Partida Rol por web

-Para entrar lo mejor es hacerlo por la puerta, como si fuéramos comerciantes o algo así, cuanto más intentemos ocultarnos más sospechas levantaremos, para eso nos disfrazamos ¿no?. Por otro lado era bueno localizar esos desagües ya que podrían servir como punto de huída si tenemos problemas. ¿Están muy protegidos los accesos? ¿Los guardas revisan con excesivo celo o son confiados?-

La idea de Eduard es original, porque al fin de cuentas la situación en la ciudad es distinta.

- Mmm...podría funcionar. Los guardias protegen los accesos de los ladrones y los exiliados que intentan ingresar de vez en cuando. Son intentos solitarios que jamas tienen éxito. También es mas importante para los guardias evitar la fuga de los ciudadanos y de los esclavos Elphih que cuidar en todo momento el ingreso de extraños. Ademas los ropajes que la gente de Chasianna nos ha suministrado son de calidad, a diferencia de la apariencia de aquellos que tratan de entrar por las puertas de la ciudad.

Aunque deberían dar antes con algún acceso a las cloacas, en caso de necesitarlo, porque la cantidad de guardias en las puertas ronda la docena. Sin contar todos los que últimamente protegen las murallas. Todos son confiados hasta que algún jerarca pasa revisión... -

La soldado estaba liada, ajena a la conversación, intentando ocultar las armas entre las ropas prestadas. Además, de no conocerlas, también quería arreglarlas, para poder correr, saltar o combatir con ellas puestas. El rifle, a pesar de ser lo más grande, era lo que más fácil resultó. Es como si estuviera el "sitio" preparado y esperando. Las falcatas … algo muy raro. Las terminó haciendo firmes entre muñecas y codos, pudiendo sacarlas por las mangas.

- Esta ropa es la caña. Pensaba para si. - Como me dejen quedármela, será un buen recuerdo. Miró hacia la mujer. Chasianna. Le impresionaban sus labios y las "cicatrices" del rostro. Asintió, a modo de reverencia, muy agradecida, con la nueva "uniformidad".

Aakesh observaba el mapa mientras escuchaba la conversación.

-No me gusta entrar por la puerta principal, aunque las ropas sean de calidad, es un riesgo muy alto, pero si hay mucha gente tal vez podamos entrar sin ser vistos ni llamar la atención. La opción de las cloacas me gusta, tendríamos que tenerlo presenta tanto para entrar como para salir.

-Junk, al entrar en la ciudad, ¿hacia donde debemos diriginos y como podemos entrar en el palacio sin ser vistos?

Johnny trató de hacer lo mismo que Eduard. Rebuscó en sus ropajes la manera de esconder alguna arma. Al final desechó la idea de llevarse consigo un rifle y guardó la pistola fáser en una especie de escondite entre las telas. Quedaba perfecta y no se le notaba apenas.

- Es buena idea tener alguna ruta alternativa, no sabemos qué ocurrirá allí dentro y es mejor ir prevenidos. ¿Sabe qué tipo de armamento llevan los guardias? ¿Pistolas, espadas...?

Cuanta más información reunieran, mejor resultaría la misión.

-Junk, al entrar en la ciudad, ¿hacia donde debemos diriginos y como podemos entrar en el palacio sin ser vistos?

Rascando su barbilla y cuidando de no tocar las partes de su rostro lastimado por la golpiza Junk responde señalando los puntos y direcciones del mapa.

-Dependiendo de la forma que utilicen para entrar, sea por las cloacas o por las puertas principales, la mejor forma de llegar al palacio es por las callejuelas laterales de los distritos, evitando las plazoletas y los mercados. En esos sitios, y las calles principales, los guardias mantienen rondas en grupos de dos.

Al palacio es imposible acceder por la entrada principal sin invitación. En cambio el acceso lateral para los empleados y los aprendices es otra historia. Allí solo hay vigilancia tres veces al día, cuando los altos sacerdotes cambian de turnos. Al alba, al mediodía y antes de la medianoche.

¿Ese aparato comunicador cuanto alcance tiene? Podría guiarlos desde aquí si me dan uno. Porque un cambio en la rutina de la ciudad y será el fin para ustedes. -

Asintió, a modo de reverencia, muy agradecida, con la nueva "uniformidad".

La mujer de las marcas también respondió al gesto de la MACO, acercando un odre con agua y menta. Bueno, una hierba que recuerda a la menta.

- Es buena idea tener alguna ruta alternativa, no sabemos qué ocurrirá allí dentro y es mejor ir prevenidos. ¿Sabe qué tipo de armamento llevan los guardias? ¿Pistolas, espadas...?

