalle conocido — Soy Othmán, su escriba, y vengo con mi... esposa. 

Sabía bastante bien que no era costumbre cristiana, cómo si lo era en mi cultura, invitar a desconocidos a un té como muestra de hospitalidad, pero esperaba encontrar en Tobías el rasgo de la codicia y la curiosidad que le motivase a saber el porqué de su visita.

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21/03/2014, 14:15
Tobías

Se mantuvo claramente distante y desconfiado hasta que escucho el nombre de don Almagro. Othman había dicho la palabra adecuada, pues los ojos del campesino se iluminaron mostrando ese brillo propio del interés y la codicia.

Vamos vamos, pasad. ¡Non vos quedéis en la puerta!.

La cabaña de madera donde vive es algo más espaciosa de lo habitual, pero sigue siendo una choza de techo bajo y de paja. De varios ganchos en las paredes cuelgan aperos y cuerdas, y apoyado en la pared hay un tablón y unos caballetes sobre los que se coloca cuando llega la hora de comer, amén de varios banquitos de madera. En la otra pared hay dos jergones separados por una cortina, y en una esquina un montón de paja. Tobías dispone de un pequeño establo donde descansa su único buey y una cabra.

Os presenta a su mujer, María, es grandota y fuerte, de anchas caderas, voz potente y pronto fácil, pero bajo esa apariencia se esconde una persona inocente que confía plenamente en su marido.

Sus hijos, que ahora mismo están durmiendo, son; Lorenzo de 12 años, alto y bien formado, de manera que parece dos o tres años mayor; María, de 9 años, también muy madura para su edad; Rafael, de 8 años, que siempre anda detrás de su hermano; y el pequeño Tobías, de 3 años.

Tobías os lleva a una pequeña mesa al fondo de la estancia en la que reposan dos jarras y una botella de vino. Allí sentado hay un muchacho que apenas llega a la veintena. Por sus ojos debe llevar buen rato bebiendo con Tobías.

Aqueste es Miquel Barrat, un buen amigo mio. - Tobías se apoya tórpemente en la silla, casi pierde el equilibrio por el efecto del vino. - ¡Pero que modales los mios! vamos, sentaos sentaos. ¡Maria! acércanos otras dos jarras.

Y tras añadir otros dos taburetes para vosotros a la mesa, os pregunta: - Bueno, contadme. ¿Qué asuntos se trae entre manos aquesta vez don Almagro?.

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23/03/2014, 17:19
Miquel Barrat

Con los ojos entrecerrados ya por el sueño miro a la pareja que habia llegado. Sus rasgos fatigados disimularon el fruncimiento de ceño. ¿Qué diablos?...

Por otra parte no eran gente que le incumbiera. Ni se movió de su silla, solo saludo con un cabeceo cuando Tobias lo presento, dándole otro dulce beso al vino. Quizás sería buena idea marcharse, pero estaba fatigado hasta para eso. Apenas terminara la jarra, se prometió a sí mismo, mientras estudiaba al dúo de extranjeros. Luego relajo la postura, estirando las piernas bajo la mesa, en preparación para levantarse y también por el suave goce que representaba, sin meterse en los negocios del buen barbas…

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23/03/2014, 18:20
Othmán abd-Allah

Decliné la bebida con amabilidad y cortesía. Me seguía sintiendo cohibido ante los niños, el muchacho y clara embriaguez de Tobías. Hice un gesto a Amira para que se tranquilizase, que yo me haría cargo del asunto pues aquella sociedad era bien dada a los tratos entre hombres, al margen de las mujeres, y que mientras hablábamos, pasase tiempo con María, la mujer del dueño de la casa.

Tomé asiento y comencé con detalles triviales de nuestro viaje, sin ser demasiado preciso, hablando del tiempo, el camino y las cosas que viéramos. Pero vi en el rostro de ambos hombres, que mis pláticas les resultaban aburridas así que me centré en lo que había venido a hablar, procurando cierto tacto:

— Escuchadme, Don Tobías. Don Almagro me envía, como os he dicho, pero sólo de paso. - luego miré inquisitivamente al tal Miquel, preguntando con la mirada si era buena idea confiar en él. Así y todo continué - Os manda sus saludos y buenaventuras, como buen cristiano que es, y vos sabéis que goza de buen trato de favor conmigo, su escriba. 

