Partida Rol por web

-No confías en mi ¿Verdad?-Pregunto algo decepcionado, aunque la verdad, le había dado razones mas que suficientes como para tomar esa postura- Pues vamos entonces-

- Confio Siria, en tus intenciones, pero no en tus emociones. - Dije dirigiendome hacia los exteriores del Templo, alli solian instruir a algunos Padawans mayores en el uso de la fuerza, tal vez encontraran a algun Maestro.

Sin decir una palabra sigo a Daesha a los exteriores, esperando que los maestros no me dieran una reprimenda, siempre que me encontraba con ellos recibía una.

En el exterior, el maestro Plarion instruía en la meditación a un grupo de padawans.

Me quedo quieto, observándo durante un largo rato al maestro Plarion, no sabía lo que le diría Daesha, y tenía miedo de la reprimenda que me pudiera dar, una vez mas me dí cuenta que caía en el miedo y lo aparté de mí, con confianza me giré a Daesha y en nuestra lengua natal pregunté -¿aproximamos*?-

Bueno, ya está, yo la aviso, no vaya a pensar que soy gilipollas xD

- Pues claro. - Dijo con una sonrisa y cogiendo suavemente de la muñeca a su compañero acercandose al Maestro Plarion.

- Mastro disculpe... necesitamos consultarle algo... si tuviera un momento. - Dijo habiendose puesto a su lado esperando a que aceptase.

Tranquilamente me giro hacia los dos chicos.

-Por supuesto, decidme.

Aunque ella ya lo había comentado con anterioridad a otro Maestro, quería conocer la opinión del resto.

- Verá Maestro. Siria siente fuertes emociones que le impiden pensar con tranquilidad, pienso que podría dejarse llevar por ellas y eso es algo que no pueden desviar del buen camino.

Espero a que el maestro responda, o hiciera mas preguntas, los jedis siempre hacían mas preguntas, lo analizaban todo, así que esperé a que el maestro tomara la iniciativa en la conversación.

-Siria, ¿qué tienes que decir a eso? ¿Crees que es verdad?

-Sí maestro-Respondo sinceramente-Daesha nunca miente, es verdad-

-¿Y qué opinas al respecto?

-Pues supongo que está mal, pero no puedo evitarlo-Contesto-Me cuesta mucho controlarlos-Digo refiriéndome a mis sentimientos y emociones.

-Todo puede evitarse con la suficiente voluntad.

-¿Pero cómo? Por mucho que lo intento, nunca lo consigo del todo, siempre me affero a mis emociones sin poder evitarlo-

-Siendo consciente de que esas emociones te llevarán por mal camino y terminarás haciendo daño a aquellos que precisamente quieres proteger. Debes aprender a mantenerte sereno para poder defender auténticamente a alguien.