Partida Rol por web

—La próxima vez que vengamos a alguna misión, habrá que traer motojets. 

Casi como si de un niño se tratara, Zated puso la mano sobre el droide. 

- R8, cierra bien y defiende la nave. Si te ves en apuros despega y después ponte en contacto con nosotros. En cuanto podamos vendremos a ayudarte. Sabes manejar la nave mejor que varios de nosotros, así que sé que la dejamos en buenas manos. - sonrió y después se dió la vuelta para seguir con sus compañeros. 

Zated iba caminando sigiloso, escondiéndose entre las rocas como si fuera parte de sí mismo. Había estado entrenando con su maestra las tácticas militares y entre ellas se encontraban las técnicas del movimiento furtivo. Además, al no tener ojos, podía sentir lo que sucedía a su alrededor, y eso era una ventaja que sólo tenían los de su especie. 

Mi Neb trataba de moverse siguiendo los pasos de Zated, en sigilo, encontrando los mejores ángulos para que no los vieran. 

De pronto, su comunicador empezó a sonar. O más bien a chillar. 

—¡Mierda, la alarma! —los pitidos eran estruendosos— ¡Joder, lo siento, la pongo así para despertarme, mi meditación es muy profunda! —tecleó y tecleó... con sus dedos, la x de anular era muy pequeña, pulsó donde no debía.

—Ops, he mandado seis órdenes para comprar seda de túnica jedi... afortunadamente mi comunicador no tiene demasiado alcance...

La tecnología, esa tenía la culpa...

Xostun acompañaba al resto, sabiendo que iban a encontrar oposición por parte de los sith, estarían haciendo guardias o tendrían cámaras de seguridad. Protección no iba a faltar en el lugar, pero el zabrak no estaba demasiado atento a donde quiera que estaban las pistas. En su lugar miró el dispositivo de Mi-Neb.

- Te entiendo, no hay nada mejor que una pequeña meditación después de comer, por ejemplo.

Tras la pequeña broma observó por si el comunicador hacía de invitación a alguna fiesta llena de lucecitas de color rojo.

Con la nave preparada a cierta distancia por si les tenían que recoger con urgencia, el grupo del lado luminoso de la Fuerza se internó en la instalación.
No parecía dificil. El hecho de que estuviese con aspecto abandonado jugaba en su favor, ya que no podían tener tropas visibles vigilando. Por lo que entrar al perímetro fue fácil. Escalaron un muro lateral y continuaron un poco más.
Se estaban pensando si entrar por el acceso principal de la parte baja o subir a alguna de las plataformas superiores, cuando la suerte pareció abandonarles.

Zated y Xostum vieron una camara de vigilancia y la evitaron, pero Mi-Neb no pareció darse cuenta y se dirigió a ella directamente. Sus compañeros intentaron avisarle, pero no llegaron a tiempo. El Jedi se colocó justo enfrente del aparato, como si estuviese haciendose una instantanea a propósito. Y claro, las alarmas empezaron a sonar.

De repente la base cobró vida, los cañones antiaereos se pusieron en funcionamiento cubriendo el cielo. Y no hacía falta ser Jedi y ver el futuro para saber que enseguida tendrían compañía.

Tenían pocas opciones. O quedarse y aguantar lo que les viniese encima, o huir.

No obstante, en medio de todo el jaleo, Mi-Neb se fijó en una cosa. En un lateral, pegado a la pared de roca donde estaba la cámara, había un panel camuflado. Parecía ser un acceso de servicio. Pero no podían saber a donde les llevaría. Salvo que era al interior.

Mi-Neb señaló al panel. 

—Mirad a ver si podéis abrirlo, yo os cubro la espalda —comentó preparado con su sable de luz en la mano. Si veía acercarse a alguien, podría parar los disparos. 

Disparándose la alarma todo se aceleraba, los soldados sith se pondrían en camino y dependerían para sobrevivir de las dotes para la puntería de esos soldados. Al poco les llamó la atención el conducto, una vía de escape de esa situación que podía complicarse.

