Partida Rol por web

Seis meses después del “Incidente Ilhue”…

Sala intermedia de mantenimiento de tubos Jefferies. Once horas de la mañana.

La NX fue llamada para su última sesión de actualizaciones menores a la estación Júpiter y su dique seco. Son algunos retoques finales antes de su decomision programada para fin de año.

Si. Esto es el descanso final de la NX que tanto hizo por la Federación.

Con casi todos los tripulantes de permiso y los sistemas primarios fuera de línea por el mantenimiento programado a alguien se le ocurrió soltar un Tribble por el excusado, con la mala suerte de ir a parar a un sector de ingeniería casi abandonado desde los años de la guerra romulana.

Pues allí se encuentran la capitana De Alba junto a un manojo de tripulantes que no lograron escapar a tiempo y evitar la orden directa de “vengan conmigo” de la Española.

El asunto es que han cerrado la búsqueda del pequeño animal a una sala de tres por tres pero a cambio han quedado encerrados allí hasta que los ingenieros de la estación lleguen al rescate.

Sin equipamiento más que lo reglamentario de la capitana ahora solo resta esperar un par de horas. Eso y cuidar de una bola peluca con la capacidad de reproducción de un millar de conejos en celo…

¿Qué podría salir mal?

La capitana de la Excalibur era una mujer menuda, delgada, de pelo negro, ojos verdes y atractiva de origen español, perteneciente a una de las familias nobles más relevantes de su país, la casa de Alba. Por tanto su noble cuna era algo que se notaba cuando se trataba con ella, por sus maneras y sus gestos, sin embargo podía ser tan exquisita en el trato como todo lo contrario, pues era una mujer de fuerte carácter a la que se le iba la boca cuando algo no salía como esperaba, su manera de aliviar tensión era mediante el insulto y solia hacerlo siempre en español, no en vano muchos de los oficiales superiores habían aprendido castellano gracias a sus arrebatos, pues la tensión en el puente era constante y más aún en una nave como la Excalibur en la que tantas desventuras habían vivido. 

Por tanto si una palabra podía definir a Cristina era la de apasionada, por su trabajo y por la manera que tenía de ver las cosas, no así en el amor pues siempre antepuso su rango a su felicidad, para desasosiego de su familia que lo que siempre había esperado de ella había sido descendencia, para continuar con la estirpe familiar de la que por nacimiento le correspondía el título de duquesa.

Cristina se había tomado su tiempo para irse despidiendo de la Excalibur, por eso había decidido realizar aquella operación personalmente, después de todo lo que había vivido a bordo de aquella nave se le hacía muy difícil dejarla para su decomisión, era como traicionar a tu mejor amigo... vale... las naves no sienten, no tienen alma... pero la TARDIS sí y... ¿y  si la Excalibur era igual sólo que no había tenido la forma de demostrarlo? 

La española se obligó a recordarse que era una capitana de la Flota y que aquello no era el universo del doctor Who para no liarse a llorar a moco tendido.

Así pues con su Ipad en mano, su uniforme impoluto, su bien peinado cabello recogido en moño y sus pasos seguros se dirigió hacia la Bahía de Lanzaderas decidida a solventar un problema de última hora, pero no lo hizo sola.

- Ustedes... Vengan conmigo- fue la orden sencilla y directa que dio a los tripulantes con los que se topó, en circunstancias normales habría hecho llamar a Jan y a Sirril, pero no se encontraban a bordo y tampoco pensó que aquello fuera demasiado grave, su desconsuelo llegó cuando se percató que se encontraban ante una "invasión" de Trubbles... ¡Cómo odiaba a aquellos bichos! ¿Pero a qué mente enferma le podía parecer adorable un saco de pelos con semejante capacidad reproductiva? Y por si fuera poco se habían quedado encerrados con esas cosas...

- ¿Están seguros que no hay otra manera de controlar a los bichos? Acabo de ver a la bola negra multiplicarse en tres grises... a este paso vamos a tener pompones hasta el cuello... - "y creo que me dan alergia" pensó torciendo el gesto y cruzándose de brazos, De Alba no se caracterizaba por su paciencia.

La capitana de la Excalibur era una mujer menuda, delgada, de pelo negro, ojos verdes y atractiva de origen español, perteneciente a una de las familias nobles más relevantes de su país, la casa de Alba. Por tanto su noble cuna era algo que se notaba cuando se trataba con ella, por sus maneras y sus gestos, sin embargo podía ser tan exquisita en el trato como todo lo contrario, pues era una mujer de fuerte carácter a la que se le iba la boca cuando algo no salía como esperaba, su manera de aliviar tensión era mediante el insulto y solia hacerlo siempre en español, no en vano muchos de los oficiales superiores habían aprendido castellano gracias a sus arrebatos, pues la tensión en el puente era constante y más aún en una nave como la Excalibur en la que tantas desventuras habían vivido. 

Por tanto si una palabra podía definir a Cristina era la de apasionada, por su trabajo y por la manera que tenía de ver las cosas, no así en el amor pues siempre antepuso su rango a su felicidad, para desasosiego de su familia que lo que siempre había esperado de ella había sido descendencia, para continuar con la estirpe familiar de la que por nacimiento le correspondía el título de duquesa.

