Partida Rol por web

Anzak maniobró la Centella para situarla justo enfrente de los jedis. Antes de que tomara tierra arió la rampa para no perder tiempo, pues la tormenta se les estaba echando encima.

-Nayim, en cuanto toque tierra subid y nos vamos -dijo Anzak al jedi-. Confirmadme cuando estéis arriba para cerrar y salir de aquí.

Tom seguía en su sitio, en la torreta.

- Vamos, vamos, vamos... - iba musitando con la esperanza que los Jedis llegaran enseguida y así pudieran irse antes de que llegara la tormenta.

Sean buscó blancos en tierra, específicamente aquellos que pudieran estar persiguiendo a los Jedis, durante la aproximación. Una vez el horizonte de disparo se redujera tanto que disparar la torreta no fuera factible haría caso a Anzak y cubriría a Nayim y a Kewan con su rifle desde la rampa de carga.

-Vale, nos vemos en órbita.

Red contestó a las indicaciones de Anzak acelerando la Firestorm hasta pasar la atmósfera de aquel planeta. No quería que le pillara la tormenta ni a ella ni a sus amigos. Pero como estaban en naves diferentes era mejor que cada uno subiera cuando pudiera y una vez en el espacio se acoplarían más fácilmente.

Una vez allí, siguió con sus pesquisas para saber más de la nave mientras se volcaban los datos de la misma a su computadora de muñeca.

Que los jedis se marcharan de forma tan repentina sorprendió al consejero que trató de disuadir de su marcha mientras cmainaban por los pasillos hacia la plataforma...- La tormenta está muy avanzada y entiendo su momento de confusión por el ataque...

Los pasos llevaron hasta la plataforma...- Lamentamos las molestias, pero le sugiero que lo piense... el aire se había vuelto turbio y las aguas de los océanos del planeta agitadas ...que no es nada seguro abandonar el planeta ahora...diplomáticamente bueno, podemos hacer excepciones sobre hablar del tema...claro...

La Centella se aproximó a la zona de aterriazaje horizontal, con Sean en la zona de artilleros.

Nayim se detuvo un momento para atender al consejero.

-Me temo que no tenemos otra opción, consejero. Hemos recibido un mensaje desde el templo y hemos de irnos. La negociación deberá posponerse hasta haber resuelto estos asuntos. Personalmente he quedado muy preocupado por la situación aquí y me comprometo a regresar cuanto antes para ayudarle a resolverla.

Le doy las gracias por todos sus esfuerzos. Volveremos a vernos. Que la Fuerza le acompañe!

La Centella se posó sobre la plataforma de una forma como sólo podía hacer un piloto avezado como lo era Anzak a los mandos de una nave tan maniobrable como era aquella nave. Con un giro magistral, consiguió reducir la velocidad mientras giraba la nave colocándola en la posición para que los jedis tuvieran la rampa frente a ellos.

Cuando escuchó los pasos de Nayim y Kewan a por el pasillo, Anzak inició la maniobra para salir de aquel planeta. Mientras lo hacía, les habló a los jedis por la megafonía de la nave. 

-Bienvenidos nuevamente a la Centella Roja. Les habla el capitán de la nave. Gracias por volar con nosotros. Les aconsejamos que se sienten en la zona común y se abrochen los cinturones. Pues se espera una climatología adversa en la superficie, que hará que el viaje sea un poco...movidito. De momento queda cerrado el servicio de bar y cocina. Espero que disfruten de esta experiencia y recuerden que haremos todo lo posible porque éste viaje continúe. Gracias por escucharme. Siempre a su servicio, el capitán Anzak.

Se notaba la verborrea que gozaba el piloto y la maestría que demostraba a los mandos de aquella nave. Parecían hechos el uno para el otro y se notaba cuando la situación se complicaba.

- Bien, ya hemos recogido los fardos, ahora a volver con Red y a seguir nuestro camino. - dijo Tom, esperando que llegaran a tiempo para evitar la tormenta y tener que quedarse recluidos en la superficie del planeta.

La Centella salió de la atmósfera del planeta solo con unos agites por las turbulencias, la teconología coreliana en lo que a naves se refería era especialmente superior, a nadie podía caberle la más mínima duda.

Los jedis vieron que había un carguero de clase alargada, nada muy especial y viejo que esperaba en la orbita a la Centella, todo había salido bien en esta pequeña operación contra la tormenta, nunca había que fiarse en la suerte, pero por una vez, todo había salido sin mayores percances para los contrabandistas.

Estaban a bodo de la Centella de nuevo, aquellos mercenarios eran desconocidos pero sin duda aquel lugar parecía mucho más seguro que cualquier sitio del planeta que acababan de dejar.

