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Star Trek - Origenes

Bitácoras de la tripulación

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24/12/2016, 20:08
Almirante

La siguiente escena es para los cuadernos de bitácora de la tripulación, sean públicos o no (según decisión del Almirante y del Tripulante).

Las bitácoras escritas a lo largo de la partida serán detalladas aquí, a fin de plasmar los sucesos de la partida.

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24/12/2016, 20:14
Almirante

Bitácora de vuelo:

Fecha terrestre 9 de septiembre de 2159.

Fue un largo viaje hasta el sistema B-Sygnus. Precisamente cincuenta años luz del territorio aliado más cercano (El Vulcano) y más de ochenta años luz de la Tierra. Todo un viaje de tres meses desde el sistema de P´Jem, ubicado en los lindes de la frontera Vulcana con Andoria. Arduo pero sin grandes inconvenientes ni encuentros con enemigos.

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Después de recorrer decenas y decenas años luz, al fin hemos llegado al remoto sistema solar B-Sygnus. El tercer planeta es del tipo M y parece que es aquí donde el Valiant se perdió hace ahora casi medio año.

No tenemos muchos datos al respecto ya que las comunicaciones se perdieron cuando el Imperio Romulano ataco la red de boyas de comunicación subespacial. Es posible que el Valiant haya sido atacado por naves Romulanas. Por eso nuestra misión es averiguar lo sucedido y rescatar a los posibles supervivientes.

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24/12/2016, 20:15
Cristina de Alba

Cuaderno de Bitácora, Fecha estelar 11 de septiembre de 2159. Capitán Cristina de Alba. Comandante de la NX-Excalibur

La llegada a B-Sygnus no ha podido ser más explosiva. Sufrimos en plena velocidad warp el ataque sorpresa de una nave desconocida para nuestra base de datos y el abordaje simultáneo de varios mercenarios gorns. Tras los primeros instantes de caos y fallo del sistema, el oficial de ingeniería el señor Jack Ollander y su equipo, consiguieron hacer las reparaciones oportunas para obtener la energía suficiente para lanzar un ataque y poner la nave en curvatura para ocultarnos en los planetas exteriores del sistema B-Sygnus, donde permanecimos escondidos durante un día, de un nuevo ataque que hubiese supuesto nuestra destrucción. Mientras, los MACO consiguieron reducir a tres de los intrusos y hacer prisionero a un cuarto. Las bajas han sido numerosas veintitrés con cinco muertos y dos desaparecidos.

Durante el interrogatorio del mercenario sacamos en claro que uno de los objetivos de los reptiles era secuestrar a nuestra oficial médico, la doctora Diane Walker, la hija del consejero Leonard Walker. Creemos que lo que se pretende con este secuestro es sobornar al señor Walker para conseguir información o algún tipo de privilegio. A parte de eso, no se ha podido obtener más información del mercenario que muestra una actitud desafiante y que incluso ha ofrecido hacer un intercambio. La doctora por dos miembros de la tripulación desaparecidos durante el combate.

Pero lo que sin duda me causa más interrogantes ha sido la información rescatada de la boya de la Valiant, donde el capitán Solomon Duval, relata el mismo tipo de ataque que hemos sufrido. Tras hablar con el primer oficial, el señor Aakesh Kush Mukherjee (jamás pronunciaré correctamente este nombre), hemos llegado a varias conclusiones. Los gorn muestran excesivo interés en los oficiales médicos, puesto que el capitán de la Valiant relata en su cuaderno de bitácora que los reptiles se llevaron a los miembros de la enfermería. Desconocemos el propósito de estos secuestros y es una conducta poco habitual en su especie, pues según nuestro oficial médico, el señor Sirril. Los gorn no hacen prisioneros y la nave y tecnología que utilizan no es suya, es demasiado avanzada.

A pesar de no haber descubierto más restos de la Valiant, tenemos al esperanza de parte de su tripulación continue con vida, lo más probable es que permanezcan prisioneros por sus captores dado que la última grabación del capitán está hecha desde la sala de los oficiales cuando los gorn tomaron el puente.

Nuestro objetivo ahora es tratar de averiguar si hay localizadores alienígenas en la nave, y quien está proporcionando información al enemigo. Pues ambos ataques, el sufrido por la Valiant y por la Excalibur demuestran un elevado conocimiento de nuestras naves y nuestra tripulación. Lamentablemente aún no hemos podido establecer ninguna relación entre los tripulantes de ambas naves, desconocemos si el espia se encuentra en la Excalibur o la información les ha llegado por otros medios, pero este hecho genera mucho malestar... ¿en quien confiar? especialmente cuando apenas somos unos desconocidos entre nosotros.

Afortunadamente, estoy segura que los oficiales del puente entre los que se encuentra el primer oficial, el oficial científico, el oficial de comunicaciones, el oficial de ingeniería, el timonel y el comandante MACO, así como la doctora Walker, son leales debido a su denostados esfuerzos por luchar contra los gorns y sacar la nave y a su tripulación hacia adelante.

Mientras tanto, hemos puesto rumbo a un planeta de clase M del sistema B-Sygnus. Igualmente se ha procedido a poner escolta a la enfermería, un localizador a la doctora por si sufriéramos un nuevo ataque, realizamos escáneres periódicos para encontrar los posibles localizadores y tratamos de establecer la conexión de los gorns con la nave de tecnología superior y los ataques a la Valiant y la Excalibur.

Notas de juego

Post original.

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24/12/2016, 20:34
Aakesh Kush Mukherjee

Diario personal del Primer Oficial. Fecha estelar 12 de septiembre de 2059

Esta misión está siendo mucho más complicada y peligrosa de lo que parecía. Nos hemos encontrado bajo ataque por una nave desconocida que, por la información que hemos recopilado, podría ser terrestre pero del futuro. Estamos bajo el efecto de un rayo tractor de origen alienígena que nos tiene inmovilizados junto a esa nave terrestre, y para colmo la capitán ha desaparecido y he tenido que asumir el mando.

No negaré que es mi sueño alcanzar el mando de una nave de la Flota Estelar, pero las circunstancias son abrumadoras y el peso de la responsabilidad muy grande. Intento mantenerme sereno y firme, pero me cuesta, mucho. Tengo muchas dudas, no sé si lo que ordeno es lo correcto, y temo que si yo también falto, la nave quede sin oficiales, ¿entonces quien podría asumir el mando con unas garantías mínimas de éxito o supervivencia?

Para colmo creo que ha sido un error que haya miembros de la tripulación de otras razas alienígenas. Si bien creo que la alianza con tellaritas, vulcanos y andorianos es positiva, que haya miembros de estas razas en nuestra nave ha dado más bien problemas. El único que se salva, seguramente por su falta de emociones, es el señor Sirril, pero la teniente Isanthaa ha demostrado un alto grado de insubordinación, a pesar de que en cierto modo tenía justificación tras su enfrentamiento con el señor Silky, pero su actitud no ha ayudado y ha estado fuera de lugar. También la del mismo señor Silky, amenazando con disparar. Supongo que la situación en la que nos encontramos nos ha desbordado pero hemos de mantener la calma y la cabeza bien fría. Creo que la capitán ha obrado bien con ambos, a pesar de que yo mismo intenté limar esperezas y quitar hierro al asunto, por el bien de la misión. Ambos han de ser como mínimo amonestados y es algo que quiero dejar constancia en un informe, que redactaré si logramos salir de esta. Tal vez habría sido más deseable que cada tripulante alienígena hubiese servido en naves de su mundo, y no tener a ninguno de ellos en la Flota. El conflicto entre las diferencias culturales de cada raza puede aparecer en cualquier momento, como así ha sido.

Por lo demás me surgen muchas incógnitas sobre lo que nos hemos encontrado. Que una nave, presuntamente terrestre y del futuro, nos ataque es algo que para mí no tiene sentido. Había escuchado teorías sobre viajes en el tiempo y esa actitud provocaría un cambio en su línea temporal, lo que significa que, o bien hagan lo que hagan su línea se mantendrá, o han de hacerlo para que su línea se mantenga sin cambios, y supongo que eso significará nuestra muerte. Otra opción es que les de igual si se crea una línea temporal paralela o se borra la suya. Incógnitas y más incógnitas.

Tampoco he podido evitar en pensar en los rumores que escuché hace unos años sobre la Guerra Temporal en la que habría estado involucrada la Enterprise del capitán Archer. ¿Tendrá algo que ver con lo que nos hemos encontrado?

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09/01/2017, 12:44
Aakesh Kush Mukherjee

Diario de a bordo, 12 de septiembre de 2059. Primer Oficial Aakesh Kush Mukherjee como Capitán en funciones

Dado que la capitán De Alba desapareció de la nave en circunstancias poco claras, he tomado el mando como capitán en funciones de la NX Excalibur. La situación de la nave es comprometida, por decirlo de alguna forma. Tras los continuos ataques de la nave desconocida, la Excalibur ha sufrido daños considerables, algunos de los cuales no podrán ser reparados hasta que lleguemos a un muelle espacial. De momento los ataques de la nave enemiga han cesado, ya que tanto ellos como nosotros nos encontramos presa de un potente rayo tractor procedente de una estructura piramidal situada en el planeta B Sygnus 104 que nos atrae hacia la superficie. Las armas, la polarización del casco, motores y sensores no funcionan como consecuencia de este rayo tractor. La buena noticia es que la nave enemiga, a pesar de su superioridad tecnológica, se encuentra en la misma situación que nosotros, o eso parece. La mala noticia es que si no nos liberamos del rayo tractor, en una hora nos estrellaremos contra la superficie del planeta, salvo que ocurra un milagro.

Respecto a nuestra misión hemos averiguado que la Valiant estaba probando un dispositivo construido en base a tecnología alienígena recuperada en la Tierra procedente de una raza de criaturas cibernéticas. Dicho dispositivo combinaba la tecnología alienígena con nuestra tecnología, y consiste en una bobina emisora de partículas gravitón de alta frecuencia, en teoría, esto permitiría crear campos estables de energía que actuarían como escudos unidireccionales.

En la superficie del planeta hemos detectado la presencia de estructuras y túneles subterráneos, de las cuales la más prominente es una pirámide de la cual emana señales potentes de energía, por lo que debe de haber algún dispositivo aún activo dentro de ella. Esta pirámide ocasionaba perturbaciones en nuestros sensores. Se envió un equipo para estudiar dicha estructura, el cual encontró en la superficie del planeta los restos de la Valiant y uno de los dispositivos que estaban probando. El equipo de misión está procediendo con cautela debido a las altas concentraciones de radiación que hay en la superficie. Las últimas comunicaciones advertían de que podría haber sistemas de defensa activos en el planeta, algo que por desgracia pudimos comprobar.

También hemos averiguado que la nave enemiga no procede de una civilización alienígena desconocida. El análisis de la nave enemiga, nos dio como resultado que se trata de una nave procedente del futuro, en concreto del año 2337. Su diseño es similar al de la Flota, pero más adelantado. Aparte la doctora Walker encontró un dispositivo en uno de los Gorn muertos, con una tecnología muy adelantada y que estaba en simbiosis con su sistema nervioso central, permitiéndole controlarle mentalmente. Ahora comprendemos como sabían tanto de nosotros.

La capitán De Alba intentó entablar comunicación con la nave enemiga, pero sufrimos un intento de ataque cibernético por su parte aprovechando el canal de comunicaciones. Los cortafuegos del ordenador fueron inútiles y casi consiguen destruir el núcleo del ordenador, pero conseguimos evitarlo cortando la energía del puente, siguiendo las órdenes de la capitán. Por desgracia eso nos dejó ciegos e inoperativos unos segundos, los cuales fueron aprovechados por la nave enemiga para situarse cerca de nosotros e intentar abordarnos. A pesar de nuestros intentos, los sistemas de la Excalibur comenzaron a fallar de nuevo, como la vez anterior cuando la nave nos atacó. Intentamos anular su rayo tractor sin mucho éxito, y un contingente compuesto por diez criaturas intentaron acceder a la Excalibur. Seis eran humanas, però había también un vulcano, un klingon y dos gorn. Descubrimos que las interferencias procedían de la pirámide de la superficie, por lo que la capitán De Alba ordenó el lanzamiento de un torpedo hacia los depósitos de deuterio, pero el torpedo fue neutralizado por un potente campo de fuerza, y de la pirámide emanó el rayo tractor que nos tiene inutilizados. El tubo de atraque se rompió y los asaltantes fueron expulsados al vacío.

Se intentó enviar el virus informático a través del rayo tractor a la pirámide sin éxito. En vista de que desde la nave no se podía hacer nada, se optó por enviar un segundo grupo para intentar liberarnos. El problema era el rayo tractor, por lo que se utilizó el deflector principal para abrir una brecha en el rayo tractor, y si bien se pudo enviar a un segundo grupo, el deflector quedó dañado sin posibilidad de reparación. Se ha solicitado a los equipos de tierra que recuperen cualquier resto que encuentren de la Valiant para usarlo como recambios. Esperemos que encuentre un deflector entre esos restos. Lo que sí han recuperado es el dispositivo experimental de la Valiant, el cual se intentará instalar en la Excalibur en cuanto regresen.

Su capitán se puso en contacto con nosotros y nos exigió entregarles a la doctora Walker y al oficial científico Sirril, bajo amenaza de capturarlos por la fuerza y destruir a la Excalibur, ante lo cual la capitán De Alba se negó. Los motivos de sus continuos ataques y el interés mostrado por la doctora Walker y el señor Sirril siguen siendo una incógnita, aunque sabemos que también capturaron personal médico en la Valiant. Sabemos que la doctora Walker es especialista en enfermedades contagiosas y maestría en exobiología extraterrestre, ¿tal vez alguna plaga originada en el presente y necesiten del personal de esta época porque son incapaces de detenerla?, ¿tal vez algún tipo de arma?, pero si es así, ¿para que necesitan nuestros conocimientos arcaicos?, en comparación con los suyos. Todo son incógnitas.

