Partida Rol por web

Johnny aguantó durante segundos, que parecían horas, la mirada con el noble sádico.

Aunque tenían una misión y no disponían de mucho tiempo, no podía hacer caso omiso a ese comportamiento tan injusto. Si lo hacían, renegaban por completo de todo lo que ellos defendían, de la paz y la justicia y de ayudar a cualquier criatura de la galaxia. Afortunadamente parecía que sus compañeros opinaban lo mismo.

Como ellos, Johnny sacó su arma y disparó si dudarlo.

La animosidad violenta de los guardias desaparece tan rápido como antes con Zelrot y sus cómplices. Al desconocer las armas de energía la sorpresa es enorme que por un instante solo contemplan anonadados como Aakesh y los demás abren fuego contra ellos.

Los guardias que golpeaban al anciano buscan cobertura sin saber muy bien que sucede, principalmente porque uno de ellos es herido y cae al suelo entre alaridos de dolor. Los otros dos tienen mejor suerte porque la muerte roza sus cuerpos en esta ocasión.

Nergal, quien observaba a los humanos ahora intenta por todos los medios bajar de su lujoso sillón para buscar refugio entre las rocas y huir hasta el anochecer. Solo que de bajar quedaría rodeado por sus propios esclavos…

Los restantes guardias desenfundan sus espadas y avanzan titubeantes contra Johnny y el resto, solo que Gilbert se lanza contra ellos a gran velocidad, cargando con fuerza de una locomotora para embestirlos y obligarlos a perder un preciado tiempo en recuperar el equilibrio. De este modo el capitán pronto llegará donde el noble y los esclavos.

En cambio la pobre gente de Chasianna aún no sabe cómo reaccionar y solo se limita a protegerse con las manos ante la amenaza desconocida.

Aakesh no dudó un segundo, viendo que tenían ventaja, algo obvio dada su superioridad tecnológica en armamento, volvió a disparar sobre los guardias que Gilbert había derribado. Por un segundo observó al capitán de la Discovery, y vinieron a su mente las historias de las Guerras Eugenésicas de la Tierra, su Tierra, y sobre aquellos que las iniciaron, humanos manipulados genéticamente que eran más rápidos, fuertes, inteligentes y malvados.

Pero apartó esos pensamientos, más adelante ya volvería sobre ellos, había cosas más importantes que hacer. Disparó sobre uno de los guardias derribado, el que tuviese pinta de levantarse antes, mientras avanzaba hacia el noble, lentamente y sin perder detalle de los prisioneros.

-Avancemos y acabemos con esto

Según el sistema automatizado en poco menos de un minuto se encenderían los retrocohetes y se dispararían los enormes paracaídas. A partir de ese momento Cristina dispondría de tiempo para organizar sus siguientes acciones al tocar tierra. Ahora solo debía alistarse…

Desde la altura, cada vez menor, el horizonte se le antojaba cada vez más cercano, al punto de percibir en el ennegrecido vidrio de la ventanilla de la capsula un paisaje desértico rodeado de montañas y nubes bajas. Quizás lo más llamativo era algo que ella deducía como una ciudad, una gran metrópolis humeante. Algo tal vez propio de una civilización a medio camino de la industrialización. El humo negro y espeso podía confirmarlo.

Como sea ahora lo importante era hallar algo útil a bordo de esa lata de sardinas…tan solo debía buscar en los compartimentos del reducido espacio.

Cristina, al ver el aterrizaje más cercano y el panorama que se le iba a plantear nada más poner un pie en tierra, se pudo a buscar por el habitáculo cualquier cosa que le resultase de utilidad, un phaser, un tricorder y un comunicador estarían muy bien... Aunque no sabía bien teniendo en cuenta la tecnología de la Discovery, como podría ser el tipo de arma y demás artilugios... Pero cualquiera que fuese le vendría bien, al no disponer de uno de sus brazos tenía sus dudas de cómo se podrían desenvolver hasta poder encontrar a sus hombres...

Jankowsky quería terminar pronto esa refriega, con un guardiar ya fuera de juego esta vez repartió sus disparos entre dos de los otros guardias. Esperaba, ahora que habían demostrado superioridad de fuego, que aquellos desgraciados decidieran huir sin seguir plantándoles cara, prefería que aquello no se convirtiera en una carnicería innecesaria y terminara pronto.

-Venga, joder, idos por donde habéis venido y dejandos vía libre.- Gritó aún a sabiendas de que desconocerían su idioma.