Cristina se había tomado su tiempo para irse despidiendo de la Excalibur, por eso había decidido realizar aquella operación personalmente, después de todo lo que había vivido a bordo de aquella nave se le hacía muy difícil dejarla para su decomisión, era como traicionar a tu mejor amigo... vale... las naves no sienten, no tienen alma... pero la TARDIS sí y... ¿y  si la Excalibur era igual sólo que no había tenido la forma de demostrarlo? 

La española se obligó a recordarse que era una capitana de la Flota y que aquello no era el universo del doctor Who para no liarse a llorar a moco tendido.

Así pues con su Ipad en mano, su uniforme impoluto, su bien peinado cabello recogido en moño y sus pasos seguros se dirigió hacia la Bahía de Lanzaderas decidida a solventar un problema de última hora, pero no lo hizo sola.

- Ustedes... Vengan conmigo- fue la orden sencilla y directa que dio a los tripulantes con los que se topó, en circunstancias normales habría hecho llamar a Jan y a Sirril, pero no se encontraban a bordo y tampoco pensó que aquello fuera demasiado grave, su desconsuelo llegó cuando se percató que se encontraban ante una "invasión" de Trubbles... ¡Cómo odiaba a aquellos bichos! ¿Pero a qué mente enferma le podía parecer adorable un saco de pelos con semejante capacidad reproductiva? Y por si fuera poco se habían quedado encerrados con esas cosas...

- ¿Están seguros que no hay otra manera de controlar a los bichos? Acabo de ver a la bola negra multiplicarse en tres grises... a este paso vamos a tener pompones hasta el cuello... - "y creo que me dan alergia" pensó torciendo el gesto y cruzándose de brazos, De Alba no se caracterizaba por su paciencia.

Becca tenía varias cosas planeadas para el descanso, con Bert se habían anotado en una pequeña competencia de poco más de 20 Ingenieros, la idea era resolver los desperfectos de una nave alienígena desconocida y lograr que funcione... Eso la tenía muy emocionada, había estado tomando algunas clases con Ruby sobre que símbolos eran los más usados para comandos y direcciones, estuvo los últimos tres meses esperando este momento....

Cuando órdenes directas arruinaron la salida.

Hace mucho venían lidiando con los Tribble, y aunque aún no se sabía quién había sido Becca solo pensaba en que ningún ser merecía ser lanzado por el excusado, y mucho menos ser tratado como desecho.

- La reproducción de la raza está directamente relacionado con la cantidad de comida que ingieren, si se los hubiese cuidado como corresponde no habría pasado nada, el problema ahora es que la nave está repleta de bioelementos que pueden comer y eso activa el ciclo, desde ingeniería ya no sabemos que más hacer, yo personalmente trate de encontrarle familia a todos los que pude, pero es que simplemente son demasiados....

Becca toma uno entre manos y le hace algunos mimos, y aunque lo acababa de conocer ya le había puesto nombre.

- Quien te haría daño eh Louis?? Tan bonito... Quien es bonito?!

- Quien te haría daño eh Louis?? Tan bonito... Quien es bonito?!

Bert no se sentía tan azorado desde que Ruby le pilló haciendo juegos de manos para barajar "adecuadamente" las cartas; evidentemente, su habilidad para ello era desastrosa y no digamos su cara de poker. La recién nombrada alférez casi había tirado la toalla con él, ¿pero cómo iban a excluirlo de las partidas? Sería casi como apisonar a un tribble y hablando de tribbles...

-Becc, de verdad, ya hemos regalado uno a la tía Petunia, mis primos también tienen uno cada uno y ese nido de ingeniería... -Bert se corta en seco al ver a la capitana de Alba.

- ¿Están seguros que no hay otra manera de controlar a los bichos? Acabo de ver a la bola negra multiplicarse en tres grises... a este paso vamos a tener pompones hasta el cuello... - "y creo que me dan alergia" pensó torciendo el gesto y cruzándose de brazos, De Alba no se caracterizaba por su paciencia.

-Ehh... señora, sí, señora. Como dice Becc, esto, Becca, perdón, la tripulante de ingeniería Beakman, es necesario restringir su dieta para reducir su tasa de reproducción. Posiblemente, los subieron en el mismo envío que la cerveza romulana de hace dos años... estoy seguro de que no pasaron los filtros biológicos...

¡Oh, por la tía Petunia! piensa Bert al ver las delicadas cejas de la capitana alzarse No debí mencionar eso.

Pero si algo está claro es que Becc no va a consentir que dañen a los tribbles. Sería más fácil conseguir que Staafar llorara con el holoculebrón de la Casa de la pradera andoriana que Becc les dejen arrojar al espacio a esos tribbles. Tiene un corazón demasiado grande, y nunca se las ha visto con una plaga de topos. ¡Pero es tan fantástica!

Norman se sentía intimidado por la Capitana de Alba, tanto su porte, su belleza como su reconocida mala leche hacían que el fontanerillo se pusiera rígido y titubeante.