En medio de todo este escenario, el señor Silky y la teniente Isathaa tuvieron un altercado, que podría considerarse que traspasó la línea de la insubordinación. El señor Silky llegó a amenazar a la teniente con dispararle, y si bien se intentó poner remedio a este tema, la teniente abandonó el puente desobedeciendo una orden directa de la capitán, por lo que fue detenida y llevada a las celdas. Posteriormente la capitán fue a hablar con ella y en ese momento hubo un fallo de energía en la sección de celdas y la capitán y la teniente desaparecieron. Investigando esta desaparición se comprobó que la nave enemiga se conectó a la nuestra mediante un tubo de acceso a una escotilla cercana y a través de él se llevaron a la capitán y la teniente. Su escotilla de acceso está cerca de nuestra nave, a unos treinta metros, por lo que se envió al señor Silky y al señor Ollander a la nave enemiga para intentar rescatarlas y de paso recopilar toda la información posible del enemigo. De momento ha regresado un grupo con un tripulante rescatado pero bajo control mental del enemigo y la teniente Isathaa, la cual ha recomendado que se realicen escáneres mentales y que tengamos limitado el acceso a información restringida por la capacidad del enemigo de monitorizarnos, siendo incluso capaz de escuchar nuestras conversaciones. Por tal motivo, y siguiendo sus recomendaciones, estamos en Alerta tipo 2 y se ha restringido el acceso a datos restringidos, así como algunos datos serán omitidos en esta entrada del diario de a bordo por precaución. También se realizarán exámenes médicos a todo el personal que haya estado en la nave enemiga, para prevenir un posible control mental. Según la teniente montó toda esa escena porque sabía que los monitorizaban. De momento no se ha podido corroborar su versión, e ignoro si el señor Silky estaba advertido y le seguía el juego.

A pesar de que la nave está inoperativa, presa del rayo tractor, estamos preparados para atacar y huir si el rayo tractor es neutralizado. No pensamos perder la oportunidad de dañar a nuestro enemigo y escapar del planeta si se presenta la ocasión, esperemos que ellos no sea tan rápidos como nosotros.

Dadas las circunstancias he ordenador preparar una boya con toda la información que hemos recopilado de nuestra misión y la Valiant, en previsión de un desastre total y por si la Flota Estelar envía una nueva nave a saber nuestro paradero. Por desgracia la boya no alcanzaría el espacio, dado el rayo tractor, por lo que si no se acercan a este planeta no la localizarían, però al menos, de alguna manera, se podrá salvar la información que hemos recopilado. Confío en que nuestra suerte cambie y no tengamos que usar este último recurso.

Como último apunte, destacar la profesionalidad de la tripulación, la cual, y a pesar de ordenarles que hiciesen turnos para descansar un poco, en vista de un ligero descenso de su rendimiento, han decidido permanecer en sus puestos hasta el final.

Diario de a bordo. Anexo

Recientemente el señor Ollander ha regresado y a la vez la capitán ha aparecido en el puente de mando, teletransportada por lo que parece un potente rayo teletransportador. He ordenado que se les envíe con escolta a la enfermería para que sean examinados pro el personal médico. Si su informe es positivo se reincorporarán en sus funciones. No podemos arriesgarnos a que estén bajo control del enemigo. Seguimos sin noticias del equipo de tierra ni del resto de hombres, al mando del señor Silky, que se infiltraron en la nave enemiga.

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13/01/2017, 17:04
Cristina de Alba

Diario personal de la capitán Cristina de Alba. Fecha estelar 12 de septiembre de 2159

Siempre he sido una mujer con temperamento, fue mi carácter lo que me llevó a convertirme en lo que soy y siempre me he sentido orgullosa de ello. Pertenezco a una familia española de alta cuna, o como se suele llamar en España "Un grande de España" es raro no encontrar a un De Alba relacionado con las altas esferas de mi país, siempre he cargado con una gran responsabilidad en mis hombros... es más, he sido educada para ello. Quizás esa fue una de las principales razones por las que me rebelé a mi destino, puesto que no habría sido otro que regentar el legado de los Alba, rompí con todo y tracé el rumbo de mi propia vida.

No voy a justificar con ello mis errores pero sí deseo dejar constancia de que mi mayor orgullo ha sido ser nombrada capitán de la Excalibur, es a mi nave, a mis hombres y a la flota estelar a quienes he dedicado mi mayor esfuerzo, puesto que es lo que he elegido, en lo que creo y simplemente deseo estar a la altura de la confianza que depositaron en mí. Soy consciente de que dadas las circunstancias es muy posible que deje de ser yo misma e incluso me vea obligada a impedir que el capitán de la nave enemiga se haga con mis servicios, simplemente no voy a consentirlo aunque tenga que sesgar yo misma mi vida.

A continuación relataré lo que me ha conducido a esta situación.

Mientras me encontraba en el puente pendiente de recibir noticias del equipo de tierra para ver si conseguíamos desembarazarnos del rayo tractor, fui requerida a las celdas por Isathaa, nuestra oficial táctico. A través de una comunicación secreta entre ambas me informó que el capitán enemigo estaba reclutando a nuestros propios hombres y que había decidido inflirtarse para tener una oportunidad más. Yo accedí a ayudarla protagonizando una pequeña escaramuza entre ambas, algo que dió el resultado deseado, sólo que terminé ingresando yo misma en la nave enemiga. Una vez dentro me dí cuenta de que la nave en cuestión era muy similar a los modelos de la flota pero mucho más avanzada, se trata de una nave del futuro. Continué mi deambular esquibando a la tripulación enemiga y llegué al puente con relativa facilidad.

Allí se encontraban operando un par de oficiales entre ellos uno de mis hombres que parecía estar actuando como un autómata. Conseguí deshacerme con un disparo de uno de ellos, pero el arma me quedó inservible, así que tuve que ponerme a cubierto para esquivar los disparos del que era mi tripulante. Fue entonces cuando apareció el holograma del capitán, en forma de silueta distorsionada.

Comenzó nuevamente a hacer uso de su insufrible superioridad. En ese momento el tripulante de la Excalibur que tenía controlado bajo su voluntad me disparó en el hombro aprobechando que estaba distraída y podría haberme matado de no ser porque el capitán lo detuvo. Al volver a negarme a ceder a sus demandas sobre la doctora Walker y mi oficial científico, el señor Sirril, me reveló su identidad. Para no dañar el correcto discurrir de los acontecimientos futuros no revelaré su nombre pero sí he de decir que me causó una gran sorpresa.

En aquel momento su tono se relajó a la hora de hablar conmigo y como acto de buena fe, me permitió desactivar las armas de su nave y me pidió que fuera a por Isathaa para evitar que provocara un desastre a bordo. Accedí, siendo escoltada por mi propio hombre, al llegar al lugar donde se encontraba mi oficial táctico la encontré luchando con los tripulantes del futuro, ayudé como pude a Isathaa debido a mi herida no le fuí de gran utilidad pero conseguimos reducir a los atacantes y avanzamos juntas por el pasillo para descubrir que el señor Ollander, el señor Silky y unos cuantos tripulantes más de la Excalibur estaban saboteando la nave. No pude sentir más orgullo por ellos, he de decir que todos los tripulantes sin excepción, merecen una mención especial por la dedicación, el valor y la profesionalidad que están mostrando. Por ello y debido a que no podía confiar en el capitán del futuro les ordené que dejasen las bombas puestas y que hackearan la nave para a continuación abandonarla, pero yo debía quedarme para volver a reunirme con el comandante enemigo, mi pretensión era tratar de hacerlo recapacitar con el seguro que me daba saber que mis hombres podían hacer estallar la nave enemiga en caso necesario.

Al dirigirme sola hacia el puente fue interceptada por otros tripulantes del futuro que tras adminsitrame un suero para calmar el dolor de mi herida me escoltaron al puente, antes de acceder al mismo un agente del tiempo se puso en contacto llevándome a una visión del futuro, mostrandome una imagen de pesadilla de la tierra en la que no se apreciaba vida, al menos tal y como la conocemos.

  Y que ello era la consecuencia de la acción terrorista de una facción que sobrevivió al cabal suliban a los que se enfrentó el capitán Archer, en realidad todo está muy relacionado con la misión en la Antártida que la Enterprise realizó. Dichos informes han sido tratados con el máximo secretismo, especialmente los relacionados con la tecnología alienígena que al parecer la Valiant estaba tratando de probar, y que la nave del futuro está tratando de recopilar. Hay intereses partidistas en combinar la tecnología alienígena con la terrestre para seguramente ganar un conflicto armado y de paso impedir que se forme una alianza, no recuerdo exactamente el nombre pero creo que me comentó algo de una coalición de planetas que traería prosperidad a la galaxia, pero que la facción terrorista quiere impedir. Al darme todos estos datos el agente temporal se marchó deseándome suerte y haciéndome entender que se había arriesgado mucho para darme toda esta información y yo lo creo, en especial tras haber visto el verdadero rostro del capitán del futuro que por otro lado parece ser el cabecilla de la propia organización terrorista que a su vez, forma parte de la flota estelar, sólo que actuan por libre, por decirlo de alguna forma.

El caso es que nuevamente en el presente accedí al puente donde me aguardaban oficiales armados y el holograma de mi admirador secreto. Quería que le diese mi arma y me rindiese, pero no me gusta que me den órdenes y francamente estaba muy harta de él y sus demandas, por lo que me negué y le expuse mis condiciones. Contrariamente a lo que creía que podía ocurrir accedió a hablar conmigo e incluso descubrí una cierta admiración por mi humanidad, lo que hizo que se me ocurriera una idea, una quizás absurda pero no tenía muchas opciones, traté de convencerlo para que cejase en su empeño de continuar con sus acciones terroristas, le pedí más respuestas y menos órdenes, estaría dispuesta a colaborar con él si nuestra causa era la misma, salvaguardar el interés de la tierra, además de volver a negarme a entregarle a la doctora si no se prestaba a ser más claro... eso sí, reconozco que mi tono fue muy agresivo, sólo me faltó insultarlo en español... pero estaba muy molesta con él, y yo necesitaba volver a la Excalibur para rebelar la información, estoy segura que las intenciones del capitán no eran las de devolverme por las buenas y por ello todo me lo jugué a una sola carta, ser lo más humana posible y tocar algún punto sensible de su ser para poder negociar.

La jugada no me saliño bien del todo porque el ambiente se tensó tanto que terminé por recibir un disparo en la espalda que me hizo perder el conocimiento, al despertar me encontraba en el puente de mando de mi nave, al menos si que me sirvió para mi objetivo principal, el problema es que a la hora de hacer balance con mi primero y a sugerencia de Isathaa tuve que someterme a un escaner en la enfermería para detectar posibles instrusismos de tecnología alienígena implantada en el cuerpo, puesto que es de ese modo con el que son capaces de controlar a cualquier especie... lamentablemente la doctora Blake ha encontrado un resto de esa tecnología implantada en mi cráneo por lo que el primer oficial se ha hecho cargo de la situación hasta que la doctora Walker regrese a bordo y me lo extirpe.

Mientras tanto he conseguido transmitir lo que he averiguado al señor Mukherjee y hemos convenido que lo más prudente es que yo permanezca en enfermería y él asuma el mando, de momento no he notado nada extraño en mi comportamiento ni en mi cuerpo, salvo el dolor de las demás heridas, que ya están siendo tratadas por los oficiales médicos, pero temo que el enemigo lo active para conseguir sus objetivos y como he dicho al principio mi prioridad es mi tripulación y mi nave, además hay demasiadas cosas en juego, el futuro mismo está en nuestras manos y mi seguridad no va a ser antepuesta.

No puedo saber si mi decisión ha sido acertada, se que debería de haber hablado de otra forma, haber llevado la situación de otra manera, pero no puedo dejar de ser yo, no puedo odbiar el hecho de que soy humana, que parte de nuestra grandeza como especie radica en nuestra singularidad en nuestra forma de sentir y pensar. Y que pese a mis defectos estoy dispuesta a hacer lo que sea necesario por proteger a la humanidad y a mi tripulación.

 

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23/01/2017, 23:16
Isathaa

Informe de Seguridad de la oficial Ishathaa Zh'zhaorrek - Fecha estelar 12 de septiembre de 2159

Al subir a la NX-Excalibur creía estar preparada para lo que los viajes en las naves de la alianza de planetas me tendrían preparado. Me esperaba algún que otro conflicto con los soldado MACO fuera de servicio, cuyo entrenamiento carece de la disciplina y la formalidad al que estoy acostumbrada al haber servido en el ejército imperial andoriano, de hecho incluso estaba preparada incluso para algún que otro enfrentamiento con los tercos vulcanos que nos han asignado a la nave y lógicamente dada nuestra misión esperaba tener algún que otro enfrentamiento con los romulanos, enemigos jurados de la tierra. Pero lo que no esperaba es lo que ha sucedido en este día...

Todo empezó tras salir de curvatura, me encontraba haciendo una revisión de rutina del inventario de la armería esperando que todo estuviese en orden cuando una fuerte sacudida me hizo perder el equilibrio y que hizo que me golpease en la cabeza. Al parecer una extraña nave enemiga con potentes armas; y menos mal, de tener esta capacidad los romulanos habrían acabado con la guerra hace mucho.

