Partida Rol por web

Sé que no es usted un iluso Dr. Donovan, incluso podría adivinar los pensamientos de la Mayor, intentando buscar una salida a todo esto, una manera de escapar o de avisar a los que vengan de la trampa... Très bien, très bien... Aunque debo decirles que no servirà de nada.

Acto seguido se escucha como un pitido, algo que proviene de uno de los bolsillos de François.

François esboza una sonrisa y saca lo que parece un comunicador de su bolsillo. Se lo pone en la oreja y lo activa. No podéis escuchar lo que le dicen a François pero sí lo que dice él, en un goa'uld perfecto, que podéis entender a la perfección...

Kel Annek. Chel nok mako (Traducción: Saludos Annek. Procedamos)

Parfait! Parece que ya estamos todos, vuestra compañera está en camino...

Forcejeó de nuevo con los retenes de plástico que la aprisionaban, al ser de un material sintético y no metálico, debería ser mas fácil romperlas. Sin embargo, estaba exhausta; sus esfuerzos por mantenerse consciente en el coche, la sed que sufría por causa de las drogas inhaladas y la rabia que sentía al verse en aquella situación y no tener una idea que llevar a término; la agotaban.

Lanzó un bufido al tiempo que forcejeaba sin éxito, retando con la mirada al supuesto capitán de las fuerzas aéreas, ya no quedaba mas alternativa; había dejado claro que era sencillo de provocar y si la liberaba para darle un escarmiento, entonces a lo mejor tendrían una posibilidad.

 - Fabuloso! por fin podremos empezar todos a jugar, aún que supongo que usted disfrutara viendo como su perrito faldero, aqui sentado, hace todo el trabajo sucio, supongo que habra aprendido a ser obediente como un Jaffa!!! (las ultimas palabras las digo casi escupiendolas).

Quien sera la nueva invitada, a pesar de ver su doble sentado detrás del cristal no la reconocía. 

François sonrió ante el último comentario del Dr. Donovan y no hizo nada para evitar que el Capitán Thomas se levantara. Cogió una de las jeringuillas que había encima de la mesa y la rellenó con un líquido de uno de los botecitos.

Se puso de cuclillas delante del Dr. para hablar.

Para que le quede claro, escoria, no soy ningún perro faldero. Y, aunque sea mentira, me da rabia su mirada de superioridad y su prepotencia... No tengo tiempo para enseñarle modales Dr. Donovan pero intentaré que aprenda todo lo posible en los minutos que nos quedan.

Dicho esto y de sorpresa clavo la jeringuilla en el estómago del Dr. Donovan con gran brutalidad y liberó el contenido en su interior lo que le causó un dolor inhumano que nunca antes había experimentado.

Afianzó sus pies para poder impulsarse llegado el caso, aquel hombre la ponía furiosa; su tono de voz arrogante, su forma de dirigirse a ella y, sobretodo sus intentos de abusar de ella, hacían que su sangre hirviese en su interior. Había pasado por delante de ella para clavar aquella aguja en el estomago del doctor Donovan.

Y fue entonces cuando se decidió a actuar; ya había soportado bastante aquel teatrillo, seguramente no lograse nada, pero la satisfacción obtenida; sería suficiente.

Reunió todas sus fuerzas y con un gruñido de rabia, se abalanzó sobre el supuesto capitán, dando un cabezazo al hombre en el costado; aprovechando que había bajado la guardia para inyectar aquel suero en el arqueólogo.

 Querría haber podido reprocharle, azuzar más su ego con una replica mordaz pero el dolor era tal que ahogaban mis palabras y nublaban mi mente, como podía ser tan doloroso? normalmente el problema de estas situaciones es el efecto de la droga en si, estaba claro que ese maldito era experto en su trabajo y lo hacia muy bien.

- MMMMMHHHhhh!!! HASSHAK!!!! AAAARGGHHHH!!!

el dolor se mitigo solo un poco y me atreví a decir algo mas , solo para no darles la satisfacción de verme postrado por el dolor.

- Kal shaka mel, Gonach (vete al infierno, ghfhtghehfg)

El impacto fue sorprendente, el golpe inicial fue con el hombro; acompañado de un empujón que hizo al secuestrador perder el equilibrio.

La Mayor Boyd, en un acto de valentía y fuerza sobresalientes logró impulsarse con los pies y saltar (o más bien caer) hacia delante. Sin duda cogió al Capitán desprevenido. Aún tenía la aguja clavada en el estómago del Dr. Donovan cuando recibió el golpe.

Al estar de cuclillas rápidamente se desestabilizó y perdió el equilibrio. Como acto providencial del destino, éste había querido que estuvieran cerca de la ventana del almacén. El Capitán, al caer, se dio de bruces contra el cristal de la habitación atravesándolo. La caída era, según los cálculos de la Mayor, de unos 10 metros.

Ella no pudo ver el resultado de la caída, pues estaba tumbada en el suelo, atada a la silla, pero el Dr. Donovan si pudo ver como el cuerpo del Capitán estaba tendido en el suelo y, al parecer, no se movía...

François se quedó observando la situación. Se acercó a la ventana rota y esbozó una sonrisa. Luego se volvió dónde estaba la Mayor Boyd...

Très bien, très bien... Quizás quiera seguirle usted Mayor...