-Em... claro. claro.- Dijo resuelto a buscar solución a la plaga. Había realizado trabajos de deratización y desinsectación en sus tiempos pero la capacidad de reproducción de aquellos seres era exponencial hasta el extremo. -Ojo Becca, no te encariñes con estos bichos que vamos a tener que matarlos.- Advirtió a su compañera porque Norman tenía clara la solución, exterminio. -Es una pena no poder usar gas o un lanzallamas. Yo creo que lo mejor sería pisotearlos antes de que sigan reproduciéndose.- Dijo a sus compañeros. No sentía la mas mínima empatía o pena por aquellos animalillos, estaba acostumbrado a encontrar ratas y otros animales en las instalaciones y se deshacía de ellos de la manera mas limpia y efectiva que surgiera.

Cuando la capitana De Alba les ordenó encargarse de los tribbles, Erik solo pudo pensar “¿Por Qué?” . No sabía cómo lo hacían, pero el grupo siempre acababa en misiones las misiones más raras que cualquier miembro de la flota estelar pudiera imaginar, y encima ahora estarían junto con la capitana, por lo que tendrían ser más profesionales que de costumbre e intentar ser más comedidos.

Erik pensaba que la mejor forma de acabar con la plaga sería usando fuego o algún tipo de veneno, pero no pensaba en decirlo en voz alta ya que aquellos seres le parecían entrañables y no quería que sufrieran ningún daño. Quien se veía que les había cogido cariño era Becca, e incluso acababa de ponerle nombre a uno de ellos. Ante esto, Erik palmeó la espalda de Bert y comentó jocosamente - Veo que la familia crece.

Norman era práctico y mencionó en voz alta lo que Erik había pensado para neutralizar la “amenaza”, pero le pareció demasiado cruel y le echó una mirada asesina -Nada de fuego ni pisoteos. Encontraremos otra manera.

—Si bien no comparto el afán por la barbarie del ingeniero adjunto Penwick, estoy de acuerdo con su resolución: deberíamos buscar una forma eficiente de controlarlos y expulsarlos de la nave.

La piel cetrina de Staafar tenía un mejor color —aunque era de extrañar que los humanos lo notasen— desde que había pasado un tiempo en Ilhar. El clima y poder ejercer de enlace diplomático había hecho maravillas en su salud y ahora se encontraba en condiciones óptimas para el trabajo. Sin embargo, la noticia del permiso le estropeó los planes. Tal vez aprovecharía para poner en orden sus apuntes y empezar con su ensayo científico sobre su experiencia con los humanos y los ilhue. 

—Sugeriría encerrarlos en un contenedor y sellarlo. Es posible que podamos atraerlos con comida, pero debemos ser rápidos.

La cara de Becca se iba transformando a medida escuchaba a sus compañeros... 

Matarlos ??!! Sus ojos se abrieron grandes al escuchar a Norman y cuando se estaban llenando de lágrimas Erik refutó la idea de aniquilarlos, y una esperanza se vio reflejada en una pequeña sonrisa, para perderla ante la idea de Staafar...

- Son seres sintientes, que odian a los Klingon y disfrutan ser acariciados, se comunican entre ellos y forman lazos de afecto... No merecen morir, al menos no creo que sea intención de la Federación volverse genocida... Lo más razonable sería reubicarlos en algún planeta, o crear un hábitat de comida limitada para ellos, no? No?

Becca mira a De Alba en busca de apoyo y luego a cada uno de los presentes.

Cristina escuchó a cada uno de sus hombres y mujeres con atención, siempre lo hacía cuando pedía algún informe, mientras tanto trataba de recordar el nombre, rango y misiones en las que habían participado, pues a la capitana le gustaba conocer a todos y cada uno de los miembros de su tripulación, había veces que le costaba recordar los nombres pero casi siempre lo conseguía, no en vano solía repasar en su Ipad a todos los miembros de la Excalibur cuando tenía ocasión, como ejercicio mental. 

- La reproducción de la raza está directamente relacionado con la cantidad de comida que ingieren, si se los hubiese cuidado como corresponde no habría pasado nada, el problema ahora es que la nave está repleta de bioelementos que pueden comer y eso activa el ciclo, desde ingeniería ya no sabemos que más hacer, yo personalmente trate de encontrarle familia a todos los que pude, pero es que simplemente son demasiados...

- Eso he escuchado señora Beakman, pero ¿Qué comen exactamente? Y lo que no tengo claro es si se reproducen por sí mismos o se diferencian por sexos... si es así vamos a tener que separarlos.

-Becc, de verdad, ya hemos regalado uno a la tía Petunia, mis primos también tienen uno cada uno y ese nido de ingeniería.

Cristina que les estaba dedicando toda su atención, escuchó aquel comentario al tiempo que elevaba ambas cejas.

- ¿Y por qué ha regalado uno a su tía Petunia? ¿Quiere que la pobre mujer se quede sin casa?

-Ehh... señora, sí, señora. Como dice Becc, esto, Becca, perdón, la tripulante de ingeniería Beakman, es necesario restringir su dieta para reducir su tasa de reproducción. Posiblemente, los subieron en el mismo envío que la cerveza romulana de hace dos años... estoy seguro de que no pasaron los filtros biológicos..