Para cuando desperté me encontraba en la enfermería, al parecer la nave había sido abordada en mi ausencia y un grupo de Gorns entraron en la nave pero la situación ya estaba bajo control. Me extraño bastante que los atacantes fuesen gorns, ya que pese a sus innegables cualidades como guerreros jamás había escuchado que dispusiesen de semejante tecnología capaz de detectar salidas de curvatura y aunque son aptos, los romulanos no darían una tecnología punta a unos meros mercenarios, sus enfermizas mentes disfrutarían del acto de acabar ellos mismos con sus enemigos.

Fue en la enfermería cuando empecé a ver algunos comportamientos extraños, primero el de la Diane Walker, el que creo que es el más preocupante dado su rango en la alianza. Obligada a examinar a uno de los Gorns que la apta seguridad de la excálibur había logrado capturar con ayuda de los MACO, como era de esperar, dejó su puesto en enfermería, algo normal, si no fuese porque desautorizó a su equipo incluso para las funciones más básicas de la enfermería, como dar un alta. Puedo entender que la tripulación apenas si lleva varias semanas viajando junta, en medio del aburrimiento y monotonía, y pueda haber algo de desconfianza en las aptitudes de sus camaradas, pero a tal nivel desde luego no, sus ordenes no estaban justificadas y es más, acarrearon problemas, aunque sirvieron para detectar otros más graves en dos de los miembros que conmigo estaban ahí retenidos a la fuerza por el ejemplar Sargento Chandler, si el resto de MACO aprendiesen algo de su disciplina puede que la reputación de los MACO mejorase fuera de la tierra.

Siguiendo con los conflictos de la enfermería el segundo comportamiento que me alarmó fue el del oficial de ingeniería Ollander el cual intentó flirtear con la para mi excesivamente tímida Doctora Blake estando esta de servicio, pese a que en su momento y debido a mis malas experiencias en los locales cercanos a la academia eso me sacó de mis casillas y sobrereaccioné un poco, pero pese a ello ese no es el comportamiento que se espera de ninguno de los oficiales de mando de una nave de la APU aunque creo que fueron más los nervios lo que le hicieron reaccionar así por lo que por esta vez no recomendaré sanciones por ello. Pese a que soy consciente de que cuesta encontrar ingenieros capaces y dada la complejidad de especialidad se les suele dar más manga ancha rigiendo sus capacidades técnicas sobre lo demás opino que aumentar sus horas de formación miliar para desarrollar un poco más su disciplina no iría mal y recomiendo encarecidamente modificar el programa de la academia con este propósito.

Por último, y no menos importante esta la actuación del timonel, el alférez Johnny Lightman, en mis casi 60 años de carrera tanto para la APU como para el Servicio Secreto del ejército imperial Andoriano jamás había visto a alguien con tan mala disposición como Lightman, carece de disciplina, es irrespetuoso e insubordinación además padece un grave caso de falta de rebeldía en lo que se refiere a sus superiores en la jerarquía militar, es más de hecho me sorprendería que siquiera se haya esforzado en aprender ese concepto y por ello recomiendo su destitución para que vuelva a formación a aprender cuales son los deberes de un alférez. De ser esta una nave andoriana hace tiempo que se le habría ejecutado por traición al imperio, que digo, una persona como él jamás habría pasado la formación del ejercito andoriano pues aunque las ordenes de la doctora Blake fueron erróneas su comportamiento fue deleznable a la par que denigrante para quienes quiera que fuesen sus instructores. Todo empezó con una pequeña falta de decoro hacia Ollander, el cual agitado por la situación trató con más severidad de la necesaria, pero eso solo hizo que empeorar y siguió empeorando su actitud llegando a los insultos tanto para el oficial de ingeniería como para el resto de los presentes hasta que finalmente llegó a la insubordinación contradiciendo las ordenes recibidas por la capitana y la doctora hasta llegar al extremo que al final el sargento Chandler estuvo obligado a reducirle por la fuerza.

 

Seguido al ataque inicial y con la nave gravemente dañada finalmente logramos escapar brevemente de nuestro enemigo y Blake pasó por enfermería para disponer las altas, pese a mis intentos por pasar a las celdas para interrogar personalmente al Gorn capturado mis deberes en el puente coordinando patrullas y el estado del personal de seguridad me mantuvieron ocupada y cuando finalmente tuve tiempo ya fue tarde, pues este había escapado mediante un teletransporte empleado desde la nave enemiga y tras una pequeña reunión de oficiales orquestada por la capitana dada la emergencia y en donde el tripulante de segunda clase el cocinero Darek Donalson mostró su falta de higiene al emplear uno de los frigoríficos de los alimentos para retener el cadáver de un Gorn muerto la nave enemiga nos encontró e intentó abordar el puente mediante un tubo de acople y por el cual descubrimos que algunos de los tripulantes que veníamos a rescatar ahora trabajaba para ellos, pues pude reconocer a algunos de los oficiales en los archivos de la APU además de algún que otro Klingon y fue eso lo que me hizo sospechar de que el enemigo disponía de algún tipo de control mental, pues los Klingons jamás servirían junto a un vulcano o un humano, por buena que fuese la causa.

Pese a que fue rápida la coordinación de las fuerzas de seguridad y los MACO a bordo de la excálibur para prepararnos para el abordaje y que logramos dañar un poco la nave enemiga todo eso fue innecesario pues la sorpresa que atraparía tanto a nosotros como al enemigo provino de B-Sygnus 103, en el planeta en ruinas que parecía había sido habitable y al cual habíamos mandado una pequeña partida de exploración súbitamente mostró un pico de energía en una antigua pirámide de entre las ruinas y esta generó un potente campo tractor atrapando ambas naves y destrozando el tubo de acople fue ahí cuando la verdad sobre nuestros enemigos nos fue revelada.

Al parecer la nave enemiga procedía de la tierra y su configuración era similar a la serie NX, pero con un tamaño muy superior y mayor potencia de fuego. Teorizo que lo que la forma mostrada hasta el momento era producto de algún tipo de modificación de los campos de camuflaje utilizados por algunos de los enemigos de la APU, de ser así sería bueno investigar dicha tecnología en un futuro pues los barbáricos klingons suelen estar en guerra entre ellos y ese es uno de los motivos por el cual no avanzan por la galaxia destruyendo todo a su paso, dicho dispositivo podría servir para desestabilizar su imperio cuando este estuviese preparado para un ataque, además quien sabe que tejemanejes políticos pueden cocerse en Rómulo de los cuales pudiésemos sacar partido, es más, con dicha tecnología podríamos atravesar muchas de sus defensas fácilmente al hacer pasar nuestras naves por las suyas.

Pero volviendo a lo que sucedió tras comprobar que el escape del campo tractor era imposible el capitán de la nave enemiga hizo presencia en el puente mediante un holograma distorsionado, puede que supiésemos más de quien nos atacaba pero mostraba audacia al no revelar su forma, por suerte en lo demás no fue tan audaz. Tras materializarse en el puente a través de su faximil el capitán enemigo empezó a realizar exigencias absurdas a la capitana amenazando con destruirnos, conscientes de que su nave había caído presa del campo tractor del planeta y que sus amenazas eran en vano la capitana capeó magistralmente al extraño personaje que parecía sufrir un grave caso de prepotencia y narcisismo, ya que fueron estos rasgos lo que hizo que nos revelase información.

Lo primero y más perturbador fue su confesión de que provenía del futuro algo que cuesta de creer pero no se puede negar, y lo segundo el que buscaba aliados. Fue eso, junto con mis sospechas de su uso del control mental y su capacidad para sacar y meter gente en nuestra nave como le parecía lo que me hizo actuar como lo hice. Mi plan era simple, primero fingir lo que se esperaría de una andoriana iracunda rodeada de humanos, discrepancia, y luego convencerlo para que me llevase a su nave pues.

Dado que no sabía si mis compañeros de la excálibur habían llegado a mi misma conclusión con el fin de llevar a termino mi plan empecé una acalorada discusión con el comandante MACO Gauntle Silky; el cual debido a la costumbre de estar al mando, supongo, había mostrado ya alguna que otra apatía por mi persona cuando le recordaba que no interfiriese con los deberes de seguridad sin consultarme primero; la pantomima salió incluso mejor de lo esperado, Silky mordió el anzuelo, es más mostró sus verdaderos colores al amenazar con dispararme y de hecho me sorprendió la actitud del primer oficial Kush ,el cual mostró una actitud incorrecta despreciando mi trabajo en el puente y mi persona, había oído en las clases de historia terrícola los casos de machismo y xenofobia extrema que había en su tierra natal hace unos siglos pero no esperaba encontrar esa actitud hoy en día y menos en una nave dirigida por una mujer; hablando de eso siempre que pienso en ello me hace preguntarme como habría sido la historia terrícola de ser la humanidad una especie con cuatro sexos como los andorianos, pero para el caso, la intervención del primero oficial fue perfecta así como la de la capitana y logré ganar en tiempo record una forzosa visita al interior de las celdas de la nave, perfecto para mi plan que consistía inicialmente en aislarme para llamar al necio capitán del futuro y parlamentar con el a solas.

Una vez allí, durante el cambio de turno de los guardias cuando finalmente me quede a solas, como sospeché pude ponerme en contacto con el enemigo y aunque inicialmente intenté que me teletransportase a base de sacarle de sus casillas no picó... tras su desaparición hice llamar a la capitana para explicarle lo sucedido y que me dejase salir, pero mientras venía tuve la idea de que si no era por las malas quizás el enemigo cayese en la trampa por las buenas y con eso en mente me comuniqué con del Alba para fingir una acalorada discusión la cual terminaría en pelea con tal de ganarme el favor del enemigo gracias al morse.

El plan salió perfecto, y el enemigo acopló otro tubo para darme acceso a su nave, solo que no conté con el coraje de los del Alba que en vez de enviarme algún que otro refuerzo como habíamos acordado con el morse fue ella quien me siguió poniendo en riesgo su vida. Una vez en la nave una de las compuertas se cerró tras de mi y vagué por la nave enemiga algo perdida, pero rápidamente pude orientarme ya  que su configuración no difería demasiado con la de la excálibur. aunque desde luego algunos de los sistemas parecían muy superiores a los que estaba acostumbrada.

Pese a que sabía que eso haría sufrir a mi padre así como a muchos otros estaba dispuesta a quitarme la vida así como la de todo aquel que enviasen desde la excálibur con tal de eliminar la nave del futuro que representaba una potencial amenaza para los intereses de la APU, pero a sabiendas de que la capitana me había seguido no podía arriesgarme a matarla en el proceso, pues la nave la necesiataría y por ello tuve que cambiar mis planes y en vez de ir directa a los depósitos de deuterio para provocar un colapso de la nave enemiga me dirigí a su bodega de atraque esperando causar alguna pequeña explosión que llamase la atención lo suficiente como para poder colarme en el puente enemigo y acabar con la amenaza cortándole la cabeza, para mi mala suerte me topé con resistencia, uno de los tripulantes de la excálibur abducidos en el primer ataque enemigo y fui herida de gravedad por un faser, por suerte la capitana junto a un pequeño grupo que posteriormente debió abordar con ella me encontró a tiempo de salvarme de lo que habría sido una muerte deshonrosa al no haber conseguido mi objetivo y pude regresar a la nave donde la doctora blake sanó la herida superficial para que pudiese volver al servicio.

La capitana por su parte fue a parlamentar con el enemigo, algo que sabía era mala idea y a lo que intenté oponerme, y lo que sea que descubrió no ha querido compartirlo, supongo por el bien del continuo espacio tiempo, actualmente se encuentra en enfermería, presa del control mental del enemigo y perdiendo más de su libre albedrío a cada momento que pasa mientras que el primer oficial Kesh ronda por la nave como el capitán en funciones mientras esta esta en cuenta a tras para una colisión y bajo una alerta de nivel 2 para impedir que se registren datos que el enemigo pueda usar en nuestra contra; pues temo que sea capaz de acceder a nuestros ordenadores así como hace con nuestra nave; y me ha dejado a mi al mando del puente, puede que en un futuro sea un buen capitán, pero creo que actualmente el cargo le queda aun demasiado grande...

http://vignette2.wikia.nocookie.net/memoryalpha/images/f/fc/Hatchery_planet.jpg/revision/latest?cb=20060106114547&path-prefix=en

Respecto al resto del equipo en la nave el resto parecen estar más o menos bien y actualmente temo más por el equipo de tierra pues debido a las interferencias en las comunicaciones generadas por el campo tractor nos es imposible contactar con ellos y desconocemos si están cerca de salvar la nave desconectando lo que sea que nos arrastra de la pirámide o si han encontrado oposición en el planeta.

Anexo: Pese a que yo misma en este informe he marcado la potente configuración y armamento de la nave del futuro de no sobrevivir y encontrar este mensaje en la boya que pretendemos lanzar recomiendo encarecidamente destruir hasta la ultima tuerca que la compone y confiar con que su tecnología llegará cuando tenga que llegar de manos de sus respectivos inventores, pues a fin de cuentas no se debe jugar con el tiempo.

En lo que se refiere a la pirámide de B-Signus 103 recomiendo encarecidamente enviar una partida de ingenieros para estudiarla, ya que un campo tractor capaz de retener dos naves a la vez y con tal alcance puede dar como resultado el avance necesario para desarrollar nuevas armas defensivas y tecnologías que den a la APU la ayuda extra que tan desesperadamente necesitamos.

Isathaa fuera, fin del Informe.

