Partida Rol por web

Al intentar con el cuchillo agrandar el hueco, Andrews vio como los bichos se acercaban hacia ellos, habían percibido su presencia, quizás compartiesen alguna conexión con los tejidos del túnel.

- Se acercan rápidamente, podemos alejarnos un poco y disparar un poco alejados, quizás nos agranden estos bichos el hueco ellos mismos.

Asalto 1

Aldo desenfundó la beretta mientras daba un paso adelante en cuanto vio a los bichos echarse sobre el grupo.

- Sigue golpeando eso, hay que abrirse paso - dijo a la vez que apuntaba al bicho más cercano a Fern y abría fuego.

Asalto 1

- ¡Fuego al mismo hasta que no se mueva! - Ordenó Alan mientras aprestaba su MP5 y disparaba contra la criatura a la que había disparado Aldo.

Asalto 1

El disparo de Aldo sonó atronador por los ecos repetidos en el reducido espacio. El artrópodo objetivo se ladeó en un esfuerzo por esquivar instintivamente el proyectil, pero unas chispas saltaron sobre la superficie de la placa quitinosa de su tórax. Aunque era evidente que resultó alcanzado, aquello no pareció ralentizarlo.

Entre tanto, su compañero se lanzó a la carrera contra el ranger. El mayor Whiteface, más atento a levantar su MP5, apenas acertó a evitar un peligroso mordisco que podría haber penetrado profundamente en la carne de su pierna. El segundo artrópodo, que no parecía verse afectado por el impacto de bala del lingüista, arremetió contra éste con la misma celeridad que el anterior. Por suerte, Aldo estuvo más acertado y consiguió apartarse del camino de aquellas mandíbulas que aparentaban tenazas.

Ignorando, quizás temerariamente, a la criatura a su lado, Alan descargó su subfusil contra el bicho que se había lanzado sobre su compañero sociólogo. Su disparo estuvo más afortunado, o puede que fuera que el artrópodo ya estaba debilitado por el disparo de Aldo, y la criatura se resintió por aquel segundo ataque. Un reguero de líquido amarillento había comenzado a brotar allí donde la bala del ranger impactase.

Asalto 2

Alan había esquivado por los pelos el ataque de aquel artrópodo. Si les alcanzaba algún mordisco lo iban a tener complicado.

- Rápido, ¡no pare hasta que caigan! - Le gritó a Aldo. No estaba muy pendiente de Fern, pero confiaba en que el otro científico se estuviera apañando para abrirles un hueco para regresar.

Casi sin apuntar apretó el gatillo de su MP5 tratando de impactar de nuevo en esos seres.

Asalto 2

Estaba viendo la reacción de esos bichos y Andrews con un cuchillo en la mano, como pudo lo guardó en su funda y desenfundó la beretta para ayudar a sus compañeros, con el cuchillo apenas haría nada útil en tan poco tiempo como tuviese.

Asalto 2

Aldo volvió a disparar contra el otro enemigo, el que estaba enfrentado al mayor. Dos veces llegó a apretar el gatillo, esperó que fuera lo suficiente para ayudar a sus compañeros

Asalto 3

Aldo decidió centrarse entonces en el artrópodo que tenía delante.

- Mierda que todavía se mueve - dijo sorprendido mientras enfocaba la punta de su pistola contra este.

Dos disparos salieron de nuevo al apretar dos veces el gatillo.

Asalto 3

- ¡Acabe con él! - Volvió a exclamar Alan a Aldo en referencia a la criatura que el científico tenía prácticamente encima. Luego fue el propio Alan quien se concentró en el artrópodo que tenía delante tratando de morderle.

- Maldito bicho... - Masculló mientras abría fuego. Si le llegaba a alcanzar con esas mandíbulas iba a estar bien jodido.

Asalto 3

Se centraban en acabar con el insecto que se acercaba hacia Evans, severamente tocado por lo que parecían sus movimientos.

Visto que ese parecía tocado Andrews decidió que el otro también debía recibir su ración de disparos así que apuntó con la pistola al otro ser. Un momento de respiración y enseguida centró a la hormiga en su punto de mira disparando una vez seguido de otro disparo antes de que el ligero retroceso le hiciese perder el blanco, rezando para que las balas hubiesen logrado alcanzar al blanco.

Asalto 3

Aldo volvió su arma hacia la criatura que intentaba inútilmente morderle con sus mandíbulas como tenazas. En el fragor del combate, consiguió reunir la suficiente calma como para efectuar dos disparos seguidos. El líquido amarillento que debía de ser su sangre brotó de los puntos donde ambas balas impactaron y salpicaron alrededor con pequeñas gotas dispersas. El artrópodo dejó de moverse.

