Partida Rol por web

La expresión de su rostro se endureció al ver el movimiento de la marine y sólo la relajó un poco cuando tanto Alan como Aldo trataron de desactivar la situación. Aun entonces, el piloto movió la mano lentamente para poder utilizar el dispositivo traductor.

No son mis amigos, pero sí, el concepto figurado es correcto. Es mi gente. Se trata del Pâtê Ero, un crucero de patrulla, que quiere comprobar si es una señal automatizada de emergencia o si hay realmente supervivientes. Debería responder pronto; de lo contrario, podrían pensar que la tripulación murió y sólo volverían a comprobar el accidente tras completar su misión.

Finalmente, bajé el arma, pero sin dejar de mirar al piloto con cierta desconfianza. Había demasiadas cosas que ignorábamos y sobre todo, la dificultad del idioma le proporcionaba una ventaja táctica que podía usar en su favor. Así que tampoco abandoné mi actitud defensiva; solo le proporcioné algo de espacio, por el momento.

Miré con tensión como empezaba a escribir en el aparato de traducción y después leí lo que había puesto.

No entendía por qué decía que no eran sus amigos. Por una parte, era un crucero de patrulla, así que no entendía lo que había de malo, salvo que estuviese huyendo de algo. Pero entendía que debíamos decir algo y deprisa.

-Sí, deberíamos responder, señor, pero sin demasiados detalles. Solo que hay supervivientes y necesitamos ayuda. 

Miré a los demás y también al mayor, para después volverme hacia el piloto.

-No entiendo a qué se refiere con que no son sus amigos, señor.

- Es su lenguaje. Posiblemente una mala traducción literal de la expresión que nosotros usamos. No son amigos suyos porque no tiene relación con ellos, más allá de que son de su raza. Así que sí... son su gente como dice él. Posiblemente otra nave de su civilización... Es mejor que informe de que ha habido un accidente y hay supervivientes. Si él habla bien de nosotros es más fácil que nos ayuden a volver a casa. - Explicó el mayor para Guerrero y los dos científicos.

Luego se volvió hacia Akrwuior. - Responde. - Dijo señalando hacia los aparatos de comunicaciones. - A ver si pueden venir a rescatarnos. Y discúlpanos... los nervios, la tensión. Gracias Arkwuior. -

Más relajado tras las palabras del ranger, el piloto se sentó frente a un terminal, dejó a un lado el dispositivo traductor y comenzó a teclear en un teclado virtual en una de las pantallas. Pasaron unos pocos segundos del envio de su primer mensaje cuando la voz electrónica se escuchó de nuevo. Un nuevo mensaje escrito. La situación se repitió dos veces más antes de que se volviera sonriente hacia los tau'ri.

Echó mano del traductor portátil y escribió algo.

Entrarán en órbita en setenta y dos minutos. Sin embargo, es posible que no puedan descender de inmediato, si no cuando tengan una ventana de oportunidad por una mejoría del tiempo.

Una advertencia. Vigilen sus nervios. Un crucero de patrulla no es una nave civil; sus tripulaciones están militarizadas.

Alan asintió a Arkwuior ante el aviso del hombre. Luego se giró hacia Guerrero, Evans y Andrews.

- Que nadie desenfunde un arma sin una orden mía primero. Intentemos evitar un conflicto con una civilización que podría ser un potencial aliado. - Les dijo antes de volver a centrarse en Arkwuior.

- Nos comportaremos bien. Si puedes, estaría bien que les asegures que no somos una amenaza, sino aliados... Entiendo que al ser militares tendrán que tomar sus precauciones... - Se encogió un poco de hombros. - Pero tampoco puedo pedir a mis hombres que entren allí desarmados. No iremos a ningún sitio que no nos autoricen, no tocaremos nada sin supervisión... pero tampoco quiero que nos consideren prisioneros... ¿Hay alguna forma en que podamos hablar con ellos como aliados? - Preguntó a Arkwuior.

- Solo queremos volver a casa, y si pudiéramos hablar con alguno de vuestros líderes, quizá organizar una reunión entre vuestros jefes y los nuestros. A lo mejor podemos ser aliados. - Explicó.