Tras aquellas palabras De Alba consultó su Ipad, el registro de la cerveza apareció tal y como le había indicado Bert.

- Es cierto recibimos un lote de cerveza romulana... No tenía que haberle hecho caso al señor Mukherjee... él y sus bailes de Bolywood...claro que tampoco tenía que haber accedido a aquella apuesta... "maldita sea"- maldijo en castellano la española al percatarse que la invasión podía haber venido perfectamente por ahí, por haber perdido una apuesta con su primer oficial, donde se jugaron que el hindú organizaría una fiesta para los oficiales superiores con cerveza romulana de por medio y clases de Bollywood, el baile preferido de su primero, De Alba recordó haber tenido que bailar aquel endiablado baile y terminar con una resaca de mil demonios al día siguiente por culpa de la dichosa cerveza.

-Em... claro. claro.- Dijo resuelto a buscar solución a la plaga. Había realizado trabajos de deratización y desinsectación en sus tiempos pero la capacidad de reproducción de aquellos seres era exponencial hasta el extremo. -Ojo Becca, no te encariñes con estos bichos que vamos a tener que matarlos.- Advirtió a su compañera porque Norman tenía clara la solución, exterminio. -Es una pena no poder usar gas o un lanzallamas. Yo creo que lo mejor sería pisotearlos antes de que sigan reproduciéndose.

El disgusto por aquel recuerdo y sus consecuencias quedó eclipsado ante las palabras de Norman, dando lugar a que el gesto de Cristina mudar en espanto, abriendo la boca involuntariamente en señal de desagradable sorpresa.

- ¡Ay NO! ¡Señor Penwick, no somos asesinos! Encontraremos otra forma, una cosa es que yo no me conmueva con estas bolas de pelo y otra que nos comportemos como klingon.

-Nada de fuego ni pisoteos. Encontraremos otra manera.

- Por supuesto, por supuesto. Nada de pisoteos.

—Sugeriría encerrarlos en un contenedor y sellarlo. Es posible que podamos atraerlos con comida, pero debemos ser rápidos

Ante la propuesta del vulcano la capitana se cruzó de brazos tocándose el mentón para después volver a tomar la palabra.

- Creo que es nuestra mejor opción. 

Son seres sintientes, que odian a los Klingon y disfrutan ser acariciados, se comunican entre ellos y forman lazos de afecto... No merecen morir, al menos no creo que sea intención de la Federación volverse genocida... Lo más razonable sería reubicarlos en algún planeta, o crear un hábitat de comida limitada para ellos, no? No?

Cristina, guardó su Ipad en uno de los bolsillos de su uniforme y cogió la manos de Rebecca para tranquilizarla, el tacto de la capitana era cálido, a pesar de su mal humor y responsabilidades otra de las características de la española era su humanidad. Dedicándole una suave sonrisa a su tripulante respondió.

- No se preocupe señora Beakman, vamos a comportarnos como miembros de la Flota, que es lo que somos. Capturaremos a los tribles como ha sugerido el señor Stafar y les buscaremos un lugar donde ubicarlos como acaba de sugerir usted. ¿Nos ponemos manos a la obra?-  dijo para después dirigirse al resto dando las pertinentes órdenes- ​​​​Busquen algo adecuado para meter a los Tribles, ¿hay algo de comida que nos pueda servir de cebo? Venga pongámonos a trabajar.Resolvió remangándose las mangas para capturar a las bolas de pelo, no había tiempo que perder.

Cristina escuchó a cada uno de sus hombres y mujeres con atención, siempre lo hacía cuando pedía algún informe, mientras tanto trataba de recordar el nombre, rango y misiones en las que habían participado, pues a la capitana le gustaba conocer a todos y cada uno de los miembros de su tripulación, había veces que le costaba recordar los nombres pero casi siempre lo conseguía, no en vano solía repasar en su Ipad a todos los miembros de la Excalibur cuando tenía ocasión, como ejercicio mental. 

- La reproducción de la raza está directamente relacionado con la cantidad de comida que ingieren, si se los hubiese cuidado como corresponde no habría pasado nada, el problema ahora es que la nave está repleta de bioelementos que pueden comer y eso activa el ciclo, desde ingeniería ya no sabemos que más hacer, yo personalmente trate de encontrarle familia a todos los que pude, pero es que simplemente son demasiados...

- Eso he escuchado señora Beakman, pero ¿Qué comen exactamente? Y lo que no tengo claro es si se reproducen por sí mismos o se diferencian por sexos... si es así vamos a tener que separarlos.

-Becc, de verdad, ya hemos regalado uno a la tía Petunia, mis primos también tienen uno cada uno y ese nido de ingeniería.

Cristina que les estaba dedicando toda su atención, escuchó aquel comentario al tiempo que elevaba ambas cejas.

- ¿Y por qué ha regalado uno a su tía Petunia? ¿Quiere que la pobre mujer se quede sin casa?

-Ehh... señora, sí, señora. Como dice Becc, esto, Becca, perdón, la tripulante de ingeniería Beakman, es necesario restringir su dieta para reducir su tasa de reproducción. Posiblemente, los subieron en el mismo envío que la cerveza romulana de hace dos años... estoy seguro de que no pasaron los filtros biológicos..