Mientras tanto, el artrópodo que aun permanecía plenamente activo continuó peleando con el ranger. Por suerte para el afroamericano, las embestidas de la criatura fueron esquivadas con mayor o menor soltura y se salvó de sentir la presión de aquellas tenazas que esos seres tenían por mandíbulas. Fern intentó abrir fuego sobre aquel ser, pero no estuvo muy afortunado: su cercanía al mayor y los movimientos del sociólogo entrando y saliendo de su línea de fuego le hicieron fallar ambos disparos.

Por su parte, el mayor Whiteface estuvo más acertado cuando centró su atención (y su punteria) en la criatura que le hostigaba. Dos nuevas ráfagas de su subfusil impactaron de lleno en aquel artrópodo alienígena; la primera logró ralentizar a la criatura que, a duras penas, pudo apartarse de la primera. Las balas de la segunda hicieron sangrar profusamente al insecto gigante, pero aquello no pareció disminuir su agresividad ni accionar un mecanismo de huída para salvar la vida.

Asalto 4

Con algo de prisa, el lingüista enfundó la pistola y se encargó de sacar el cuchillo, por supuesto no pensó en lanzarse al combate cuerpo a cuerpo contra el bicho con el que se peleaba el Mayor Whiteface, sino que decidió darse la vuelta para intentar abrir camino a través de aquel muro que habían creado los artrópodos.

Asalto 4

Alan continuaba tentando al destino, esquivando por muy poco las mandíbulas de ese ser. Sus últimos disparos habían dado en el objetivo, y aunque no lo habían matado, notaba que la criatura se encontraba muy debilitada. Con un poco de suerte no aguantaría más, pero lo malo era que el ruido del combate acabaría atrayendo a más artrópodos tarde o temprano. Ojalá fuera más bien tarde.

Se preparó para apartarse de la siguiente embestida, y apretó el gatillo nuevamente dispuesto a disparar a la criatura hasta rematarla.

Asalto 4

El bicho se alejaba, no podían dejar que se escapase y el militar lo sabía, abriendo fuego en la retirada del insecto para evitar su huida. El científico también lo pensaba así que también abrió fuego.
Andrews apuntó nuevamente y disparó, el primero falló por mucho pero el segundo pareció acertar, o eso esperaba, si lograba escapar podrían acudir amigos suyos.

Asalto 4

Mientras Aldo, cuchillo en mano tras enfundar su Beretta, se apartaba hacia la boca del túnel bloqueada por las hebras resinosas, Fern efectuó un par de disparos contra el artrópodo que aun seguía con vida. Sólo una de aquellas balas hizo mella en la coraza quitinosa del ser, pero no fue suficiente para abatirlo.

Como si se tratara de un ejemplo paradigmático de que los animales heridos son más peligrosos, aquella criatura se revolvió contra Alan, chasqueando sus mandíbulas furiosamente en un intento por hundirlas en la carne del ranger. Entre tanta acometida, el ser terminó por hacer blanco en una de las piernas del afroamericano; por suerte, éste tuvo suficiente presteza y ánimo como para apartarse y evitar la mayor parte del ataque.

En respuesta, el mayor Whiteface descargó una nueva ráfaga de su MP5. Los proyectiles golpearon con fuerza al artrópodo y lo empujaron contra el suelo, del que no volvió a levantarse. Sus patas simplemente se retorcieron con varios series de espamos mientras el militar tau'ri lo observaba, listos para descargar una nueva lluvia de balas sobre la criatura si fuera preciso.

- Vamos, vamos, vamos... abran hueco. - Indicó Alan a los dos científicos mientras apuntaba con su arma en dirección al resto de túneles por si aparecían más artrópodos.

- Yo les cubro. - Añadió mientras vigilaba sin cesar. Por el rabillo del ojo examinó a Guerrero. La mujer tenía mal aspecto. Tenían que sacarla de allí y llevarla de regreso a la Tierra. Necesitaba ayuda médica.

Habían sido rápidos. O todo lo que habían podido, pero aquellos seres habían tardado casi medio minuto en caer. Les habían dado guerra y Alan no quería ni imaginarse tener que enfrentarse a otros dos o tres que llegaran de repente.

Aldo se acercó a la pared de hebras y la golpeó esperando romperla, no en aquel momento, pero si seguía golpeando, quizá tuviera más suerte.

El cuerpo del otro insecto cayó al suelo sin vida por lo que parecía. Habían tenido suerte de acabar con ellos antes de que pudiesen dar la alarma. Andrews guardó la pistola en su funda tras reponer la munición en el cargador, ahora podían tranquilamente abrirse paso entre la construcción que habían comenzado a construir.

-Bien, vamos a darnos prisa con el hueco. Venga Evans hagamos algo más grande el agujero que hay.

Los científicos se afanaron en su labor mientras el militar vigilaba la posible llegada de otros bichos más. Guerrero seguía sin despertar, sin duda no había sido buena idea que saliese, pero eso eran cosas que se sabían a posteriori.