Johnny sonrió al ver que el ataque había dado buenos resultados. Tal vez pecaron de celo al tener armamento muy superior al de sus contrincantes, pero habían conseguido liberar a esos esclavos de un tirano que mostró ser un cobarde y los guardias que quedaban no deberían representar ningún obstáculo para ellos.

- Venga, largaos - dijo uniéndose a la proclama de Jan, aun sabiendo, como él, que no los podían entender.

Tal vez en lenguaje no, pero sí que podían entender sus gestos y la situación. Quería evitar derramar sangre innecesariamente, no tenia ningún mérito al disponer de mejores armas.

Pronto la contienda deja de tener un rumbo claro para Nergal y sus guardias, porque dos de sus matones huyen a campo abierto luego de arrojar sus armas. Para ellos es impensable guerrear contra sujetos armados con la capacidad de matar a distancia mediante rayos y truenos.

Nergal literalmente salta de su silla poco antes que esta sea derribada por los esclavos en actual rebelión. El noble cae entre dos guardias que poco hacen para proteger a su jefe, porque en realidad necesitan defenderse de los intrusos.

• ¡A ellos! ¡A ellos! – ordena inútilmente el hombre de vestiduras decoradas en oro y plata, que gracias a los traductores universales es posible entender todo lo que se habla allí.
• ¡Malditos! – responde Gilbert al comenzar a repartir puñetazos como un luchador romano sin considerar una herida de puñal que recibe en el costado durante el intercambio de golpes.

En cambio los guardias heridos por las armas de energía se lamentan en el suelo y poco hacen por volver a la lucha desigual. Tampoco tendrán un futuro próspero porque la turba de esclavos va ganando osadía y comienza a rodear a sus opresores y a amenazarlos con piedras en alto e improvisados garrotes.

Incluso ahora, la balanza se inclina a favor de Litghman y los suyos.

Tal como pensaba, su ataque había tenido éxito a pesar de la inferioridad numérica. Aakesh dio varios pasos al frente con el arma en alto, apuntando a los guardias

-¡Rindanse y podrán irse! De lo contrario....

Esperaba que el traductor hiciese su trabajo correctamente, pero independietemente de si le entendían o no, parecía que los guardias no tenían intención de marchar, así que disparó hacia el suelo en señal de advertencia

-El próximo irá de nuevo hacia ustedes

Johnny avanzó unos pasos, pistola en mano, pero en el fondo deseaba no usarla. La contienda era demasiado desigual, esos guardias no representaban una serie amenaza ni mostraban una fiera confrontación. Casi le daba ganas de darles alguna arma más potente para igualar la balanza.

- ¡Venga, largaos de aquí! - dijo lo suficientemente fuerte para que lo oyeran - Iros antes de que os hagáis daño. - acompañaba a sus palabras gestos con los brazos indicando que se levantaran y huyeran del lugar.

Jankowsky dió un par de tiros al aire con su pistola como si estuviera espantando alimañas. Con gesto serio miro a los ojos a los guardias deteniéndose especialmente en su jefe a quien dedica una mirada de profundo odio:

-Fuera de aquí.- Se limita a decir con voz profunda. Esperaba poder intimidar suficiente a aquellos desgraciados y que les dejasen vía libre, ya habían perdido demasiado tiempo.

Luego de padecer un poco la turbulencia del cumulo de nubes tormentosas y soportar los relámpagos todo sucede bastante rápido cuando el módulo de descenso despliega sus paracaídas poco a poco y por ultimo enciende sus retrocohetes a casi mil metros antes de tocar el suelo.

Desde las diminutas ventanillas de la capsula Cristina descubre más y más detalles del sitio de aterrizaje.

Una ciudad amurallada, similar a las de la edad de bronce, es el punto de aterrizaje. Justo sobre un racimo de edificaciones de varias plantas de alto, apiñadas contra una de las murallas del lado suroeste. Desde esa breve altura la mujer puede ver la destrucción que ha sufrido hace poco la urbe. Grandes focos de incendio y gruesas columnas de humo negro se alzan al cielo, ocultando en parte el zigurat y un palacio en el centro de la ciudad. Todo lo demás se encuentra salpicado de llamas y cráteres.

Al ser todo, en apariencia reciente, los habitantes luchan contra las llamas y los derrumbes de aquellas estructuras que caen bajo el fuego y luchan por rescatar sus pertenencias y salvar sus viviendas. Otro tanto simplemente emprende la huida desorganizada de la ciudad, formando larguísimas columnas por las calles principales y las brechas en la muralla. Afuera, los campos de siembra, sufren también las llamas en igual parte, obstaculizando el frenético éxodo.

