Partida Rol por web

El Doctor Lee que es el que se encuentra más cerca de la puerta se acerca al comunicador y pregunta:

- "¿Sí?"

Su voz más que de curiosidad o interés demuestra cierto tedio por los trámites burocráticos y la molestia que le supone que le distraigan de sus tareas. No es un hombre muy expresivo pero sus ojos fijos en su ordenador y su forma de mover la cabeza nerviosamente indican sus ganas de volver a sus cálculos.

- "La Mayor Town solicita permiso para entrar." - Cantó marcialmente el marine como si estuviera anunciando a la reina de Sava y pidiera entrar en una sala secreta y tremendamente peligrosa.

- "Pues que pase..."

Refunfuñando Bill volvió a sus papeles intentando volver a coger el hilo de sus pensamientos.

Sin más el marine pasó su tarjeta de identificación por el lector de la puerta y tras repetir el saludo hizo un gesto a la mayor de que podía pasar mientras las puertas hidráulicas le franqueaban el paso.

-"Doctor Lee, Doctor Gustavson, me gustaría saber como llevan los cálculos sobre las necesidades explosivas para su idea, ¿han calculado la cantidad de nacadrian que necesitan?"

¿Cómo coño se pronuncia esa mierda?, bueno da igual.

-"Tengo que convencer a los de arriba que no quieren destruir ningún pequeño país africano sino rescatar marines."

Nada más entrar Sara no pudo evitar mirar con atención a su alrededor. Las mesas llenas de papeles, las 4 o 5 pantallas de ordenador encendidas con distintos programas ejecutados, los post-it sobre los marcos de los monitores.

Lee y Gustavson la miraban desde su posición frente a una pizarra blanca en la que ambos parecían enzarzados en representar la ecuación más compleja.

Sara no pudo evitar una mueca de desagrado ante la mirada de desdén que Gustavson le dirigía. Su relación no había empezado nada bien en su anterior misión y parecía que no tenía visos de arreglarse.

"Sí, que tengáis vuestra sesión de fuegos artificiales dependerá de mi capacidad de persuasión."

Levanto la mirada de los papeles en los que estaba haciendo cálculos y le dirijo una sonrisa irónica a la Mayor Town.

-"Creo que se refiere al naquadriah, Mayor Town. Si quiere que mejore nuestra compenetración deberíamos hablar el mismo idioma."

Me acerco pensativo a la máquina expendedora de agua del laboratorio y lleno el vaso hasta la mitad. Sin dejar de mirar a la Mayor Town me bebo el contenido y me acerco hasta ella.

-"Si mis cálculos no fallan y a la espera del Señor Quinn confirme ciertos aspectos matemáticos creo que podremos tener nuestro Hirosima particular con el Naquadriah que pueda traernos en este vaso. No obstante, deberíamos de evaluar otro tipo de efectos no deseados y en los que el Señor Quinn seguro que tiene que decirnos algo más dada su experiencia con esta sustancia."

Jonas mira al vaso interesado, como si calculara con la vista la capacidad del recipiente y calculara una aproximación a sus necesidades.

- "Pues, creo que unos 30 cl. podrían servirnos. Yo había calculado algo más de margen casi medio decímetro cúbico, más que nada para tener algo más. Realmente entiendo que es una materia escasa y difícil de conseguir, pero el quedarnos cortos no nos ayudará en nada..."

Mientras habla Jonas gesticula indicando como crece y baja la capacidad. Sin duda el invertir un poco del valioso naquadriah y luego no conseguir el efecto deseado sería algo más que un estrepitoso fracaso, seguramente alguna cabeza rodaría.

- "Si necesita que la acompañe en calidad de asesor científico no tengo ningún problema. Considere esto un ofrecimiento en toda regla."

Sara sonríe con la ocurrencia de Gustavson.

-"Así que medio vaso, ¿verdad?, tenga cuidado, porque yo soy de las que siempre veo el vaso medio lleno, no sea que nos pasemos con los fuegos artificiales."

