Partida Rol por web

Theen consciente de la apremiante situación en la que se encontraban empezó a realizar una minuciosa búsqueda en todo el lugar de algo que pudiera llamar su atención. Tenia que haber alguna forma para salir de allí, quizá habían pasado algo por alto.

Theen y Nop pensaban desesperadamente en un modo de salir de allí, mientras la habitación se llenaba cada vez más rápidamente de vapores peligrosos. Tosieron un par de veces mientras buscaban algo, lo que fuera... una pista que les permitiera descubrir una salida.

Theen se fijó en algo curioso. Una de las cuatro paredes de la celda tenía dos sillares por entre los que se colaba lentamente el humo que salía de la abertura... como si hubiera una grieta en la argamasa del muro y al otro lado un espacio que generase corriente. ¿Tal vez otra sala? En cualquier caso, aquella pared era la opuesta a la de la puerta, así que si de alguna manera lograban atravesarla, no tenían modo de saber dónde acabarían.

-Mira esto Nop, parece una grieta en la argamasa del muro- Theen señalaba fijamente con sus grandes brazos aquello que había encontrado. Sabia bien que tomar una decisión es esos momentos era mas bien cosa de actuar rápido que de elaborar un plan por lo que no había otra opción mas que arriesgarse. –Quizá podríamos probar con los sables láser, de alguna forma deberíamos intentar derruir la pared-

Nop se acercó con esperanzas a su compañero y observó la diminuta grieta con entusiasmo renovado. Tras las palabras de Theen desenfundó su sable láser y lo activó. El refulgente haz de luz bañó el rostro del jovencísimo padawan y este miró al anx para que lo imitara.

- Intentémoslo juntos. - le dijo esperanzado.

Theen y Nop activaron sus sables, que brillaron con su luz anaranjada y verdosa respectivamente. Sin dudar un momento, los hundieron en los muros de piedra de la celda.

Los sables ofrecieron mucha resistencia, pues la piedra no era tan fácil de fundir para ellos como una lámina fina de metal, y chisporrotearon salvajemente. El anx y el zabrak tuvieron que cerrar los ojos con fuerza para que ninguna chispa o esquirla les saltase y les hiciera daño. Sin embargo, poco a poco la roca cedía y el muro temblaba.

Finalmente, consiguieron romper uno de los sillares y sacaron los fragmentos a base de patadas, pues estaban demasiado calientes para cogerlos con las manos. El hueco que habían hecho era suficiente para que Nop pasara por él con cierta dificultad, aunque tendrían que ensancharlo si querían que Theen también pudiera salir por ahí.

Detrás de la pared había, efectivamente, otra estancia. Sin embargo, estaba sumida en la oscuridad, de modo que los dos padawan no tenían modo de saber lo grande que era. Lo único que podían ver gracias a la escasa luz que penetraba desde su celda, era un suelo de piedra idéntico a aquél sobre el que ellos mismos estaban en ese momento. No parecía que la otra sala fuera a ser muy distinta.

-Tu por delante Nop, por el momento no hay mucho que hacer- Dijo Theen al tiempo que apagaba su sable y volvía a guardarlo –A menos que consideres mejor tirar toda la pared. A mi parecer por el momento debemos saber que hay del otro lado.-

Theen estaba algo nervioso, no le gustaba nada el no poder tomarse el tiempo para decidir coherentemente, a la par ahora se enfrentaba a la posibilidad de estar atrapados en una serie interminable de cámaras.

Nop asintió a su compañero y dejó activado su sable láser para poder ver mejor en aquella siniestra oscuridad. El aire estaba menos viciado y el padawan respiró profundamente, aliviando la tensión acumulada en las últimas... horas? El pequeño zabrak se preguntó por su maestro y el resto de Jedis y padawans.

Se adentró en la oscura estancia y, alumbrando con su haz de luz verde, la examinó buscando algún tipo de salida, como una puerta. Con suerte, en esa sala, la defensa de la puerta estaría desactivada y podrían usar los sables para abrirla.

-Si no te molesta iré avanzando con la pared- Le hablo Theen a Nop al tiempo que encendía de nuevo su sable y se preparaba para continuar ampliando el hueco. Quizá llegado el momento tendría que moverse rápido por lo que era mejor empezar cuanto antes.

Los chisporroteos del sable láser de Theen eran lo único que podía oírse mientras Nop examinaba a la mortecina luz verde de su sable la configuración de la sala en la que acababa de entrar. Era similar a la celda en la que ellos estaban hacía sólo un momento. También tenía pebeteros para iluminar, pero en esta sala estaban apagados.

Era una estancia notablemente más fresca que su celda, pues no había rejillas en el suelo que conectasen con la gran sala del piso inferior por la que discurría el río de lava. Había igualmente una puerta, de la misma factura que la que ya habían visto en la celda contigua. Era una sala prácticamente idéntica a la celda en la que habían encerrado a los dos padawan.

Theen terminó de ensanchar el hueco con su sable, ahora cabía sin problemas por él. Después de todo, habían encontrado el modo de salir de su cautiverio... aunque quedaba por ver si podían encontrar una salida de esa nueva ratonera.

Nop advirtió la llegada de Theen y le hizo un ademán para que se acercara hasta la puerta.

- Esta sala debe ser otra celda. Pero los fuegos están apagados, tal vez la seguridad de la puerta esté desactivada.

Con un ligero movimiento de su muñeca, Nop acercó la punta luminosa de la hoja de su sable láser a la puerta y esperó la reacción de ésta.

Al igual que ocurrió en la primera celda, no bien el sable verde de Nop rozó la superficie de la puerta, su luz vibró y se apagó con un chasquido. La sala se quedó a oscuras.