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01/02/2017, 11:13
Aakesh Kush Mukherjee

Diario personal de Aakesh Kush Mukherjee, Primer Oficial de la NX Excalibur. Codificación de seguridad ND-133-8597-AX

Dada la situación extrema en la que nos encontramos y con altas posibilidades de que la Excalibur se pierda, quiero dejar constancia de los últimos momentos desde mi última entrada en el diario de a bordo. Ante la posibilidad de que el enemigo sea capaz de acceder a nuestros registros, codifico esta entrada, aunque mucho me temo que igualmente sean capaces de acceder a ella por lo avanzado de su tecnología.

Tras aparecer la capitán en el Puente de Mando y ser examinada por la doctora Willis, se descubrió que la capitán tenía en su cabeza un dispositivo instalado por el enemigo, por tal motivo me negué a que asumiese el mando y continuó ingresada en enfermería mientras se buscaban opciones para poder extraerle eso. He de decir que a la capitán en ningún momento le hizo ninguna gracia, no sólo que tuviese ese dispositivo en su cabeza, sino incluso que no le devolviese el mando. A nivel personal me da la sensación de que cree que quiero su puesto a toda costa cuando no es así. Simplemente seguí con el procedimiento y la normativa de la Flota Estelar que indica que si el capitán de una nave no está capacitado para dirigir la nave, el Primer Oficial ha de asumir el mando. Dada que la capitán tenía ese dispositivo instalado en la cabeza y habíamos comprobado como era capaz de controlar a cualquier forma de vida, no podía permitir que asumiese el mando porque podría ser un riesgo para la nave, la tripulación y la misión. Eso también significaba restringir su acceso a la información, o incluso la que le podíamos proporcionar, aún así, por el respeto y consideración que le tengo, y porque de momento ese control mental no era efectivo, me salté esta norma básica y le di información sobre nuestra situación, aunque muy resumida y sin entrar en detalles.

La información que me proporcionó la capitán era como mínimo alarmante. Parece ser que nuestras sospechas de una guerra temporal eran ciertas y estábamos ante una de las facciones de esa guerra temporal, que en el pasado se cruzó con el capitán Archer de la Enterprise. Parece ser que están buscando el dispositivo desarrollado con tecnología alienígena que estaba probando la Valiant. La capitán también informó que durante su estancia en la nave recibió la ayuda de otra persona del futuro, aunque de otra facción, que le informó que había que destruir ese dispositivo, mostrándole el futuro de la Tierra en caso de no hacerlo, un planeta desolado con una atmósfera de metano. Esa persona era un miembro de la tripulación de la Excalibur. Por las palabras de la capitán, deducí quien era, cosa que ella me confirmó.

Tras dejar a la capitán en enfermería, muy a pesar suyo, y al parecer entendiendo las circunstancias en las que se encontraba, y tras dar las oportunas instrucciones a Ollander y a Isathaa, me dirigí a hablar con este tripulante, con la esperanza de que nos pudiese ayudar para extraer el dispositivo de la capitán. Por desgracia no se prestó a ello, quedando a la espera de los acontecimientos. Recibimos un mensaje del comandante Silky el cual consiguió llegar a la nave, aunque herido y permanece en enfermería recuperándose de sus heridas. Afortunadamente no tenía ningún dispositivo instalado y en cuanto se recupere volverá a ocupar su puesto. En ese momento fui llamado por Ollander para acudir a enfermería, aunque acabé en el Puente de Mando de una forma un tanto curiosa. La doctora Willis había planteado la posibilidad de extraer el dispositivo de la capitán usando el teletransportador y dado que el tripulante del futuro no nos había ayudado, había pensado en que si ese plan era factible lo probase primero con el tripulante que se encontraba en enfermería completamente bajo control del enemigo. Sería bajo mi total responsabilidad y si fallaba, al menos podría recopilar información sobre lo que había fallado para ponerlo en práctica con la capitán, si al final se optaba por correr el riesgo.

En el puente de mando fui informado por la teniente Isathaa de las opciones que había para evacuar la nave, si al final no quedaba más remedio. He de reconocer que ha sido uno de los peores momentos que he pasado, ya que no hay recursos suficientes para garantizar la supervivencia de todos en el planeta, y aún así, si sólo se permite la salvación de un grupo reducido, tampoco hay garantías de supervivencia a largo plazo. Di el visto bueno para que se preparase un grupo reducido de supervivientes, aunque se elegiría de forma aleatoria, mediante la computadora, y por secciones, pero tendrían prioridad los vulcanos dado su metabolismo más resistente. Yo opté por no entrar en el sorteo, al igual que la teniente Isathaa, y permanecer ambos en la nave si llegaba el momento fatídico, aunque di instrucciones a la teniente de poner a salvo a la capitán, aunque aún tuviese ese dispositivo en su cabeza.

Cual fue mi sorpresa que en ese momento apareció la capitán en el puente, tomando el mando del mismo. Nadie me había informado de que se le hubiese extraído el dispositivo, por lo que, temiendo que estuviese bajo control enemigo y hubiese escapado de enfermería (ante lo cual no había sonado ninguna alarma), ordené a seguridad que apuntasen sus armas contra ella para prevenir una posible acción enemiga mientras comprobaba que se había extraído el dispositivo de su cabeza. Ni que decir que mi enfado fue grande, no por verla, sino por no haber sido informado ni de la extracción del dispositivo o de su posible fuga. El ingeniero Ollander y la doctora Wallis me confirmaron que así había sido, por lo que devolví el mando a la capitán, no sin antes recriminar a ambos su comportamiento por no haberme informado de nada.

En este momento se dio una situación surrealista y muy dolorosa para mí, ya que la capitán no sólo recriminó mis acciones, poniendo en entredicho mi autoridad y rango delante de toda la tripulación, tras recriminar a Ollander, sino que consideró que Ollander había cumplido con su deber. Ollander, como Primer Oficial en funciones, y aunque le había dejado al mando del puente en mi ausencia, no tenía la autoridad necesaria para ordenar que se realizase la operación a la capitán, aunque ella diese el visto bueno como paciente, quien tenía que dar la orden era yo, salvo que estuviese incapacitado para ello, cosa que no era así, o en su defecto la doctora y en tal caso si la vida del paciente corría peligro. Otra cosa es que no pudiesen localizarme pero lo consiguieron, ya que Ollander me llamó para acudir a enfermería, parece ser que tras efectuar la operación. Aunque la capitán no lo quiera ver, en ese momento se saltaron la cadena de mando de forma fragante, y encima ahora tiene el visto bueno de la propia capitán. Es irónico, la misma capitán que me acusa de saltarme sus órdenes alaba a aquellos que lo han hecho y más siendo ella la beneficiada por sus actos.

Hasta este momento consideraba a la capitán De Alba una persona que a la hora de actuar era una auténtica profesional, integra, coherente y respetable, pero tras estos hechos me temo que sus ansias por estar al mando la dominan, y creo que me ve más como un rival por ocupar su puesto que como un oficial a sus órdenes que está aquí para ayudarle. Ignoro si tendrá algo que ver mis raíces hindús, tal vez piense que seguimos siendo unos misóginos y sexistas, cuando las mujeres, afortunadamente, han ocupado el lugar que les correspondía entre nuestra sociedad, y el sistema de Castas ha quedado como un elemento cultural del pasado de cara a los turistas. Es posible que sea por el pasado de la India, aún queda cierto resentimiento sobre mi pueblo por culpa del dictador Khan Noonien Singh y las Guerras Eugénicas, aunque hayan pasado más de cien años de esos desgraciados hechos y la presencia alienígena haya orientado los resentimientos racistas hacia fuera del planeta, pero viendo al actitud que tenía la capitán conmigo hasta este momento, me cuesta creer que sea el motivo de su forma de actuar contra mí. Tal vez los motivos sean otros y no alcanzo a verlos, aunque creo que el motivo principal era recuperar su puesto, y no le ha debido de gustar que al verla pusiese pegas, cuando me estaba preocupando por su estado y la seguridad de la nave, lo que haría cualquiera en mi lugar con dos dedos de frente. Si en verdad ansiaba tanto su puesto y quería dejarla de lado a toda costa ¿por qué dejé a Ollander al mando mientras intentaba buscar una forma de extraerle el dispositivo a la capitán para que volviese a ocupar su puesto cuanto antes?, ¿por qué en cuanto me confirmaron que ya no tenía el dispositivo y estaba bien, se lo devolví de inmediato sin poner ninguna pega?

Es posible que acabe en un consejo de guerra, pero estoy seguro que si se me condena por algo, no será por lo que ha pasado con la capitán estando yo al mando, como mucho será por compartir información con ella cuando no debería de haberlo hecho, al ser un elemento potencialmente peligroso.

Voy a finalizar esta entrada rápidamente debido a las circunstancias en las que nos encontramos, la nave a punto de estrellarse, tensión en el puente de mando….

La teniente Isathaa ha salido en mi defensa sobre mi forma de actuar como capitán en funciones, por una vez me alegré que la andoriana me diese la razón, aunque de nuevo hizo gala de como son los andorianos y ha acabado en la celda, al sacar de las casillas a la capitán, como la otra vez, y ahora no podrá alegar que estaba disimulando ante el enemigo. Creo que es una buena profesional, pero en esta nave no tiene cabida, ni ella, ni ningún andoriano, su temperamento choca con el nuestro. Aún no estamos preparados para trabajar de forma conjunta en una misma nave.

Me temo que el siguiente en ir a la celda pueda ser yo. Tras mi encontronazo con la capitán, veo como vigila cada movimiento, gesto y palabra mía. Está deseando que haga o diga algo que le sirva de excusa para apartarme del servicio y enviarme a hacer compañía a Isathaa. ¿Tanto le ha molestado mi forma de actuar que quiere quitarme de en medio?, ¿tanto teme que le quite el puesto? Si es así, se habría caído un mito, y la capitán De Alba resultaría ser una persona infantil y poco profesional, que considera el puesto como algo suyo, de su propiedad, cuando no lo es, es de la Flota Estelar. ¿Tal vez haya otros motivos que no alcanzo ver? Lo ignoro.

La evacuación sigue como estaba planificada, pero ahora no podré continuar con el plan que tenía en mente, sin la ayuda de Isathaa. Supongo que ahora la capitán no querrá abandonar la nave, y yo no pienso hacer nada para evitarlo, pero tampoco pienso entrar en una cápsula por mucho que ella me lo ordene, ¡que me envíe a la celda si quiere!

Acabamos de tener noticias de Sirril, ¡al menos él está vivo! Nunca me he alegrado tanto escuchar la voz de un orejas picudas. Está transmitiendo desde un canal de la Pirámide que nos tiene retenido. Espero que pueda sacarnos de esta, o poco nos durará la alegría.

Por si la nave se estrella y no sobrevivimos, me ha alegrado servir como Primer Oficial, a pesar de los problemas que hemos tenido, y mi forma de actuar, bien o mal, ha sido por el bien de la tripulación, la nave, y la misión. Si encuentran el dispositivo de la Valiant, ¡destrúyanlo!

Aakesh Kush Mukherjee, Primer Oficial de la NX Excalibur

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10/02/2017, 23:47
Sirril

Entrada registro desconocido bitácora pirámide. Fecha estelar 12 de septiembre de 2159

No siento mi cuerpo, mis manos, mis piernas... no soy capaz de moverme. Mi mente ha trascendido a mi cuerpo, mi capacidad no llega a entender como, pero de alguna forma me siento unido a la pirámide, puedo sentirla como en un estado de simbiosis del que ahora formo parte. Puedo ver, oir, sentir todo lo que pasa bajo estos muros... siento el latido de los corazones de sus habitantes, la respiración acelerada de la tripulación. Incluso puedo sentir los materiales de la construcción, el agua que surge de su interior... la Excalibur sobre nuestras cabezas.

Al conectarme en aquella máquina... mi mente ahora forma parte de ella, todo un mundo de conocimiento se abre ante mi, no puedo explicar como ni tan si quiera como mi cabeza puede almacenar tanto... todo el conocimiento de una civilización me ha sido revelado... puedo sentir... puedo ver con claridad cada momento, cada etapa, cada logro de aquella raza que construyo la pirámide y que durante tantas y tantas generaciones viajo por las estrellas y mundos, puedo ver su decadencia borrachos de su propio éxito hasta llegar a hoy donde agoniza sin ser consciente de su propia y verdadera historia.

Me siento diferente, liberado de mi cuerpo pero hay algo más.. por primera vez en mi vida puedo sentir libremente, el trilium que mantenía encerrados mis sentimientos parece no tener efecto en este estado de seminconsciencia. Siento la ira, puedo verla en los habitantes de la pirámide intentando llegar hasta a mi al otro lado de la puerta, la preocupación de la doctora por mantener a todos con vida... pero sobre todo puedo sentir el cariño y el afecto de Aleksandra... puedo verla a mi lado y sentir su aprensión por un fin inevitable.

Al fin veo las respuestas a todas las preguntas que hemos estado buscando, incluidas las que ni si quiera he formulado, la valiant, el agua, las capsulas, la pirámide... pero por encima de todo empiezo a ser consciente de que el fin se acerca y no habrá retorno para mi... puedo salvar a la tripulación, a mis compañeros, amigos... pero tendré que pagar un alto precio por ello, tendré que permanecer conectado a esta máquina hasta que sea demasiado tarde para mi.

