Partida Rol por web

Caminabas por Metellos sin que nadie te molestase demasiado, si entrabas por la parte más dedicada a los bajos fondos podías entrar sin llamar demasiado la atención aunque fueses un Lord sith, además aunque un débil ser se hubiese puesto en tu camino le habrías confundido con los poderes de la fuerza.

Camina despacio aunque con firmeza, sin dar a entender nunca que estaba perdido o que no sabía por donde caminaba. Eso le daría una imagen de debilidad para aquel que fuera lo suficientemente estúpido como para cruzarse en su camino. La maldición de la ignorancia.

Se adentra en un bar del que sea seguro salir. Dos salidas quizás, y que no sea un tugurio demasiado angosto, poco apto para salidas rápidas. Y además, era una buena fuente de rumores e información, solo había que diferenciar la morralla de lo real.

Entraste en una taberna, la cual no estaba demasiado limpia, pero era lo que justo andaba buscando Faer, un sitio donde poder oír rumores o cosas de interés. El bar estaba casi al completo lleno de humanos, salvo por dos o tres seres de otras razas. Faer se sentó en la barra para poder pedir y ver quién podía ser su mejor información, pero no le dio el tiempo suficiente para ello, poco después de sentarse empezó a recibir un mensaje, parecía que alguien lo llamaba a su trasmisor. Dado el lugar donde se encontraba solo su robot piloto podía ser el que llamaba desde su nave.

A pesar de que llevaba poco tiempo en el lugar, recibe el mensaje. Toma algo de la bebida que pidió y la abandona para acudir a la nave desde la que se le llamaba. Aquel droide piloto era casi un compañero, sabía que no lo traicionaría. Casi era agradable poder confiar, pero aquellos no eran tiempos de bonanza.

Debía permanecer en soledad, hasta que la situación requiriese volver a la luz.

Llegaste a la nave en poco tiempo, como era un lugar muy grande había varios lugares para poder estacionar la nave sin problemas.  Al llegar ahí estaba tu fiel y confiable robot, el cual nada más verte encendió el receptor de mensajes, ahí viste una imagen que hacia bastante que no veías, se trataba de tu Maestra Allana, cuando ella llamaba significaba que te tocaría viajar a algún lugar problemático o algo por el estilo.

- Hola mi joven aprendiz, este mensaje es para que sepas que quiero mandarte una misión. Debes dirigirte al planeta Genosiano, allí te encontraras con otros jóvenes Sith. El lugar de reunión será a las afueras de la ciudad, allí hay varios Genosianos que son fieles al lado oscuro.  Todos estáis en una misión para buscar a un joven iniciado en la fuerza, queremos traerlo al lado oscuro, y vuestra misión es traerlo sano y salvo. El lugarde reunión será a las afueras de la ciudad, allí hay varios Genosianos que son fieles al lado oscuro. Sino conseguís que se una al lado oscuro lo mejor será destruirlo, también debéis tener cuidado, es posible que haya varios Jedis con misiones parecidas a las vuestras. – El holograma de tu maestra hizo una breve reverencia. – Que la fuerza te acompañe.  – Cuando dijo esas últimas palabras el holograma de la lord sith desapareció, parecía que tenías una nueva misión.

- Así se hará, Maestra - responde en voz baja aunque no pueda escucharle, ya que era un holograma.

Comienza a preparar la nave para abandonar el planeta, con destino Genosiano. Aquella era una misión que no le gustaba demasiado. Se implicaría con otros Sith en busca de un muchacho sensible a la Fuerza. Debía de merecer mucho la pena. Pero no pensaba confiarse.

La traición es el camino de los Sith. Nunca bajes la guardia

Aún con la pasión y la admiración que sentía hacia su maestra, sabía que en el momento en que dejara de ser útil, abandonaría para siempre la existencia para hacerse uno con la Fuerza.