El joven zabrak reprimió una maldición. Sólo podía deducirse que lo que desactivaba el sable láser era el propio material de las puertas, lo cual dificultaba aún más las cosas. Sabía que su espada volvería a funcionar pronto, pero debía desechar la idea de abrir un boquete en la puerta.

Theen estaba claramente molesto con la situación, no le gustaban ese tipo de cosas, no le gustaba jugar al juego de los demás, pero al parecer habría que hacerlo. –Habrá que buscar algún dispositivo que nos permita salir, alguna rendija, o finalmente habrá que destruir las paredes.- le hablo Theen a su compañero mostrando ya señales de estar perdiendo la tranquilidad.

Cuando Theen acabó de dar su opinión ante lo desesperante de la situación, ambos oyeron algo que durante un segundo les heló la sangre en las venas.

Era una risa, una carcajada profunda y estentórea que sonó como un eco estridente. Parecía venir de todas partes, rodeándoles... pero a la vez sonaba como si la hubiesen escuchado desde lo más hondo de su mente. ¿Estarían volviéndose locos a causa de intoxicación por el humo? Sin embargo, ambos habían podido escuchar lo mismo...

A Nop se le aceleró rápidamente el pulso cuando comenzó a escuchar la estentórea risotada. De un súbito movimiento, alzó su sable de luz y comenzó a otear la oscuridad de la estancia con un creciente nerviosismo en su interior. Pero no logró divisar nada a pesar de que el sonido parecía provenir de todas partes. Levantó la cabeza y observó a Theen y pudo comprobar que él también lo escuchaba; por suerte, parecía improbable que se estuviera volviendo majara. Se tapó los oídos y entonces todo volvió a la calma*, aunque el joven y ensuciado padawan no destensó su cuerpo y continuó aferrado a su sable con firmeza.

- ¿Qui... Quién anda ahí? - gritó con fuerza, aunque algo indeciso. Instintivamente, pegó su espalda a la pared más cercana esperando cualquier movimiento en las sombras.

En cuanto Nop lanzó aquella pregunta al aire, un resplandor azulado iluminó a ambos padawan desde atrás. Se volvieron alarmados para comprobar que la luz venía de un rectángulo en la pared opuesta a la de la puerta. Era una pantalla en la que no habían reparado al entrar, pues estaba bien disimulada entre los sillares. Se había encendido y mostraba un recuadro de filmación completamente vacía, con un fondo negro.

El joven Nop dio un respingo y contempló con asombro lo que ante ellos aparecía como por arte de magia. ¡Cómo podían haberlo pasado inadvertido? Se reprochó el pequeño zabrak. Si su maestro hubiera estado ahí le habría costado una buena reprimenda.

Apagó su sable de luz y se acercó cauteloso hacia lo que parecía una especie de pantalla de fondo intensamente oscuro. Alargó su mano y tocó la superficie con curiosidad.

-Esto se pone cada vez mas intrigante- hablo mas que nada para si el pequeño Anx. Observando el cuarto con detenimiento Theen dejo que su compañero se hiciera cargo de aquella aparente pantalla mientras el revisa los alrededores en busca alguna posible vía de escape.

El panel no tenía ningún botón, ni controles manipulables. Theen se aproximó para intentar averiguar qué era, cuando una forma se aproximó en la grabación, una silueta oscura que llenó la pantalla.

Era un hombre, o al menos eso parecía. Iba vestido con una amplia túnica oscura y se cubría con una capucha gruesa. Exhibía una sonrisa cruel en sus dientes amarillos, y miraba a ambos padawan como si los tuviera delante.

- Hola, muchachos -saludó el tipo-. ¡Qué ganas tenía de hablar por fin con vosotros! Debo decir que vuestros compañeritos han sido más rápidos...

Se rió con sorna, pero enseguida volvió a hablar.

- Bueno, lo importante es que al fin habéis salido -celebró-. Y os va quedando poco tiempo. Pero no importa, los Jedi sois gente muy hábil y seguro que encontráis la manera de escapar de mi humilde morada antes de que pasen... cuatro horas y media, que es el tiempo que os queda ya. De lo contrario... me temo que la Fuerza no os acompañará.

Soltó una carcajada demente.

- En fin, a ver si tenéis tanta suerte como vuestros otros amiguitos y os vais abriendo paso. De lo contrario... puede que acabéis como vuestros pobres Maestros. ¡Nos veremos pronto!

Su imagen desapareció de la pantalla y la habitación volvió a quedarse a oscuras.

Interesante pensó Theen mientras se cubría con la túnica tal como lo hacia su anfitrión, pero no dijo nada al respecto sino que se dedico a escuchar todo y a responder de la manera que mejor la parecía. –Increíble, a acabado con todos los maestros el solo, su poder debe ser inigualable. Es algo tentador la concepción de poder alcanzar tanto poder-. Theen guardo silencio esperando simplemente, como si dudara y sus pensamientos fueran confusos, pero no lo era. –Demasiado tentador…, y ahora con los maestros muertos somos libres, libres para  ahondar en los poderes de la fuerza como mejor nos parezca. Creo este juego a acabado beneficiándome- Theen había pensado en reír, pero era un pésimo actor por lo que evito hacerlo. Y dándole la espalda a la pantalla culmino –Ahora el poder esta a mi alcance y solo tengo que salir de aquí para cogerlo-…

Caminando en los alrededores prestando atención al lugar, Theen se concentro en despreciar la presencia de su compañero, pero al mismo tiempo se concentro en hablar telepáticamente con él.
-He estado fingiendo, es posible que nos escuchen y observen en todo momento. Debemos ser astutos, estaré fingiendo de ahora en adelante, intenta mostrar una enemistad creciente. Debemos decidir cual es nuestra prioridad: escapar de aquí, buscar a ese individuo de la pantalla o rescatar a los maestros.-