Partida Rol por web

Una gungan joven con una túnica entra en la sala de espera.

Llegas a una pequeña sala, y al entrar ver a una twilek, a un humano y a una huamna. Parecen algo menores que tú y llevan largas túnicas.

Lekar se acerco a los chicos tratando de ocultar su fuerza y con la cara cubierta con una capucha para que no se adivinase su raza. Era raro ver gungans por aquel planeta y no deseaba llamar la atención.

-Diculpad. ¿No habreís visto pasar por aqui a un hombre alto con barba?

La voz de alguien me sacó de mi ensimismamiento. Me froté los ojos para ver si así mis pupilas se acostumbraban a la nueva iluminación, pues había pasado demasiado tiempo observando aquellos fluorescentes.

- Lo siento. Creo que no lo he visto.

Me sorprendió que alguien nos preguntase. Después de ver cómo nos miraban todos allí desde que Daesha había sacado el dinero, era algo realmente extraño.

- Pero no te preocupes. Si lo veo, te lo diré.

Niego con la cabeza.

-Lo siento pero no, estamos preocupados de otras cosas.

Tampoco lo he visto... de todas formas no estamos muy atentos a las personas que estén pasando... - Dijo mirando a la encapuchada

Gracias de todas formas -dijo la joven seriamente y sin dejar ver su rostro. Ya iba a alejarse cuando algo la impulsó a volverse hacia ellos de nuevo y hacer una imprudente pregunta

-Vos...¿Sois jedis?

Sabía perfecamente la respuesta, sentía fluir la fuerza a través de ellos, pero aun así necesitaba preguntarlo

La sangre se me hiela, miro a Daesha y a Ruka, podríamos decir la verdad, pero también podríamos cometer un error y declararnos como jedi ante un posible enemigo. Realmente no se qué hacer.

La nueva captó toda nuestra atención con solo aquella pregunta. Zakarias me miró y yo le devolví una mirada de preocupación. Seguramente estábamos pensando lo mismo. ¿Qué podíamos decirle?

Quizás rodeando un poco sobre la cuestión encontremos la escapatoria.

Me forcé a sonreír para no parecer excesivamente tensa, como si no le diese importancia a la pregunta:

- ¿Por qué lo preguntas?

Lekar se hubiese llamado de todo a sçí misma por hacer aquella pregunta. Aquellos chicos la superaban en número, ¿Y si tenían algo que ver con...?

-Curiosidad-dijo bajo su capucha-las ropas...la fuerza-añadió finalmente.  Si cometía una locura la cometería hasta el final. Ya vería luego cómo saldría de aquella situación

De nuevo mi mirada se detiene en mis compañeras y discretamente coloco mi mano para poder desenfundar el sable láser rápidamente en caso de necesitarlo.

Al ver como el niño va moviendo la mano lentamente Lekar retrocedió unos pasos y con voz tranquila espetó:

-Yo que tu no lo haría...No tienes motivo para atacarme

Estaba preparada para atraer el sable con la fuerza si era necesario, pero no quería atacar...al menos no de momento.

Haciéndome el loco y sin moverme más simplemente me mantengo quieto.

Al menos ya estaba claro que la desconocida también era una Jedi. Hablar de la fuerza y reaccionar cuando Zakarias había movido la mano hacia el sable la había delatado.

Me levanté lentamente, mirando directamente a la desconocida para que viese que no trataba de hacer ningún movimiento extraño y mucho menos atacarla. La superábamos en número, así que, si era lista, no me atacaría.

- Tranquilicémonos todos. No hay necesidad de montar un número. - Miré a todos y luego, volví a hablar.- Dinos, ¿por qué buscas a ese hombre? ¿Y qué hacéis en Coruscant?

Sabía que lo más normal es que se pusiese a la defensiva, aunque por preguntar no perdíamos nada. Mi tono fue normal, intentando no parecer tan autoritario como solía.

Busco a mi maestro-dije prudentente -desapareció hace tres días...¿Qué haceís vosotros aquí sin vuestros mentores?

La Twi'lek se sorprendió al ver que se trataba de otro padawan.

Daesha respondió con otra pregunta. - ¿Que ha ocurrido con el templo de Coruscant?... si eres de aquí sabrás la respuesta...

¿Que?

Lekar estaba confusa.

¿Cómo que que  ha ocurrido en Couruscant? Hemos estado fuera, en una misión y llegamos hace tres días¿Qué está pasando aquí?

Suspiré, resignada.

Otra más como nosotros. La cosa en si debemos confiar en ella o no.

- Escucha, aquí ha pasado algo raro. ¡No puede ser que Coruscant tenga desde siempre este aspecto tan devastador!

Miré a mis dos compañeros. No sabía si debía hablar de lo que nos ocurrió o, si por el contrario, lo mejor era mantener la distancia con aquella padawan.

¿Aspecto devastador? Por lo que Lekar saabía estaba en los suburbios y los suburbios no solían tener buen aspecto. Una idea comenzaba a ocupar la mente de la joven y murmuró algo por lo bajo.

-Voy al templo

Segundos después la joven corría a toda velocidad en dirección al templo de Couruscant