Al evocar a los guardias Chasianna cambia su estado por otro. El disgusto es un manto que le cubre cada vez que habla de aquellos sádicos opresores.

-Con la caída de las maquinas el consejo formo un grupo armado para contener y oprimir a todo el mundo. Esos malnacidos que nos perseguían eran parte de ellos, y como verán solo llevan espadas, alguna que otra lanza y látigos para hostigar a mi gente esclavizada. En realidad todo es por temor a que mi gente se alce contra el nuevo sistema, porque una antigua ley prohíbe que se dañen entre ellos. Pero mi gente no entra en esa ley… - afirma con gran enojo.

Después de darle un par de vueltas logro camuflar el rifle disruptor en su espalda oculto gracias a que era un hombre corpulento no se notaba. 

Al darse cuenta de que los guardias de la ciudad solo portaban armas blancas y/o contundentes Jankowsky se sintió un poco más confiado si los descubrían al menos podrían huir abriendo fuego:

-Bueno, al menos tenemos cierta ventaja armamentística sobre ellos.- Aún así esperaba no tener que echar mano de sus armas, prefería que fuera una operación limpia y, siguiendo las instrucciones de sus nuevos amigos quizá lo consiguieran. Habló con Aakesh para concretar la forma de acceder:

-Hagamos como dice, entremos por los arrabales, y movámonos por callejuelas transitadas si el conoce bien la ciudad y nos guía no deberíamos perdernos. Además, en la medida de lo posible, deberíamos evitar cualquier enfrentamiento.- Dijo eso último para tranquilizar a Junk y Chasianna.

Mientras oía las explicaciones de Chasianna y Junk, el piloto logró esconder entre sus ropajes el cuchillo klingon, eso le gustó, tendría un arma más, silenciosa y letal, para protegerse. Le gustó el hecho que el armamento de los guardias fuera tan arcaico, no serían rivales para sus armas fáser y eso era un punto a su favor.

- Habrá que trazar una ruta por esos callejones, para llegar al palacio. Aunque podamos con ellos, no nos conviene enfrentarnos a los guardias, darían la alarma y eso significaría perder el factor sorpresa.- dijo - Puedo dar mi comunicador a Junk, así podrá guiarnos sobre el terreno.

Mientras el grupo se viste y organiza un plan de ingreso a la ciudad un evento sorprende a todos. Un objeto ingresa en un ángulo bastante cerrado desde la atmosfera superior, generando una estela tan larga como varias decenas de kilómetros. Podría ser una roca, de las tantas que se agolpan en el campo de asteroides próximo al planeta…

Hasta ese momento parece un fenómeno natural, de no ser que el objeto cambia ligeramente su inclinación de descenso… hasta que se pierde entre el horizonte y las montañas en dirección norte.

-Otra roca que cae del cielo… - murmuran los pueblerinos ya acostumbrados a ver caer ese tipo de cosas.

Aakesh estaba acabando de dejar listo su improvisado disfraz cuando observó la caída de un objeto. Ignoró las palabras de los habitantes de la aldea y de inmediato pensó en la D5. Pulsó el intercomunicador para hablar con Newton.

-Aquí Mukherjee. Estamos preparados para salir de la aldea. Hemos visto la caída de un objeto. ¿Pueden confirmar de que se trata?

Mierda, mierda, mierda

-Es posible que se trate de nuestra nave, la pregunta es, si lo es ¿que hace aquí?, y si no lo es....

- Dudo que eso sea una roca... - dijo Johnny mirando al cielo siguiendo la estela de humo que dejaba el objeto en su descenso.

Si era la Princesa de Nueva Orleans, era mal asunto. Si no ejecutaban bien la maniobra de acercamiento y aterrizaje podían destrozar la nave y ya no tendrían posibilidad de volver al espacio.

- Habrá que esperar la confirmación de Newton, espero que ahora no nos fallen las comunicaciones. - dijo mirando esperanzado el comunicador de Muk, anhelando que respondiera.

-Aquí Mukherjee. Estamos preparados para salir de la aldea. Hemos visto la caída de un objeto. ¿Pueden confirmar de que se trata?

Un tiempo después la respuesta de Karl llega fuerte y claro. Tardó un poco mas de lo esperado porque estaba aumentando la potencia de la señal de comunicación.