La tensión se disparaba por momentos pero la actuación de Whiteface va calmando los ánimos entre ambos bandos. Poco a poco van abandonado la idea de llegar a un enfrentamiento armado. La mente de Andrews comienza a pensar en modo algo egoísta y en la oportunidad que podría desaparecer, no sería descabellado tratar que la misión no fuese un rotundo fracaso.

Tras las palabras de Alan, Andrews esperó a la respuesta del Extraterrestre para hacer una nueva petición.

- Arkwuior ¿podríamos copiar el programa de traducción?, también podríamos hacer negocio por los datos que hayan recopilado del planeta, o algún punto de encuentro para futuras reuniones o tratados comerciales.

Los secretos me molestaban; no los que formaban parte de mis superiores y que por consiguiente, consideraban que no debíamos saber, porque al fin y al cabo, era un soldado y sabía obedecer órdenes. No, era otra cosa. Era el desconocimiento fruto de aquel juego de sombras que otros creaban para distraer la atención y poder actuar sin control.

No confiaba en aquel piloto.

Sin embargo, sí que lo hacía en mi unidad y también en mi superior, así que cogí el arma y la dispuse en situación de espera, pegada al pecho, con la idea de no hacer movimientos de ninguna clase. Por mí no sería que se iniciara un conflicto, pero desde luego, me aseguraría disparar la primera, de ser necesario.

-Entendido, señor.

- Mientras no nos tomen como enemigos, deberíamos estar seguros - Aldo maldecía no tener ese dispositivo de traducción simultánea, aquella tableta era tanto una ayuda como un muro, mientras que Arkwuior podía entenderlos a todos, el SG-4 tenía solo que confiar -. Con todos mis respetos Arkwuior, es lógico que nos pongamos nerviosos, sobre todo cuando lo que se acerca no es un transporte civil, disculpa nuestra forma de actuar, espero que lo entiendas.

Recuperado el dispositivo traductor, el piloto iba escribiendo conforme los tau'ri hablaban. En alguna ocasión, sin embargo, pareció desechar lo que había escrito y empezaba de nuevo. Por fin, la pantalla se mostró con algunas respuestas.

Les he explicado la situación general. Saben que estáis aquí, que habéis ayudado y que estáis tan atascados como yo. Pero no puedo dar garantías; pertenecemos a escalas jerárquicas distintas. En cuanto a sus preocupaciones, mayor, no creo que les encierren en una celda pero posiblemente sean desarmados, ya que sólo la tripulación de combate está autorizada a llevar armas a bordo de una nave militarizada.

Supongo que el capitán del crucero no tendrá objecciones a hablar con ustedes. Pero no esperen grandes avances diplomáticos. Se limitará a hacer un informe y presentarlo a su superior. La decisión de iniciar contactos diplomáticos corresponde a otros ámbitos. Intenten dar la mejor impresión posible para que ese informe sea favorable.

Y procuren mirar a su interlocutor cuando hablen, aunque no les entiendan al principio. También sería conveniente que no den información importante durante el primer par de minutos; el implante lingüístico que llevamos posiblemente aun no haya procesado su idioma en ese tiempo.

Doctor Andrews, ésto no es un programa; es un sistema operativo que les sería inútil sin el procesador adecuado.

Señaló a la pantalla con un gesto general, con el que parecía querer abarcar algo más que el pequeño monitor, cuando apuntó a la última línea mostrada.

Puede que a Aldo le brillasen los ojos por tener que meterse de nuevo en trámites diplomáticos, o que estaba emocionado por salir de aquel lugar lluvioso lleno de bichos con ganas de acabar con la vida de cualquier forma humana.

- No hay problemas, entendido - dijo entonces -. No nos queda otra, de momento que aceptar esta vía o aguantar aquí hasta que la época de lluvias acabe - comentó entonces al equipo - ¿Cuánto tiempo tardan vuestros dispositivos en procesar nuestro idioma?

- Paciencia entonces. - Comentó Alan en general, aunque parecía dirigirse a su equipo principalmente. 