Mi garganta, seca, deseaba beber el vino que rondaba por la mesa, pero tras una pausa, respiré y seguí:

— Mi mujer Amira y yo, queríamos viajar a La Meca, y necesitamos pasaje en un barco que nos lleve hasta el Norte de África. Otros asuntos de mi señor me han llevado primero a otras zonas de Castilla, lejos de los puertos más conocidos, pero Don Almagro, que confía en vos para que me indiquéis quién puede ser de confianza, además me ha dicho que vos podíais... encargaos de manejar la gestión del pago del viaje, que no es baladí. - dije intentando mantener el halo de misterio, como si estuviese narrando una poesía en la que el destino de los protagonistas estuviese en manos de dioses caprichosos. Acto seguido eché mano al zurrón y puse un paquete sobre la mesa, sin desenvolverlo de las telas que lo ocultaban, esperando leer en los ojos de Tobías, y quizá su amigo, curiosidad.

 

Notas de juego

El paquete son algunas de las joyas, que espero sean suficientes para pagar un viaje o bien que el hombre las transforme en dinero. Procuro no enseñarlas hasta crear la expectativa necesaria. Lo digo por adelantar la contrarréplica si quiere el Daemonii.

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23/03/2014, 20:54
Amira al-saad

Dejar hablar a Othmán era lo mejor que podía hacer pues no entendía mucho de esas cosas y, sin duda, era mejor la labia que tenía él para esas cosas. A mí se me daba mejor expresarme con el cuerpo o con la música y no creía que fuese adecuado mostrar esas habilidades delante de esos hombres. Otra cosa que Othmán sabía disimular mejor era la impresión de ver borrachos a los dos hombres. ¿Tan poca estima tenían que debían suplantarla con la bebida?

No quería estropear los tratos que se traían entre manos así que hice lo que Othmán me dijo: entablar conversación con la mujer de Tobías. No tenía mucho de que hablar con la buena mujer, pero debía intentarlo para que todo fuese sobre ruedas y que pudiesen salir de aquel ligar lo antes posible.

-Siento que hayamos irrumpido a estas horas en vuestra casa. Y con los niños durmiendo.

Quizá no le interesase entablar conversación con una mora, a pesar que su marido tuviese trato con ellos.

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25/03/2014, 22:26
Tobías

No era poca la intriga suscitada por la velada conversación de Othmán. No pudiéndo contener la incertidumbre por un momento más, se dispuso Tobías a desenvolver las telas que cubrian el intrigante paquete.

Se iluminan los ojos del campesino cuando el oro, las perlas, y los rubíes reflejan la luz del candil que adorna la mesa. - ¡Vive Dios! - Exclama a voz viva, y tras mirar fugazmente a Miquel con los ojos abiertos como platos se dirige nuevamente a Othman: - Et si vos comprendo bien, lo que necesitades es convertir aquestas preciosidades en sonante ¿cierto?. Puedo hacerlo, bien lo sabedes, más pondré entonces una condición... - Tobías se inclina sobre la mesa, acercando su boca al oído de Othamn. Lo que le susurra entonces nadie lo escucha...

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25/03/2014, 22:35
Daemonii

 

Notas de juego

Tras abrir el paquete, Tobías te guiña un ojo cuando te mira.

Por el valor de las joyas y la necesidad de un barco del moro, sólo puedes pensar que Dios ha oído vuestras plegarias...
Esta es la oportunidad que necesitáis para largaros de Zuheros con la bolsa bien llena...

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25/03/2014, 22:38
Tobías

Quiero viajar con vos en ese barco que decides. Yo, et mi amigo Miquel. Ambos habemos de marchar de Zuheros, et aquesta es la oportunidad que esperábamos. Venderé las joyas, non vos quepa duda, et buen tajada sacaré por aquestas. Necesitaré de dos o tres días, eso si.

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25/03/2014, 23:04
Othmán abd-Allah

El aliento de Tobías me dejaba ya harto de sólo intuirlo. El vino corría por sus venas como la poesía por las mías. Pero sus ojos... sus ojos eran vivarachos y agudos. Hablaba con la virtud del codicioso y del que necesita algo.

Sabía que no era buena compañía. Lo conocía por sus negocios con Don Almagro, por sus asuntos sucios y turbios, por su disposición a lo oscuro.

Tres días en Zuheros no parecía un panorama muy halagüeño. Miré a los lados haciéndome a la idea de compartir choza y mantel con aquellos extraños, los niños, la mujer... y mi qaina, mi hermosa gacela encerrada en cuatro paredes de barro. No, no era buena idea.

E hice lo que tenía que hacer. Decir que sí.

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27/03/2014, 15:18
Miquel Barrat
Sólo para el director

Miquel cerró el ojo izquierdo, para abrir bien el derecho en su ensueño algo etílico y estudiar concentradamente lo que el moro mostraba. Parecía no estar soñando, ciertamente. No recordaba la última vez que viera tanto brillo junto, como no fuera mirando el cielo una noche clara…

Sus labios se fruncieron en una sonrisa amplia, y se obligó a prestar atención también, aguzando las orejas para captar mejor de que iba el asunto. Incluso una partecita de eso solucionaría bastantes cosas… A veces Dios obraba de formas misteriosas, en verdad.