Por primera vez siento lo que creo es miedo, angustia... sentimientos encontrados con la lógica que siempre ha guiado mi vida, pero no me importa pues lo haría una y otra vez sin pensarlo ni dudarlo... me siento honrado por tener la oportunidad de hacerlo... siento paz pero también puedo sentir algo más poderoso resumido y concentrado en una lagrima que recorre el rostro de Aleksandra y que de otra forma no habría podido sentir. Es la hora... Tan solo un pensamiento y el rayo tractor se desactiva, la tripulación se pone a salvo en la Excalibur donde sin duda la capitana cuidará de ellos y se que lo a pesar de todo lo conseguirá. Siento perderme el resto del viaje, aunque siempre os acompañará una parte de mi...

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11/02/2017, 12:33
E.M. Jankowsky

INFORME MACO

Expedicion a B-Sygnus

Originalmente el descenso a B-Sygnus tenía tre objetivos, la protección de la Doctora Walker, la búsqueda de supervivientes de la Valiant y la desactivación del rayo tractor proveniente de una misteriosa pirámide.

En la lanzareda íbamos la Alférez Kuztetzov, la Doctora Walker, tripulante de seguridad Deibhem, Auxiliar médico Rochard, Alférez Tripulante Picard,Cabo Maco Wilcox y yo, el Comandante Maco Jankowsky.

El primer problema con el que nos encontramos fué descubrir que el planeta contaba con una atmosfera tóxica por lo que la doctora Walker tuvo que sintetizar un suero para nuestra protección. Eso nos obligó a dejar a la auxiliar y al piloto a la espera en la lanzadera ya que la doctora no logró sintetizar suficiente suero para todos.

El tripulante de 1ª clase Deibhem detectó una señal de auxilio que inmediatamente identificamos como proveniente de algun posible superviviente de la Valiant. Seguimos el origen de esta señal hasta que encontramos lo que antes había sido la Valiant ahora convertida en chatarra. Unas ruinas que se confundían con las ruinas de lo que había sido una antigua y próspera ciudad. Destacaba entre los restos de viejos edificios lo que parecía un monumento ancestral.

Además también detectamos una intrincada red de túneles en el subsuelo a los que se podía acceder desde ciertos puntos de la superficie.

Aunque las lecturas no indicaban que hubiera nada vivo entre los restos me pareció ver una sombra, un movimiento de algo o alguien, lo que me llevó a acercarme al lugar donde encotramos un artefacto similar a una bobina de flujo de plasma.

En ese momento llegó una segunda lanzadera pilotada por Lightman con el Oficial Científico Sirril a bordo. A su llegada nos trajo la nefasta noticia del inminente peligro de la Excálibur lo que convirtió nuestra misión en una prueba contrarreloj.

El objeto encontrado se considero de gran importancia científica por lo que debíamos intentar llevarlo de vuelta con nosotros, no fue posible.

Pese a que albergaba serias dudas sobre el riesgo de introducirnos el los túneles Sirril ordenó que los siguiéramos con la creencia de que así llegaríamos antes a la pirámide lugar en el que debíamos destruir o desactivar el orígen del rayo tractor.

En cuanto accedimos al subsuelo descubrimos unos oscuros túneles artificiales con serio peligro de derrumbe. Con pies de plomo activamos nuestras linternas y nos internamos en el laberinto. Debíamos salvar una distancia de unos cuatro kilómetros.

No tardamos en toparnos con un gran grupo de criaturas hostiles. Nos atacaron con garras y dientes eran ágiles y la oscuridad del lugar las protegía. Se trataba de unos horribles humanoides con los que resultó imposible comunicarnos. Pronto tuvimos que abrir fuego pero eran superiores en número. El primero en caer fue el cabo Wilcox. Aún estoy recuperándome de su pérdida, era un gran soldado, yo mismo había recomendado su ingreso en la Excalibur.

Nuestra estrategia se paso en abrirnos paso a través de los túneles aprovechando su mal estado. Con una granada Deihem abrió un hueco por el que pudimos escapar gracias a la heroica acción del andoriano que se sacrificó por nosotros cerrando la salida con otro derrumbe. Sugiero que se le hagan los honores debidos, sin duda sin su actuación puede que no llegaramos a sobrevivir.

Aunque parecíamos a salvo estábamos heridos y las criaturas estaban cerca, debíamos seguir moviéndonos. Kuznetzov trazó una ruta a través de los túneles y la doctora Walker realizó primeros auxilios a los heridos. Detectó la presencia de una extraña enfermedad, sin duda nuestra situación en aquel momento era crítica. Una especie de sonda nos trajo un curioso mensaje en el que se nos ofrecía ayuda a poca distancia.

Como anteriormente, utilicé una granada y una serie de impactos con mi phaser para debilitar los techos y columnas. Logré con éxito que parte del tunes cayera sobre la vanguardia de las criaturas lo que nos dió más tiempo para nuestra huída.

Llegamos a un gran pórtico custodiado por dos guardias de pálido aspecto. Dedujimos que eran los que habían enviado la sonda ofreciendo ayuda y accedimos. Otro humanoide de similar aspecto hizo de anfitrión y nos invitó a entrar a lo que el llamó, un pozo de sanación.

Todos entramos menos Sirril y Aleksandra que tuvieron que hacerlo más tarde puesto que no tardaron en encontrarse mal. Incluso yo, que no tenía heridas de gravedad, pasé por ese pozo el cual, me hizo sentir más vigoroso y descansado.

Por las palabras de nuestro anfitrión supimos que su cultura veneraba a la gran joya, de la que manaba una energía que le daba ese poder curativo al pozo. Nos presentó a una hembra de su especie que nos hizo de guía. Aunque tenía una actitud recelosa para con nosotros, el joven piloto Lightman estableció cierta relación con ella, con lo que lo utilizamos para tranquilizarla.

Por algún motivo creíamos que se nos ocultaba información así que Sirril trató de utilizar un truco vulcaniano con ella para leer su mente ya que estos seres contaban con ciertas habilidades telepáticas quizá incluso superiores a los vulcanos.

Sirril me ordenó reducir a nuestra guía ya que sabía que nos habían ocultado la existencia de otros humanos en su ciudad subterránea. Lightman mostró su desacuerdo con esta acción.

Encontramos un pad que procedía de la Valiant en la que pudimos leer el diario de su dueño un tal Solomon Duval. En la última entrada parecían encontrarse en una situación límite en la que se mencionaba una nave reptiliana, fanatismo religioso y un intento de ataque a la sala de control.

Decidimos dividirnos Aleksandra y Sirril buscarían la sala de control donde deshabilitarían el rayo tractor y buscarían un ruta de huída mientras nosotros tres (Walker, Lightman y yo) iríamos en busca de los supervivientes cuyo lugar ya conocíamos. Estaban en los niveles inferiores.

Solo nos encontramos con un vigilante al que pronto dejamos fuera de combate. Los supervivientes estaban en una especie de tanque de ingravidez en estado comatoso, entre Lightman y yo logramos extraerlos utilizando un rudimentario sistema de cadenas y poleas.

Lightman decidió ir a por agua del pozo de sanación a fin de devolverles la presencia de ánimo a los supervivientes, eran demasiados para que pudiéramos transportarlos inconscientes.

Sirril y Kuznetzov nos avisaron de que provocarían un incendio para despistar a los habitantes del lugar mientras trataban de desactivar el rayo.

Una superviviente nos sorprendió a la doctora y a mi cuando despertó. No se encontraba del todo en sus cabales y pretendía que huyéramos dejando al resto de sus compañeros allí.

Entonces, como por arte de magia, aparecimos en la enfermería de la Excálibur. Debo felicitar al artífice de la proeza, sin duda nos ha salvado la vida. Supongo que el sistema de teletransporte será muy útil cuando sea más seguro utilizarlo con humanos.

 

Fin del Informe

Eduard M. Jankowsky - Comandante de Destacamento MACO

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14/02/2017, 20:10
Diane Walker

Informe de la Oficial Médico Diane Walker. Fecha estelar 13 de septiembre de 2159. Identificación ST-315-1265-DN

Resulta irracional escribir un informe que tiene más posibilidades de perderse en el espacio que de llegar a su destino en la Tierra; sin embargo, aún más absurdo resultaría sobrevivir a los peligros de esta expedición solo para encontrarme con un tribunal esperándome a la vuelta por haber descuidado mis deberes. Así pues, sin más dilación, añado el historial de casos clínicos que han tenido lugar durante el transcurso de esta desafortunada misión de rescate. Aviso al lector de que la lista es larga, por lo que, aunque pretenda ojearlo solo por encima como se hace con la mayor parte de documentos, puede llevarle más tiempo del que un atareado burócrata dispone; si ese es el caso, archívelo sin más, no creo que ninguno de los muertos vaya a quejarse por ello:

Nada más entrar en el área del planeta B-Sygnus, la Excalibur sufrió el ataque de una nave alienígena de origen incierto. Los motores y el armamento están lejos de ser mi especialidad, pero incluso yo puedo asegurar que el nivel tecnológico del que hacía gala era muy superior al desarrollado por la raza humana o incluso por los Gorn que la ocupaban. Estoy convencida de que otros miembros de este debilitado cascarón que apenas se mantiene unido habrán ofrecido informes mucho más específicos sobre esta cuestión. Respecto a lo que mi cargo respecta, sin embargo, me contento con indicar que el recuento reveló la existencia de dos desaparecidos y cinco bajas, de las cuales solo una de ellas fue atendida en la enfermería, siendo inmediatas el resto de las muertes.

El número de heridos, por otra parte, ascendió hasta treinta tripulantes, entre los que se encontraban todos los oficiales con excepción del Primer Oficial Mukherjee, el Comandante Jankowski y yo misma. La situación crítica en la que nos encontrábamos (y el creciente riesgo de insubordinación por parte incluso de la propia capitana) me obligó a concederles el alta médica antes de lo que habría creído conveniente. Es cierto que los acontecimientos no nos permitían prescindir de ninguna mano ni cabeza pensante, pero no estaría de más que la Flota Estelar concienciara un poco más a los reclutas de la Academia sobre la necesidad de respetar las apreciaciones del doctor de a bordo. Tal vez eso evitaría que en un futuro pudieran ocurrir algunos accidentes.

Respecto a los otros veintitrés sujetos, doce de ellos presentaban heridas leves que pudieron ser atendidas en el lapso de unas pocas horas y, tras las últimas revisiones, puedo certificar una recuperación completa. Otros siete han necesitado intervenciones quirúrgicas de alto riesgo, por lo que se encuentran todavía en observación; por el momento, sin embargo, solo una de ellas ha presentado complicaciones que hagan temer por el riesgo de la vida del intervenido; si sobrevivimos a los próximos días, redactaré un informe completo sobre este caso para que, en el caso de que ocurra lo peor, pueda ser entregado a sus familiares. Finalmente, me veo obligada a declarar a los otros cuatro individuos como incapacitados para continuar sirviendo en una nave estelar debido a mutilaciones de gravedad causadas por las armas desintegradoras de nuestros enemigos (porque sí, estas armas existen realmente y si todavía queda algún escéptico en la Tierra, insisto en que acuda a visitar a mis pacientes y a tratar de convencerles de que sus miembros han desaparecido por accidente). Me gustaría dirigir la atención de la Flota hacia el elevado número de pacientes que tuvieron que ser atendidos en escasas doce horas: la Excalibur no es una nave de guerra y no está preparada para semejantes eventualidad; la enfermería parecía más un hospital de campaña del siglo XIX que una instalación médica del siglo XXII.

Por otra parte, la autopsia de uno de los invasores reveló la existencia de un chip biomecánico implantado en su sistema nervioso central del que se desprendía una leve señal de Radiación de Hawking. Soy consciente, antes de que algún investigador cómodamente sentado en una butaca de la Tierra me acuse de charlatanería, de la imposibilidad de este hecho, pero no puedo sino informar lo más fielmente posible del resultado de mi análisis. Como ya he indicado con anterioridad, la capacidad científica de nuestros enemigos había demostrado ser inabarcable para nuestro nivel: en semejante contexto, aceptar la existencia de un dispositivo capaz de utilizar la gravedad cuántica para transmitir órdenes como si se tratara de un control mental no parece especialmente descabellada.

                                                          

Según he sido informada (puesto que en el momento de los acontecimientos yo me encontraba en la superficie del planeta B-Sygnus), la doctora Willis, encontró uno de estos dispositivos en el cerebro de la capitana a su regreso de la nave espacial enemiga y se procedió a su extracción, lo cual, a pesar de los riesgos, fue una operación a todas luces exitosa. De nuevo, sin embargo, parece que la cadena de mando no funcionó como debiera: dada mi ausencia, lo único que puedo decir a este respecto es que la señora Willis, como mi suplente, contaba con toda la autoridad que un Oficial Médico puede ejercer bajo el código de la Flota Estelar (la cual, si alguien tomara como modelo la Excalibur, encontraría que es bastante escasa). La jurisdicción sobre este suceso, sin embargo, cae bajo la responsabilidad de la capitana de Alba y el Primer Oficial Mukherjee; en lo que se refiere a sus implicaciones médicas, sin embargo, puedo asegurar que no hay motivos para dudar del libre albedrío de de Alba ni para esperar dificultades físicas o psicológicas a causa de sus lesiones: en otras palabras, el posible fracaso de esta misión cae bajo su completa responsabilidad... el dudoso éxito, también.

El realizar un informe acerca del desarrollo de la misión en B-Sygnus es responsabilidad del comandante MACO encargado, el comandante Jankowski, quien desempeñó su función de liderazgo con éxito permitiendo que la mayor parte del equipo fuera capaz de regresar con vida. Para la información del explorador curioso, difícilmente calificaría este como un destino turístico adecuado: la fauna local no puede calificarse precisamente de amistosa. Si, pese a todo, algún desafortunado viajero se ve en la necesidad de descender, me veo en la necesidad de avisar que la atmósfera se encuentra contaminada por radiación nuclear en la escala de 6SV: se recomienda el uso de trajes espaciales o, en caso de necesidad, la inoculación de vacunas preventivas. La causa de esta anomalía no ha sido confirmada, pero me aventuraría a señalar la probabilidad de que hubiera ocurrido un desastre natural en el pasado (la galaxia es un pañuelo, si uno piensa en la historia de la Tierra); los túneles, por el contrario, se encuentran protegidos de los peligros ambientales... y vulnerables a todo lo demás.