- Entregaremos las armas sin montar escándalo si nos lo solicitan. ¿De acuerdo? - Dijo mirando a los científicos primero, y en especial a Guerrero. - Debemos mostrarnos listos para cooperar. Informar de lo que ha sucedido aquí. Y que ayudamos a Arkwuior a colocar la antena haciendo frente a esos bichos para poder enviar un mensaje de auxilio. No informen ni digan nada de nuestro planeta de origen. Ni de rangos o similar. Sabrán que somos dos científicos y dos militares. Un equipo de exploración enviado a este planeta. Con eso debería ser suficiente. Si sus líderes tienen buena disposición para intentar entablar relaciones diplomáticas... nos lo harán saber. -

- Gracias por todo, Arkwuior. - Dijo apoyando una mano en el hombro de su anfitrión. Luego se apartó. Lo pensó un momento y añadió algo más:

- Fern, Aldo... si tienen preguntas para Arkwuior... es el momento, pero no le atosiguen mucho. Y sean comedidos con las preguntas a los militares que van a rescatarnos, no queremos ningún conflicto. -

Empezó a andar para salir de la sala, haciendo un gesto casi imperceptible con la mirada hacia Guerrero para que saliera también. Estaba de espaldas a Arkwuior por lo que éste no habría podido verlo. Los científicos sí, pero el Mayor Whiteface prefería que ellos se quedaran un rato más con el aliado.

Las palabras del mayor y su mirada, fueron perfectamente claras para mí. No era difícil entender que había que andarse con cuidado ante una situación en la cual estaríamos en clara inferioridad. Aunque no era algo que me preocupara, nunca me había importado el resultado más que actuar de acuerdo con mis ideales, comprendía perfectamente su actitud precavida. Él estaba a cargo de toda la unidad y la misión y debía escoger la mejor acción posible para que tuviésemos éxito y evitar conflictos.

Cuando salió, fi su ligero gesto para que uniera a él, así que miré a todos, asentí con la cabeza a modo de despedida silenciosa y marché detrás de él.

Quizás, más allá de las órdenes claras y concisas delante de Arkwuior, quisiera darme algunas recomendaciones más, como por ejemplo, no quitarle la vista de encima o estar prevenida por lo que pudiera ocurrir.

Cuando estuvimos fuera, me detuve delante de él, a la espera de que lo fuese a decirme.

Ajeno a las divagaciones de los militares tau'ri, el piloto volvió a sumergirse en la escritura usando el dispositivo manual. Luego, lo volvió hacia el sociólogo.

Los procesadores lingüísticos de mano necesitan unas pocas decenas de segundo para comparar y cruzar la fonética, la grafía, la gramática y otros elementos de un nuevo idioma con los que tenga en la base de datos interna. Los implantes son más lentos, suelen necesitar dos o tres minutos de exposición al lenguaje, ya que sólo trabajan con la fonética y tratan de descifrar sin apoyo otros elementos como la sintáxis, la gramática o el glosario.

Lamento no poder dar más detalles. Sólo conozco el funcionamiento genérico; un ingeniero informático posiblemente podría desgranar todos los procesos del sistema interno de ambos dispositivos.

Una vez lejos del alcance de oídos del piloto, Alan habló para Guerrero pero en voz baja.

- Salvo que encontramos alguna forma de esconder realmente bien algún arma improvisada pequeña, iremos desarmados. - Aclaró. - No quiero desatar un conflicto. Pero en cuanto pongamos un pie en esa nave quiero que tú y yo estemos atentos a todo... Hay que revisar cualquier cosa que podamos usar como arma en caso de necesitarlo, y buscar alguna forma de salir de allí por si tuviéramos que huir. No sé si tendrán cápsulas de escape... En el peor de los casos tendremos que estudiar y pensar bien cómo podríamos hacernos con el puente de mando de esa nave. - Explicó.

- Hay que estar preparados para lo peor, aunque si somos suficientemente diplomáticos no debería haber problemas. Quizá incluso nos ayuden a llegar a casa. -

Ir desarmados no era aconsejable en ninguna situación. Había que tener en cuenta que a pesar de todo, éramos soldados, un equipo de exploración que por consiguiente, debía estar preparado para lo que pudiera encontrar y que demostrar debilidad no siempre era lo mejor.

