Partida Rol por web

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Kessel. Si hay un lugar en la galaxia donde nadie desea estar es él. Un complejo minero, que en realidad esconde una de las mas crueles penitenciarías. Situada en el borde exterior y regentada por lo peor del Imperio, todo aquel que termina recluído allí sabe que no regresará jamás. Las jornadas de trabajo en la mina son interminables y altamente peligrosas.

Nuestra aventura comienza allí, en la sala de mando. Dos figuras con el característico mono naranja de recluso permanecen arrodillados con las manos atadas en la espalda por grilletes. Varios miembros de seguridad se arremolinan sobre ellos. Completan la estancia algunos deslustrados soldados imperiales y un oficial. Parece ser quién manda allí. Es un hombre delgado, con un tono de piel pálido. Su aspecto es descuidado, Todo apunta que las revisiones sobre el protocolo de imagen no llegan hasta allí. Supera la cincuentena, aunque aparenta bastante más. Sentado en su sillón observa sin gesto alguno.

Plaf!! Un fornido miembro de la seguridad propina un severo puñetazo a Porthos. Éste queda ladeado con el rostro girado. De su boca abierta por el dolor del impacto brota sangre que salpica a su compañera. - Genial y yo que me había puesto el traje bueno... -  Masculla la cazarecompensas. - Silencio perra. Ahora te tocará tu turno -  El fornido coge por la pechera al golpeado y levanta de nuevo su enorme puño. El twi´lek escupe a su rostro y una masa sanguinolenta cae por la mejilla del secuaz. - Te mataré... -

- Alto Zekk, detente muchacho. Recuerda que tengo que sacar rendimiento de ellos. Muertos no recogen especia -  El oficial se levanta de su asiento. Tras él puede verse en un amplio y sucio ventanal la superficie del planeta. Yermo y sin vida. - Sé que sois contrabandistas. Nadie deambula por este sector alejado de todo si no es para el contrabando. En vuestra nave no había nada así que estábais próximos a recibir a vuestro contacto con la carga. Decidme, ahora. Quiero las coordenadas del contacto y vuestra carga -

Moff Verjam se alza a contraluz y su rostro se endurece esperando una respuesta. Sus ojos pueden mostrar que tiene una larga experiencia en situaciones como ésta. Casi parece desear que no colaboréis. Sin embargo, el imperial desconoce que en realidad, vuestro mayor secreto es que habéis sido reclutados por la rebelión. En aquel lugar y siendo rebeldes, vuestra situación sería mortal. Tendréis que actuar vuestro papel para evitar males mayores. Pero, por desgracia no hay ninguna carga ni contacto que mentar. Vuestro cometido era obtener información. Una muy relevante, pues sois ahora conocedores de que el mismo Emperador visitará la nueva estrella de la muerte en su ceremonia de fin de construcción junto a la luna de Endor. Sería un momento crucial para derrotarle. La mala fortuna se ha cebado con vosotros, pues  fuisteis abordados por un grupo de esclavistas y vendidos al Moff.

- Y bien?... -

- Claro, no tengo ninguna necesidad de mentirte y todos los presentes podemos sacar provecho de la situación sin necesidad de llegar a las manos -miro de reojo a la pelirroja- justo cuando nos habéis abordado estábamos recibiendo la información del destino del trueque. Debíamos estar en la luna santuario de Endor, en la parte opuesta a donde están construyendo una estación imperial. Deberíamos aterrizar con nuestra nave en unas coordenadas concretas y salir ambos -señalo a la churri- ella y yo, desarmados. Allí se nos daría el quessel refinado para ... bueno ... para llevárselo a nuestro comerciante de enlace en Corussant.