Partida Rol por web

Daesha estaba preparandose para el entrenamiento, había decidido meditar un rato antes para ir tranquila y cuando salió de su habitación pudo ver a Siria de lejos. Aún quedaba un rato para la clase, así que corrió hacia él y le tocó el hombro, cuando éste giró la veria sonriendo.

- ¿Que tal Siria?, ¿preparado para el entrenamiento de hoy?.

-Claro que sí Daesha-Digo contestándole en el idioma Twi'lek, lo que no hacía con los apéndices lo gesticulaba con las manos, tal y cómo mi madre me había enseñado, me sentía mas parte de laraza de mi madre y Daesha que la de los humanos y por eso sentía una gran simpatía hacia ella -¿Qué has estado haciendo?-Pregunto en nuestro idioma natal

Daesha sonrió, y se dispuso a responder en su idioma. Al menos con él podía hablarlo, siempre había temido que de no hacerlo se le olvidaría. Lo que sí sentía es que no pudiera entender el idioma Lekku.

- Pues estaba meditando antes del entrenamiento, pero no había calculado bien, aun queda un rato... y estoy que no se que hacer.

-Nunca he sido de meditar-Digo con una sonrisa-Si quieres podemos dar una vuelta y charlamos, no se, te conozco de hace bastante tiempo, pero apenas se algo de tí.-Comento mientras comenzaba a caminar.

Daesha inició la marcha hacia la salida del templo, en un rato tendrían que entrar así que era mejor tomar un poco el aire.

- Pues meditar es muy importante, el Maestro lo aconseja. - Dijo sacudiendo su dedo indice hacia Siria, como si lo estuviese regañando, pero lo hacía de broma. 

- En realidad yo no te puedo contar demasiado, desde muy pequeña estoy aquí, ya sabes, desde que me descubrieron en Ryloth. - Dijo suprimiendo la parte en la que la separaron de sus padres, no quería acordarse de ello principalmente porque se avergonzaba de si misma por no acordarse de ellos.

Cuando salimos del templo pateo una pequeña piedra -No me gusta ser padawan, desearía ser ya un caballero en ciernes, estoy harto de entrenar y esperar-me dí cuenta de que volvía a meter la pata en contra del código jedi.

-Pues como yo en Felucia, aunque como debes saber me escapo de aquí muy a menudo-Comento con una sonrisa -No es justo ¿Por qué los maestros no detienen a los Hutt?-

- Son muy poderosos... desde hace siglos... milenios que se apoderaron de Nar Shaddaa... pides demasiado Siria. -Continuó caminando dirigiendo la mirada hacia donde había acabado la piedra que pateó su compañero.

- Y por favor no seas tan impaciente... eso va contra el código Jedi ya lo sabes... ¿que edad tienes?, ¿13?, ¿14?, un buen padawan debe formarse como es debido, madurar con el tiempo, no quieras convertirte en Jedi tan pronto si no estas preparado...

-A veces me pregunto si de verdad quiero ser solo un jedi...no han hecho nada por los esclavos de este planeta, y se hacen llamar guardianes de la paz, lo único que hacen es entrenarnos, pero de guardar la paz...nada, si no, mi madre no estaría donde está ahora, a parte, a mí me obligaron a venir aquí, no me dejaron quedarme con ella, muy a menudo me pregunto si ser jedi es el camino correcto, intento creerlo y quiero creerlo, pero no puedo evitar las dudas, no puedo controlar mis pasiones ni mis sentimientos ¿Soy un ser sensible?¿Por qué tengo que hacerlo?¿Qué tiene de malo sentir amistad, amor, odio o tristeza? ¿Acaso no es algo natural?-Contesto, sabiendo que ningún jedi del templo estaría de acuerdo conmigo, nadie lo estaba y nadie entendía lo que sentía y era algo demasiado complejo cómo para que mi madre lo comprendiera.

Daesha se detuvo boquiabierta mirándolo por unos instantes hasta que serenó su rostro después de asimilar sus palabras. Se quedó ahí parada mirándolo y cruzándose de brazos pensando antes de hablar, tuvo que esperar unos segundos.

- No sigas por ese camino Siria, es el camino de la duda y del miedo, el Maestro siempre lo ha dicho, siempre nos lo ha enseñado. No te voy a tomar demasiada en cuenta esas palabras porque se que te estas dejando guiar por la incertidumbre, por las dudas, y por la inseguridad. Este es el mejor lugar donde puedes estar, donde puedes hacer algo para que en un futuro podamos luchar contra la opresión del imperio, contra la esclavitud y cualquier cosa que ataque a la libertad. Si no hubieras venido aquí estarías a merced de cualquier esclavista, y no tendrías la oportunidad de luchar por lo que te importa porque jamás habrías aprendido a manejar la fuerza, esto se instruye... - Dijo pausando para tomar aire. Se acercó a su compañero y puso una mano sobre su hombro.