- ¿Jefe, ahora si me escucha? Eso también lo detectamos aquí. No corresponde con el tamaño ni con la masa del crucero D5. Según el radar y los análisis magnéticos es un objeto metálico, hueco y con una señal de energía propia. Tiene el tamaño de una pequeña lanzadera… creo que es la capsula de escape de la Franklin, aquella que abordamos Winwood y yo al momento de salir de la Franklin. -

Entonces los presentes recuerdan que esa capsula estaba almacenada en la bahía de carga de la D5, siendo imposible que sea otra cosa por su tamaño…

- El objeto cayó a mitad de camino entre nuestra posición y la gran ciudad emplazada en el norte. Es posible que desde la ciudad no hayan visto la estela, por los cúmulos de nubes que llegan desde la costa. - añade el oficial de comunicaciones.

Ante el mensaje de Newton, Aakesh quedó pensativo unos segundos

-Entendido señor Newton, informe a Stevenson. Dado que nos dirigimos hacia la ciudad, nos encargaremos de investigar de que se trata.

Tras cortar la comunicación observó a sus compañeros

-Si antes teníamos prisa, ahora más. Si están todos listos, vayamos hacia la ciudad.

 Dudo que eso sea una roca... - 

A Jankowsky tampoco le había parecido una roca, Kjarl no tardó en confirmárselo. Ahora el grupo se había visto espoleado por aquel objeto, debían partir a la ciudad cuanto antes. Jankowsky había logrado ocultar su pistola disruptora, su rifle y su pequeño escaner y aquel afilado puñal klingon.

Pertrechado y listo para la acción apremió amistosamente al piloto:

-Venga Lightman, sácale la carbonilla a ese disco.- Curioso simil con los obsoletos vehículos de combustión interna de la tierra que pocos entenderían.

Johnny quedó meditativo con la respuesta que dio Karl sobre el objeto que había caído del cielo. Le picaba la curiosidad sobre qué podía ser realmente y si era una lanzadera... ¿qué o quién habría dentro?

- Sí - respondió con una sonrisa a la broma de Jan - Veamos de qué es capaz ese cacharro.

Tenía curiosidad para investigar ese suceso, algo le decía que podrían encontrarse con alguna buena sorpresa.

Con el cambio veloz de los eventos y las sorpresas, que jamás dejan de suceder, el grupo rápidamente se dirige al disco volador luego de salir de la ciudadela donde Junk y Chasianna les desearon las mejores de las suertes. Allí quedó Junk con un comunicador personal para ofrecer su guía y conocimientos de la ciudad.

La llegar al vehículo y quitarle los arbustos que sirvieron de camuflaje improvisado pronto abandonan la protección de los riscos para salir al desierto abierto y poner rumbo a la carretera y luego al módulo de descenso. Si todo sale según lo planeado desde allí podrán continuar hasta la ciudad y a mitad de camino poder averiguar que fue de ese objeto que cayó del cielo.

Entendido señor Newton, informe a Stevenson.

El canal de radio otra vez se reanuda, ahora que el viaje de regreso ha iniciado, para dar las noticias al respecto.

- Comandante, son malas noticias. En realidad tampoco son malas. En definitiva no logro comunicarme con Stevenson porque ha salido del radio de retransmisión de la Discovery y nuestros comunicadores tampoco sirven. No sé por qué aunque seguiré intentando. -

Aakesh estaba sentado en el disco observando el paisaje, pensativo. Los últimos acontecimientos le tenían preocupado. La actitud y las auténticas motivaciones de Gilbert, la misión en la ciudad, el silencio y maniobras de la Princesa, y ahora una cápsula de escape en tierra de la nave klingon.

No sé de que me sorprendo, el pan nuestro de cada día

La radio se activó, era Newton. Aakesh escuchó el mensaje y pulsó el intercomunicador.

-Entendido señor Newton, de todas formas pude hablar con él. Siga intentando comunicar con la Princesa y esté atento a cualquier señal extraña procedente tanto del espacio como de los alrededores.

Dejó el intercomunicador

-John, dale caña a este trasto, pero sin forzarlo, cuando antes lleguemos antes acabaremos.

Después de despedirse de sus recién conocidos aliados, Jankowky se metió de nuevo en aquel pequeño vehículo circular, esta vez detrás junto con Artemisa. Observó aquel aburrido paisaje, al ser tan diáfano no corrían el riesgo de ser emboscados, verían a los enemigos a kilómetros.

Estaba impaciente, deseaba volver cuanto antes a la nave para ver el estado de la capitana de primera mano, aunque no albergaba esperanzas de verla mejor que como la dejó. También se permitió pensar en la doctora, aquella mujer era tan bella como misteriosa. Entre estos y otros pensamientos se dejo transportar hasta aquella ciudad donde debían actuar rápido y evitar contratiempos.