Tras aquellas palabras De Alba consultó su Ipad, el registro de la cerveza apareció tal y como le había indicado Bert.

- Es cierto recibimos un lote de cerveza romulana... No tenía que haberle hecho caso al señor Mukherjee... él y sus bailes de Bolywood...claro que tampoco tenía que haber accedido a aquella apuesta... "maldita sea"- maldijo en castellano la española al percatarse que la invasión podía haber venido perfectamente por ahí, por haber perdido una apuesta con su primer oficial, donde se jugaron que el hindú organizaría una fiesta para los oficiales superiores con cerveza romulana de por medio y clases de Bollywood, el baile preferido de su primero, De Alba recordó haber tenido que bailar aquel endiablado baile y terminar con una resaca de mil demonios al día siguiente por culpa de la dichosa cerveza.

-Em... claro. claro.- Dijo resuelto a buscar solución a la plaga. Había realizado trabajos de deratización y desinsectación en sus tiempos pero la capacidad de reproducción de aquellos seres era exponencial hasta el extremo. -Ojo Becca, no te encariñes con estos bichos que vamos a tener que matarlos.- Advirtió a su compañera porque Norman tenía clara la solución, exterminio. -Es una pena no poder usar gas o un lanzallamas. Yo creo que lo mejor sería pisotearlos antes de que sigan reproduciéndose.

El disgusto por aquel recuerdo y sus consecuencias quedó eclipsado ante las palabras de Norman, dando lugar a que el gesto de Cristina mudar en espanto, abriendo la boca involuntariamente en señal de desagradable sorpresa.

- ¡Ay NO! ¡Señor Penwick, no somos asesinos! Encontraremos otra forma, una cosa es que yo no me conmueva con estas bolas de pelo y otra que nos comportemos como klingon.

-Nada de fuego ni pisoteos. Encontraremos otra manera.

- Por supuesto, por supuesto. Nada de pisoteos.

—Sugeriría encerrarlos en un contenedor y sellarlo. Es posible que podamos atraerlos con comida, pero debemos ser rápidos

Ante la propuesta del vulcano la capitana se cruzó de brazos tocándose el mentón para después volver a tomar la palabra.

- Creo que es nuestra mejor opción. 

Son seres sintientes, que odian a los Klingon y disfrutan ser acariciados, se comunican entre ellos y forman lazos de afecto... No merecen morir, al menos no creo que sea intención de la Federación volverse genocida... Lo más razonable sería reubicarlos en algún planeta, o crear un hábitat de comida limitada para ellos, no? No?

Cristina, guardó su Ipad en uno de los bolsillos de su uniforme y cogió la manos de Rebecca para tranquilizarla, el tacto de la capitana era cálido, a pesar de su mal humor y responsabilidades otra de las características de la española era su humanidad. Dedicándole una suave sonrisa a su tripulante respondió.

- No se preocupe señora Beakman, vamos a comportarnos como miembros de la Flota, que es lo que somos. Capturaremos a los tribles como ha sugerido el señor Stafar y les buscaremos un lugar donde ubicarlos como acaba de sugerir usted. ¿Nos ponemos manos a la obra?-  dijo para después dirigirse al resto dando las pertinentes órdenes- ​​​​Busquen algo adecuado para meter a los Tribles, ¿hay algo de comida que nos pueda servir de cebo? Venga pongámonos a trabajar.Resolvió remangándose las mangas para capturar a las bolas de pelo, no había tiempo que perder.

Luego de su ascenso, las tareas de Ruby solamente se habían duplicado. Mientras muchos habían tenido tiempo de planificar salidas o actividades, ella apenas había dado abasto con todo lo que tenía que hacer. Al menos, tenía café. Pero eso era justo lo que estaba pretendiendo conseguirse cuando la capitana les indicó que la acompañasen a lidiar con una plaga que había surgido en la nave. Por supuesto -pensó para sí- si hay alguna misión extraña, somos el grupo que elegirías.

El grupo estaba dividido en dos facciones respecto de cómo lidiar con ellos. No le dejó de sorprender la respuesta de Erik, quien solía ser más reservado. Al parecer, estas criaturas tenían el poder de llegar a muchos corazones. -Puede ser que alguna mente brillante en la nave haya decidido adoptar uno y en cuanto comenzaron a reproducirse exponencialmente, ya no supo qué hacer al respecto. Por un buen motivo el transporte de estas criaturas está prohibido.

La mención de Bert sobre la cerveza romulana la obligó a desviar la mirada lejos de la capitana y buscar rápidamente una forma de cambiar el tema. Una cosa era que hubiera subido a la nave, otra muy distinta qué sucedió con ella luego de eso. Por fortuna la capitana no hizo mención al respecto y sería mejor no dar más explicaciones.