- "No hay emociones, solo hay paz" es uno de los códigos Jedi, pero yo se... y ellos mismos saben que al fin y al cabo somos personas y contra la naturaleza no se puede luchar. He visto a mi maestro triste por la muerte de un compañero, pero lo controla con serenidad y aunque lo haya expresado, no se deja llevar por la ira ni por la tristeza, eso es lo que importa, los sentimientos existen pero lo enfocan... lo enfocamos - rectificó. - De este modo, ¿comprendes?.

No existe emoción, sólo existe paz.No existe muerte, sólo existe la Fuerza.No existe ignorancia, sólo existe conocimiento.No existe caos, sólo existe armonía.No existe pasión, sólo existe serenidad.-Recito de memoria, mil veces me lo habían repetido, una y otra y otra vez, los Maestros no se cansaban de repetírmelo, siempre fallaba al código-Supongo que tienes razón, buscaré el superarme a mí mismo, pero no me conformaré con quedarme aquí, si no que un día liberaré a los esclavos que tienen los Hutt, incluida mi madre, se que los Jedi, tenemos que respetar a todas las criaturas, pero los Hutt son seres des..-No terminé la frase, respiré hondo para controlarme y dejé que un silencio incómodo se apoderara de la situación.

- Deberias consultar esto con el Maestro, él te ayudará mejor que yo... tan solo soy una padawan - Dijo tajante mientras lo miraba con preocupación. - Y lo harás, saldremos de aqui, no vamos a estar para siempre y lucharemos por la liberación de toda la República, de toda la Galaxia, pero no por nuestra propia cuenta, sino bajo el mando del Consejo, de la Orden Jedi. - Suspiró.

- Contrólate Siria, yo al igual que tú deseo lo mismo, también la esclavitud ha castigado a mis orígenes pero mírame... estoy tranquila, serena. ¿Quieres ser uno de esos Jedis que caen al lado oscuro? Ellos son mas despreciables que los mismisimos Hutts. - Se atrevió a decir.

Respecto a la última pregunta de Daesha me quedé callado, no respondí inmediatamente, no entendía bién la diferencia entre los dos lados de la Fuerza, no sabía porqué era exáctamente malo el lado oscuro. ¿Cómo saber que es malo si no has estado en él? Siempre lo decían, era mas fácil, y siempre que se entraba, ya no podrías salir, dominaría tu vida para siempre, pero ¿Y si el Lado Oscuro de la Fuerza me daba el poder necesario para liberar a mi madre? ¿Sería capaz de evitar esa tentación?

-No, tienes razón, debo aprender a controlarme, pero por alguna razón, me resulta mucho mas difícil que al resto de padawans-Contesto-Pero lo conseguiré, estoy seguro-Digo al final.

Daesha lo miraba aun con cierta alarma, él trataba de auto convencerse con esas palabras y en realidad tenía voluntad, realmente quería controlarse, pero se dejaba llevar por la venganza y por el deseo de liberar a su madre, eso es... el deseo. Daesha seguramente hablaría con el Maestro de ese tema, algo por lo que a lo mejor le vigilarían más de cerca.

- Si... ya verás. - Dijo con la voz un poco apagada, nada común en ella, se estaba dejando llevar un poco por la desesperanza que la había provocado Siria tras ese cambio tan brusco. - Por eso es bueno meditar, te ayuda en estas situaciones.

-Sí, me tendré que tomar mas en serio las meditaciones-Respondo-¿Pasa algo Daesha?-Pregunto, la notaba rara, y no hablaba como siempre, estaba mas desanimada y eso no era propio de ella, me preguntaba si la había molestado en algo y me preocupé, de nuevo dejé que la preocupación se apoderara de mí, intenté apartarlo y lo logré, aunque no con poco esfuerzo -¿Te preocupa algo?-Pregunto al final.

- Solo me entristece como te sientes. Por lo tanto ahora la emoción viene a mi, y eso no es bueno, hay que intentar controlarlo y ahora no he podido. - Dijo aquellas palabras con el ceño fruncido pues intentaba analizar lo que le ocurría.

- Es muy complejo este tema para un padawan...

-Sí, es muy complejo, pero supongo que necesario-Digo mirando hacia la entrada al templo-Si no, no me repetirían tanto que controle mis emociones-Comento-Parece que soy el padawan mas problemático que han tenido en años-Digo para añadir un toque de humor a la conversación.

Daesha esbozó una pequeña sonrisa mas relajada por la broma de Siria.

- No digas eso. - Emitió una pequeña risotada. - Oye, si quieres puedo acompañarte a hablar con algún Maestro.

Me quedé pensativo durante un momento.

-Si crees que es necesario iré, si tu me acompañas-Respondo, no me hacía gracia ir, pero si era necesario, tendría que hacerlo

- Creo que es necesario si... y seguramente el Maestro te lo agradecerá. Pero debes contarselo todo. Iré contigo no te dejaré solo, por si se te olvida comentar algo- Dijo bromeando.