¿Habéis tenido problemas? nosotros hemos tenido alguna sorpresa desagradable.

Por fin estaban fuera de la atmósfera, lejos de la tormenta que les amenazaba. La Centella había reaccionado como el piloto esperaba, ganándose con creces el nombre que llevaba. Anzak sonrió pues nunca sabía cómo de rápido iba a cerrarse la tormenta sobre ellos, pero por fortuna todo había salido bien. 

Pero delante de ellos había una nave, otro carguero que parecía esperarles, pues estaba justo en su trayectoria. Anzak miró el carguero sonriente y contactó con él.

-Red. Ya estamos en órbita. Procedo al acople -dijo brévemente a su mecánico mientras se acercaba.

-Tripulación. Pasaje. Estamos en órbita. Ya pueden desabrocharse los cinturones de seguridad. El bar y la cocina permanecerán abiertos hasta llegar a Coruscant, plataforma 1-10, primera escala, donde serán dejados nuestros pasajeros. En breve pasaremos a hipervelocidad.

Al momento la Centella se acopló con la FireStorm. Los cierres magéticos sonaron dejando las dos naves unidas. Era hora de inicial el salto a Coruscant, pero para eso Anzak necesitaba la ayuda de Red, quien era la encargada de realizarlo.

-Red, pequeña, vente a preparar el salto de vuelta a Coruscant -dijo Anzak mientras iba haciendo los preparativos previos para saltar.

Cuando llegó su amiga, el piloto le dejó a ella con los cálculos. Mientras él iba ayudándole en el proceso hasta que todo estuvo listo. Anzak abrió el canal de comunicación interna de la nave y habló para todos-. A toda persona a bordo de la Centella. En breves segundo pasaremos a saltar al hiperespacio. Poneros cómodos y disfrutad del viaje -comunicó Anzak justo antes de saltar. Anzak guiñó el ojo a la copiloto y cuando recibió el ok de Red empujó las palancas del hiperimpulsor y saltaron.

Anzak salió de su sillón y sonrió a Red porque había salido todo bien. Luego salió de la cabina y se dirigió hacia la zona común donde estaban los jedis. Al llegar les sonrió y les preguntó.

-Hola de nuevo. Me alegro que estéis bien. Según te he oído, Kewan, habéis tenido algún problemilla -recordó las palabras del padawan mirándole directamente-. Nosotros por el contrario hemos tenido buena suerte...por así decirlo. Hemos adquirido la nave a la que nos hemos acoplado... solo espero que no hayamos arriesgado demasiado y podamos sacar unos pocos créditos al revenderla... y así paliar mi deuda de la Centella -dijo la última frase en bajo, mientras se rascaba la coronilla y sonreía-. Pero contadme, ¿qué ha pasado?

Nayim parpadeó un par de veces, reflexivo, antes de contestar. No juzgaba prudente excederse en las explicaciones. Si había un complot, era imposible saber hasta donde llegaba. Así que les contó lo que había pasado sin entrar en detalles.

-Nos tendieron una emboscada. Al parecer, un grupo anti jedi pretendía asesinarnos. Afortunadamente, sentimos la actitud hostil de los guardias y pudimos defendernos pero tuvimos que acabar con ellos. Los quernianos afirmaban no haber participado en al ardid pero no las tengo todas conmigo.

Pensó en mencionarles que, aún así, su misión había sido un éxito pero no sabía hasta que punto podía confiar en los contrabandistas y no quería que se supiera por ahí lo que el maestro jedi se había llevado de Qermia.

Tras asegurarse de que nada los seguía desde el planeta, Sean devolvió la torreta al control de la nave y recorrió la distancia hasta la sala común. Llegó a tiempo de escuchar el acople de los cierres magnéticos - Anzak, habrá que dividir la tripulación de forma que ambas estén pilotadas y protegidas durante el trayecto en el hiperespacio. Una vez del otro lado ya podremos acoplarlas y viajar en tandem, es eso o dejar la Firestorm varada aquí.

Cuando las dos naves se acoplaron, Red pasó a la Centella. Se dirigió rpeimero a la zona común y saludó a los Jedis.

-Hola Chicos ¿qué tal o ha ido?...bueno, ahora me lo contáis, hago los cálculos de la astrogración y vuelvo en un segundo -dijo y sin dejar que contestaran la mecánico salió dando saltitos hacia la cabina. Al llegar, se sentó en el puesto del copiloto y sonrió a Anzak. Red estaba feliz pues volvían de la misión todos sanos y salvos. Bueno, aun no había terminado, pero por lo menos la mitad ya estaba hecha.