No llegó a intervenir antes de que la capitana determinara que no habría una masacre de peluditos, pero eso era lo más importante. Rápidamente dio la órden de ponerse a capturarlos y se arremangó ella misma. Ruby podía respetar a una mujer que no solo diera órdenes, sino que también se pusiese a trabajar a la par con el grupo. Le resultaba un tanto gracioso que la mismísima capitana quedase atrapada en una de las ridículas misiones que solían encontrar a su equipo. Por dentro, Ruby continuaba considerando si no habría una forma de sacar provecho a la situación... quizás algo que permitiera que la Excalibur no fuese decomisionada?

-Sí, capitán. Se giró hacia Becca y preguntó -Becca, ¿Hay alguna frecuencia de sonido a la que sean sensibles? Me preocupa que las fuentes de alimento que les están permitiendo reproducirse resulten más interesantes que el cebo que utilicemos nosotros.

La Capitán De Alba había tranquilizado el corazón de Becca y era hora de ponerse a pensar....

-Son altamente sensibles al olor de la comida, sugiero atraerlos mediante el olfato y encerrarlos en algún tipo de contenedor embebido en el aroma, pero sin comida para evitar que sigan reproduciéndose.... Mmmm debería ser tan grande como el contenedor del núcleo, me pregunto si tendrán alguno de repuesto en tierra? Que otro contenedor grande tenemos? Debería ser de aluminio transparente para evitar que lo coman, la única condición es que no tenga ningún componente biológico... Piensa Becca piensa! (Se dice a si misma la ingeniera)

Becca se pone a caminar en círculos aún con Louis en brazos, mientras lo acaricia este emite si característica vibración... Y al parecer los otros Tribbles se contagian y parecen seguirlos, casi como una danza 

-Sí, capitán. Se giró hacia Becca y preguntó -Becca, ¿Hay alguna frecuencia de sonido a la que sean sensibles? Me preocupa que las fuentes de alimento que les están permitiendo reproducirse resulten más interesantes que el cebo que utilicemos nosotros.

—En tal caso, deberíamos empezar a buscar la fuente de comida que han usado. Es posible que al estar confinados en esta sección, consuman rápido los recursos a los que han podido tener acceso, por lo que deberíamos darnos prisa. Tal vez podríamos pedir que nos envíen algún plato de comida por el transportador.

Buscó su comunicador, esperando que no hubiese interferencias, para tratar de contactar con alguno de los oficiales que estaban fuera de la nave. Antes de activarlo, sin embargo, esperó la confirmación de la capitana.

-¡Vamos a salvar a estos... bichitos! -Exclama Bert levantando exageradamente las piernas para evitar pisar a los tribbles mientras trata de seguir a Becca, aunque al momento se queda a un lado asombrado por la comitiva que empieza a formar una estela tras la ingeniera.

Becca se pone a caminar en círculos aún con Louis en brazos, mientras lo acaricia este emite si característica vibración... Y al parecer los otros Tribbles se contagian y parecen seguirlos, casi como una danza. 

-Eeeehhhh... -gesticula tratando de llamar la atención a sus compañeros para que observen lo que ocurre ¿podría ser que hubiera algún tipo de jerarquía entre ellos? ¿podría ser el ronroneo de Louise una llamada o señal para el resto?

Bert se acerca cuidadosamente a Staafar, quizás el más versado en especies alienígenas, para confirmar sus suposiciones. Aunque no deja de hacer gestos al resto para que no perturben ni a Becca ni al resto de bichos... Por un momento se reprende mentalmente, no debería decir bichos, Becc se pondría triste, aunque ella nunca ha lidiado con una plaga de topos.

Y mientras se acerca al vulcaniano, pensando en voz alta, al pasar junto a la capitana de Alba, murmura:

-Frecuencias de sonido... ¡lo que daría por un destornillador sónico como el del doctor!

Norman negaba para si con la cabeza "panda de blandengues", "hippies"... pensaba. "Si supieran la de ratas que tengo que exterminar para que los desperdicios no terminen inundando la cubierta". Norman hubiera preferido una solución más rápida y expeditiva y no se consideraba un asesino. Respetaba a los animales pero aquello eran alimañas, una plaga, un virus a erradicar y tratarlos como suaves peluches de juguete no ayudaría.

La propuesta que daban para atraelos era interesante.

-Son altamente sensibles al olor de la comida, sugiero atraerlos mediante el olfato y encerrarlos en algún tipo de contenedor embebido en el aroma, pero sin comida para evitar que sigan reproduciéndose.... Mmmm

-Claro, buena idea, y una vez dentro los gaseamos y santas pascuas.- Dijo sacudiéndo las manos una con la otra.

-Frecuencias de sonido... ¡lo que daría por un destornillador sónico como el del doctor!

-Hum, frecuencias de sonido... Puede que si buscamos una longitud de onda correcta podamos licuar sus pequeños cerebros pero la idea del gas me parece más limpia.- Siguió diciendo, convencido de que la muerte de los animales sería la mejor idea. -No tienen por que sufrir en ningún caso.-

Cristina observó divertida como una hilera de pompones de colores seguían a Rebecca sin percatarse de que aquellos tribbles que De Alba había empezado a capturar comenzaron a treparle por los brazos. 

-Puede ser que alguna mente brillante en la nave haya decidido adoptar uno y en cuanto comenzaron a reproducirse exponencialmente, ya no supo qué hacer al respecto. Por un buen motivo el transporte de estas criaturas está prohibido.