Con el pie acercó la silla donde estaba atada la Mayor hacia la ventana. No había nada que esta pudiera hacer, aunque había intentado forzar las ataduras varias veces estas se resistían y no podía liberarse. Además, François no parecía estar dispuesto a correr tantos riesgos como el Capitán y se mantenía a una cierta distancia mientras empujaba la silla con el pie...

La Mayor podía ver ahora el cuerpo inerte del Capitán en el suelo y todo indicaba que iba a correr la misma suerte. En ese instante una luz apareció en el centro de la sala.

Era sin duda tecnología de transportación Asgard. Ahora, además de la Mayor, el Dr. Donovan y François, en la sala había otra mujer, atada a una silla como vosotros, inconsciente...

A causa del dolor no pude contemplar toda la escena con claridad, por el rabillo del ojo lleno de lagrimas vi como se movía con rapidez una silla y su piloto hacia mi desprevenido torturador, el impacto fue tremendo y salió por los aires aún que desafortunadamente para mi, el molesto abejorro se dejo el aguijón clavado en mi piel.

 - Luego le daré las gracias por esto querida mas no es hora de quedarse dormidos.

La inesperada luz me ciega por unos instantes y al ver la nueva invitada , tambien atada, se desvanecen un poco más mis esperanzas, de todos modos había que hacer algo, no podía dejar que la mayor sufriera un destino tan horrible, no sin poder agradecerle su acto. 

 - me pregunto como va a hacer que su astuto plan tenga un final feliz si perpetua lo que veo pretende. Que explote un edificio justo después de un rescate matándonos era algo... bueno digno de su mente perversa, pero como no van a ver los agentes del comando semejante mancha de sangre en el suelo??? no arruine mas aún su día de gloria" amigo mio"

De pronto, empiezas a despertarte en una sala pero... te das cuenta que estás atada de pies y manos en una silla mediante unas bridas de seguridad de plástico... no puedes moverte, por este motivo y porque aún te duele la cabeza de la descarga.

Oponía resistencia ante el empuje de François, había alzado las muñecas utilizando todo su peso para que con el deslizamiento, el plástico se desgastase y así tratar de liberarse por fin de sus retenes. Sonreía al hombre mientras sentía la madera del suelo desgastado arañar su chaqueta y las bridas. Esperó a estar segura de que podría romperlas, viendo gran parte de su cuerpo llegar al límite de la ventana, llegando a ver el cadáver del difunto perturbado sexual y entonces, tiró con fuerza y para su decepción, fue incapaz de liberarse.

- Tendrás que disculparme... - suspiró con falsa amargura - Soy de las que intenta cumplir sus promesas. - se encogió de hombros mirando al cadáver.

No se preocupe Dr., eso no será un problema -dice mientras podéis ver como hacen desaparecer el cuerpo y limpian la zona en un santiamén-.

Como ve, estamos bien preparados... En fin, ahora que ya estamos todos ha llegado el momento de irme. Bon voyage! 

Dicho esto una luz aparece donde se encontraba François, desapareciendo. Ahora estáis solos en el almacén...

Estaban solos, ni siquiera había tenido la decencia de reincorporar su asiento; después de todo, no era tan sofisticado como daba a entender. Comenzó a impulsarse arriba y abajo, para desplazarse hacia el interior de las oficinas, de manera costosa y con la respiración entrecortada. El pelo se había soltado del moño que acostumbraba a llevar con el uniforme de gala, cayendo sobre sus hombros; el esfuerzo, las drogas y la rabia, le habían hecho sudar, y la suciedad del suelo le daban un aspecto desaliñado; pero como buena soldado, había estado en lugares mas sucios. En pocos segundos llego a estar suficientemente cerca del doctor Donovan y allí, suspiró agotada.

- Doctor. - dijo doblando el cuello para poder mirar al hombre - Necesito que se deje caer sobre mí y coja mis alas de piloto. - indicó refiriéndose a la insignia que portaba sobre las cintas de las medallas obtenidas - Con ellas a lo mejor podemos liberarnos. - explicó con una sonrisa que pretendía transmitir esperanza - Y salir de aquí.

 - Como guste mayor, no seré yo quien discuta la solidez de su plan, al fin de cuantas es cuanto tenemos, mientras no despierte la ultima invitada claro esta.

INtento posicionarme para caer cerca sin llegar a dañarla y luego intentar coger la insignia para despues intentar cortar sus ataduras

- Creo que esto me podría llevar un tiempo, tenga paciencia, estas situaciones no son esactamente mi fuerte querida. por cierto me alegra ver que no ha compartido la suerte de su "amigo" 

- Yo también me alegro, doctor. - respondió tras expulsar el aire al caer el arqueólogo sobre ella - Tranquilo, tenemos todo el día. - sonrió tratando de forcejear al tiempo que el hombre trabajaba - O tal vez no. - sentenció en un murmuro - Mi "amigo" no debió robarme un beso antes de que usted llegara; - explicó con una mueca de asco al recordar aquel suceso - Y tampoco debió regodearse olisqueando mi pelo... - terminó con un gruñido al forcejear con mas intensidad.

 Ya no quedan buenos samaritanos en la galaxia, verdad? - esbozo una sonrisa de complicidad - creo k ya casi lo tenemos, ups!!!! espere que, ya, haber... ah, me pinche !!!