Notas de juego

¿Que tendria que tirar para oir lo que estan cuchicheando? Descubrir o percepcion a secas?

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28/03/2014, 17:52
Daemonii

Notas de juego

Debes tirar Escuchar. Como esa competencia no la tienes "entrenada", por decirlo de alguna manera, tiras por PERcepción directamente, que es su caracteristica base.

Osea, haces una tirada a 15% de dificultad (PER). Recuerda que ese tipo de tiradas ha de ser oculta, pues una pifia podría significar que escuches algo que no se ajuste a la realidad.

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28/03/2014, 17:56
María

Non vos preocupades, et aquestos - dice refiriéndose a los zagales - non entéranse de nada. - Responde con resignación la mujer. Ésta intenta ser amable pero puedes percibir cierto rechazo en sus gestos, aunque no puedes asegurar si estos se deben a que unos desconocidos han irrumpido sin previo aviso en su casa, a que sois moros, o porque es muy tarde... aunque quizá sea todo lo anterior junto...

 

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28/03/2014, 18:10
Daemonii

Encargaréme pues del asunto. - Afirmó Tobías.

Y tras un rato de charla acompañada por el trasegar del vino, las jarras se alzaron chocándo ruidosamente; - ¡Por el destino!. - Se escucharon las voces al unísono.

El destino; hermosa palabra, unas veces aciaga y otras esperanzadora... aunque ahora parecía esta hablar de joyas, dineros, barcos y libertad... y así fue como aquella noche, esas cuatro almas sentadas alrededor de un viejo y curtido tablón, convirtieron esa palabra en una especie de clave que sólo ellos comprendían.

...Finalmente el cansancio hizo lo propio, y ante la nada apetecible prespectiva de buscar refugio en mitad de la noche con el gélido viento de compañero, aceptó la pareja de moros la invitación de Tobías para descansar allí. Incluso Miquel pernoctó allí, ¡pues la cogorza que cargaba no le hubiera dejado salvar ni la mitad de la distancia que había hasta su casa!. María, con avidez, improvisó tres camastros en el pequeño establo adyacente a la casa, y con un buey y una cabra como compañeros, tuvieron los improvisados invitados una noche placentera y un descanso pleno.

Notas de juego

Os dejo un post más antes de pasar al día siguiente.

Resumiendo, Tobías se encargará de "colocar" las joyas. Ha de mover algunos hilos, por lo que tardará entre 3 o 4 días según os dice. Al parecer tiene que contactar con un "viejo amigo".

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28/03/2014, 19:12
Daemonii

¡Eh! ¡EH!, ¡vamos! ¡Juan! ¡despierta, Juan!. - Escuchas al tiempo que eres zarandeado y sacado de tu profundo sueño. ¡Que mal despertar vive Dios!.

Y es que al parecer don Gonzalo ya se había enterado de la llegada a Zuheros de los moros a los que le permitistes el paso la noche anterior. La congoja te invade; ¿hiciste mal en dejarles pasar? - ¡Debí registrarlos más concienzudamente!. - piensas. - Hubiérame adueñado de las joyas et marchado de aquí. - Dudas e ideas disparatadas te invaden.

Suerte que pronto tu temor se disipa cuando Hector te envia junto a otro de los guardias a dar con los moros. Al parecer nadie pone en duda tu labor en la muralla, y aunque te dan pocos detalles, las ordenes son claras; traer a los moros al castillo. Don Gonzalo en persona les recibirá, aunque debe quedar claro que no es una invitación ni mucho menos.

Cargando editor
29/03/2014, 00:27
Miquel Barrat
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

espero que me digas mas o menos y hago el post de cierre

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30/03/2014, 17:43
Juan Royo
Sólo para el director

-Al menos parece que no fue culpa mía... -Intenté vestirme rápido con los cuatro harapos que yo llamaba "ropa" pero mi mente todavía parecía dormida. Mientras intentaba meter la pierna por la manga de la camisa, mi mente empezó a generar más de esos pensamientos absurdos. -¿Y si han creado algún tipo de altercado dentro de Zuheros? Espero que no recaiga sobre mi la responsabilidad por no haberlos dejado entrar...

Cuando por fin pude tener la mente suficientemente despejada para colocar cada prenda en la parte del cuerpo que les correspondía salí de aquel barracón que apestaba a hombre y me dirigí hacia la puerta con la estúpida idea de que siguiendo los pasos de un supuesto forastero imaginario podría encontrar a los dos árabes con más facilidad. -Espero que no tarde mucho en encontrar a esos malditos...