Y girándose hacia Quinn continuó.

-"Agradezco su ofrecimiento, y lo acepto, si es tan amable creo que hay alguien a quien debemos hacerle una visita."

Gustavson se dirige a su mesa. De manera embarullada recoge su libreta de cálculos, sus notas sobre naquadriah, algunas hojas sueltas, varias notas amarillas en uno de los monitores y una calculadora.

Se dirige a la puerta y le indica con la cabeza la salida para que le abra la puerta ya que sus dos manos están ocupadas. Ambos salen de la habitación y mientas caminan por el pasillo de manera paralela Gustavson se dirige a la Mayor Town.

- "Esté tranquila Mayor. Hemos estado trabajando con los márgenes de error más bajos para que el impacto sea mínimo. A todos nos interesa ajustar el resultado de la explosión al mínimo solventar este problema."

Jonas se dispuso a recoger y cogió su libreta además de un sistema de almacenamiento de datos por si tenía que hacer algún tipo de presentación. Al oír el comentario de la mayor, aunque suponía que era algún tipo de sarcasmo contra Gustavson sonrío e intentó quitarle plomo a la situación:

- "No se preocupe por los fuegos artificiales, es nuestro trabajo evitar que ni nos pasemos ni nos quedemos cortos. Sabemos que es una gran responsabilidad pero no dude que tiene en el trabajo a los mejores expertos."

Al decir esto último inclinó la cabeza señalando a Gustavson y Lee.

Cuando Gustavson recogió todo su material y se dispuso a encabezar la comitiva saliendo directamente hacia el pasillo, no pudo evitar seguirlo. Aunque eso sí con una ceja enarcada y mirando a la Mayor a la espera a su reacción a la autoinvitación sin preguntar del científico.

La Mayor Town dejó pasar a Gustavson y mirando a Quinn levantó sus hombros en señal de aceptación de lo inevitable.

Entonces se giró hacia Gustavson y le dijo.

-"Perdona, no es por ahí. Primero quiero hablar con un conocido que nos podrá ayudar."

Matheus se paró en seco y miró las rayas de colores del suelo.
- Debería de revisar de nuevo el manual que me dieron sobre la orientación dentro de la base, todavía no controlo bien este sistema de colores... pero un momento. La Mayor no me ha dicho donde vamos, estaba tan emocionado en la búsqueda de la solución que no me he percatado.

Levantó la mirada del suelo. Una pequeña sonrisa de sus labios, como solicitando perdón, se refleja en su rostro.
- "Disculpe Mayor, no había tenido en cuenta su opinión. Creía que íbamos a ver al General Hammond. Indíquemos el camino y sino es molestia, ¿a quién vamos a ver?"

-"No, no vamos a ver a Hammond, si por él fuera no tendríamos problemas para que los de arriba nos dejaran jugar con explosivos alienígenas, vamos a ver a un civil que nos puede ayudar a conseguir lo que necesitamos."

Sara comenzó a caminar por el pasillo contrario al que Gustavson había elegido para iniciar su movimiento.

Creo que era por aquí...

Pensó mientras intentaba recordar los pasillos que había recorrido durante su corta estancia en el Stargate.

Supongo que Woosley tendrá un despacho en alguna parte y supongo que lo más lógico es que esté con el personal civil.

Con no demasiada seguridad Sara continuó avanzando por lo pasillos, un par de veces preguntó a un marine que pasaba a su lado o que hacía guardia junto a alguna puerta y en otra ocasión tuvo que consultar el plano de emergencias de la base, pero finalmente consiguió guiar a los científicos al despacho de Woosley.

Junto a la puerta había un soporte de metacrilato en el que habían metido una hoja impresa con el nombre del ocupante, denotaba la temporalidad de este tipo de personal enviado por el gobierno.

Espero que llegues a tener una placa de metal, me vendría bien.