- Es muy posible... no me gusta que los tripulantes lleven mascotas a bordo y esto lo justifica, a partir de ahora será una prohibición, al menos en toda nave que yo comande.

Dijo mientras varios tribles se le subían literalmente a la chepa.

-Sí, capitán. Se giró hacia Becca y preguntó -Becca, ¿Hay alguna frecuencia de sonido a la que sean sensibles? Me preocupa que las fuentes de alimento que les están permitiendo reproducirse resulten más interesantes que el cebo que utilicemos nosotros.

Cristina meditó esta reflexión mientras trataba de quitarse a los peludos de la espalda. Tras un suspiro cogió su padd y tras observarla comentó.

- Recuerdo de la academia que los Padd emiten sonidos inaudibles para nosotros pero si manipulamos los eculizadores, anulamos el inhibidor y aumentamos la resolución cuántica quizás podamos generar un sonido que los atraiga.

 -Son altamente sensibles al olor de la comida, sugiero atraerlos mediante el olfato y encerrarlos en algún tipo de contenedor embebido en el aroma, pero sin comida para evitar que sigan reproduciéndose.... Mmmm debería ser tan grande como el contenedor del núcleo, me pregunto si tendrán alguno de repuesto en tierra? Que otro contenedor grande tenemos? Debería ser de aluminio transparente para evitar que lo coman, la única condición es que no tenga ningún componente biológico... Piensa Becca piensa! (Se dice a si misma la ingeniera)

- ¿Y qué tal un poco de comida enlatado que puedan oler pero no comer?

—En tal caso, deberíamos empezar a buscar la fuente de comida que han usado. Es posible que al estar confinados en esta sección, consuman rápido los recursos a los que han podido tener acceso, por lo que deberíamos darnos prisa. Tal vez podríamos pedir que nos envíen algún plato de comida por el transportador.

- Excelente sugerencia señor Stafaar...- dijo mientras cogía su comunicador tras quitar de un manotazo a un trible qe se había aferrado a él- Aquí De Alba... manden por el transportador de ingeniería la pecera de la doctora Walker con la tapa, es muy importante esto y... pidan al replicador un pincho de tortilla de patatas, métanlo en un salero y lo ponen dentro de la pecera.

-Hum, frecuencias de sonido... Puede que si buscamos una longitud de onda correcta podamos licuar sus pequeños cerebros pero la idea del gas me parece más limpia.- Siguió diciendo, convencido de que la muerte de los animales sería la mejor idea. -No tienen por que sufrir en ningún caso.-

- ¿Y si lo gaseamos a usted señor Penwich?, le he dicho que los vamos a capturar no ha matar- le contestó a Norman poniendo mala cara mientras cerraba su comunicador y acariciaba de manera involuntaria al tribble que tenía en el hombro.

-Frecuencias de sonido... ¡lo que daría por un destornillador sónico como el del doctor!

Al escuchar aquellas palabras los ojos de Cristina se abrieron de par en par y por inercia su mano se movió hacia el brazo de Bert para detenerlo.

- ¿Destornillador sónico... ? ¿Doctor?- la expresión de Cristina se transformó en la una friki cuando descubre a otro ser humano hablando de su tema favorito, fue tal el asombro y la alegría que apenas fue capaz de decir nada, sólo permaneció unos segundos expectante con ambas manos abiertas- ¿hablas del doctor Who...?- fue entonces cuando algo le hizo mirar de reojo a su alrededor y recuperar la compostura aclarándose la garganta para una vez más digna y con todo su porte de capitán mirase nuevamente a Bert sin evitar sonreir y añadiese- para este trabajo mejor la TARDIS ¿no cree... ? lástima que al doctor no le guste prestarla... pero, nos apañaremos- lo miró significativamente mientras pensaba ¡Un whovian en mi nave....! ¡¡Yuhuuuuuuu!! y sí... YO TAMBIÉN LO SOY.

Cristina observó divertida como una hilera de pompones de colores seguían a Rebecca sin percatarse de que aquellos tribbles que De Alba había empezado a capturar comenzaron a treparle por los brazos. 

-Puede ser que alguna mente brillante en la nave haya decidido adoptar uno y en cuanto comenzaron a reproducirse exponencialmente, ya no supo qué hacer al respecto. Por un buen motivo el transporte de estas criaturas está prohibido.

- Es muy posible... no me gusta que los tripulantes lleven mascotas a bordo y esto lo justifica, a partir de ahora será una prohibición, al menos en toda nave que yo comande.

Dijo mientras varios tribles se le subían literalmente a la chepa.

-Sí, capitán. Se giró hacia Becca y preguntó -Becca, ¿Hay alguna frecuencia de sonido a la que sean sensibles? Me preocupa que las fuentes de alimento que les están permitiendo reproducirse resulten más interesantes que el cebo que utilicemos nosotros.

Cristina meditó esta reflexión mientras trataba de quitarse a los peludos de la espalda. Tras un suspiro cogió su padd y tras observarla comentó.