Finalmente la capsula aterriza fuertemente contra la terraza de un edificio cercano a la muralla, tan solo para ser arrastrado un poco por el viento que empuja a los paracaídas. La posición final de la capsula es entre dos estructuras y una callejuela, tan solo colgando de las riendas de los paracaídas y los bordes de ambos edificios. La escotilla de la capsula también queda apuntando hacia abajo, directo a la callejuela ubicada a poco más de seis metros de altura.

Desde aquel incomodo lugar Cristina descubre a los habitantes de la ciudad, seres humanoides no muy distintos a los Orionitas. Gentes en apariencias similares a ella pero de piel verde y marcas en sus rostros similares a tatuajes. Las personas visten ropas similares al medio oriente terrestre, cuyo propósito no es otro que la protección del infernal calor del páramo desértico que rodea a la ciudad.

Afortunadamente Cristina reviso por completo el interior de la capsula antes de tocar tierra y ahora con sus hallazgos puede improvisar en su próximo plan.

La amenaza de Aakesh y los demás dio sus frutos porque los guardias no se lo pensaron nuevamente antes que continuar la pelea. Tampoco disponían de herramientas para mejorar la moral cuando una parte de ellos había emprendido la huida poco antes y particularmente ahora su líder acababa de cometer la estupidez más grande de su vida al saltar fuera de su silla y aterrizar torpemente entre sus esclavos, los mismos que minutos antes humillaba y amenazaba sus vidas. Los dos guardias que protegían al noble fueron los primeros en emprender la retirada ante la inminente llegada de los esclavos en pie de guerra.

Al final la balanza se dio a favor de los esclavos, quienes golpearon y humillaron a los guardias rezagados y en especial al noble, el cual fue severamente apaleado y despojado de todas sus ropas y pertenencias valiosas. Finalmente, uno a uno, los cofres con riquezas fueron vaciados sobre el villano y anterior amo de los esclavos.

Simplemente nadie se molestó en prestar demasiada atención a los salvadores porque era demasiado el caos reinante en la ciudad. Tal vez contarían lo sucedido como algo sobrenatural.

Si Johnny y los demás lo deseaban podrían desaparecer por el interior de la muralla sin levantar sospechas o buscar respuestas al interrogar a los esclavos. Era el momento de elegir.

Con el combate terminado es posible ahora divisar la estela que estaba en descenso sobre la ciudad, y que ahora ha disminuido enormemente la velocidad y ha desplegado paracaídas.

Al parecer se trata de una capsula de escape de la Discovery, y su trayectoria es próxima a la posición de Eduard y los demás. Su punto de aterrizaje no debería estar muy lejos de la actual muralla, a cien metros o algo más hacia el interior de la ciudad.

Aakesh sonrió al ver como los guardias huían y el comportamiento del noble.

Siempre pasa lo mismo, el poderoso tiene más miedo que sus siervos cuando las tornas cambian

Pensó que tal vez era una buena idea hablar con algún esclavo, podría ayudarles en algo pero algo desvió su atención, era la nueva cápsula y los paracaidas. Con un gesto indicó a sus compañeros que mirasen hacia la dirección donde se veía caer.

-Creo que tendremos que posponer un poco la visita al templo, parece ser una cápsula de la Discovery, hemos de saber que está pasando

Que su procedencia fuese de la Discovery disparó los peores temores en el hindú, pero no dijo nada. Sacó un comunicador

-Hope, aquí Aakesh, estamos a punto de entrar en la ciudad, acaba de aterrizar una segunda cápsula que podría ser de la Discovery. Vamos a investigar. Monitoricen todas las frecuencias y los sensores y si hay alguna nueva novedad, informen.

Guardó el intercomunicador y se dirigió hacia la ciudad

-Démonos prisa, si nosotros la hemos visto, los habitantes también, y alguno es posible que supere su miedo e intente acercarse.

Al pasar cerca de los esclavos, se detuvo, rebuscó en la bolsa que había rescatado sacando todo aquello que fuese útil y  dejando sólo alimentos y agua y se la lanzó a los esclavos

-Para ustedes, pero compartanla o nos enfadaremos- Les dijo sonriendo de oreja a oreja

Entregó lo que pudo sacar a alguno de sus compañeros para que lo repartiesen entre las bolsas de los habitantes huídos que habían rescatado y siguió caminando

Jankowsky se relajó al ver que los guardias daban el combate por perdido. Cuando estaba pensando por donde continuar su camino vio la cápsula, había caído muy cerca.