-Con el debido respeto, señor, dejar nuestras armas puede no ser lo mejor. No creo que debamos simular ser algo diferente. Sí mostrarnos como somos, pacíficos pero a la vez, preparados. Si descubriesen que tenemos armas escondidas, quizás fuese todavía peor que saber que estamos armados pero no tenemos ánimo de utilizar la fuerza, salvo en caso de necesidad. Señor,  usted es mi superior y haré lo que diga, pero he de indicar que no creo que sea una buena idea.

No era la primera vez que estaba en desacuerdo con mi superior, algo que sin embargo, no me impediría cumplir las órdenes. Pero tampoco sería la última vez en la cual un soldado debía salvarle el culo a un oficial que no había tomado la decisión correcta.

- Estoy de acuerdo en que si descubren que tenemos armas sería peor... Por eso creo que es mejor aceptar que nos desarmen... si lo solicitan. Hay que aguantar el tipo y aceptar que seremos sus invitados. - Aunque una cosa era esa y otra que directamente fueran atacados, cosa que Alan no pensaba permitir... y en ese caso sí responderían con armas y violencia.

- Solo pensaba en que... si encontramos algo... - dijo mientras miraba alrededor, - que pudiera ser usado como arma pero que no lo parezca. Nah, déjalo... Simplemente busquemos una ruta de salida desde que lleguemos. Memoricemos los caminos por los que pasemos, y sopesemos dónde podemos conseguir armas una vez estemos a bordo de su nave. - Indicó finalmente. - Vamos a intentar la vía pacífica por completo... por una vez. - Y de la confianza por lo visto, aunque Alan tampoco era muy partidario de una confianza ciega pero en esas circunstancias no veía muchas otras opciones.

La alternativa era que los visitantes recogieran a Arkwuior y a ellos les dejaran allí.

Entendía la posición del mayor y a pesar de no estar de acuerdo, aquello no era una democracia. Quizás por eso me gustaba tanto el ejército, porque una vez había una decisión tomada, debías aceptarla y aferrarte a ella de la mejor manera posible, y porque me gustaba pensar que un soldado, tuviera el grado que tuviera, era consciente de que la unidad estaba por encima de las individualidades pero que incluso estas quedaban por debajo de la misión.

Claro que en aquel momento, la misión era sobrevivir y había más de una opción sobre la mesa.

La que el mayor estaba indicando era una de ellas y por supuesto, la que tendría que seguir, a pesar de lo que pudiera pensar.

-Entendido, señor. De solicitar que dejásemos las armas, las órdenes son aceptar.

- Pues tendremos que hablar como nos dice Hollywood que hablan los nativos americanos durante unos minutos - dijo entonces encogiéndose de hombros.

No comprendo esa referencia, doctor Evans. ¿Qué quiere decir exactamente?

Whiteface y Guerrero ya habían regresado... Apenas se habían ausentado unos segundos, y nada más asomar a la sala el Mayor alcanzó a escuchar las últimas palabras de Evans... Sonrió y se dirigió a Arkwuior para explicarle.

- Es una referencia a cierto... ocio o entretenimiento en nuestro planeta. Algunos de los nuestros interpretan momentos de nuestra historia. Actúan como si fueran las personas que vivieron esos momentos aunque fuera hace muchos años. - Explicó. Luego sacudió la cabeza. - En este caso quiere decir que al principio de la conversación hablaremos muy muy despacio. Usando frases sencillas y cortas. - Explicó finalmente para ver si así Arkwuior pillaba el significado.

Aquello ya era mucho más de lo que tenían que haber contado al piloto. Whiteface les había ordenado no revelar nada que pudiera dar información sobre la Tierra... y aunque fuera una tontería mencionar Hollywood era un despiste en el protocolo.

La verdad era que no se le ocurría cómo una civilización hostil podría utilizar ese conocimiento sobre películas de Hollywood a su favor para atacar la Tierra pero... era mejor no dejar escapar nada de información. Por si acaso.