- Veamos qué se puede hacer, nadie dijo que fuera fácil colarse en un redil sith.

El zabrak intentó dar buen uso a sus conocimientos técnicos, no iba mal encaminado hasta que tuvo que tocar el aspecto electrónico, que era uno de sus puntos débiles.

Seguramente habría sido mucho más rápido y fácil acceder al pasaje de servicio con el sable laser. Pero entonces habrían dejado claro por donde habrían ido. Pero Xostum y Zated se pusieron rapidamente manos a la obra y anularon la seguridad para poder pasar. De hecho lo hicieron tan bien que lograron dejarlo todo como estaba. Si no lo examinaban de cerca no sabrían que había entrado alguien.

El pasillo estaba oscuro, pero la luz de la espada de Mi-Neb iluminaba lo suficiente como para darse cuenta de que era un pasaje de mantenimiento. El metal de las paredes estaba algo oxidado, por lo que parecía que hacia tiempo que no se usaba. O por lo menos que no tenía un mantenimiento básico.

El grupo no tenía muchas opciones. O salían fuera, que seguramente tendrían compañía en breve, o seguían por el tunel a ver donde les llevaba.

—Sigamos por el túnel —dijo Mi-Neb, deseoso de solucionar su error anterior, cuando le había visto la cámara— De todas maneras, será lo que la fuerza quiera que sea. 

Zated no quería hacer mella en Mi-Neb. Él ya estaría reprochándose a sí mismo el pequeño despiste. Pero todos podían generar algún problema en determinados momentos y lo ideal era seguir juntos y confiar en que la fuerza les ayudaría en su camino. Se paró un momento, observando determinadamente el pasillo. Estaba claro que aquello era un pasillo de mantenimiento, y quizás ni los propios guardas supieran de su existencia. Eso, podría suponer una gran ventaja, pero también implicaba que podría estar ocupado por criaturas que no tuvieran otro sitio donde esconderse, así que debían de ir con mucho cuidado. 

- Bien hecho, compañeros. Seguro que conseguimos nuestro objetivo aquí, sólo tenemos que confiar en nuestras capacidades y en la fuerza. 

Al entrar en el conducto y lograr cerrarlo, parecía que ganaban unos minutos que había que aprovechar. El zabrak estaba dispuesto a seguir y terminar con éxito la misión. Luego celebraría con sus amigas filósofas twi'lek.

- Adelante, pero habrá que salir en cuanto veamos las celdas. Afinemos el oído por si llega hasta nosotros cualquier sonido.

Con eso se puso en marcha, pensando en que había que hacer el trabajo bien, borrar toda la información que los sith pudieran haber sonsacado. Apoyándose en los codos y con el rifle agarrado, fue desplazándose.

Lo habían hecho bien, no sólo habían desaparecido de donde les detectaron si no que, con un poco de suerte, no sabrían por donde buscarles. Al menos al principio. Así que los tres empezaron a andar por el conducto.

A medida que avanzaban se fijaron que la dejadez iba menguando, estaba más limpio el lugar o al menos con más mantenimiento. No obstante no iban a poder estar por ahí siempre, en algún momento tendrían que salir. Tras uno cien pasos llegaron a una puerta, la primera que habían visto, pero el pasillo seguía. También tenía un panel de acceso, pero era muy similar al que habían manipulado para entrar.

Hasta ahora no habían escuchado nada.

Viendo una nueva puerta cercana y la posibilidad de continuar, hubo de detenerse un segundo para evaluar opciones aunque más bien estaba en manos de los Jedi.

- Qué notáis vosotros. Si vuestros sentidos no os dicen nada podemos bajar a probar suerte. Hemos de capturar algún soldado para que nos informe sobre dónde están las celdas.

Expuso ya que había que evitar recorrerse de arriba a abajo todo el complejo.