- Recuerdo de la academia que los Padd emiten sonidos inaudibles para nosotros pero si manipulamos los eculizadores, anulamos el inhibidor y aumentamos la resolución cuántica quizás podamos generar un sonido que los atraiga.

 -Son altamente sensibles al olor de la comida, sugiero atraerlos mediante el olfato y encerrarlos en algún tipo de contenedor embebido en el aroma, pero sin comida para evitar que sigan reproduciéndose.... Mmmm debería ser tan grande como el contenedor del núcleo, me pregunto si tendrán alguno de repuesto en tierra? Que otro contenedor grande tenemos? Debería ser de aluminio transparente para evitar que lo coman, la única condición es que no tenga ningún componente biológico... Piensa Becca piensa! (Se dice a si misma la ingeniera)

- ¿Y qué tal un poco de comida enlatado que puedan oler pero no comer?

—En tal caso, deberíamos empezar a buscar la fuente de comida que han usado. Es posible que al estar confinados en esta sección, consuman rápido los recursos a los que han podido tener acceso, por lo que deberíamos darnos prisa. Tal vez podríamos pedir que nos envíen algún plato de comida por el transportador.

- Excelente sugerencia señor Stafaar...- dijo mientras cogía su comunicador tras quitar de un manotazo a un trible qe se había aferrado a él- Aquí De Alba... manden por el transportador de ingeniería la pecera de la doctora Walker con la tapa, es muy importante esto y... pidan al replicador un pincho de tortilla de patatas, métanlo en un salero y lo ponen dentro de la pecera.

-Hum, frecuencias de sonido... Puede que si buscamos una longitud de onda correcta podamos licuar sus pequeños cerebros pero la idea del gas me parece más limpia.- Siguió diciendo, convencido de que la muerte de los animales sería la mejor idea. -No tienen por que sufrir en ningún caso.-

- ¿Y si lo gaseamos a usted señor Penwich?, le he dicho que los vamos a capturar no ha matar- le contestó a Norman poniendo mala cara mientras cerraba su comunicador y acariciaba de manera involuntaria al tribble que tenía en el hombro.

-Frecuencias de sonido... ¡lo que daría por un destornillador sónico como el del doctor!

Al escuchar aquellas palabras los ojos de Cristina se abrieron de par en par y por inercia su mano se movió hacia el brazo de Bert para detenerlo.

- ¿Destornillador sónico... ? ¿Doctor?- la expresión de Cristina se transformó en la una friki cuando descubre a otro ser humano hablando de su tema favorito, fue tal el asombro y la alegría que apenas fue capaz de decir nada, sólo permaneció unos segundos expectante con ambas manos abiertas- ¿hablas del doctor Who...?- fue entonces cuando algo le hizo mirar de reojo a su alrededor y recuperar la compostura aclarándose la garganta para una vez más digna y con todo su porte de capitán mirase nuevamente a Bert sin evitar sonreir y añadiese- para este trabajo mejor la TARDIS ¿no cree... ? lástima que al doctor no le guste prestarla... pero, nos apañaremos- lo miró significativamente mientras pensaba ¡Un whovian en mi nave....! ¡¡Yuhuuuuuuu!! y sí... YO TAMBIÉN LO SOY.

Cada palabra de la Capitan tranquilizaba el corazón de Becca, a veces sentía que la lucha por mas empatía era una carrera contracorriente, y que solo triunfaban los mas duros, pero el error era pensar que la empatía te hacia débil, sino todo lo contrario, se necesita gran fortaleza para enfrentar un mundo frio y mantenerte cálido, un puesto tan alto como el de Capitan en manos de alguien tan cálido era todo un Hallazgo digno de festejar. Claro es fácil encontrar excusas para perpetuar los errores del pasado, y todos sabemos lo difícil de cortar una cadena de malas decisiones, admitir que venimos equivocados, la humanidad ya cometió muchas veces el error de pensar que porque somos "superiores" a otros tenemos mas privilegios o que los podemos utilizar, paso con la esclavitud, paso en cada genocidio, destruyo civilizaciones entras, hoy miles de años después el debate y la lucha continuan, porque como dijo una pensadora del siglo XXI 

"Los actos de injusticia NUNCA nos deben ser indiferentes, siempre deben activar en nosotros, desde lo más profundo, la necesidad de luchar. No importa si no te pasa a vos, basta con que pasen. No importa si no pasa hoy, basta con que hayan pasado o puedan pasar... No necesito ser parte del colectivo vulnerado para luchar por sus derechos. Necesito ser empático, necesito entender que las injusticias no suceden solo cuando me pasan a mi, lo que es injusto no depende del genero, raza o especie. Contra la injusticia se lucha y quedarse en silencio te hace cómplice."

Mientras esas cosas pasan por su mente Becca camina y camina, y de tanto dar vueltas... Tropieza y cae!!

- AAAH!! 

Perdón creo que estaba en otro planeta jajajaja 

Creo que si necesitamos algo de la doctora Walker no podría negarse, quiere que me comunique con ella y le pida la Trudis y el hyposray sonico ese?

Becca estira la mano en busca de ayuda, le es difícil levantarse rodeada y casi ahogada de tantos Tribbles.