Partida Rol por web

Finalmente el grupo decidió ir a emboscar a quienes saliensen del poblado. Lo cual fue un acierto, ya que una patrulla de tres salió en dirección a los restos del accidente. O eso parecía.
Los jedis y el soldado se apresuraron a esconderse, y los mercenarios pasaron de lardo de donde estaban sin verles a pesar de que se les notaba atentos.

No hubo mucho que hacer. El asalto los pilló por sorpresa y no pudieron hacer nada al respecto. Los tiros en aturdir y los empujones de la Fuerza no fueron rival para aquellos hombres.

Ahora tenían tres prisioneros más y sus armas y armaduras.

La emboscada había resultado ser perfecta, no resistieron el embite inicial y pronto los tuvieron inconscientes. Xostun se fijó en los cuerpos tendidos, tenían suerte pues la rápida derrota les evitó que los Jedis tuvieran que recurrir a sus sables.

El soldado no tardó en descubrir su rostro, dejando el casco en el suelo para entonces recoger el de que pareciera tener mayor rango, unos segundos después volvía a cubrir la cabeza.

- Este casco estará sintonizado con la frecuencia actual.

Aclaró a sus compañeros, en tanto que iba recogiendo las armas para apartarlas, les vendría bien aunque fueran los nuevos medpacks. El zabrak entonces se levantó mientras guardaba uno de ellos y ofrecía otro a cada uno.

- No sé cómo veis la posibilidad de sonsacarles. Si no lo lográramos tendríamos que volver con alguna historia creíble.

El joven no era un buen conversador, ni interrogador. Más bien era un fanático de la tecnología con un feo pasado detrás, prefería dejar el contacto social a los Jedi aunque estaba viendo que como grupo parecían tener un punto débil y era la dificultad para sonsacar a los prisioneros.

Zated miró los cuerpos inconscientes de los soldados. ¿Cuántos más habría como esos?

- Debemos avanzar con cautela, si bien este ha sido un combate fácil, no sabemos cuántos más podemos encontrarnos. Además, cuanto más tiempo pase, más difícil será aprovechar la sorpresa. 

Si Mi-Neb se colocaba la armadura, podrían intentar hacerse pasar por ellos. El problema era si les preguntaran algo, podrían hacer como que las comunicaciones estaban fallando, y así ganar algo de tiempo. Aceptó su medpack y asintió a Xostun. Aunque Zated no era la persona más indicada para sonsacar información, tenían un diplomático en el grupo. 

—Podemos colocarnos los trajes, llevar las armas. Ocultar los sables en las mochilas. Simular un tiroteo en las afueras y correr hacía la puerta mientras nos disparan, podemos dejar un rifle en automático disparando hacia arriba. Simulamos el fallo en las comunicaciones y esperamos a que abran la puerta y al entrar, los reducimos. 

Ese era el plan de sus compañeros desarrollado. ¿no?

—Estoy seguro que estos mercenarios —o lo que fueran— no están tratando de hacer nada bueno, y querría capturarles a todos para que los habitantes del poblado decidan que hacer. Dudo que estén conformes con ellos aquí. 

Parecía iba siendo hora de hacer un intento con la puerta principal, estaba de acuerdo con la idea general de Mi-Neb y no tardó en manifestarlo.

- Podemos intentarlo, sí, que nos permitan la entrada con la excusa de que nos han disparado y no vemos el origen, esto es, que hay francotiradores apostados, eso justificaría un regreso anticipado.

Aprovechó para ajustarse el rifle a la espalda, era un arma más larga que su carabina y sentía una cierta incomodidad, el gesto le llevó unos segundos.

- Vamos que ya son nuestros.

Comentó con una breve sonrisa bajo el casco que no podrían ver, por suerte el tono de voz ya sugería que trataba de divertirse.

- Ahora en serio, si recibísteis una señal de ayuda que luego se detuvo podría ser de un Jedi prisionero. 

Trató de indagar para ver si sus percepciones místicas les habían dicho algo al respecto, él tenía que recurrir a su intuición mundana.

- No podemos saber aún de quién es. Pero la fuerza nos guiará hasta él. - dijo el miraluka. 

El plan era, en la teoría, sencillo. Pero estas cosas raramente salían bien. A pesar de guardar su sable, se aseguró de tenerlo bien a mano por si tenían que usarlo. 

Vestidos con los trajes de los soldados enemigos, el grupo de héroes de la republica preparó la trampa para poder entrar en el poblado.

Xostum logró dejar uno de los rifles disparando en automático, y los tres corrieron hacia la puerta principal. Tanto el guarida de esta, como de la secundaria, se les quedaron mirando y apuntando mientras se acercaban. Aunque parecía más preocupados en saber quién estaba disparando a sus compañeros.

¿Qué pasa? ¿Quién os ataca? ¿Por qué no habéis avisado antes?