                                                          

Esta vulnerabilidad, para ser más específicos, viene en la forma de unas extrañas criaturas antropófagas, cuyo origen se encuentre posiblemente en anormales mutaciones sufridas por los habitantes originales del planeta a causa de esta misma radiación. No voy a proceder a una descripción física ya que entre el caos de los acontecimientos no me molesté precisamente en hacerles un retrato: baste decir que poseen garras y dientes y que son portadores de un virus de transmisión sanguínea capaz de destruir el sistema nervioso central del infectado en apenas un par de horas.

Por el otro lado, para quién consiga escapar de los monstruos, se encuentra una civilización subterránea (heredera posiblemente de las ruinas de la superficie) poseedora de una maquinaria de alto nivel que escapa a su comprensión y a la que han divinizado al ser la causa de la seguridad de sus instalaciones piramidales. Esta ignorancia es la causa del estado comatoso en el que se encuentran los seis de los siete únicos supervivientes de la Valiant, dado que, con la intención de mantenerlos con vida pero prisioneros, fueron conectados a un sistema de soporte vital no compatible con la fisiología del homo sapiens y, posiblemente, en mal estado debido a la ausencia de reparaciones. Como se suele decir, el camino al infierno está plagado de buenas intenciones, y el resultado ha sido un daño neurológico considerable que imposibilita todo intento de despertarles sin correr el riesgo de que sus funciones vitales puedan verse detenidas por el proceso.

La excepción a la regla es la comandante Simon Ellie la cual, contraviniendo todas las leyes de la ciencia médica, se reanimó de forma espontánea en cuanto fue liberada del (según la terminología local) "pozo de la desesperación", solo para revelarse presa de un brote psicótico debido al cual no dejaba de repetir que sus compañeros habían sido transformados en zumo de manzana y en galletas, así como que era necesario bombardear el planeta desde la Excalibur. Aunque he observado cosas sorprendentes en B-Sygnus, no he visto nada mínimamente semejante a un conversor de carne humana en fruta y, aunque parece haberse calmado desde su llegada a la nave, he dispuesto que se la confine en su camarote hasta que la capitana de Alba ordene qué hacer con ella. Si de mi dependiera, sin embargo, permanecería allí hasta el final de este accidentado viaje: ya tenemos suficientes problemas externos como para tener que preocuparnos igualmente de localizar a asesinos dementes en nuestros corredores interiores.

Adicionalmente, junto al "pozo de la desesperación", encontramos en el interior del complejo un "pozo de curación" cuyas capacidades curativas (valga la redundancia: no puedo decir que no acertaran con el nombre, por mucho que no fuera precisamente un alarde de imaginación) superaban los límites de toda la medicina conocida para caer en un ámbito que casi podría considerarse como milagroso. Todos los miembros del equipo de tierra pudimos comprobar como nuestras heridas sanaban de forma casi instantánea, cerrándose sin dejar ni tan siquiera una cicatriz, e incluso borrando todo rastro de enfermedad de nuestros organismos. Nos llevamos una muestra de esta panacea universal y he estado estudiándola en la enfermería, pero todo lo que he podido extraer es que se trata de simple agua destilada, en absoluto diferente a la que se podría conseguir en un laboratorio de la Tierra: todas sus propiedades, tanto positivas como negativas, debían provenir de la  instalación técnica en la que se encontraba y no en el líquido en sí.

Lo poco que pudimos extraer mientras estuvimos en el corazón de B-Sygnus, sin embargo, es que alrededor del "pozo" podrían encontrarse restos de partículas en suspensión similares a las que podrían encontrarse en un transportador. Este hecho, sumado al informe de la Alférez Kuznetzov y el Oficial Científico Sirril acerca de la existencia de clones de los miembros de la Valiant y de los miembros de la misión de rescate que habíamos descendido a la superficie, hacen pensar de que, al menos, una de las funciones de esa extraña máquina fuera la de duplicar los cuerpos que entran en ella.

En relación a esto, me veo obligada a ofrecer el que, sin duda alguna, es el alta médica más extraña que he declarado a lo largo de toda mi carrera (y, espero, que vaya a declarar nunca): cuando fuimos teletransportados de vuelta a la Excalibur, el único Señor Sirril que volvió lo hizo en el interior de una extraña vaina semi-orgánica que, como si de un parásito se tratara, comenzó a debilitarlo desde el mismo instante en que apareció. Cuando fue liberado, presentaba un estado de completa debilidad y confusión que no tardó en disiparse, pero todos los análisis realizados confirman lo que, hasta cierto punto, es una silogismo lógico irrefutable: el Señor Sirril es el Señor Sirril, desde la composición de su ADN hasta cada una de las raíces de su pelo; todo coincide con los registros previos y datos biológicos que poseemos de él de un momento anterior a su descenso a B-Sygnus. Debido a lo cual, mi diagnóstico como Oficial Médico es que, a la luz de las pruebas científicas y objetivas, no hay ninguna razón por la que no pueda reincorporarse a sus funciones con completa normalidad... mi opinión personal como Diane Walker, sin embargo, no me parece un tema apropiado para discutir aquí y los debates sobre identidad y clonación podrían llenar libros enteros.

A modo de resumen y de colofón, señalo que la recuperación de siete individuos en condiciones precarias se ha saldado con la muerte de quince miembros de la Excalibur y con un número de heridos que ha alcanzado al menos un tercio de la tripulación total, si bien es difícil calcular el número exacto ya que todavía estamos recibiendo pacientes que presentan desde quemaduras o lesiones físicas hasta casos de estrés post-traumático. Quiero remarcar este hecho para solicitar una petición a la Flota Estelar: que se aumente el espacio físico y el personal destinado en la enfermería ya que a largo plazo es una inversión mucho más rentable que seguir costeando medallas para los caídos en el servicio y ataúdes. Además, nuestros salarios son mucho más baratos que las compensaciones ofrecidas a los familiares.

Diane Walker, Oficial Médico a bordo de la NX-Excalibur

ANEXO

Recuento de bajas entre la tripulación permanente de la NX-Excalibur

  • Gattas, Abdul. RE-453-875-LP
  • Shin, Ha-Neul. FC-475-1356-FG
  • Williams, Ashley. FT-235-8764-JH
  • Vega, James. NI-345-7654-BH
  • Kobayashi, Nozomi. ST-352-7356-VG
  • Lorusso, Severina. GD-436-7542-JP
  • Weber, Dieter. SC-234-1542-AE
  • Brennan, Alane. KJ-343-2469-IM
  • Sokolov, Inoessa. CS-623-6544-NB
  • Gabaldo, Olivier. KL-363-2527-NU
  • Zharok, Deibhem. DH-475-2321-IP

 

Recuento de bajas entre los miembros del destacamento MACO

  • Diawara, Sarabi. AR-753-2435-CR
  • Yildiz, Elif. SL-268-2574-PZ
  • Herzog, Johan. UD-267-8567-BF
  • Wilcox, Murphy. IW-975-7452-CL
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20/02/2017, 22:56
Cristina de Alba

Cuaderno de Bitácora, capitán Cristina de Alba. Fecha estelar 13 de septiembre de 2159. Identificación SC-937-0176-BBC

Paso a relatar los acontecimientos previos y posteriores a la salida del planeta B-Sygnus.

Tras mi confinamiento en enfermería por la necesidad de tenerme controlada para evitar que el dispositivo me convirtiese en una herramienta del enemigo, mantuve una conversación con la señora Blake la cual me informó de la posibilidad de extraerme dicho artefacto mediante la técnica del teletransporte para lo que era necesario un estudio por parte del señor Ollander. Dado que las posibilidades de la extracción por cirujía se hacía imposible, pedí que nuestro ingeniero jefe fuese informado de esta posibilidad antes de que me sedasen por completo para evitar ser un peligro para la nave. Dichas peticiones las formulé con la suposición de que el primer oficial tuviese constancia, ya que tanto el señor Ollander, como el señor Mukherjee debía encontrarse en el puente de mando y era el primer oficial quien estaba al cargo en aquel momento, debido a mi propia incapacidad para asumirlo.

El caso es que, tras ser sedada y atada a la camilla por voluntad propia, fui despertada por el señor Ollander y la señora Blake con urgencia. Deseaban informarme de que la extracción sólo era posible mediante ese método, pero que tenía un riesgo muy alto de que acabase con mi vida, ya que era muy complejo y que debíamos darnos prisa para proceder a la operación, para ello necesitaban mi aprobación. En aquel momento la decisión era fácil de tomar, si continuaba con el artefacto en la cabeza la nave enemiga podía activarlo en cualquier momento suponiendo con ello un grabe riesgo para la nuestra nave, al fin y al cabo no toda la tripulación estaba informada de lo que me ocurría y podría generarse una verdadera situación de peligro, sin embargo si corría el riesgo de someterme a la operación sólo había dos posibilidades que tuviera éxito o que perdiera la vida en ello, lo que reducía por completo el riesgo de convertirme en instrumento enemigo. De manera que accedí de manera inmediata bajo mi expresa responsabilidad.

Todo ocurrió muy deprisa y el señor Ollander haciendo gala de su extraordinaria habilidad, realizó la extracción con éxito, por ello procedí a volver al puente para hacerme cargo de la situación de emergencia en la que la Excalibur estaba inmersa.

Al regresar al puente provoqué un incidente indeseado puesto que el primer oficial parecía no haber sido informado de lo que había pasado y reaccionó reclamando información apuntándome con los phaser, debido seguramente a la tensión que todos estábamos atravesando. El caso es que ambos protagonizamos un pequeño altercado por lo confuso de la situación, solventado tras el informe de Ollander y Blake, pero que continuó al comprobar la impulsividad del caracter del primer oficial y la mía propia, al sentirme agredida por la insistencia del señor Mukherjee en demostrar que el señor Ollander había obrado imprudentemente y que yo había actuado de manera irracional o quizás caprichosa por consentir que se me realizara la operación, al no estar capacitada para dar ninguna orden. No dudo de que las intenciones del primero fuesen buenas, ni de que hubiese obrado siguiendo el código de la Flota Estelar, pero su actitud y sus palabras no fueron acertadas y por supuesto su insistencia en pedir explicaciones en el contexto en el que nos encontrábamos, con la nave precipitándose de manera inexorable hacia el planeta debido a la fuerza del rayo tractor de la pirámide, me pareció poco acertado, por ello tuve que mandarlo al orden con el consiguiente malestar del señor Mukherjee.

Por si fuera poco, mi oficial táctico se insubordinó por segunda y última vez al yo haber considerado oportuno que se realizara el protocolo de evacuación puesto que mientras se discutía en el puente mi capacidad o incapacidad como capitán, quedaba menos tiempo para el impacto de la Excalibur y lo prioritario en esos casos era salvaguardar las vidas de la tripulación. Actitud que derivó en el encarcelamiento de la señora Isathaa.

El tema de la insubordinación por la parte de la tripulación es algo que viene preocupando desde el principio y que desgraciadamente no se si seré capaz de poder controlarlo, en especial cuando las discusiones se producen entre oficiales superiores delante de oficiales de menor rango, siempre he considerado que la disciplina es esencial y más en una misión de vida o muerte como la nuestra.

Mientras reorganizábamos el puente, recibimos la llamada de Sirril, quien nos informó que había podido hacerse con el control de la pirámide y que podría desactivar el rayo haciendo que así pudiésemos escapar de nuestro inexorable destino. Al hacerlo no sólo nosotros seríamos liberados, sino también la nave enemiga que junto a la Excalibur se precipitaba hacia el planeta. En este punto, nuestro oficial científico quiso saber si dicha nave constituía un peligro para nosotros y al recibir una respuesta afirmativa por mi parte, nos propuso un plan en el que debíamos coordinarnos con él para una vez liberados del rayo atacar abiertamente al contrario y dar el visto bueno para que el equipo de tierra junto a unos supervivientes de la Valiant fueran transportados a la Excálibur. Dicha operación se llevó a cabo con éxito.

En el puente se materializaron el señor Lightman y la señorita Kuznetzov, lo que supuso un alivio por nuestra parte ya que debido a la insubordinación de la señora Isathaa debíamos maniobrar con oficiales de menor experiencia, así pues decidimos que Lightman se incorporara como oficial táctico asistido por el señor Mukherjee y yo me haría cargo del timonel asistida por el señor Ollander, mientras Kuznetzov se encargaba de su puesto. Dado que la primera descarga que realizamos sobre la nave enemiga la dejó dañada, pedí a nuestra oficial de comunicaciones que estableciera contacto con el capitán enemigo, mientras llegaba la respuesta, el señor Ollander me solicitó permiso para abandonar el puente y dirigiese a su sección ya que había explosionado el panel de mando del oficial científico y venían informes preocupante de ingeniería, especialmente del transportador que había sido dañado por fuego enemigo, a lo que accedí de inmediato.