Pensó Sara mientras llamaba a la puerta con los nudillos.

Richard estaba hasta la nariz inmerso en las toneladas de documentación que habían dejado sobre la mesa del mini-despacho que le habían asignado. No dudaba que con anterioridad debía tratarse de un cuarto para guardar los útiles de limpieza o similar, ya que tenía un olor peculiar. El marine que estaba asignado a veces a su puerta decía que era por el procedimiento de desinfección y anti-plagas al que se sometía toda la base, pero no quedó muy convencido con esa explicación.

Había intentado ponerse al día a través de la base de datos pero sus ojos se resentían de leer en la pantalla y se perdía entre las referencias cruzadas, así que decidía centrarse en los siempre amigables ficheros con cientos de páginas, imágenes y listados interminables.

Sabía lo que había sentido el contable que se encargó de auditar a Al Capone y lo compadecía a aquel héroe anónimo...

Unos golpes en la puerta lo sacaron de su tedioso trabajo de puesta al día con la documentación de la base. Sabía que seguramente significaba nuevos problemas y más trabajos, pero por un momento lo agradeció. Aprovechando para buscar en la mesa atestada de documentos su taza con café ya frío, respondió:

- "Pase, por favor."

Aprovechó para estirar su camisa que había sido atacada por un grupo de rebeldes arrugas aprovechando su postura encorvada sobre los papeles.

Lentamente Sara abrió la puerta asomando en primer lugar su cabeza. Al ver que no se había confundido de despacho y que Woosley estaba dentro esbozó la mejor de sus sonrisas y mientras introducía el resto de su cuerpo en el minúsculo despacho comenzó su saludo.

-"Buenos días Señor Woosley."

De forma descarada miró con desprecio a su alrededor y continuó.

-"Supongo que le tienen encerrado en esta ratonera de forma temporal, es una vergüenza que no tenga un despacho en condiciones."

Nunca está de más subir el ego de quien te va a hacer un favor muy gordo.

Woosley se levantó para recibir a la Mayor, pero tuvo que apresurarse a sujetar una pila de carpetas que se balanceo de forma precaria con su movimiento. Luego dio un par de pasos alrededor del escritorio y le tendió la mano.

- "Mayor Town, es un placer volver a verla..."

Al ver que venía acompañada hizo un gesto a sus acompañantes para que entraran y dispuso otro par de sillas para ellos, quitando un par de archivadores y su chaqueta.

- "Por favor pasen. Siento el desastre. El General me ha dicho que es algo temporal, debido a que están desinfectando la zona principal de los despachos. Es mi maldita mala suerte."

Tras haber colocado las sillas frente al escritorio recogió los papeles para poder verles y se sentó tras ella.

- "¿Qué les trae por aquí?"

-"Señor Woosley, no me andaré con rodeos, necesito su ayuda."

Sara acercó su posición inclinando su tronco levemente hacia la mesa.

-"Ha sucedido un incidente en una de las misiones del comando, hemos perdido el contacto con el equipo enviado al planeta P3X-617, y además el stargate de esa posición está 'comunicando', como supondrá el incidente es de la mayor gravedad."

Adoptó una posición más relajada para continuar la exposición.

-"Los mandos del comando se han reunido y se ha decidido enviar un grupo militar para restaurar el contacto y, si existiera, neutralizar cualquier amenaza, pero sigue existiendo el problema del stargate colgado; Creo que esta parte la puede explicar mejor el doctor Gustavson."

Sara se giró a su némesis y le hizo un gesto con la mano introduciéndole en la conversación.

Venga, no muestres tu encanto habitual.

Mientras se sentaba en la silla y aunque sus oídos estaban atentos a lo que Mayor Town decía, él no dejaba de observar con asombro el estado de la pequeña habitación y toda la documentación que no parecía tener ningún tipo de organización.

"Espero que no se olvide da nada importante cuando salga de aquí."