Mi-Neb odiaba estar metido en aquella armadura, pero era necesario para infiltrarse. 

—¡No hay tiempo! —gritó, tratando de poner una voz neutra— Tienen interferidas nuestras comunicaciones. ¡Abre! ¡Han destripado a Rex y Cody!

Era un intento desesperado, pero le daría credibilidad usar los nombres que había conseguido. 

El soldado se quedó un tanto extrañado por un momento, de hecho casi pudieron notar como arrugaba la frente debajo del caso, pero finalmente llamó a la puerta y esta se abrió dejándoles pasar.

Muy bien pasad. Pero el comandante querrá hablar con vosotros. No habéis seguido las ordenes.

Estaban dentro. Pero ahora tendrían otras preocupaciones. Como mínimo los seis soldados que veían.

Los dos que estaban en la puerta se quedaron mirando a la espesura y apuntando, atentos para disparar a cualqueir cosa que apareciese.

Al abrirse las puertas pudo ver el campamento, pequeño y discreto, no se veía nada como prisioneros o una maquinaria que justificara la presencia de estos soldados.

- No tardemos, tenemos que reportar.

El zabrak siguió el juego, la idea de ir directamente hacia el comandante les venía perfecto, aunque desconocieran cuál era la maldita tienda en la que se encontraba. ¿A la derecha? Eso era una simple y llana lotería. Hay que ponerse a luchar ya mismo, aprovechar la ventaja. Viendo que Zated se desplazaba hacia la izquierda Xostun no pudo más que coincidir pues parecía que tendrían las espaldas seguras.

- Si nos colocamos ahí puedo tratar de colar una granada entre esos tres de la entrada.

Solo tenían que moverse un poco más y ver si había buen ángulo para lanzar una granada parabólicamente. Sería un inicio ruidoso pero con tantos enemigos no podía más que recurrir a la artillería al menos hasta que sus fuerzas se vieran mermadas. Parecía que el momento de los disparos en aturdir había pasado.

El ardid había funcionado... hasta cierto punto, pero lo que veían dentro era un gran campamento de soldados. No el poblado que esperaba Mi-Neb. 

—Adelante, Xostun, arroja la granada, veo que no queda otra posibilidad que la violencia. 

Era triste que la galaxia estuviera en aquel estado. 

No parecían tener muchas opciones cuando había que ir hacia el comandante pero no tenían ni idea de dónde encontrarlo. Lo único en lo que pensaba el zabrak era encontrar una zona defendible para cuando empezaran las hostilidades, aunque de hecho pensaba iniciarlas él mismo. Al noroeste había un espacio despejado con cajas, quizás sirviera para sus intereses, además las tiendas dificultaban la visión lo que podría venir bien a los Jedi. Buen sitio. Tras decidirse por ese lugar caminó con tranquilidad como si supiera hacia donde iba, es decir como si fuera un soldado del lugar.

"Hay que pegar duro o nos superarán en número rápidamente. Como sucedió en Sigma 4 aunque ese día no teníamos Jedi de nuestra parte."

Tenía pinta de que esta batalla iba a ser un reto tras el que se conocerían mucho mejor. Xostun deseó que todos salieran adelante y aprender un poco más sobre las actividades mafiosas en este planeta. Sí, actividades mafiosas, había un jefe criminal detrás, lo veía claro. Los que conocían al zabrak sabían que siempre veía este tipo de relaciones en todas partes, aunque luego con un esfuerzo consciente lograra seguir las normas y los protocolos que correspondiesen.

Dejó el rifle blaster colgando al hombro, agarrando en su lugar el lanzagranadas para tratar de herir a dos enemigos, apuntó a la entrada e hizo un tiro parabólico que llegó justo al lugar que pensaba alcanzar, la explosión sacudió con fuerza a dos de los soldados.

Xostun no se lo pensó mucho tras haber entrado. Se movió para coger cobertura y disparó su lanzagranadas antes de que pudieran darse cuenta de que no eran de su grupo.

Tampoco se veía a nadie que no fueran los soldados por el poblado. O estaban en las casas o en otro sitio.

Zated entendió las intenciones de Xostun y se preparó para la batalla. Si su granada aturdía a dos enemigos, él podría encargarse de otros dos. Así que en vez de dirigirse hacia su compañero, fue en la otra dirección, rodeando el fuego que había en mitad del campamento, y mientras se preparó para la batalla. 

Mi-Neb vió que Xostun lograba terminar con dos de los soldados de la puerta. Zated por otro lado avanzaba por el lateral para emboscar a los que estaban todavía más adelante. 

A él le quedaba el único vivo entre los de la puerta, se acercó rápidamente y levantó su sable de lux, para encenderlo cuando estaba a un metro del soldado. 

Podría haberle atravesado el corazón, pero en el último segundo desvió la hoja para tratar de reducirle con una herida menos letal. El problema es que no le redujo del todo, únicamente le hirió un poco.