Los sensores próximos a la zona han detectado no menos de seis naves cardasianas.
Recuerden que atacan en jaurías de tres. Así que esperemos 3 grupos de 3.
Tácticas, -dijo por su comunicador- ajusten estrategia y torpedos para considerar esto. Coordinémonos con la Perséfone y la Ishiguro para actuar como cardassianos. Voltearles su propia táctica los confundirá.
Señor Jor, mucho me temo que en esta aventura, estemos solos, al menos en un principio -comentó el primer oficial, ahora al mando del puente -, pero tengo confianza en nuestra nave. Si se han tomado tantas molestias para que no llegáramos, es porque nuestra presencia les resultaría casi insuperable. Por el momento, asegúrese de que sus hombres están todos en sus puestos y de que la nave está a pleno rendimiento. Necesitamos a todos preparados.
Sí, y a pesar del romulano, yo tengo que estar concentrado en la batalla y en nada más, pero lamento profundamente que no esté en el puente. Como oficial de seguridad, su labor habría sido básica. A no ser...
Shev le daba vueltas y vueltas a lo mismo una y otra vez. ¿Su odio por la falta de disciplina hacia el romulano, podría dejar paso a su preocupación por el Enterprise?
No, no podía ceder a ese chantaje. No debía.
Pero seguía dándole vueltas.
Mientras se hacía estas preguntas, pensaba y le daba vueltas a todo lo que había sucedido entre el señor Vrako y él, y en cómo habían llegado a una situación insostenible, llegó la comunicación de la capitana.
Sorprendido, el andoriano miró a Jor, preguntando en silencio de qué se trataría. Sin duda, de algo importante, porque de otra manera no solicitaría la presencia de ambos, los dos oficiales de mayor rango en el puente.
-Vamos para allá, capitana -respondió Shev, pulsando rápidamente su insignia-comunicador. Después, se giró hacia la vulcaniana.
-Teniente Annaith, el puente es suyo.
Finalmente, se dirigió sin perder más tiempo hacia el turboascensor. La Enterprise se acercaba a pasos agigantados a su destino y ahora aquello. La situación era mucho más grave, seguro, de lo que ellos podían sospechar.
Saliendo con el señor Jor, supongo, si está de acuerdo.
Sale con th’Shon.
No tenía más de unos minutos de haber entrado al puente, cuando escuchó la nueva comunicación.
-Enseguida, Capitana- Dijo, soltando un suspiro y poniéndose en pie una vez más.
La mínima presencia de personal importante en el puente, sirvió para que todos se relajaran. Corbin estaba concentrado en el pilotaje y seguir atentamente la trayectoria marcada, mientras que Annaith monitorizaba todas las comunicaciones, entrantes y salientes.
Cuando en la pantalla del joven piloto se encendió un panel, éste lo miró con interés. En cuestión de minutos, habrían llegado y estarían en una posible batalla.
En cuestión de minutos, se podía decidir el destino de la galaxia.
La terminal indicó que estábamos llegando, así que el momento había llegado. Dentro de poco estaríamos disparando y recibiendo disparos y yo, pilotando, que era para lo que había venido y había estado tanto tiempo entrenando. Pero antes, había que reunir al personal, así que activé el comunicador personal.
-Capitán, aquí el alférez Corbin desde el puente. Estamos a punto de llegar a las coordenadas indicadas.
Pórtate bien, pequeña. Tú hazme caso y saldremos de esta, le dijo en voz baja a la nave, dándole pequeños golpecitos cariñosos.
pnjotizado por ausencia
-Capitán, aquí el alférez Corbin desde el puente. Estamos a punto de llegar a las coordenadas indicadas.
Al entrar al puente y no ver a la teniente Da ´Par supo inmediatamente que las intenciones de la cardasiana no eran del todo transparentes. Su confianza en esa mujer se había echado a perder. Y para siempre.
-Computadora, transporte de emergencia con destino al puente de mando. Ubique a la teniente Da´Par y efectúe el transporte de inmediato. También anule todos los sistemas de la nave para ella. – ordenó Cira al extraer su phaser de mano y setearlo en modo aturdidor.
Señores, Da´Par no siguió mi orden de retornar de inmediato al puente. Acabo de ordenar un transporte de emergencia de ella directo al puente. Procedan a su habitación y luego al puente mientras doy aviso a los demas oficiales superiores. Urgente, procedan con cuidado. -
Dijo al llamar a su Primero y al oficial táctico.
Señores, la traidora y saboteadora es la teniente Da´Par. Preparen sus armas en modo aturdir. –
Dijo la capitana a sus oficiales presentes en el puente.
La capitana volvió a tocar su insignia comunicador personal para enviar un breve mensaje a sus dos oficiales, quienes no deseaba que fueran sorprendidos por la espía y saboteadora.
-Señores, tengan cuidado. La traidora es la teniente Marayn Da´Par. Es peligrosa y podría estar armada. -
La computadora localizó a la Teniente entrando en su cabina. En ese momento, el haz del transportar se formó a su alrededor y la cardasiana comprobó, con sorpresa, como su cuerpo se desmaterializaba en el familiar flujo de energía para volver a formarse en un lugar diferente.
El puente.
Rodeándola, estaban la capitana, el señor Corbin, Annaith, Shev e Innara Halskim
Halskim no estaba enterada, pero sí sabía perfectamente lo que estaba en juego. Jamás se habría fiado de una cardasiana y mucho menos, en aquella situación. Ella y el romulano habrían sido los primeros en ser encerrados en sus cabinas, con razón o sin ella.
Ahora se demostraba que efectivamente, se habrían ahorrado muchos problemas de haber actuado así. Innara sacó su arma, que tenía oculta y la programó para matar.
Después, esperó.
El transporte de emergencia se produjo de inmediato, pero lo que se materializó en mitad del puente no era lo que esperaban.
La Teniente Marayn Da'par yacía atada de los tobillos y con las manos a la espalda, usando dos prendas de ropa. Estaba en posición fetal, pero aún así, se veía que la ropa alrededor de su cuello estaba rasgada, dejando a la vista la herida que tenía en la piel, y una masa espumosa blanquecina salía de su boca.
A todas luces, parecía estar muerta.
Atada y envenenada.