La medio arkaniana tecleó en la computadora para hacer el cálculo. Mientras lo hacía, habló a Anzak.

-Tienes que pensar en comprar un droide astromecánico que nos ayude a realizar los cálculos de astrogración, eso nos quitará un montón de tiempo. Además, me ayudará en las labores de reparación. Piénsatelo.

-Y otra cosa, como no podemos hacer el salto con las naves unidas, ¿qué te parece si Fire se viene conmigo a la FirStorm y os quedáis Tom y tú con los Jedis en la Centella? -propuso Red al capitán.

Al terminar de hacer los cálculos Red salió de a cabina y se dirirgió nuevametne a la sala común junto con Anzak. Allí se encontró nuevamente con sus compañeros y con los Jedis.

-Ahora sí, retomemos -dijo sonriéndoles. Escuchó como Anzak les preguntaba por su misión y Nayim les contó sin muchos detalles que habían sufrido una emboscada.

-¿Os han atacado? -dijo sorprendida-. Bueno, por lo que veo estáis bien así que me alegro de que todo haya salido bien -dijo mirando a los dos Jedis.

-Bueno, como no podemos saltar al hiperespacio con las naves unidas, ¿que os parece si Fire y yo vamos en la otra nave y los demás os quedáis aquí? -propuso a todos, que era justo lo mismo que le había dicho a Anzak. Luego miró a Fire para ver si a él también le parecía bien.

La verdad es que se complementaba muy bien con aquel grandullón. De hecho era quien le estaba enseñando a disparar y esquivar y ella le estaba enseñando al grandullón a usar la artillería naval.

Anzak guiñó el ojo a Red cuando estuvo a su lado en la cabina del la Centella. Cuando le propuso lo de comprar la unidad astromecánica el contrabandista asintió sin mirar a su amiga. Tenía razón y lo sabía. Lo malo es que no tenían muchos créditos, más bien tenían una gran deuda con Rick que debían saldar. Pero con la FireStorm quizás esa deuda se bajara y les diera para compara ese droide...y alguna cosa más.

-Me parece bien lo del droide -concedió mirando a Red-. Creo que lo encestaremos y además, como bien dices, puede ayudarnos en otras tareas.

-En cuanto a lo de que vayáis Sean y tú en la FireStorm me parece bien. Hechadle un vistazo a ver si encontráis algo oculto... quien sabe, a lo mejor hay un montón de créditos, olvidados por su anterior propietario, esperando a ser encontrados -dijo sonriendo a su amiga.

Cuando terminaron de hacer los cálculos de astrogración, los dos fueron a la sala común para ver a todos. Allí Nayim les contó lo que les había pasado en la reunión. Por lo visto les habían intentado atacar pero la Fuerza les había ayudado sintiendo lo que iba a suceder.

-Interesante esto de la Fuerza. La verdad es que es de mucha ayuda...algunas veces -dijo sonriendo, mirando a Tom y levantando ambas cejas mientras sonreía a su amigo.

-Me parece bien que vayáis los dos. Total, es la nave de Sean y no conozco otro piloto mejor que tú en esta nave, así que si Sean quiere, vosotros dos vais en la FireStorm.

Tras hablar un minuto más, Red y Tom se fueron a la otra nave. Desacoplaron y las dos naves saltaron al  hiperespacio.

Sean escuchó el relato de Nayim y no pudo evitar sonreir anto lo de "sentir la hostilidad de los guardias" - Bien por vosotros, mas de una vez me hubiera gustado saber donde me iba a meter antes de hacerlo, y no te preocupes por matar a tu enemigo, muchas veces no tienes otra opción.

Cuando se confirmó que Red pilotaría la Firestorm y él le haría compañía en el tiempo de viaje a Coruscant, tiemp oque tambipen aprovecharían para descubrir hasta el más oculto de los secretos antes de llegar junto a Rick. - Deja de decir que es mi nave, es de todos, yo sólo concreté la transacción y no podría haberlo hecho sin vosotros. - recogió sus objetos personales de aseo de su camarote, un par de mudas de ropa, toallas y jabón, y se dirigió a la compuerta de embarque - Nos vemos en Coruscant. - dijo antes de desaparecer por la escotilla de acople.

Tom asintió ante la propuesta de dividir la tripulación.

- Me parece bien, además seguro que será un paseo tranquilo, no creo que encontremos ningún contratiempo.

Cita:

- En eso tienes razón, y eso me hace recordar que me gustaría hablar y aprender de estos dos Jedis con los que viajamos. Igual no lo habrán notado, pero tengo cierta sensibilidad con la Fuerza, cosas de familia. Tal vez pudiéramos charlar un poco y compartir conocimientos.