Cuando finalmente se produjo la respuesta, lo único que recibimos a mi propuesta inicial de rendición para evitar más muertes, fue una amenaza y la orden expresa de que cesara mi ataque contra su nave... algo sumanete irónico por su parte puesto que fueron ellos los que iniciaron las hostilidades desde el principio. No me considero una persona cobarde pero he de admitir que después de lo vivido en la nave enemiga las palabras, cargadas de odio por parte del capitán consiguieron intimidarme, pero no cedí y proseguimos con el ataque, fijando como objetivo la anulación de las armas enemigas. Tras el certero disparo del señor Lightman la nave enemiga quedó indefensa, volví a pedir la rendición del capitán pero lejos de achantarse, sus palabras volvieron a ser de profundo odio y amenaza, dejando claro que sus intenciones eran destruirnos desde el principio, pues decidió utilizar la única arma que le quedaba, precipitar su nave en colisión forntal contra la nuestra.

Gracias a las instrucciones que recibí del señor Lightman conseguí redirigir la nave para evitar el impacto enemigo en una maniobra complicada que requirió de toda mi concentración y que espero, no tener que volver a repetir, salvando a la Excalibur in extremis mientras la otra nave colisionaba con la superficie del planeta, implosionando por completo.

Tras aquello entregue el timón a nuestros timonel y ordené la salida inmediata de B-Sygnus para proceder a dejar una boya de aviso y comenzar con los informes y recuentos de daños y pérdidas.

A pesar de haber conseguido realizar nuestra misión original, considero que el coste ha sido demasiado elevado y no puedo decir que el resultado haya sido un éxito. Las últimas palabras del capitán enemigo no son más que una advertencia de algo que está por venir y nuestros problemas son muchos. Debemos volver a casa con gran parte de la tripulación mermada, navegamos en territorio hostil, asediados por la cercanía de Klingons y Romulanos, estamos privados de velocidad warp y nuestros daños son considerables.

Por dicho motivo y tras el funeral por los caídos, he convocado una reunión con los oficiales donde tras exponer las perspectivas que tenemos, hemos decidido tratar de conseguir los componentes para recuperar el warp estableciendo contacto comercial con los endonianos, para ello someteremos a la Excalibur a una operación de camuflaje y enviaremos, cuando lo tengamos todo preparado a un primer grupo formado por el primer oficial, el señor Jankonswky, ascendido a oficial táctico por su excelente servicio, la señorita Kuznetzov, el señor Lightman y la señora Naun.

He de remarcar nuevamente la expecional labor de todos los miembros que componene la Excalibur, desde el soldado de menos rango, hasta el último oficial, todos sin excepción no cejan en su empeño de salir adelante y trabajar sin descanso. Es por ello, que yo como su capitana debo dar lo mejor de mí misma y llevarlo a casa cueste lo que cueste, tanto por ellos como por los que han sacrificado sus vidas para que continuemos adelante.

Anexo: Para aliviar tensiones y otorgar a la tripulación un merecido descanso, se ha dispuesto una sesión de cine. He elegido personalmente la película. Un clásico que particularmente me gusta mucho, "Con la muerte en los talones" de Alfred Hitchcock, el maestro indiscutible del suspense.

 

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25/03/2017, 20:01
Cristina de Alba

Cuaderno de Bitácora, capitán Cristina de Alba. Fecha estelar 13 de septiembre de 2159. Identificación SC-937-0176-BBC

Por fin hemos llegado a casa. Parece que han transcurrido años... Creo que ninguno de nosotros volverá a ser el mismo, todo lo que hemos vivido desde nuestra partida de la Tierra y la llegada a B-Sygnus ha sido sencillamente una locura. La tripulación ha estado sometida a un continuo estrés y envuelta en situaciones de auténtico peligro, hasta el punto de que  lamentablemente, las bajas que hemos sufrido se han incrementado desde la última vez que accedí al Cuaderno de Bitácora.

Tal y como indiqué en mi anterior informe, dispuse una sesión de cine para que la tripulación tuviese unos momentos de esparcimiento antes de iniciar la peligrosa travesía que nos esperaba para poder regresar a casa. La película escogida fue un clásico de Alfred Hitchcock, cuyo título no puede ser más significativo de lo que nos ha venido ocurriendo durante toda la misión... Con la muerte en los talones.

Todo parecía ir bien, yo misma me personé en la sala para disfrutar de la película y el objetivo inicial se estaba cumpliendo, sin embargo mi presencia y la del primer oficial fueron requeridas antes de que la sesión concluyera. Fuí informada de que tres de los tripulantes que se estaban encargando de las reparaciones aparecieron muertos sin aparentes signos de violencia, pero con los ojos totalmente blancos. Mi primer instinto fue permitir que los tripulantes que se encontraban en la sala continuasen ajenos a lo que estaba ocurriendo para evitar que cundiera el pánico, mientras ordenaba al oficial de seguridad, el señor Jankowsky que escogiera a un grupo de oficiales para que examinara el lugar junto con la doctora Walker y yo misma. El señor Mukherjee por su lado se haría cargo del puente para realizar todos los escaners necesarios y que me mantuviese informada de todos los movimientos dentro de la nave. Cuando me dirigía con el señor Jankowsky, los soldados y la señora Walker hacia la escena del crimen, pedí al señor Sirril que nos acompañara, dicho oficial no se había presentado para el visionado de la película, pero había permanecido en su camarote.

Al examinar los tres cadáveres, la doctora Walker comprobó que salvo lo ojos, los cuerpos no habían sufrido signos de violencia y apuntó a un ataque psíquico. Ante esta información la doctora decidió volver a enfermería para proceder a examinar a toda la tripulación mientras el resto regresábamos al puente. Dada la situación de emergencia pedí al señor Silky que se encargara de proteger la enfermería.

Mientras, el señor Mukherjee me informó que los escáneres no habían detectado nada y que había un total de diez tripulantes que durante el ataque no habían estado en sus puestos, tras facilitarme sus nombres pedí que dichos tripulantes se dirigieran a la enfermería para que fuesen analizados, estábamos buscando cualquier síntoma que delatara un ente extraño procedente del B-Synus, el señor Sirril resolvió ir a ayudar a la doctora Walker en ese momento la oficial médico requirió mi presencia puesto que una de las supervivientes de la Valiant, la primera oficial Simon Ellie quería verme. Tras dejar a mi primero al mando del puente me dirigí nuevamente a enfermería acompañada por el señor Jankowsky.

Una vez allí tuve una pequeña discusión con el oficial MACO, el señor Silky, debido a que había ordenado que el señor Sirril fuese vigilado pues viene mostrado algunos cambios de temperamento desde su regreso del planeta y no podíamos descartar ninguna posibilidad, sin embargo no deseaba que por una mera sospecha el oficial científico puede ser herido, por ello tuvimos una pequeña discusión  sobre la conveniencia de mantener los phasers en modo aturdir. Permanecíamos a las puertas de la enfemería con la doctora Walker cuando apareció Simon sin la escolta que tenía asignada.

Haciendo uso de un extraordinario poder psíquico, Simon consiguió hacerse con el control de los señores Silky, Jankoswky y de mi misma. Me ví a misma encerrada dentro de mi propio cuerpo sin capacidad de hacer nada, sólo podía observar como si de una espectadora se tratara. En aquellos instantes de ira y frustración el señor Mukherjee trató de ponerse en contacto conmigo a través del comunicador para informar de que estaban detectando anomalías, puesto que no consiguió respuestas el primer oficial procedió a sella la cubierta E.  El ente, ordenó a los dos soldados que masacraran a todos los que se encontraban en enfermería, dado que la doctora había conseguido resistir su poder mental trató de reducir a Ellie haciéndose con mi pistola phaser y disparando directamente a la cabeza de la antigua primera oficial de la Valiant, una gran acción por parte de la doctora que no obtuvo el éxito deseado y que hizo que Simon me dejase en la cubierta E para que eliminase a Walker mientras ella, el señor Jankowsky y el señor Silky se dirigián al puente para tomarlo.

Durante la pelea, Walker consiguió llegar a mí tras un certero puñetazo y unas palabras acertadas, que me hicieron reunir la voluntad necesaria para escapar al control mental y volver a tomar el control de mi cuerpo, al hacerlo me puse en contacto con el señor Sirril, principal amenaza por su poder psíquico para Simon. El vulcano se reunió con nosotras en la enfermería sin tardanza y me pidió someterme a la técnica vulcaniana de la fusión mental para obtener la información necesaria del ente y poder hacer frente a la criatura. Tras mi reticencia inicial, accedí a que Sirril procediera... es curioso lo mucho que parece obsesionar el funcionamiento de mi mente, con aquella experiencia han sido tres las incursiones psíquicas que he sufrido, supongo que mi personalidad puede resultar en ocasiones digna de ser estudiada.

Sirril, consiguió averiguar lo suficiente para diseñar un plan de actuación, si conseguíamos debilitar a Simon él podría atacar a la criatura que se había apoderado del cuerpo de la primera oficial de la Valiant e impedir que pudiese cambiar de cuerpo. Sin tiempo que perder resolvimos que la mejor manera de acceder al puente era a través de los conductos de vetilación y que al manipular el oxígeno conseguiríamos nuestro objetivo, a pesar del riesgo que aquello suponía para el resto de la tripulación, era algo que debíamos llevar a cabo pues Simon tenía como objetivo llegar a la Tierra para reproducirse y era muy probable que todos terminásemos muertos.

Una vez llegamos al puente, nos encontramos con otra masacre, el señor Silky había conseguido deshacerse del control mental y se había inmolado para acabar con Simon, el primer oficial se estaba haciendo cargo de los mandos de la nave, puesto que en la explosión los señores Ollander y Lightman había sido afectados y se encontraban inconscientes.

El señor Mukherjee nos informó que se había creado un agujero de gusano que nos estaba trayendo a la Tierra en un tiempo record y puesto que el ente había perecido con el autosacrificio del señor Silky dicho agujero desapareció mostrándonos una de las imágenes más bonitas que he visto desde que iniciamos el viaje. La visión de Júpiter, habíamos conseguido llegar a casa.

Anexo:

Cuando iniciamos la misión, jamás pensé que iba a encontrar tantas dificultades al mando de la Excalibur, hemos tenido que lidiar con situaciones y entidades superiores a nuestros conocimientos y posibilidades, sin embargo y a pesar de todo lo que hemos padecido, de la cantidad de bajas sufridas y del dolor, hemos conseguido vencerlas dando lo mejor de cada uno. No puedo sentirme más orgullosa por la actitud de la tripulación, si bien es cierto que me gustaría que ciertas conductas de insubordinación fuesen revisadas, no puedo más que alabar la entrega y la profesionalidad de los hombres y las mujeres que han trabajado a destajo y de los héroes que han caído para que regresemos a casa.

No obstante considero que hemos pagado un precio demasiado elevado y yo como capitana de esta nave soy la máxima responsable de la pérdida de estas valiosas vidas, por lo que voy a dejar mi cargo a disposición de la Flota Estelar, para que mi labor al mando de la Excalibur sea evaluada. Cristina de Alba fuera.

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27/03/2017, 22:29
E.M. Jankowsky

INFORME MACO

Los problemas comenzaron durante la proyección de la película. La capitana había sugerido que participáramos la mayor parte de la tripulación, pretendía que aliviáramos tensiones por lo que no me opuse.

Cuando aparecieron los cadáveres nos personamos inmediatamente para una inspección, parecían haber sido asesinados utilizando poderes telepáticos, algo que se demostró posteriormente. Sirril fué el primero sobre el que recayeron nuestras sospechas. El viaje a B-Sygnus le había cambiado.

Acto seguido acompañé a los cadáveres a la enferrnería donde la doctora Walker intentaría averiguar más sobre sus muertes. Allí nos encontrá Simon Ellie, parecía haber sido poseída por una entidad extraterrestre muy poderosa, logró doblegar nuestra voluntad y obligarnos a realizar actos controlando nuestros movimientos. 

He de decir que luché con todas mis fuerzas pero me resultó imposible. Disparamos contra todo lo que ella quiso, los supervivientes rescatados en estado comatoso, enfermeros, auxiliares, guardias... Me consuela saber que mi arma estaba en modo no letal y la mujer no lo detectó.

Cuando llegamos al puente logró que la nave se metiera en lo que llamaron "agujero de gusano". Allí fue donde logré librarme de su yugo, inmediatamente levanté mi arma pero dude. Dudé porque no sabía si ella sería capaz de poseerme de nuevo y si pasaba el arma a modo letal para deshacerme de ella podría convertirme de nuevo en su siervo con lo que ello conllevaría. Esos instantes de duda bastaron para que el valiente Comandante Silky optara por una desesperada idea, y así, con una granada se acercó a la poseída y la hizo explotar perdiendo su vida.

Quiero sugerir que el Comandante de Destacamento Gauntle Silky Mursart sea condecorado con todos los honores por su valiente acto.

Sorprendentemente el agujero nos trajo a casa, no paro de pensar en qué habría pasado si Simon no hubiera hecho lo que hizo ya que nuestras posibilidades de llegar a la Tierra. Irónicamente quizá le debamos la vida.

En unos días solicitaré un par de meses de excedencia, necesito descansar tanto mi cuerpo como mi mente. El hecho de haberme visto atrapado por un ser telépata´es un trago difícil de superar.

Fin del Informe

Eduard M. Jankowsky - Comandante de Destacamento MACO

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31/03/2017, 10:14
Aakesh Kush Mukherjee

Diario personal de Aakesh Kush Mukherjee, Primer Oficial de la NX Excalibur. Fecha estelar 14 de septiembre de 2059

Las últimas 48 horas han sido una locura completa. Hemos logrado sobrevivir a la nave del futuro y a la civilización del planeta B Sygnus 104, aunque pagando un alto precio.