Cuando la Mayor Town le invita a introducirse en la conversación rápidamente se centra en el Señor Woosley aunque con una actitud defensiva, ya que no le gusta no tener el control de la situación y ahora es consciente de que no la tiene.

- Encantado de conocerle Señor Woosley. Intentaré ser lo más conciso posible. A lo que la Mayor Town se refiere con "colgado" es que no hemos encontrado una excepción no contemplada hasta el momento. El agujero de gusano que conecta los distintos planetas a través de los Stargate siempre tenían un tiempo máximo de comunicación de 38 minutos. Con toda seguridad la puerta en P3X-617 continua abierta con otro Stargate que no es el de esta base por lo que para nosotros es imposible llamar y recuperar el contacto con nuestro equipo. La cuestión militar se escapa a mi conocimiento y mi aporte científico. La solución efectiva que puede resolver el problema del colgado es el detonar un pequeño artefacto altamente explosivo con naquadriah podría forzar el cierre de la puerta, ya que la cantidad de energía liberada haría que los Stargate se autoprotegieran para evitar un desastre en el planeta con el que comunican."

Tras su exposición Gustavson mira a su interlocutor con algo de ansiedad esperando algún gesto de aprobación ya que desconoce los conocimientos del Señor Woosley y en que nos puede ayudar, dada su pequeña y desordenada ubicación en la base.

"¿Se habrá enterado o tendré que dibujárselo en un papel?"

Woosley se quedó un poco callado escuchando a Gustavson y luego pensando en las ramificaciones de lo que le estaban pidiendo.

- "¿Me está diciendo que quiere una materia alienígena para hacer una especie de bomba atómica para poder crear una forma de teléfono trampa con el stargate para conseguir saturar la línea y que podamos llamar a nuestro equipo perdido?"

El tono de voz del burócrata iba de lo sorprendido a lo escandalizado, obviamente no le pedían todos los días material para un potente explosivo. Aunque al parecer por la escasa reacción de sus contertulios debía ser de los más habitual en la base.

Joder con Woosley, ¡sabe lo que es el nacasito ese!, sin duda se ha documentado mejor que yo para entrar a trabajar aquí.

Sara intentaba leer en el lenguaje corporal de Woosley cual era la reacción que subyacía de la evidente señalada por el tono de voz.

Su voz le muestra sorpresa, incluso parece estar escandalizado, pero no lo dice todo, puede que esté receptivo a esta petición.

-"Señor Woosley, la situación es de máxima gravedad, tenemos que sacar a nuestros chicos de ahí. Todos los científicos de la base están de acuerdo en que es la única solución."

Sara se incorpora ligeramente hacia delante y tensa su tronco superior para dar sensación de seguridad y tenacidad.

-"En cuanto consigamos descolgar la linea y volver a marcar su número enviaremos un grupo de rescate para sacar de ahí a los muchachos, yo dirigiré esa parte de la operación... pero necesitamos el explosivo, y usted puede ayudarnos a conseguirlo."

Woosley mira atento y pone cara de incredulidad cuando Sara indica que "todos los científicos" están de acuerdo, no son una comunidad famosa por su unanimidad de pensamiento, siempre hay alguno dispuesto a llevar la contraria.

- "¿Cómo de peligroso es ese experimento?"

La pregunta casi era retórica, pero al no seguir hablando quedó claro que esperaba respuesta.

Jonas atajó a Gustavson. Sabía que su compañero no era muy diplomático y era bastante dado a dar datos bastante exactos y eso no les iba a beneficiar. Él tenía experiencia con burócratas y sabía que a veces había cosas que realmente no querían saber.

- "Sin duda es peligroso, pero haciéndolo en un entorno controlado se minimiza el riesgo y casi se garantizan las posibilidades de éxito. Seguramente el grupo atrapado en P3X-617 está corriendo un mayor peligro que nosotros."

Para alguien que había pasado su vida trabajando con un compuesto radiactivo sin apenas protección estaba claro que el concepto de peligrosidad era muy relativo.