-Si siguen cayendo cápsulas no va quedar nadie allá arriba.- Dijo malhumorado. -Ha caído cerca pero no sabemos a quién ha traído, si es Napoleon podría ser hostil.- Dicho esto, sacó su rifle y tomó la delantera del grupo, después del encontronazo con aquellos guardias se sentía mas seguro de su potencia de fuego, superior a la de los indígenas. Comenzó a a avanzar hacia el lugar de aterrizaje ignorando el acto altruista de Aakesh y sin comprobar si lo seguían.

Cristina recordaba que de pequeña le había gustado mucho la historia y las novelas de aventuras, siempre se había entusiasmado con viajar a lugares exóticos y vivir aventuras convirtiéndose en una heroina... quizás unos años atrás, la vista de aquella ciudad le habría provocado una subida de adrenalina, pero después de todo lo que llevaba sufrido su body y la falta de un brazo... lo único que veía era problemas por todos lados y un final muy incierto, porque es que encima se las iba a tener que ver con orionitas, que eran mucho más fuertes que un humano... mientras terminaba de aterrizar y guardaba todo lo que podía haciendo uso de su brazo sano y la boca para poder cerrar bien la mochila profiriendo algún farfullo que pretendía ser un insulto en español pero que se quedaba en eso... ffhgrrmfffhhmmmgrrrrr... repasaba tácticas de artes marciales... la mayoría requería el uso de los dos brazos, así que trató de ir recordando las que requerían dos piernas, se veía haciendo el Daniel San con su famoso ataque de la grulla, pero todo por partes, primero aterrizar y asegurar que la mochila la llevaba colgada a la espalda... luego tendría que ver como se la quitaba...

- Bueno... al menos no he ido a parar en todo el medio...- suspiró la capitán abriendo la escotilla saliendo de la cápsula.

Una vez fuera se aseguró de cubrir el vehículo con la tela del paracaídas para que no llamara la atención y se aproximó a un muro tratando de buscar escondite donde mirar a la callejuela sin ser vista, tenía que encontrar al resto de su tripulación, pero lo cierto es que no sabía por donde empezar sin un escaner como Dios mandaba

- Hace bien, señor Muk, pero debería guardar algo de las provisiones para usted, no sabremos cuantas podremos necesitar - dijo Johnny al ver el gesto del primer oficial con los esclavos liberados.

El piloto prosiguió la marcha, viendo con los demás cómo caía una capsula.

- Cierto - respondió al comentario de Jan - Será mejor que vayamos a ver qué visitante ha caído del cielo. - dijo emprendiendo la marcha junto a Jan

-Hope, aquí Aakesh, estamos a punto de entrar en la ciudad, acaba de aterrizar una segunda cápsula que podría ser de la Discovery. Vamos a investigar. Monitoricen todas las frecuencias y los sensores y si hay alguna nueva novedad, informen.

La respuesta no tarda en llegar desde el desierto abierto, donde la capsula de la Franklin y el módulo de descenso aguardan por el regreso de Aakesh y los demás.

-¡Capitán! Esperábamos su llamado. No fue imposible comunicarnos antes con ustedes. Recibimos un mensaje de Gabriel. Una lluvia de meteoritos estropeo algunas secciones y la despresurización obligo a la doctora y a la capitana a dejar la nave. Vimos la capsula caer cerca de la ciudad o algo así. Ahora la Discovery toma posición sobre una de las lunas del planeta a fin de evitar los meteoritos. – exclama la joven tripulante de ingeniería.

El capitán de la Discovery se había rezagado para hablar con los esclavos brevemente. Al oír la comunicación de Hope su semblante cambio radicalmente pero pronto se calmó al escuchar que su nave estaba bien. Tan solo un poco magullada.

-La gente de chasianna, los esclavos, dicen que una lluvia de fuego cayó también sobre el zigurat y el palacio pero una mano invisible detuvo el fuego en el cielo, solo cayendo sobre el resto de la ciudad. ¿Hay algo más sobre el estado de la Discovery? – pregunta al final Gilbert luego de cambiarse de ropas cuando las suyas anteriores estaban manchadas de su propia sangre por las heridas del combate contra los guardias.