El señor Sirril consiguió teletransportar a nuestra nave a toda la tripulación que había en la superficie del planeta, lanzaderas incluidas, y liberarnos del rayo tractor pero a costa de su vida a manos de unas extrañas criaturas que había en las ruinas de la civilización del planeta. Conseguimos aprovechar el momento para atacar a la nave del futuro, he de reconocer que en ese momento disfruté. La nave quedó seriamente dañada pero aún así, en un alarde de odio irracional y locura, el comandante de esa nave intentó estrellarla contra la Excalibur. Afortunadamente la capitán, a los mandos de la nave, consiguió esquivarla en el último momento y alejarnos del planeta. No puedo evitar sentir cierto escalofrío al pensar quien estaba al mando de esa nave, quien nos atacó, no dudó en acabar con varios de sus compañeros y que ahora, en el presente, se pasea impunemente por la nave, ocupando un cargo. Pero de momento es un secreto entre la capitán y yo.

Ahora queda lo más importante, recuento de daños, reparaciones de la nave, y lo que es peor, recuento de bajas. Han sido muchas, demasiadas para esta primera misión, pero las circunstancias nos han sobrepasado, y puedo afirmar que hemos tenido suerte al salir de esta vivos, aunque el precio haya sido muy elevado.

Estamos intentando regresar a casa, pero los daños de la nave son elevados, carecemos del deflector principal y de velocidad curvatura, por lo que es muy importante conseguir repuestos. Nos encontramos cerca de territorio hostil, romulano y klingon, pero la única posibilidad de obtener repuestos es alguno de los puestos comerciales de la Confederación Eloriana, con la cual las relaciones tampoco son buenas, por lo que hemos de intentar pasar lo más desapercibidos posible a la vez que obtenemos esos recambios, algo muy complicado.

Pero no regresaremos solos, Sirril teletransportó también a varios supervivientes de la Valian, aunque la mayoría están en coma, excepto la primer oficial Simon Ellie, que está consciente. También Sirril teletransportó una especie de capullo, el cual se abrió, mostrando a un nuevo...Sirril. Todas las pruebas indican que es él, tanto física como mentalmente y se le ha permitido asumir sus funciones, bueno, las funciones del primer Sirril. Considero que es una completa locura ya que se está corriendo un alto riesgo, no sólo por lo que sabemos de Sirril, sino porque nuestro Sirril murió en el planeta. Por mucho que digan las pruebas es una copia, no un original, no es Sirril, aunque tenga sus recuerdos, sus conocimientos y experiencia. Se ha dejado transitar y operar libremente a un ente desconocido e imprevisible cuyas consecuencias para la nave y la tripulación podrían ser nefastas. Se le tendría que haber mantenido en cuarentena y en observación.

La capitán me convocó a una reunión para intentar limar asperezas pero, por desgracia, lo que tenía que ser una reunión de conciliación ha acabado separándonos aún más. Parece ser que lo que más le molestó de todo cuando apareció en el puente sin el dispositivo fue mi reacción, y ha dejado claro que no puede confiar en mí. Si es así abandonaré la Excalibur si regresamos a casa, una ya que no puedo servir a las órdenes de una capitán que no confía plenamente en su primer oficial, por muchos desacuerdos que pueda haber entre ellos.

La capitán ofició el funeral por los fallecidos en nuestra misión a B-Sygnus 104. Demasiadas víctimas en una misión de rescate que se convirtió en una pesadilla. En estos momentos, a pesar de nuestras discrepancias, le tengo que dar mi apoyo. También siento las pérdidas de la tripulación, tanto como los demás, pero la capitán tiene una carga extra, estaban bajo su mando y era responsable de sus vidas. Es una carga demasiado pesada para una sola persona, y más porque no pudo hacer nada para evitar sus muertes.

En cuanto nuestras tareas nos lo permitieron se comenzó a planificar una operación comercial para poder conseguir los recambios que necesitamos para conseguir regresar a casa. La capitán convocó una reunión de oficiales para evaluar nuestras alternativas y recursos para obtener los recambios necesarios. Se tomó la decisión de enviar un primer grupo comandando por mí, pero disfrazados para intentar pasar desapercibidos. Durante la reunión la capitán llegó a sugerir tomar por la fuerza, si fuese necesario, los recambios que necesitamos, algo que la mayoría de oficiales nos opusimos. He de reconocer que la actitud de la capitán me tomó por sorpresa, no me esperaba algo así de ella, aunque es comprensible en vista de nuestra situación y los momentos tan duros que hemos tenido que vivir. La reunión fue tensa entre ambos, yo por mi parte intenté ser lo más neutro posible en mis intervenciones, intentando evitar un nuevo enfrentamiento entre ambos, aunque creo que el resto de miembros de la tripulación han notado la tirantez que hay entre nosotros.

Durante la reunión tanto la capitán como yo notamos un rasgo en la personalidad del nuevo Sirril que nos alarmó, ya que no era normal en un vulcano y nos recordó a [BORRADO]. ¿Tal vez el nuevo Sirril se esté convirtiendo en algo más?. Yo al menos le tendré vigilado, sabiendo lo que sé sobre él, y lamento que la capitán haya desoído mis sugerencias. Aún siendo Sirril, o más bien, una copia suya, no debería deambular por la nave sin saber a ciencia cierta a qué nos enfrentamos.

La capitán decidió reunir a la tripulación para el visionado de una película y así aliviar tensiones. Su decisión “Con la muerte en los talones” de Alfred Hitchcock, no ha podido ser más acertada, o desacertada, según se mire, ya que nuestra misión hace honor al título de la película, y más cuando no hemos dejado atrás las dificultades y estamos en un territorio potencialmente hostil.

Durante el visionado de la película nos requirieron porque habían encontrado tres cuerpos, miembros de ingeniería, que estaban realizando reparaciones en la cubierta C. De momento se ignoran las causas de su muerte, pero todos presentan los ojos en blanco.

Por desgracia las cámaras que había en esa cubierta estaban inoperativas y los escáneres internos y externos no revelan nada. Ordené la reparación de las cámaras dañadas de toda la nave para prevenir nuevas muertes. Para explicar estas muertes se barajaron varias opciones, un virus, un ente desconocido, algún tipo de ataque externo, incluso una sonda mental del enemigo del futuro, así que se comenzó a realizar un reconocimiento médico para descartar opciones, y especialmente si se trataba de un virus, ya que hasta que no fuese erradicado deberíamos quedar en cuarentena para evitar cualquier contagio en alguno de los puestos comerciales de la zona. En el momento de las muertes había diez tripulantes que estuvieron en la cubierta, por lo que fueron de los primeros en ser examinados y me presenté voluntario para ser examinado y descartar cualquier contagio, mientras que los preparativos del grupo expedicionario seguían su curso, el puesto elegido sería el del sistema Thilliux. La doctora Walker nos informó de que la causa de la muerte no era un virus, y que se debía a algún ente desconocido. La capitán acompañada por el señor Jankoswky, quien había sido ascendido a oficial de seguridad de la nave, se dirigieron a la enfermería.

Entonces comenzó una auténtica pesadilla. Primero cayeron todos los sistemas de la cubierta E. Ordené cerrar todos los accesos a dicha cubierta y activé la alerta amarilla. Intenté contactar con la capitán en la enfermería pero no respondía nadie. Los siguientes intentos de contacto, ya fuese con la enfermería o con cualquiera que estuviese en esa cubierta resultaron infructuosos. En ese momento, delante de la trayectoria de la nave apareció un agujero negro, por lo que ordené a Lightman que lo esquivase. Estábamos reaccionando a su aparición cuando se personaron en la cubierta la primer oficial de la Valian Simon Ellie, escoltada por el comandante Jankowsky y el comandante Silky.

En ese momento no comprendía nada, ella no debería estar allí y no entendía porqué la habían traído, además su lenguaje desenfadado e irónico me dio mala espina, sin olvidar las palabras de la doctora Walker, ¿podría tratarse de la causante de la muerte de los tripulantes?. Los miembros del puente reaccionaron sacando sus phaser mientras yo intentaba hablar con la oficial para averiguar que hacía allí.

La primera oficial Ellie, de una forma que ignoro, consiguió paralizar a toda la tripulación presente, la cual obedecía sus órdenes sin rechistar. No podíamos hacer nada, y la sensación de impotencia era enorme, sensación que se incrementó con los sucesos posteriores.

Ordenó al teniente Lightman que introdujese la nave en lo que había resultado ser un agujero de gusano, para llegar a la Tierra. Según la misma Ellie su intención era preparar una invasión. No podíamos movernos, però intentamos hablar con ella, ya que al menos eso podíamos hacer. Ellie mató al tripulante Fisher, afirmando que tenía hambre y sorteó quien sería el siguiente. Intentamos llamar su atención sin éxito mientras intentábamos librarnos de su control mental. No lo conseguimos y para demostrar su poder mató a otro tripulante lanzándolo con un simple gesto hacia la pared.

Afortunadamente no todos fracasaron en su intento de liberarse del control de ese monstruo. Jankoswky y Silky lo consiguieron, salvándonos a todos, pero pagando un alto precio. Jankoswky disparó a Elli pero Silky fue más allá, detonó una granada acabando con ella, pero dando su vida a cambio.

No conocía mucho al comandante Silky, y creo que en más de una ocasión me hubiese pegado un tiro si hubiese tenido la oportunidad de hacerlo, pero su acto nos salvó a todos y siempre le estaré agradecido. Pocas personas son capaces de dar su vida por los demás, y quien lo hace es porque está hecho de una pasta especial. Silky era uno de ellos.

Por desgracia los daños fueron considerables. Lightman quedó herido y tuve que ocuparme de la Excalibur, y aunque mis conocimientos y habilidades para pilotar una nave estelar los tengo algo oxidados, afortunadamente conseguí dirigir la nave por el agujero de gusano hasta que este colapsó. En ese momento hicieron acto de presencia la capitán, la doctora Walker y Silky, quienes nos informaron de lo sucedido. Ellie había tomado control de la capitán, Jankoswky y Silky y les obligó a acabar con todos los de enfermería.

Creo que no hay palabras para describir este último episodio. La impotencia de no poder hacer nada mientras ese ente mataba delante de nosotros y jugaba con nuestras vidas la tendré en mis recuerdos toda la vida. Recomendé a la capitán una cuarentena. Si bien el cuerpo de Ellie quedó destrozado, no sabíamos si el ente había sobrevivido y tomado el control de otro cuerpo, por lo que había que tomar todas las precauciones posibles.

Al menos regresamos a casa. Ver las capas altas de Júpiter y sus lunas orbitando alrededor suyo nos llenaron de alegría, a pesar de todos los acontecimientos que nos había tocado vivir. La llamada de la estación Júpiter, nos confirmó que, por fin, estábamos en casa.

Diario personal de Aakesh Kush Mukherjee, Primer Oficial de la NX Excalibur. Fecha estelar 18 de septiembre de 2059

Ya en casa, tras exámenes médicos, las entrevistas y los informes, y ya más relajado, no he podido evitar en pensar en todo lo sucedido. Una duda me asalta, la cual transmití al Alto Mando cuando informé de la misión. El ente que controló a Ellie tenía un poder enorme, era capaz de neutralizar, o eso parece, los sistemas de la nave, controlar a más de una persona mentalmente obligándoles a seguir sus órdenes y, aparentemente, abrir un agujero de gusano estable sin usar ningún tipo de tecnología. ¿Como podemos luchar ante eso?. Sin olvidar la amenaza de invasión, ¿hay más entes como Ellie en camino o incluso ya asentados en la Tierra?. Hemos de intentar responder a estas cuestiones lo antes posible, aunque nuestra prioridad, ahora, sea la guerra contra los romulanos. En nuestra ausencia han conseguido hacer retroceder a nuestras fuerzas, por lo que es imperativo contraatacar y recuperar la iniciativa o nuestra derrota será total.

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31/03/2017, 15:35
Johnny "Trueno" Lightman

Diario de bitácora del Alferez Timonel Johnny Lightman. Fecha estelar 14 de septiembre de 2059.

Han acontecido muchos hechos desde que salimos de la base para nuestra misión. Casi acaban con nuestra vida, pero la determinación y el aplomo de la tripulación nos ha permitido seguir adelante.

Recuerdo cuando me enrolé en la Flota Estelar... ¡Qué demonios! Me enrolé por Blake. Por ella iría al mismísimo infierno si hiciera falta.

Somos amigos desde que no levantábamos un palmo del suelo. Fuimos juntos al colegio, al instituto, a la Académia... Juntos soñábamos con formar parte de la tripulación de una nave estelar. Incluso llegar a comandar una de ellas.
Pero si ella no está, nada de esto tiene sentido.

Los tripulantes de la nave hemos pasado muchas vicisitudes, superándolas aunque con algunas bajas. Esta es la parte mala de este trabajo. Puedes explorar, ver maravillas como hemos visto nosotros, contemplar galaxias, nebulosas, visitar planetas imposibles y tocar la inimaginable, pero todo puede acabar de repente. Un enfrentamiento contra fuerzas hostiles, en el espacio o en tierra firme, y ahi se termina tu viaje de exploración...

No negaré que me han surgido ciertas dudas sobre quedarme en la Flota. Demasiados mandos, demasiados a dar órdenes mientras se quedan mirando cómo otros hacen el trabajo. Aunque debo decir que en esta misión he comprobado que no todos son oficiales salidos de académia. Muchas veces son gente con experiencia y buenos dotes que valen para su trabajo y a los que no importa estar a sus órdenes. Y los mandos de esta nave me lo han demostrado.

Sólo el futuro sabe que otras misiones nos depara el destino. Espero que estemos todos para poder verlo.