Partida Rol por web

- ¿Acaso no has visto la columna de humo que sale del templo?- Dice antes de que la vea marchar y mira a Ruka.

- Ahora si que necesitaria un momento para mi meditación.

Escuché a Daehsa y no pude evitar mostrar una pequeña sonrisa.

- Yo me ocuparé.- le dije y llamé a la chica desconocida.- ¡Espera! No es seguro ir ahí y menos si vas sola. ¿Por qué no lo tratamos todo con más calma?

Imaginé que si no mostraba confianza en ella de poco servirían mis palabras, por lo que le corté el paso y le extendí el brazo.

- Puedes llamarme Ruka.

Se llevó la mano a la cabeza intentando tranquilizarse.

¿columnas de humo?¿No es seguro?

¿Qué demonios está pasando aquí? Lo último que supe es que pedían a los jedis que se entregasen...

- Yo soy Daesha y por lo que parece... el templo de Coruscant también ha sufrido el mismo destino que el nuestro... sospecho que los sith han tomado todos los templos - Murmura quedándose mirándolos con los ojos bien abiertos... ¿como podrian restablecer el orden sin ningún maestro?, eran tan solo padawans.

¿Y por qué esa comunicación? ¿Por que tenemos que entregarnos?

Lekar movió la cabeza pensativa

Tengo que encontrar a mi maestro. El sabrá que es lo que hay que hacer

Lekar estaba confusa. Era demasiada información en tan poco tiempo, pero no la suficiente.

- No quiero ser pesimista pero... tal vez hayan acabado con todos los maestros... en nuestro templo los mataron protegiendonos mientras escapabamos. - Dijo mirandola con lástima recordando los últimos momentos de su maestro.

¿Qué mataron a vuestros...? Finalmente Lekar se sentó en el suelo y dejó caer su capucha por la espalda llevandose las manos a la cara. Paso unos minutos en silencio, tratando de organizar su mente hasta qeu finalmente levantó la cabeza y mirando a los demás padawans dijo con voz grave.

-Por favor, contadmelo todo. Por cierto, me llamo Lekar

Por la puerta entra Ben-ju y entre sus brazos lleva a Bislara como si de un bebé se tratase.

Por la puerta entra un chico y entre sus brazos lleva a una chica como si de un bebé se tratase.

Entras en la sala, además de tus compañeros, hay una gungan con túnica posiblemente de jedi.

Poco antes de llegar a la sala, Bislara te ha soltado de como iba "abrazada" a ti.

Como había estado bastante ausente durante lo ocurrido, quizás por el pánico que me entró, pensé que mi versión de los hechos iba a ser poco informativa, por lo que dejé a Daesha responder a esa pregunta.

Mientras, miré alrededor, por si había alguien parecido al maestro de Lekar en la sala y de paso por si veía aparecer de nuevo a Ben-ju y Bislara, pues a mi parecer estaban tardando demasiado, al igual que Urt en reaparecer, algo que veía muy difícil.

¿Dónde estarán estos dos? Si tardan mucho iré a buscarlos.

Justo en ese momento aparecieron. Mi expresión fue de extrañeza. ¿Qué hacía Ben-ju llevando así a Bislara? ¿Se habría vuelto a enfadar con él y por eso Ben-ju se vio obligado a traerla de vuelta así o habría ocurrido algo?

- Tardabais mucho. ¿Pasó algo?

-Trataron de secuestrarla- deje a bislara suavemente sobre un asiento- Esta ciudad es como el mismo infierno- me preguntaba que abria pasado, pero ahora no era momento de ponerme a preguntar, queria comprobar que bislara estaba bien.

-¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! - Pregunto preocupado - ¿Está bien? ¿Estáis bien?

Muevo la cabeza de arriba a abajo.

-Sí, estoy bien... me sorprendieron mientras orinaba.

Parece estar en buen estado, pero no podrías asegurarlo, no eres médico.

Endurecí la expresión.

- Será mejor que siempre vayamos de dos en dos, como mínimo...

Miré a Lekar y les presenté:

- Chicos, ella es Lekar, busca a su maestro.- enfaticé en lo último.

Llegué aquí con el hace tres días- explicó la joven gungan, mostrando ahora a todos su rostro. Los gungan era una raza realmente rara de ver en Coruruscant, de hecho ella era la primera de su raza que habían admitido en el templo, y aún más como aprendiz-Recibimos la orden de entregarnos y mi maestro fue a investigar...no se nada de él desde entonces, pero no pueden haberle matado tan facilmente...el...el sabía que algo raro pasaba, de otro modo no me hubiese ordenado esconderme. Por favor, contarme que ha pasado-insistió

Daesha miró a Bislara y suspiró, mira que le dijeron de acompañarla pero su orgullo era mas poderoso...

- Venimos del templo de Dantuine, estabamos en unos entrenamientos cuando aparecieron un grupo de Sith diciendo que tomaban el templo. Mataron a la mayoría de los padawans y a los maestros... Hemos logrado a escapar y aquí estamos. Imagino que está pasando lo mismo en tu templo. Tenía esperanzas de que no fuese así pero ya...- La Twi'lek bajó la mirada totalmente desesperada y desanimada.

-Perdona mis modales- digo poniendome en pie y mirando a la aprendiza- Creo que la preocupacion me a hecho perder un poco los papeles, ¿podrias explicarme algo mas de esa orden que te dieron de entregarte?-

La gungan miró a la chica twi'lek con una mezcla de desesperación y dolor

Pero... no puede ser-acerté a balbucear. Comenzó a mover las orejas involuntariamente, nerviosa mientras hablaba en lengua gungan en voz baja. Finalmente y dandose cuenta de no hablaba en lengua común y levantando la cabeza dijo.

Entonces, estamos solos, sin maestros contra un ejercito de Sith. ¿Es lo que me estaís diciendo? -movio la cabeza. Lekar se negaba a creer que su maestro estuviese muerto. Para empezar el sabía que ocurría algo y había partido con precaución. Además era muy inteligente.... no, no podía estar muerto.

No creo que mi maestro esté muerto-concluí finalmente.- La situación era muy distinta a la de los vuestros. Nosotros tuvimos algo más de tiempo...cómo ya os dije una comunicación de radio nos dijo que nos rindiesemos y mi maestro me ordenó esconderme mientras investigaba. De todos modos ¿Que pensaís hacer ahora?-no esperaba que me admitiesen en el grupo. Toda mi vida había despertado recelos entre los jedis...pero lo cierto es que esta no era una situación muy normal